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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

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Los telediarios cada vez hablan más de medio ambiente

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No sé si te has dado cuenta, pero en los telediarios casi siempre sale alguna noticia dedicada al medio ambiente. Un toque verde entre tanta política, economía y fútbol. Pero no es un florero. De hecho, los informativos televisivos son la primera fuente de información ambiental para el 64% de los ciudadanos, por delante de la prensa escrita, Internet y la radio.

Asombroso ¿verdad? Como que el 71% de los españoles dependamos de los medios de comunicación para conocer la problemática ambiental.

Todos estos datos proceden de un reciente estudio realizado por tres expertos gracias a la colaboración de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA). Según este trabajo [*], las noticias de temática ambiental supusieron un 3,4% del total de las emisiones en los telediarios, donde han conquistado por mérito propio un nicho permanente en el espacio “prime time” de la programación televisiva.

¿Poco? ¿Mucho? Pues no está nada mal, aunque nunca llegarán a ese 20% que ocupa el deporte. Como curiosidad, TVE1 fue la cadena que más noticias ambientales emitió, seguida de Cuatro, A3 y Tele5.

Pero una cosa es la cantidad y otra la calidad. Ahí flojeamos. Las noticias ambientales se centran en el catastrofismo, el dramatismo, el atractivo visual y el conflicto. Por no hablar de los errores garrafales muchas veces vertidos en ellas, herederos de la dramática desaparición de periodistas especializados.

Al menos en 20 Minutos tenemos abierta esta ventana al campito desde hace ya una década, La Crónica Verde, todo un récord. O más bien una necesidad.

Y es que con estas ciudades cada vez más insufribles, con unos espacios naturales cada vez más degradados y con unas especies cada vez más amenazadas, la voz del poeta Miguel Hernández sigue tronando tan actual como un telediario cuando dice: ¡Pobre flor! ¡Qué mal naciste!

[*] FRANCESCUTTI, Luis Pablo; TUCHO FERNÁNDEZ, Fernando; ÍÑIGO JURADO, Ana Isabel (2013): “El medio ambiente en la televisión española: Análisis de un año de informativos”. Estudios sobre el Mensaje Periodístico. Vol. 19, Núm. 2 (julio-diciembre), págs.: 683701. Madrid, Servicio de Publicaciones de la Universidad Complutense. Versión digital en este enlace.

Foto: Wikimedia Commons.

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Un toro la lía parda en el Museo del Prado

Prado Sólo hay algo más imposible que meter un elefante en una cacharrería sin romper una taza. Meter un toro bravo en el Museo del Prado y ponerlo a dialogar con Rubens y su rapto de Europa. Posar un gorrión albino junto a las Meninas de Velázquez, enfrentar un águila real a la escultura broncínea del emperador Carlos V, colar una serpiente entre el Adán y Eva de Durero, plantar dos sapos bajo el aquelarre de Goya, sobrevolar el esqueleto de un delfín entre marmóreas divinidades griegas.

El artista Miguel Ángel Blanco ha sido capaz de eso y de mucho más con sus increíbles Historias Naturales, que hasta el 27 de abril pueden disfrutarse en nuestra más importante pinacoteca nacional.

He tenido la oportunidad de visitar la muestra de la mano de su autor, un «hombre-bosque» con quien me une una estrecha amistad. A su lado, lo que para mi formación como historiador del Arte se me presentaba una herejía, como naturalista he quedado fascinado pues la naturaleza salta de los lienzos y grita.

Sus 22 intervenciones junto algunas de las pinturas señeras de la Humanidad no sólo no las distorsionan, sino que funcionan como excepcionales herramientas educativas. Por ejemplo, ¿qué pinta ese gorrión blanco junto a la obra cumbre de la pintura? Blanco lo justifica así:

«Una rara avis, el pájaro, dialoga con otra rara avis, Velázquez, y ambas sacan pecho ante la atenta mirada de los galgos del cercano cuadro del Príncipe Baltasar».

Y vaya si se miran. Ambos espíritus se han cruzado.

La exposición recuerda que el primer destino del hoy Museo del Prado fue Real Gabinete de Historia Natural, algo que nunca llegó a ser. Y recupera el espíritu de los antiguos Gabinetes de Maravillas. Pero sobre todo nos enseña a descubrir la naturaleza en el arte y el arte en la naturaleza.

No se la pierdan. Incluso podrán escuchar los cantos de las aves escapadas de las pinturas.

En la foto superior, el artista Miguel Ángel Blanco (MAB) contempla el toro disecado de Veragua, una de las cinco únicas castas fundacionales de la ganadería de lidia, y al que ha puesto en brutal diálogo con El rapto de Europa, obra maestra de Rubens. El animal es también una obra maestra de la taxidermia (dermoplastia) y procede del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

En este enlace del Museo del Prado puedes ver todas las piezas de MAB perfectamente contextualizadas y explicadas. También existe un precioso material didáctico editado para los niños que visiten la exposición.

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La industria turística vuelve a la naturaleza

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La curiosidad nos hizo turistas. Los griegos ya viajaban a Olimpia para disfrutar de sus famosos juegos olímpicos ¿Turismo deportivo? Los romanos llegaban de muy lejos para disfrutar en Roma de las termas de Caracalla. ¿Turismo termal? En la Edad Media se cruzaba media Europa haciendo el Camino de Santiago. ¿Turismo de aventuras? ¿Turismo cultural?

En 1841 Thomas Cook creó en Inglaterra la primera agencia turística de la historia. Comenzó dando cobertura a una reunión británica antialcohólica, pero los siguientes viajes los dedicó a visitar las exposiciones universales de Londres y París. ¿Turismo de congresos? Poco tiempo después puso de moda viajar a Suiza para dar a conocer su paisaje alpino. ¿Turismo de naturaleza?

Hoy el turismo moviliza a casi 1.000 millones de personas al año, 60 millones en  España. Estos días se celebra en Madrid la feria FITUR, donde he podido comprobar el escaso interés que despierta el turismo de sol y playa. Sigue existiendo, es verdad, pero ya no vende solo. Para distinguirse necesita hablar de paisaje, cultura, naturaleza, gastronomía o deporte. Y cuanto más cercano al territorio se presenta más seduce al visitante.

Me alegro por el cambio. Hace años hablar de turismo rural, ornitológico o geológico sonaba imposible. Hoy es justo lo contrario. No existe región que no reconozca la importancia de sus bosques, de sus especies protegidas, de sus montañas y ríos, de sus espacios naturales. Esos elementos únicos amenazados por el hormigón, cuya protección se consideró un freno a las economías y que se han convertido en reclamos turísticos, en potentes generadores de bienes y servicios.

Los que arrasaron su entorno se tiran ahora de los pelos tratando de llevar turistas a degradados lugares cuyo único atractivo es la cerveza barata.

Foto: Tajinaste rojo (Echium wildpretii) en El Teide (Tenerife). Wikimedia commons.

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¿Por qué escribo un blog sobre medio ambiente?

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Entre Dani Díaz, ilustre bloguero de Ni libre ni ocupado, y Melisa Tuya, no menos ilustre coordinadora de la nutrida blogosfera de 20 Minutos, además de responsable de los blogs En busca de una segunda oportunidad y Madre reciente, la han liado parda. Nos han lanzado un reto: explicar en un post por qué escribimos. Y uno, como burgalés, es incapaz de ignorar los retos.

Coincide la propuesta con mi intervención, este jueves 21 de noviembre a las 11 de la mañana, en el X Congreso Nacional de Periodismo Ambiental organizado por APIA en Madrid. Participaré en un debate dedicado a los blogueros (al que estáis todos invitados) y este post servirá perfectamente de peculiar tarjeta digital de presentación. #TenemosFuturo.

¿Por qué escribo un blog de medio ambiente? La respuesta es sencilla: Quiero ayudar a lograr un mundo mejor, más sano, solidario, bello, sostenible, armónico, feliz.

¿Se puede conseguir algo así tan sólo escribiendo? Seguramente no, pero me gustan las causas imposibles teñidas de color verde esperanza, especialmente si en ellas nos va el futuro. Y al menos intentarlo. Me sumo a las sabias palabras de Hermann Hesse:

Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.

Este post de hoy hace el número 990 de La Crónica Verde. Casi un millar de artículos desde ése ya lejano 6 de septiembre de 2007 cuando mi querido y admirado Arsenio Escolar lograba convencerme para ser bloguero de 20 Minutos. No le fue fácil. Desde noviembre de 2004 tenía abierta una columna de opinión en la edición impresa del periódico, la única existente entonces en la prensa nacional dedicada a temas medioambientales y que, desgraciadamente, diez años después sigue siendo la única. Pero yo era periodista de prensa escrita, y como a tantos otros compañeros, eso de pasarme a la prensa digital no me hacía ninguna gracia. Sin embargo es imposible negarle algo a Arsenio, y él mismo anunció orgulloso en su blog (el orgullo del maestro) mi incorporación a la incipiente blogosfera veintiminutera. Tenía razón. En estos momentos es el blog sobre medio ambiente con mayor impacto de la blogosfera en castellano: más de 100.000 usuarios únicos al mes.

En estos 10 años de trabajo epistolar mi millar de artículos han recibido 33.500 comentarios. ¡Vaya pasada! Todos ellos han sido lo mejor de esta apasionante experiencia periodística, lectores a quienes debo agradecer el haberme ayudado a educarme, a mejorar, a entender muchas cosas y a considerar inaceptables otras muchas.

Dice mi amigo y bloguero Juanjo Ramos que La Crónica Verde se llama así porque en ella todos me ponen verde. Tiene algo de razón. Pero de las críticas también se aprende, y mucho. Una razón más para escribir un blog.

El dibujo que abre este post es la personal interpretación que el genial Calpur, el de «El Bueno de Cuttlas«, nos ha cedido a los blogueros de 20Minutos como respuesta a ¿Por qué escribo un blog? Lógicamente, él nos lo explica dibujando.

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Fundan una asociación de ex Hombres (y mujeres) Lobo en Alicante

hombres lobo

No os asustéis. No me he pasado a la criptozoología ni me da ahora por los temas paranormales. La historia es real. En Alicante acaba de fundarse la Asociación de ex Hombres Lobo.

¿Hombres Lobo en Alicante? Os doy una pista. Esta asociación ya existía antes pero con un nombre muy diferente: Asociación Parkinson Alicante.

Y sí, es mentira, no tienen nada que ver con licántropos y lobizones. Ninguno de sus socios ha sido hombre o mujer lobo en su juventud. Pero este engaño no es tan grave como el hecho de que sí que sufren Parkinson en la actualidad. Por eso han puesto en marcha una original campaña con la que despertar el interés de la población por tan terrible enfermedad. Han cambiando su imagen y nombre por la sorprendente ‘Asociación Ex Hombres Lobo de Alicante’.

Como informa la Asociación,

ser enfermo de Parkinson no interesa a casi nadie, ser ex hombre lobo sí. Pensábamos que era hora de actuar con decisión y con sentido del humor para llamar la atención de la gente y demostrar nuestro espíritu de superación.

Son malos tiempos para las ONG. Necesitan nuestro apoyo, económico y moral. Y yo desde estas páginas se lo doy como lo dan los auténticos hombres lobo. Aullando a una luna creciente cuya delgada línea brillante de estos días les sonríe cómplice. Como cualquiera que vea el vídeo de su campaña, sin duda merecedor de todos los premios, ayudas y aullidos posibles.

Si quieres colaborar con estos maravillosos ex-hombres lobo, encontrarás toda la información en este enlace.

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«Se veía venir». Dos abuelos sorianos predijeron la crisis económica en 2007

Un vídeo, resumen rescatado de un documental fallido, está revolucionando Internet y ya lleva medio millón de reproducciones. En él dos abuelos de un pueblecito soriano, Valdegeña para más señas, 44 habitantes censados, hacen en 2007 una lúcida profecía de la crisis que un año antes del estallido de la burbuja inmobiliaria ellos ya vieron venir.

Escucharles ahora, cinco años después de grabado, nos provoca una amarga sonrisa. Frente a tanto experto en economía y tertuliano de salón os recomiendo el vídeo de estos dos auténticos sabios de la Tierra. Sin estudios, pero con los ojos bien abiertos por la experiencia que da la vida. Algunas perlas de sus enseñanzas:

Profecía de los desahucios:

“Si es que la gente joven pide 40 millones de un piso, y se creen que 40 millones salen de la gorra. Y luego, como no lo pagan: al embargo. Y esto va a terminar mal, esto va a terminar pero que muy mal”.

Profecía de los economistas:

“Economía no hace falta estudiar. El hombre que gane 5 duros, que se gaste 1, y ya está la economía. Pero si el hombre que gana 5 duros se gasta 6, ya se ha jodido la economía».

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¿Qué especies sobrevivirán a la sexta gran extinción?

A lo largo de sus 4.540 millones de años nuestro planeta ha sufrido cinco grandes extinciones masivas de especies. La última ocurrió al final del Cretácico y se llevó por delante a los dinosaurios. 65 millones de años después, muchos científicos auguran una nueva extinción masiva, la sexta gran extinción, aunque en esta ocasión la culpa no la tienen los meteoritos. La tiene nuestra especie.

En apenas dos siglos, las extinciones provocadas directa o indirectamente por el Homo sapiens han acabado con miles de especies. Cada vez más y cada vez más rápidamente, entre 100 y 1.000 veces la velocidad natural.

Ante esta realidad incuestionable los diferentes países tratan de proteger mejor o peor esa biodiversidad en peligro. Aunque sólo sea por si en un futuro nos puede ser de utilidad. Pero algunos han tirado la toalla. Seguros de la imposibilidad de proteger la totalidad de las especies amenazadas, surgen voces proponiendo elegir a las más interesantes, dando por perdidas a las que no lo sean tanto. Como la periodista Michelle Nijhuis, quien firma un polémico artículo en el último número de la revista Investigación y Ciencia (433, octubre 2012) titulado ¿Qué especies sobrevivirán?

Convertidos los científicos en Noés modernos, se les pone ahora en la tesitura de diseñar un sistema de análisis capaz de elegir qué seres vivos se deben salvar y cuáles no. Es lo que ha hecho en Estados Unidos la prestigiosa Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (Wildlife Conservation Society, WCS). Consciente de lo limitados de sus recursos, ha preferido concentrar esfuerzos en un número reducido de especies, olvidando el resto.

En Avesforum, Javier J. ha resumido los principales criterios que según algunos habría que manejar:

  • Criterios funcionales: favorecer a especies que cumplen una misión única en la naturaleza. Se salva el lobo que mantiene bajo control a las poblaciones de herbívoros. No se salvan otros organismos que no cumplen ninguna función especial como el delfín fluvial chino.
  • Criterios evolucionistas: preservar la diversidad genética. Se salvaría el cóndor de California por ser una reliquia del Pleistoceno. No se salvaría el gallo de las artemisas por estar emparentado con otros gallos de monte.
  • Puntos calientes: priorizar ciertas zonas para salvar ecosistemas enteros ricos en diversidad. Se salvarían los bosques de secuoyas pero no los manglares pues no son no tan diversos.

Personalmente, tanto pragmatismo me produce escalofríos. En mi opinión, la protección de la Naturaleza es una necesidad tan espiritual como material. Condenar a miles de especies a la extinción para tratar de salvar a otras de cuyo éxito tampoco tenemos la mínima certeza me resulta inaceptable. Pero quizá estoy equivocado. ¿Qué piensas tú? ¿Habría que hacer una lista de especies imprescindibles y otra de especies prescindibles? ¿Qué especies en peligro de extinción deberíamos abandonar a su suerte?

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Una lista de tuiteros naturalistas

Siguiendo el ejemplo de Melisa Tuya, genial compañera en 20Minutos, bloguera y tuitera reconocida por su bitácora de En busca de una segunda oportunidad [@melisatuya], he creado una lista en @lacronicaverde dedicada a naturalistas españoles destacados. De momento he reunido 60, pero evidentemente faltan muchos. Aunque quizá no tantos, pues en este mundo de pajareros, biólogos de bota, geógrafos, botánicos y otras gentes entusiastas de patearse el monte en busca de esa naturaleza que tanto nos asombra, las últimas tecnologías tardan en llegar.

Tengo varios amigos a los que el teléfono móvil les parece un trasto maldito y tan sólo lo encienden para hacer una llamada, volviéndolo luego a apagar. Otros no tienen correo electrónico o apenas lo utilizan aduciendo a sempiternos problemas informáticos. La cámara digital tardó años en llegar a algunos grandes fotógrafos de naturaleza, aferrados como náufragos a los últimos rollos de diapositivas. A todos ellos, hablarles de Twitter es como mentarles a una de las siete plagas de Egipto.

Pero también es cierto que otros naturalistas son justo lo contrario. Entusiastas de las nuevas tecnologías, muy pronto abrazaron el GPS y el GIS, abrieron blogs y páginas personales, se hicieron con las primeras aplicaciones de aves diseñadas para los teléfonos móviles. Y por supuesto, usan el Twitter y el Facebook con habilidad de maestros.

De estos últimos he abierto una lista de naturalistas destacados. Algunos son muy famosos, pero otros injustamente no tienen el impacto que se merecen. Faltan muchos, es verdad. ¿Me ayudas a completar la lista? Y por supuesto, suscríbete a ella si eres usuario de Twitter, compártela, y disfruta de toda la información de calidad que por ella circula.

Para dar más visibilidad a todos estos tuiteros camperos he abierto en el margen derecho de este blog de La Crónica Verde una ventana virtual, un widget, dedicado a todos ellos. De esta forma, aunque no tengas Twitter podrás ir leyendo en tiempo real sus comentarios. También hay otro widget abierto a mi cuenta. Échales un vistazo, verás qué interesante.

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‘Libertad’, una novela que advierte de los peligros del ecologismo radical

De las varias novelas que he leído este año, Libertad, del narrador estadounidense Jonathan Franzen, ha sido sin duda la más interesante. Si no la habéis leído aún os la recomiendo vivamente como lectura ideal para este verano.

Son más de seiscientas deliciosas páginas fáciles de leer, donde se realiza una radiografía íntima a los sentimientos personales y sociales de varias generaciones. Imposible no verse reflejado en alguno de los espejos de sus personajes.

En mi caso me sentía una extraña mezcla entre Walter Berglund y Richard Katz. Los que habéis leído la novela seguro que entendéis el porqué.

Frazen es muy aficionado a la ornitología. Miembro de The American Bird Conservancy, colabora con la asociación colombiana Pro Aves en la protección de las aves migratorias que crían en Estados Unidos y pasan el invierno en las selvas de Sudamérica. Como la famosa Reinita cerúlea (Dendroica cerulea) de la novela.

Buen conocedor del movimiento ecologista y conservacionista, perfila a Walter con todas las contradicciones de una filosofía de vida que a la larga le empujará a odiar profundamente la sobrepoblación planetaria, el consumo salvaje y hasta los gatos.

En realidad, se trata de una clara advertencia a los peligros del ecologismo integrista. Advertencia sobre la que, personalmente, tomo buena nota. No me gustaría acabar nunca en esos radicalismos excluyentes.

Para muestra de lo que os cuento bien vale, no un botón, sino un fantástico párrafo de esta novela. Lalitha y Walter deciden comer en un restaurante, pero sus convicciones se tambalean a la hora de elegir el menú. Cualquier parecido con la realidad es eso, pura realidad:

(…) y luego, no sin sufrimiento, examinó la carta. Entre los horrores del metano expelido por el ganado bovino, las cuencas hidrográficas devastadas por los lagos de excrementos que generaban las granjas de cerdos y pollos, la catastrófica sobreexplotación pesquera de los océanos, la pesadilla ecológica de las gambas y el salmón de vivero, la orgía antibiótica de las centrales lecheras y el combustible derrochado por la globalización de la producción agrícola, eran pocos los platos que podía pedir sin remordimiento de conciencia salvo patatas, judías y tilapia criada en agua dulce.

-A la mierda –dijo Walter, cerrando la carta-. Voy a pedir el entrecot.

Libertad

Nº de páginas: 672 págs.
Editorial: SALAMANDRA (PUBLICACIONES Y EDICIONES SALAMANDRA, S.A.)
Lengua: ESPAÑOL
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 978-8-498-38397-3
Año edición: 2011
Precio 25 euros

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El planeta camina hacia los 10.000 millones de habitantes

Dos interesantes aplicaciones informáticas permiten jugar con las cifras del disparatado crecimiento de nuestra especie. La primera está alojada en la página de la BBC y se titula El mundo en siete mil millones. La otra es igualmente impresionante: 7.000 millones y tú.

Gracias a ellas sé que cuando yo nací hice el número 3.272.716.412 de los que en ese instante vivíamos en el planeta. Ahora somos más del doble. Desde mi llegada han nacido 6.084.489.564 personas y han muerto 2.306.614.829, con lo que en el momento de escribir estas líneas somos ya 7.050.584.237 habitantes. Y seguimos creciendo sin parar.

Empezamos el siglo XX siendo poco más de 1.000 millones, pero ya éramos 6.000 millones en el año 2000 y se espera que el siglo XXI acabará con algo más de 10.000 millones. Mientras lees esta columna ya han nacido 350 personas más. Nuestro planeta gana así 1.000 millones de personas cada 14 años.

¿Habrá comida y vida digna (casa, trabajo, dinero, vacaciones) para todos? Parece complicado.

Es verdad que últimamente el crecimiento se ha moderado, pero seguimos sin saber cuál es el límite poblacional de la Tierra. Porque como advirtió Ban Ki-moon cuando nació el niño 7.000 millones (niña, filipina), “a más población, mayor presión sobre la tierra, la energía, la comida y el agua”.

Por esta razón, si hay ahora mismo un negocio con futuro es el del acaparamiento de tierras. Millones de hectáreas han pasado en los últimos años a manos de inversores sin escrúpulos, ávidos de recursos. Sólo en África, los últimos megaproyectos tienen una extensión superior a los 67 millones de hectáreas, la superficie conjunta de Italia y Alemania. Agrocombustibles, agua, alimentos, pastos,… todo vale para especular con el hambre. Y cada vez valdrá más, pues cada vez tendremos más hambre.

¿Queréis saber mi opinión sobre todo esto? Pues ya con permiso de la nueva revisión del diccionario de la Real Academia de la Lengua, tan sólo se me ocurre una reflexión: Acojona.

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