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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

El punto que separa tres países y ahora ha unido Europa

Trifrontera de Austria, Hungría y Eslovaquia cerca del río Danubio. Foto: C.J. Palacios

Dice la Wikipedia que una frontera es la zona territorial de tránsito social entre dos culturas o países. La línea imaginaria que marca el límite exterior del territorio de un Estado. Algo que solo existe en nuestro pensamiento simbólico pues no es tangible, y que para bien o para mal, como defiende Yuval Noah Harari, es exclusivo de los humanos.

El nombre en castellano procede del latín «fronte», «frons» o «frontis» frente y del sufijo «era» que indica paraje, lugar y objeto; por lo tanto significaría etimológicamente «lo de enfrente», lo que ya no es nuestro. Separan culturas, religiones, etnias, naciones modernas. Lo habitual es pensar en fronteras políticas que se basan en fronteras naturales, accidentes geográficos que separan espacios diferentes, tales como mares, ríos, valles, lagos o cordilleras, pero es lo menos habitual.

El telón de acero ahora es verde

Para evitar equivocaciones, contrabandos y migraciones, estas fronteras suelen estar marcadas por hitos fronterizos e incluso altos muros infranqueables (como los de Estados Unidos, Melilla o las dos Coreas). Uno de estos hitos absurdos que durante siglos han sido utilizados para marcar los puntos críticos en las fronteras entre países es el que todavía hoy separa tres estados centroeuropeos, Austria, Hungría y Eslovaquia. Se encuentra muy cerca del Danubio, el gran río disputado.

Fue la frontera más formidable de todos los tiempos, el telón de acero del siglo XX que dividió a Europa entre el comunismo y el mundo occidental. Ahora es un extraño parque de esculturas que ofrece a los escasos visitantes que por allí se acercan la estrambótica posibilidad de almorzar en una mesa donde cada plato está en tres países diferentes al mismo tiempo. Una mesa de picnic triangular donde un húngaro, un austriaco y un eslovaco pueden comer y conversar sin salirse de sus países de origen.

En este vídeo reflexiono en tan extraño lugar sobre el sinsentido de nuestras fronteras. Tantas guerras, sufrimientos, para mantener la raya de nuestra imaginación social de clan en un punto en mitad de ninguna parte. Hoy estos tres países están unidos por Europa. Mañana ya veremos.

Y mientras los bellos cernícalos patirrojos y las espectaculares avutardas pasan de un lado para otro, ajenas a nuestras tonterías.

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