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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Muru Mannu, la cascada más alta, boscosa y salvaje de Cerdeña

Cascada de Muru Mannu, en Cerdeña

La isla de Cerdeña es un auténtico reducto de biodiversidad, de paisajes, culturas y sabores del Mediterráneo, un lugar que no me cansaré de recomendar.

Después de pasar allí un año, recorriendo sus costas y montañas, hay lugares que me han tocado el corazón. Hoy os voy a hablar de uno de mis favoritos, el Monte Linas y su cascada Muru Mannu.

Estas joyas naturales se reparten entre los municipios de Gonnosfanadiga y Villacidro, en el sureste de la isla. Forman parte del complejo forestal Monti Mannu. Son 4.600 hectáreas de densos bosques mediterráneos, altas paredes de granito, numerosos testimonios arqueológicos, vestigios pastoriles y carboneros, pero donde también se refugia una rica fauna que incluye ciervos sardos y muflones, halcones peregrinos, azores e incluso a la aquí muy rara águila real.

En este vídeo de mi canal en YouTube resumo lo que fue para mí una excursión inolvidable por estas montañas.

Si prefieres conocer con más detalle este paraíso sardo sigue leyendo a continuación.

¿De dónde viene ese nombre tan raro?

La denominación que se da a esta cascada, Muru Mannu, procede del sardo. Es el idioma autóctono de Cerdeña, considerado por los especialistas como la lengua más arcaica y diferente de todo el grupo de las lenguas romances. Podríamos decir que es la que menos ha evolucionado del latín original, lo que se explica por el tradicional aislamiento de los sardos en un territorio inmenso, muy montañoso y mal comunicado.

Aunque el sardo también te puede sonar a algo conocido cuando lo escuchas por primera vez, pues tiene muchas influencias castellanas y catalanas. ¿Te sorprende? No tiene nada de raro, pues Cerdeña perteneció a la Corona aragonesa y española durante más de tres siglos.

Pero no nos salgamos del tema, regresemos al campito.

Restos de los antiguos corrales de cerdos. Foto: C.J. Palacios

¿Qué significa Muru Mannu?

En sardo Muru Mannu significaría algo así como «gran muro» o «gran pared». Así se conoce el gran farallón rocoso desde el que se despeña una cascada increíble del pequeño arroyo que la produce, denominado igualmente «Canale de Muru Mannu«.

Esta cresta pétrea alcanza una altitud máxima de 942 metros en Punta Muru Mannu y es igualmente una roca muy especial. Está formada por una potente veta de cuarzo que se remonta al Carbonífero (hace 350-298 millones de años). Al ser una roca muy dura ha quedado aislada por la erosión, convirtiéndose así en una imponente pared natural.

Carteles señalando el sendero. Foto: C.J. Palacios

¿Cómo se llega a Muru Mannu?

Desde la localidad de Villacidro sigue con el coche hacia el embalse del río Leni y desde allí continúa la pista que lleva al vivero forestal de Campu s’Isca. Un poco más adelante llegarás al aparcamiento de Piscina Irgas donde deberás dejar el vehículo. El sendero es impresionante y lo vas a disfrutar.

En la zona conocida como Cuili Mannu se cruzan dos senderos. A la derecha el 109, que es el nuestro, y a la izquierda el 113 que lleva hacia Irgas. Comienza aquí un largo camino de herradura que atraviesa un bosque joven de encina.

A ambos lados del sendero aparecen varios muros de piedra seca cubiertos de musgos de extraña apariencia. Son los restos que quedan de los antiguos refugios de pastores y porqueros que venían a estas zonas en la época de la montanera, cuando abundaban las bellotas.

Las frescas aguas del río nos acompañan a lo largo de todo el sendero. Foto: C.J. Palacios

Después de una subida no muy dura se baja al fondo del valle, vadeando por primera vez la orilla del Riu Cannisoni. Lo cruzaremos un par de veces más, entre pozas y bosques preciosos. Al final el río forma una gran poza y resulta complicado seguir más arriba.

Más allá se asciende ligeramente manteniéndose a la derecha (izquierda hidrográfica) y caminando sobre los restos de un estrecho sendero forestal. Una abertura en la vegetación permite disfrutar de una espléndida vista del anfiteatro de Muru Mannu, donde se distingue claramente la marca negra que hace la cascada en la roca.

Pasado el mirador, el camino se convierte en un sendero que desciende nuevamente hasta la orilla, vadeando nuevamente y llegando a la confluencia con el Río Linas, rodeado a ambos lados por pequeñas cascadas.

Más adelante se inicia un sendero para senderistas expertos que permite, con algunas acrobacias, llegar no sin dificultad al pie de la cascada. Para ello es necesario contar con buena condición física y experiencia en saber moverse por zonas poco accesibles.

Te dejo a continuación la ruta en Wikiloc, por si te apetece hacerla. A mí me ha encantado.

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1 comentario

  1. Dice ser Con la cantimplora a cuestas

    ¿Las frescas aguas de los ríos y barrancos son sanas o hay que tener cuidado con ellas?
    He leído incluso que existen aparatos de rayos UV para esterilizar bacterias que pudieran contener.

    03 mayo 2022 | 11:28

Los comentarios están cerrados.