
Dos machos de avutarda pelean en un llano cerealista español. Foto: SEO/BirdLife
Date un paseo por el campo andaluz y lo comprobarás. El mar de olivos cada día es más extenso, más industrial, más artificial, menos cultura y paisaje, más agronegocio. Porque el boom del consumo de aceite de oliva ha disparado el cultivo de olivos en España, su primer productor mundial, casi 1,4 millones de toneladas al año.
Esos «viejos olivos sedientos bajo el claro sol del día» que admiraron al poeta Antonio Machado, esos «olivares polvorientos del campo de Andalucía», ya ni son viejos (cuanto más jóvenes mayor producción de aceituna) ni polvorientos (son ahora cultivos intensivos de regadío). Son los tiempos, es verdad. Pero con su avance imparable retroceden silenciosos los animales que antes ocupaban esos campos de secano, como las avutardas y sus primos los sisones. Lee el resto de la entrada »