Esta maravilla de mariposa es nueva para la ciencia. No teníamos ni idea de su existencia. Y eso que es endémica, exclusiva de la península Ibérica. La razón de tal incomprensible desconocimiento es doble, real y sentimental. Te cuento:
Es tan real como que apenas dedicamos esfuerzos a la investigación y nuestros científicos hacen extraordinarios descubrimientos como estos sin apenas recursos, más casi como afición que como resultado de una profesión con la que vivir dignamente.
La otra razón, la sentimental, es que bautizada como «doncella esquiva», parece lógico que un bellezón así nos haya dado calabazas durante siglos de conocimiento. Lee el resto de la entrada »