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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Ya han llegado los vencejos, los locos de nunca parar

Vencejo común en vuelo. Foto: Javier Milla

No paran ni para comer, ni siquiera para dormir. Viven en una permanente locura #NonStop, siempre volando de aquí para allá en un obsesivo viaje de nunca parar, siempre en el aire, nunca detenerse. Y ya están llegando, anunciadores de una primavera esplendorosa.

El vencejo común, declarado por SEO/BirdLife ‘Ave del Año 2021’, recorre durante estos días, como otras aves migratorias, miles de kilómetros para regresar a sus zonas de reproducción, atravesando desiertos, cordilleras y mares.

Los acabo de ver hoy en mi casa en el sur de Cerdeña y estoy más feliz que una perdiz comiendo semillas. Ha sido levantarme de la cama y oír sus chirridos madrugadores, más de 20 ejemplares surcando los cielos azules del amanecer con la cotidianidad de quien sabe que ha llegado a casa.

Vencejo común en vuelo. Foto: Wikimedia Commons

Viajeros impenitentes

Ayer no estaban, y bien que los busqué. Acaban de llegar, y aquí estarán alegrándonos las frescas mañanas primaverales hasta que a finales de julio, con los primeros sopores de las tardes estivales, regresen a sus hogares africanos, completando unos heroicos viajes de más de 20.000 kilómetros.

En realidad tienen dos casas africanas donde pasar el otoño y el invierno. Su primera zona de invernada se localiza entre Camerún y la República Democrática del Congo, sobre extensas áreas de selvas y sabanas, tras viajar más de 9.000 kilómetros desde su nido europeo. En diciembre se desplazan a una segunda zona de invernada, más al este, cerca de las costas de Tanzania, Kenia y Mozambique. Pocos animales tienen menos necesidades de fronteras que estas increíbles aves.

Ballenas en el aire

El suyo es un viaje sincronizado durante miles de años para que su llegada coincida con el momento climático adecuado, en su caso, insectos mínimos que abundan en las alturas y que cazan abriendo sus bocazas cual embudos, a modo de redes aéreas.

Es la misma técnica utilizada por las ballenas en el mar, solo que en el aire y papando mosquitos. Por eso, esos insectos que capturan rebañando el aire se denominan genéricamente «plancton aéreo«.

Ajustar con exactitud de relojero suizo su llegada es fundamental. «De ello depende en gran medida encontrar el alimento suficiente para criar con éxito a sus polluelos y garantizar la supervivencia de estas especies”, apunta Luis Martínez, técnico de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.

La amenaza del cambio climático

El cambio climático está afectando de manera dramática a las aves migratorias. Algunas especies se adaptan variando sus fechas de regreso o partida, pero otras no son capaces de responder al cambio y se mantienen fieles a las fechas grabadas en su genética a través de generaciones.

Muchas de ellas se encontrarán con que sus crías ya no nacen en el momento de máxima disponibilidad de alimento. O se verán perjudicadas por fenómenos meteorológicos extremos, iniciando un progresivo declive que puede poner en riesgo su supervivencia.

No encuentro mi casa

Los datos del Programa Sacre, programa de seguimiento de aves comunes en primavera de SEO/BirdLife, evidencian que el vencejo común ha experimentado en España un declive del 27,2% en los últimos 22 años (1998-2020).

Una de las principales amenazas para la especie es la destrucción de sus lugares de cría. En muchas ocasiones, los vencejos se encuentran con sus zonas donde instalan los nidos desaparecidas a causa de obras de rehabilitación. Incluso con frecuencia las obras comienzan durante el periodo de nidificación, provocando auténticas masacres de pollos e incluso adultos a los que literalmente los obreros emparedan.

Hay que recordar que el vencejo es una especie protegida a nivel estatal, al igual que sus nidos, pollos y huevos, estando incluida en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial. También está protegida a escala internacional, por la Directiva de Aves y el convenio de Berna.

¿Has visto los primeros vencejos?

Para saber cómo se comporta la biodiversidad ante el cambio climático, el programa Aves y Clima de SEO/BirdLife permite a cualquier persona incluir estos registros de llegada de las aves, participando así en un programa científico de enorme valor.

“Cualquier aportación es muy importante, ya que esta base de datos nutrida gracias a numerosos observadores de la naturaleza de todo el país, ofrece una información que es muy valiosa para alertar sobre posibles cambios en las pautas migratorias de muchas aves”, afirma Blas Molina, responsable del programa Aves y Clima de SEO/BirdLife.

Además de Aves y Clima, existe otra fantástica herramienta denominada eBird, que no sólo es útil para llevar el registro de las observaciones sino que con ella también se aprende y se descubren lugares donde observar nuevas especies.

Los datos, los tuyos y los míos, sumados a los de otras decenas de miles de personas, contribuyen igualmente al estudio de los cambios en la fenología de las aves, así como en su distribución y abundancia, resultando fundamentales para el conocimiento y la conservación del mundo natural. ¿Les echamos una mano?

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