Gallina ponedora desplumada, Foto: Equalia | Timo Stammberger
Si supieras todo lo que hay detrás de una pechuga barata de pollo, de unos nuggets, de unas alitas a la barbacoa; si conocieras todo el sufrimiento que encierra esa proteína industrial (animal y laboral), toda la mierda química que acumula y toda la contaminación ambiental que genera, te lo pensarías dos veces antes de seleccionarla en tu menú. Y no lo harías por convicción vegana. Lo harías por puro espíritu de supervivencia.
Sirva este post para demostrar lo cara que nos sale esta carne barata.
Bebés de 300 kilos
¿Sabes que los más pollos del supermercado pertenecen a razas híbridas de crecimiento ultra rápido que nada tienen que ver con los pollos de corral que consumían nuestros abuelos?
Según la asociación internacional Igualdad Animal (IA), hoy el ritmo de crecimiento de un pollo destinado a la producción de carne es 6 veces mayor que el de hace 90 años. Ahora alcanzan el peso de sacrificio a las 6 semanas de vida, lejos de las 13 semanas de 1950. De acuerdo con IA, si un bebé humano creciese al mismo ritmo que estos pollos, con dos meses pesaría cerca de 300 kilos.
Les damos muy mala vida
En España se sacrifican al día 1,9 millones de pollos, 695 millones al año, 15 por cada español. El 90% son criados en sistemas interiores de avicultura intensiva. Estos animales nacidos para alimentarnos crecen tanto en tan poco tiempo que muchos sufren graves deformaciones o ni siquiera pueden caminar porque no aguantan su propio peso, absolutamente desproporcionado.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, unos 41 millones de pollos, más del 5% murieron en las granjas en 2018 debido a las terribles condiciones de vida que soportan. De los supervivientes, otros de 2 millones murieron durante el transporte, de camino al matadero.
Proteínas deslocalizadas
Esa carne barata te la comerás aquí, pero puede venir congelada desde la última punta del planeta. Si las condiciones de las granjas europeas son malas, no quieras saber cómo son las de esos países.
Su alimentación es igualmente disparatada. Da igual el rincón del planeta donde se críen que lo harán siguiendo un modelo estandarizado basado en alimentos hiperproteicos a base de soja y maíz transgénicos procedentes de inmensas plantaciones industriales.
Esa carne del bocadillo se está literalmente comiendo los bosques del planeta.
Manda huevos
El horror avícola empieza en la producción de huevos con gallinas enjauladas. La organización animalista Equalia ha denunciado el maltrato generalizado en una de estas granjas que en España suministran huevos a un proveedor de E. Leclerc.
Gallinas desplumadas a causa del desgaste del hacinamiento en jaulas, cadáveres conviviendo con gallinas vivas, suciedad en las naves o huevos con ácaros han sido varios de los crueles hallazgos en esa granja.
El 77% de las gallinas ponedoras en España están alojadas en sistemas de jaulas, según el último censo oficial del sector. Esto supone más de 35 millones de aves, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
¿Podemos hacer algo?
Como consumidores podemos hacer mucho. Apostando y exigiendo carnes menos industriales, más de cercanía, alimentadas con piensos locales. Presionando al sector alimentario para que mejore las condiciones de vida de los pollos, desarrollando criterios básicos de bienestar animal como limitar el hacinamiento, cumplir con unos estándares mínimos de luz, adoptar razas de crecimiento más lento o que las aves sean aturdidas con gas en vez de sumergiéndolas en agua electrificada, como se hace actualmente.
Así por ejemplo, Igualdad Animal junto a 20 organizaciones animalistas de 15 países, ha lanzado una campaña para que Subway adquiera un compromiso para dejar de utilizar pollos de crecimiento rápido y reducir el sufrimiento de millones de animales en su cadena de suministro.
Respecto a las gallinas ponedoras, es urgente hacer ver a la industria alimentaria española la necesidad de ir adaptando su producción a la cría de gallinas libres de jaulas. Para lograrlo, Equalia ha abierto una recogida de firmas.
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Bah, nada, lo he leído y lo asumo y me parece razonable. Son eso, animales criados expresamente para ser comidos. Me parece hipócrita y absurdo lo de procurar «darles una buena vida». Total, van a pasar por la trituradora igualmente. Lo que me interesa es que su carne sea barata y que su producción sea sostenible. Probablemente esto es mucho más ecológico y sostenible que volver a las gallinas de corral, pues esto está muchísimo más optimizado.
31 julio 2020 | 10:15
Todo esto está muy exagerado, se importa muy poco pollo y en España la mayoría de la industria está controlada para evitar estás practicas.
31 julio 2020 | 10:57
Todo esto está exagerado. Queréis carne barata, pues hay que industrializar la venta y cría de carne. La mayoría de la gente no está dispuesta a asumir de un coste de más del doble de una carne de corral.
El pollo en España es Nacional y las granjas pasan severos controles de higiene, la mayoría de la gente que escribe estos artículos no ha visitado una granja en su vida, solo por google.
31 julio 2020 | 11:18
No sé cómo este periódico, en apariencia serio, se presta a publicar estos panfletos animalistas, sin ninguna conexión con la realidad. En la Unión europea, los estándares de producción de carne de ave son muy estrictos en el campo del Bienestar Animal u Seguridad Alimentaria, y están permanentemente controlados por las autoridades de Agricultura y Salud Pública.
31 julio 2020 | 11:27
Fanatismo animalista en el artículo contra fanatismo económico sin escrúpulos en los comentarios. Poco se puede hacer con gente tan extremista.
31 julio 2020 | 12:02
Mucho se habla del pollo de supermercado y muy poco del pollo de perico.
31 julio 2020 | 12:36
No vayáis a creer que «El nuevo hombre urbano», criado para alimentar a la casta política y dirigente del mundo es muy distinto, pensadlo.
31 julio 2020 | 12:37
todo lo que dices deberías aplicarlo también a la fruta y verdura que te viene de cualquier parte del planeta, congelada, con golpes, con maltrato en el transporte, etc y no dices ni pío, deberías hacértelo mirar, tu veganismo te está dejando tuerto, ya que solo ves parte del problema y no todo en general, eres un hipócrita.
31 julio 2020 | 12:44
Tu post empieza con un «Si supieras lo que hay detrás de…». Pues bien, si lo supieras realmente tú, denunciarías las irregularidades e incumplimientos de la Ley de Bienestar que das por hecho que se comenten y no englobarías en una bazofia llena de prejuicios y frases/ideas hechas a un sector que, cada día, está más profesionalizado, tecnificado y que respecta dicha Ley de ámbito europeo, por cierto, donde se observan con especial interés estos temas.
31 julio 2020 | 12:56
La pregunta no es cómo criar a los animales, sino si en el futuro la carne (con distintos sabores, incluyendo pescado o marisco) será elaborada solo a base de proteína vegetal o será de células animales cultivadas. Los huevos no veo cómo se pueden hacer sin gallinas, pero ya se verá
31 julio 2020 | 13:31
Increíble la sarta de tonterías que hay en el artículo. Yo diría que la única verdad que tiene, no que contiene que es ninguna, es que está escrito.
Sinceramente antes de publicar esta serie de barbaridades deberían de constatar que sean ciertas, este artículo es totalmente irreal y parece que sólo pretende arruinar la imagen de la carne del pollo.
Deberían publicar un nuevo artículo reflejando la realidad y este suprimirlo totalmente.
Espero que tomen cartas en el asunto.
Por cierto, no pertenezco a esa industria, por si alguno lo piensa.
31 julio 2020 | 16:43
Algunas de las cosas que dices son ciertas, pero ya me dirás como alimentas a la sociedad urbana por ejemplo de Madrid si no es con granjas industriales que produzcan animales con el mínimo coste y en el mínimo tiempo.
También es cierto que en las granjas trabaja gente dejándose el sudor día a día y no sectarios urbanos animalistas del tipo de igualdad animal que viven de eso y de los «tontos útiles» que les sueltan la pasta tras apelar a la lágrima fácil.
Antes de hacer caso a organizaciones de vividores por cuenta ajena deberías defender a las gentes rurales que tienen su medio de vida en las granjas.
Yo particularmente, si que es cierto que la carne que como no es de granja industrial, y sí es de cría y consumo propio.
Pero hace tiempo que reconozco que si hay una carne ética, sana y natural es la carne de caza, procuro tener los arcones llenos y en mi casa no falta nunca carne de jabalí, de corzo, zorzales, becadas,conejos, liebres y perdices
Por cierto, tus amigos de Igualdad animal también están en contra de la caza, no te olvides césar si por ellos fuera tu solo comerías tofu y seitán y brócoli y pastilla diario de b2.
Espabila César y deja de darles cancha a las empresas animalistas que viven de los incáutos y solo buscan el donativo para seguir medrando.
31 julio 2020 | 18:40
Tenemos lo que nos merecemos
01 agosto 2020 | 09:08
Una sartén de medias verdades que son grandes mentiras, los pollos se mueven libremente por la granja así que nada de que no pueden caminar, se cumple legislación de bienestar animal. En cuanto a las ponedoras en jaula esa foto es anterior a 2012 donde se cambio la jaula con mayores dimensiones, aseladeros, baño de arena…
En cuanto a la soja el cultivo de soja va para ALIMENTACIÓN HUMANA y BIOCOMBUSTIBLES, el residuo es lo que se usa en alimentación animal.
De los nuevos pollos que se quieren imponer son menos sostenibles, consumen más pienso, más agua, más electricidad por estar más tiempo en granja …
Un poco de información veraz por favor
01 agosto 2020 | 09:25
La cuestión es, estarías dispuesto a comprar una pechuga de pollo a 25€ el kilo… yo como mucho pollo y si tiene que crecer lentamente y con piensos caros no sería tan accesible para todos, está feo, si, pero a mí que me digan la inteligencia del pollo que aletea dentro de la jaula y nunca se da cuenta de que no puede salir
01 agosto 2020 | 10:15