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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Más matemáticas para luchar contra los incendios forestales

Los incendios forestales se han hecho tristes protagonistas de la actualidad. Y no solo en verano. Durante todo el año el fuego arrasa bosques, propiedades, fauna y, desgraciadamente, en algunas ocasiones también mata personas.

Según datos del Ministerio de Agricultura, en España se producen de media más de 17.000 siniestros anuales que afectan a 113.000 hectáreas.

Las causas de este tipo de siniestros son múltiples y las soluciones para controlarlos son igualmente muy complejas. Frente a lo que puedan pensar algunos, apagar un incendio no consiste en echar agua desde aviones. Las soluciones son siempre complejas, pues las causas no son tan sencillas como pirómanos locos prendiendo fuego a todo lo que pillan. Las matemáticas también pueden ayudar, y mucho, a apagar estos fuegos.El incremento en la combustibilidad de los montes debido a factores relacionados con el cambio global, como el despoblamiento rural o el aumento de temperaturas y la ausencia de precipitaciones como consecuencia de las alteraciones climáticas son sólo algunas de ellas. Zumbados e insensatos también tienen mucha culpa con el 90% de los incendios producidos en bosques mediterráneos.

El proyecto europeo ‘Cilifo’ de cooperación transfronteriza entre España y Portugal, en el que participa la Universidad de Córdoba, cuenta con un amplio paquete de acciones centradas en la mejora de infraestructuras, formación altamente especializada e investigación destinada a mejorar la gestión de los incendios. Con respecto a este último bloque, la Universidad de Córdoba aportará investigaciones relacionadas con la evaluación de la combustibilidad de la vegetación presente en los paisajes forestales de Andalucía Occidental, así como su caracterización y digitalización cartográfica.

Con toda esta información se está preparando una compleja modelización matemática, destinada a predecir la dificultad de las operaciones de extinción en función del comportamiento del fuego en los incendios y las capacidades ofrecidas por las infraestructuras de apoyo a las tareas de extinción.

Se trata de un algoritmo que ya ha sido validado por el grupo de investigación AGR 221 y que ahora se va a actualizar con información de las distintas provincias que participan en el proyecto.

El programa incluye datos como la densidad de los caminos, la orografía del terreno, el tipo de fuego o incluso la frecuencia de descarga de agua de los medios aéreos usados para combatir el incendio.

Todos los datos recopilados, según el responsable del proyecto en la UCO, Francisco Rodríguez y Silva, «ayudarán a la toma de decisiones y a garantizar la integridad física de las personas que combatan los siniestros». Además, permitirá acometer actuaciones a priori en aquellos terrenos donde hay una alta probabilidad de combustión para aumentar la propia capacidad de autodefensa del territorio.

El proyecto también se está articulando a través de otras líneas de investigación. El análisis de incendios anteriores o el estudio de la vegetación posterior a los fuegos son algunas de ellas. Paralelamente, la UCO está trabajando en la actualización del modelo SINAMI, el sistema nacional para el análisis económico de los incendios forestales que permite disminuir el impacto económico de estos siniestros y reducir los costos de extinción.

El proyecto, que concluirá en 2021, culminará con la creación del Centro Ibérico para la Investigación y Lucha contra los Incendios Forestales, una infraestructura impulsada por la Junta de Andalucía que se localizará en Huelva y que tendrá como objetivo unificar criterios y centralizar el proceso de formación de alto nivel.

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2 comentarios

  1. Dice ser Javier

    Claramente, todo lo que se haga es poco.
    Además hay que seguir insistiendo en que la PREVENCION es primordial, y proyectos como este son un ejemplo.
    Claro que de poco servirá este programa si los montes no están limpios y los caminos es más o menos buen estado.
    Cuando voy por el campo estoy harto de ver torteras de electricidad llenas de vegetación en su base. Una limpieza perimetral de la base podría evitar un incendio en caso de una chispa.

    28 julio 2019 | 11:16

  2. Dice ser Antoni Jusc

    Hola todo lo que se puede hacer siempre es insuficiente. Muchas veces paseando por el campo veo gente tirando colillas o bien torres eléctricas muy cerca de los árboles. Es muy triste

    31 julio 2019 | 01:00

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