La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

La divertida historia del erizo que quería ser runner

No nos lo podíamos creer. Estaba ayer tarde paseando por el campo de Fuerteventura en compañía de unos amigos cuando a lo lejos vimos salir corriendo a toda velocidad un conejo. No le dimos más importancia hasta que Marta, con esa vista de lince que tiene, nos lo señaló asombrada. ¡Es un erizo corredor!

Efectivamente, el supuesto conejo era un erizo moruno (Atelerix algirus) que a pesar de las limitaciones de sus cuatro cortas patitas y su cuerpo rechonchillo, pero sobre todo de sus hábitos nocturnos, estaba haciendo footing vespertino como si de un joven runner se tratara.

Y lo que es más increíble, iba a su bola, sin asustarse de nadie, como si llevara los cascos puestos y estuviera escuchando su música preferida mientras trotaba alocado.

Tanto que en una de sus carreras enfiló directo hacia nosotros, y solo paró cuando se quedó a escasos centímetros de los pies de mi amigo Juanmi. ¿Era un erizo atleta o un erizo cegatón?


En ese momento se detuvo, se lo pensó dos veces, dio media vuelta y siguió su rauda carrera en sentido contrario, infatigable e inasequible al desaliento hasta que finalmente se alejó a toda velocidad, vaya usted a saber hacia dónde y para qué.

En Canarias es frecuente encontrarte erizos en el campo, pero son animales nocturnos extraordinariamente tímidos. Si los descubres a la luz de una linterna o de las farolas, enseguida se escabullen entre los matorrales. Si los sigues y se sienten acosados, se hacen una pelota redondita de erizados pinchos para impedir ni siquiera el poder tocarlos.

Pero éste no. Éste iba a lo suyo, a correr, que se ve que es lo que le gusta.

Aunque otra posibilidad que no descarto es que estuviera hambriento y tan solo buscara desesperadamente los caracoles, insectos o lombrices que forman parte habitual de su dieta.

Peligrosas carreras

De esas carreras luego vienen los peligros. El mayor y más terrible son las carreteras. Todas las semanas me encuentro algún erizo atropellado. Qué pena me da. Son rápidos, pero no lo suficiente como para evitar los coches.

Además, como todo bicho nocturno, son muy cortos de vista. Sus minúsculos ojos no dan para mucho.

Otro peligro es la leyenda negra que en Canarias se cierne sobre ellos. Se les acusa de entrar en los gallineros y comerse huevos y pollitos. Como en las islas no hay garduñas ni turones, a este mamífero carnívoro, introducido ya en épocas históricas en Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife, se le tacha injustamente de ser un depredador sanguinario.

A mí me parecen preciosos ¿No te ocurre a ti lo mismo?

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6 comentarios

  1. Dice ser Tripofobia

    Muy bonita historia. Me ha encantado su lectura.

    06 enero 2019 | 11:39

  2. Dice ser EriSOS

    El pobre animal lo que está es enfermo, está delgado, con la cara sarnosa y al girarse se le ve perfectamente como tiene huevos de mosca tras la oreja (amarillos). Si no se cruza de nuevo con alguien que pueda llevarlo al centro de fauna, poco le queda… Por eso estaba despierto a esas horas y apenas apreció vuestra presencia, o se acercó en busca de ayuda. Mas que divertida me parece una historia bien triste…

    06 enero 2019 | 20:42

  3. Dice ser Raquel

    Ese erizo tiene bastante mala pinta, se tambalea al andar, tiene claramente una bajada de peso, y los ojos producen secrecion. No creo que fuera voluntario toparse contra una pierna humana.

    07 enero 2019 | 09:25

  4. Dice ser Raquel

    De hecho, me atreveria a asegurar que no paso de 3 dias despues de la grabacion del video. Efectivamente esta infectado de huevos de mosca tras ambas orejas, seguramente tenga alguna herida abierta y las moscas le van persiguiendo. Se ve como se le posan encima. Esta condenado, os estaba pidiendo ayuda en un intento desesperado poniendo en riesgo su vida ante un depredador. Entiendo que no todo el mundo puede diferenciar estos detalles… y parece un acercamiento simpatico. Pero a estas horas ese erizo ya es pasto de las larvas.

    07 enero 2019 | 09:29

  5. Dice ser Mirela

    Ojalá le hubieseis ayudado en vez de grabar para subirlo a internet, qué penita me ha dado 🙁

    07 enero 2019 | 13:43

  6. Una historia cautivadora. Me encantan este tipo de historias porque me devuelven a la infancia.

    15 enero 2019 | 16:39

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