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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Descubre el corazón verde y más salvaje de Londres

La ciudad de Londres desde Parliament Hill.

Uno de los lugares más hermosos y desconocidos que conozco en la ciudad de Londres es Hampstead Heath, su corazón verde y más salvaje.

Más que un parque inglés al uso, como los famosos de Hyde Park, Richmond, Greenwich, St James’s Park o Regent’s Park, aquí puedes adentrarte en el interior de un bosque laberíntico para continuar luego por bucólicas praderas tan propias de la campiña inglesa, ajeno a una superpoblada metrópoli con más de 10 millones de habitantes. Un sitio fascinante (y gratuito) que no puedes dejar de visitar.

Dos robles centenarios Hampstead Heath con más de 300 años sobre sus ramas.

A mí me gusta caminar sin rumbo fijo por el terreno semisalvaje y montañoso de este inmenso parque, igual que hacía Carlos Marx en el que fuera su lugar favorito de paseo. Luego te das cuenta de que la estación de metro más cercana la has dejado a varios kilómetros de distancia cuesta arriba, pero merece la pena explorar una parte de sus ¡320 hectáreas! sin la prisa de sus nerviosas ardillas grises.

Sitios muy recomendables

  • Parliament Hill (La colina del Parlamento): es una de las mayores alturas de Londres (98,1 metros). Desde aquí podrás disfrutar de unas vistas magníficas del horizonte londinense. Se pueden ver rascacielos impresionantes como The Shard de Renzo Piano (309,6 metros, el más alto de Europa), el famoso «pepinillo» de Norman Foster, la cúpula de la catedral de San Pablo y otros muchos lugares de interés, todo en un panorama cuyas vistas desde aquí están protegidas por la ley. Siéntate en uno de sus bancos de madera y disfruta del panorama.
  • Hill Garden & Pergola: sin duda es el secreto mejor guardado de Londres. Fue el sueño de lord Leverhulme, un rico idealista, mecenas de las artes, la arquitectura y la jardinería paisajista, quien contó con la colaboración técnica de Thomas Mawson, un famoso arquitecto paisajista. Construido entre 1905 y 1925, pasear por la romántica pérgola es un raro placer que no te puedes perder.
  • Two Tree Hill (la colina de los dos árboles): Dos venerables robles de Turquía (Quercus cerris) con más de 300 años sobre sus ramas. Cuando se fotografiaron en 1866 estaban parecido a como se ven ahora pero eran tres ejemplares.
  • The Stone of Free Speech (La piedra de la libertad de expresión): un monolito muy curioso, posiblemente del siglo XVII, cercano a Parliament Hill, junto al que estaba permitido pronunciar cualquier discurso por polémico que fuera el tema.
  • Hampstead Heath Woods: 16,6 hectáreas de viejos bosques de haya y roble declarados Sitio de Especial Interés Científico. Al haber muchos árboles maduros y mantenerse una extensa cantidad de madera muerta, proporciona un hábitat ideal para joyas naturales como el Agrilus pannonicus, un raro escarabajo muy amenazado.
  • Kenwood House: es un palacio del siglo XVII y extraordinario museo gracias al legado de un miembro de la familia Guinness, los fabricantes de la popular cerveza negra. Atesora pinturas de Rembrandt y Vermeer.
  • Lagos y lagunas: hay unas 25 zonas húmedas en este parque que atraen gran variedad de fauna, desde aves tan vistosas como el martín pescador o la garza real, hasta mariposas y otros insectos poco frecuentes en la capital.

Y un extra. Cementerio de St John-at-Hampstead: la parroquia del barrio es maravillosamente fantasmal. Su camposanto está salpicado de lápidas muy antiguas, algunas con cruces irlandesas, a la sombra de tejos, castaños de Indias y plátanos varias veces centenarios. Entre sus ilustres huéspedes destaca la tumba del genial pintor románico de paisajes John Constable. Sin lugar a dudas eligió un buen sitio donde reposar sus huesos.

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