La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Envenenar gatos (y cualquier animal) es un delito penal castigado con cárcel

gatos

La terrible noticia la dio mi querida compañera Melisa Tuya en su blog «En busca de una segunda oportunidad» y rápidamente, también de su mano, saltó a las redes. El pasado 6 de diciembre un psicópata mal nacido (hombre o mujer) envenenó mortalmente a 13 gatos callejeros en el Campus Sur de Madrid.

Eran unos animales que estaban siendo cuidados y controlados por voluntarios de Madrid Felina, y por lo tanto se les supone esterilizados y bien alimentados.

Pero lo peor no ha sido envenenar 13 animales. Lo peor ha sido hacerlo a las puertas de un colegio, entre calles y edificios donde viven miles de personas. La acción criminal de ese sádico y odioso ser ha puesto en peligro la vida de muchas personas, especialmente niños.

 

Envenenar es una criminal irresponsabilidad

El veneno, sea el que sea producto que se utilice, es un método masivo, cruento y no selectivo. Tú se lo pones a un trozo de carne o a una golosina para matar al gato del vecino porque te molestan sus maullidos y, abandonado en la calle o en el campo, nunca podrás controlar quién se lo comerá: el gato del vecino, tu gato, el hijo del vecino y hasta tu propio hijo. Es un trozo de carne o una golosina abandonada en el suelo.

También lo puede coger una urraca y llevárselo volando a vaya usted a saber dónde. Por ejemplo, esconderlo dentro de un depósito, que resulta que es de agua potable y resulta que es la que tú usas para beber en casa. O la urraca se lo come y el veneno es tan poderosamente dañino que el pájaro muere, pero también morirán envenenados los buitres, cuervos y zorros que consuman su cadáver.

El veneno es la lotería de la muerte ciega. Por eso envenenar fauna, ya sea doméstica o salvaje, es un delito penal que se paga con hasta dos años de cárcel. Para que lo sepas, pedazo de bestia con patas del Campus Sur de Madrid.

 

A la cárcel por emponzoñar el campo

Los efectos del veneno en el campo son todavía más perversos. Allí se utiliza con la intención de matar animales considerados como dañinos para distintas actividades económicas, principalmente la caza, la ganadería y la agricultura, pero también la colombicultura o la apicultura. En este blog damos muchas, demasiadas noticias, sobre esta lacra abominable.

Un proyecto europeo liderado por la asociación conservacionista SEO/BirdLife, el proyecto Life+ VENENO, ha tratado de reducir su incidencia reforzando, entre otras acciones, la lucha judicial. Entre 2010 y 2014 se han efectuado 24 personaciones en la vía penal. Se trata de casos tan graves como el envenenamiento de seis águilas imperiales ibéricas en Ciudad Real o las más de 140 aves rapaces muertas por efecto del uso de cebos envenenados en Tudela y Cintruénigo (Navarra). Parte de estos procedimientos siguen en curso pero ocho han concluido ya con sentencias condenatorias, con penas de hasta un año y cuatro meses de prisión, la inhabilitación para el ejercicio de la caza o el pago de responsabilidades civiles de más de 33.000 euros.

 

¿Qué se debe hacer cuando encuentras un animal envenenado?

Lo primero no lo toques. Recuerda: si ha muerto envenenado tú también puedes envenenarte por contacto con el animal. En Madrid lo hicieron mal con estos gatos. Se pusieron en peligro y reventaron la posible investigación judicial al cambiar de sitio el cuerpo del delito, los gatos muertos.

Lo segundo llamar a la Policía o al Seprona. Sólo ellos pueden levantar el atestado, tomar muestras de los cadáveres para mandarlos a analizar al laboratorio. Te hagan o no te hagan caso, presenta siempre una denuncia.

Lo tercero busca más víctimas y venenos. Es importante revisar la zona para averiguar si existen más cadáveres o cebos con veneno. Entre otras razones, para evitar que sigan muriendo más animales. Acuérdate de hacer siempre fotografías de la zona, del cadáver y de los posibles cebos que encuentres.

 

Casi 200.000 animales envenenados en 20 años

El pasado 9 de junio de 2016 SEO/BirdLife y WWF presentaron el informe ‘El veneno en España (1992-2013)‘, que analiza los efectos del uso ilegal de cebos envenenados, una de las mayores amenazas para la biodiversidad, y desvela los 8.324 episodios de envenenamiento que se han registrado en el periodo de estudio. Esto ha significado la muerte de 18.503 animales. Sin embargo, las ONG estiman que esta cifra podría llegar a los 185.000, ya que, según las especies, entre el 85% y el 97% de los animales envenenados no se encuentran.

Además, alertan de la facilidad de acceso al o veneno por falta de un sistema de gestión adecuado de muchos pesticidas o por su tráfico clandestino y piden a las administraciones que, además del uso, penalice también la tenencia de sustancias tóxicas ilegales.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interesen estas otras:

Los comentarios están cerrados.