Si el turismo es buscar y hasta encontrar nuevas sensaciones; si el ecoturismo consiste en lograrlo en espacios naturales donde tan importante es el paisaje como el paisanaje, no se me ocurre nada más interesante para lograrlo que la nueva oferta de la Mancomunidad Tierras Altas de Soria: pastor de fin de semana.
“Somos Trashumantes” es el lema de esta curiosa experiencia turística. Pastorear rebaños con ovejas que han pasado el invierno en tierras manchegas del valle de Alcudia, acompañándolas en su regreso a los apriscos sorianos.
La opción de tres días, llamada Pastor Titulado, del 16 al 18 de junio, ofrece la posibilidad de recorrer los 30 kilómetros entre Soria y las Tierras Altas en dos etapas de senderismo, dormir al raso en la Sierra del Alba y conocer de primera mano el mundo de la trashumancia, una profesión milenaria a punto de desaparecer. El tomillo y el concierto de cencerros, junto con el espectáculo de nubes y estrellas, la caldereta y conversaciones únicas a la luz de la lumbre respirando aires purísimos son extras que vienen incorporados de serie.
Cómo ha cambiado la historia. De pequeño, cuando llegaba a casa con algún inevitable suspenso, la amenaza de mis padres era siempre la misma. Si no sirves para estudiar acabarás de pastor. En mi subconsciente infantil ese oficio se me antojaba terrible, propio de hombres sin cultura. Más tarde empecé a salir al campo y a conocerlos o, más exactamente, a escucharlos. Sus mil historias me fascinaban.
No es nueva esta seducción. Ya el propio Sancho le confesaba a don Quijote que toda su ciencia, que no era poca, la tenía de su época de pastor. Pero seguramente hasta el bueno de Sancho se quedaría ahora asombrado al ver cómo tan humilde profesión se ha convertido en un reclamo turístico de fin de semana para urbanitas estresados.
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Suena interesante. Nada como salir al campo a disfrutar del aire puro…
11 junio 2015 | 16:08
Pero para ser verídico, real y lo más parecido a ser pastor debería ser en invierno en esos campos de Soria, Teruel
la alta Guadalajara o las montañas del norte o Pirineo.Entonces los urbanos descubrirían lo «guai» que es ser pastor.Eso de ir en verano y uno o dos días me parece el sueño de una noche de verano de un asfáltico.
¿Quereis saber lo que es ser pastor? pues hacerlo con todas sus consecuencias.Lo demás solo queda muy bien
para la foto, pero es puro postureo.
13 junio 2015 | 19:51