No tiene nombre pero podríamos llamarlo Lástima. La que da la foto tomada por un vecino en la Sierra de Serrejón, al norte de Cáceres. Un viejo ejemplar de lobo solitario, con la pata trasera derecha amputada por culpa de un cepo. Y que no da nada de pena a los ganaderos a quienes, supuestamente, ya ha matado 80 ovejas.
A pesar de venenos, lazos, disparos y atropellos, pero sobre todo mucho odio, poco a poco el lobo va ampliando su distribución en España al sur del río Duero. Coloniza así territorios de donde había sido extinguido hace más de un siglo, como Ávila, Salamanca o Madrid.
Aunque en este avance no debemos imaginarnos valientes animales enfrentándose con fiereza a mil peligros para encontrar un buen lugar donde asentar su manada. Los adelantados suelen ser jóvenes en dispersión, más despistados que otra cosa. Como la loba encontrada muerta este verano en Holanda, seguramente procedente de Alemania. O el lobo esloveno que fue capaz de recorrer cuatro países en apenas dos meses. Pero también se mueven los ejemplares más viejos o inútiles. Como el pobre bicho visto este verano en Serrejón, la triste esperanza de la recuperación de la especie en Extremadura.
A mediados del siglo XIX se mataban en la provincia de Badajoz más lobos que en toda Galicia. Hoy está prácticamente extinguido. Sin embargo, en los últimos años ha iniciado una silenciosa reconquista en el Parque Nacional de Monfragüe, Las Batuecas y la Sierra de Gata.
Los cazadores deberían agradecer su aparición, pues les ayudará a mantener más sanas las poblaciones de especies cinegéticas. Pero será difícil convencer a los ganaderos. Como en el romance de la loba parda, los pastores no quieren recuperar la borrega arrebatada. Lo que quieren es hacer “de su cabeza un zurrón, para meter las cucharas”.
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Si mi abuelo {pastor ] levantara la cabeza pegaria fuego al parlamento, y a todas las comunidades donde viviera el lobo. Quienes defienden la ganaderia brava tienen sus propias fincas cerradas con dichas reses.Quien quiera criar lobos que los crie en sus propias fincas.Por mis propiedades, lobo que pase, lobo que mato
15 septiembre 2013 | 12:38
A los contrarios del lobo que pretenden su eliminación les diría que son el triste reflejo de una sociedad enferma e ignorante, una sociedad miedosa y mezquina que desde hace siglos viene preocupada por la acaparación de riqueza a costa de los valores naturales. Esta actitud es la que ha conseguido que el planeta se enfrente a su sexta extinción masiva.
Unos comentarios «so-heces» que no se apoyan en niguna evidencia ciéntifica y sólo buscan a sabiendas manipular al pobre incauto lector que de por buenas las mentiras repetidas mil veces.
Para aprender y conocer al lobo hay que leer sobre el lobo. Hay muchos artículos científicos sobre su importancia ecológica, y aquellos mequetrefes paletos y retorcidos que no puedan leer mas que bulos e historietas sin fundamento y defiendan tesis distintas, que salgan al campo durante meses a refutar las pruebas científicas.
El conflicto con cazadores y ganaderos es ficticio, es creado por los de siempre, interés económico de una minoría. Y es una minoría que no tiene en cuenta que los valores naturales pertenecen a todos, no les pertenecen. Por tanto nos roban patrimonio natural cuando asesinan al lobo. Lo roban a toda la sociedad actual y también a las futuras generaciones. Ellos sí son sádicos enfermos de odio. Porque el sadismo y la crueldad son características estricamente humanas, los animales no tienen capacidad ni tiempo para desarrollar tales actitudes.
Yo sin pensarlo ni un segundo, y estoy seguro que miles de personas en este país, sentimos que preferimos que esta gente se extinga antes que el lobo, que desaparecan de una vez de estas tierras porque preferimos un humilde gusano a cualquiera de sus miserables vidas. Y si políticos, funcionarios y sindicalistas les dan soporte para acabar de extinguir a una sola especie desde posiciones privilegiadas, también habrá que prestar atención a estos y llegado el caso, hacer lo que haya que hacer para impedirlo. Y me refiero a cualquier cosa, ya estamos perdiendo la paciencia, allí donde se aniquile lobo puede volverse todo muy dificil. Observamos, anotamos y no olvidamos.
30 septiembre 2013 | 09:40