La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

La poesía de los árboles inunda el otoño

Poco, muy poco, se está haciendo este año para conmemorar el Año Internacional de los Bosques. Una muestra más del escaso aprecio que le tenemos a estas formidables factorías de oxígeno y biodiversidad. Pero como ocurre siempre en nuestro cada vez más culturalmente desértico país, aún es posible descubrir oasis de loables iniciativas. Como la exposición que hoy quiero recomendaros encarecidamente (creo que esta palabra ya está moribunda): El lenguaje de los árboles en español.

Hasta el próximo 29 de diciembre, los amantes de la naturaleza, el arte y la poesía tenemos una cita en el antiguo Seminario de Comillas (Cantabria), espléndida sede de la Fundación Comillas. Para mí la cita es especialmente simbólica, pues aúna mi amor por los árboles, por esa tierra en la que inicié mis primeros pasos como explorador de la vida y por los buenos amigos como Ignacio Abella, comisario de la muestra.

Surgida de la necesidad de comprender y respetar el patrimonio que representan la lengua y la naturaleza, la exposición se divide en tres espacios. En la primera sala, dedicada a la poesía de los árboles y la lengua escrita, se exponen algunos poemas junto a bellísimas ilustraciones de Leticia Ruifernández.

La segunda sala está en gran parte ocupada por la tradición oral como fuente primera de lenguaje y expresión. En ella un pequeño museo de la carpintería ilustra la riqueza y diversidad de las palabras que viajaban de pueblo en pueblo como el baúl del carpintero, y rodaban por los caminos como las viejas canciones. El tocón del «milenario» tejo de Santa María de Lebeña, árbol de la palabra a cuyo alrededor se celebraba antaño el concejo de vecinos, ejemplifica el fuerte nexo existente entre lengua, cultura y las raíces que nos unen al pasado.

El último espacio es el llamado «La voz de los bosques«, un lugar destinado a la sorpresa y la importancia de lo forestal para la vida de este planeta y de nuestra cultura universal.

Además de la exposición, la editorial Cantabria Tradicional ha editado un maravilloso libro que no debería faltar en ninguna biblioteca. Se trata de La poesía de los árboles, una antología de poemas de todo el mundo inspirados en árboles y forestas.

Quizá porque estamos en otoño y es tiempo de poesía, no quisiera cerrar este post sin dejaros al menos uno de estos poemas que el libro ha llevado al bosque o el bosque al libro, no sé. Debo hacerlo con Pablo Neruda, con quién si no. Y en concreto con este precioso fragmento de su libro Las uvas y el viento (1954) que huele a árboles.

Sólo el hombre

El humus ha dejado

en el suelo

su alfombra de mil años.

 

Los árboles se tocan en la altura,

en la unidad temblorosa.

Abajo, oscura es la selva.

Un vuelo corto, un grito

la atraviesan,

los pájaros del frío,

los zorros de eléctrica cola,

una gran hoja que cae,

y mi caballo pisa el blando

lecho del árbol dormido,

pero bajo la tierra

los árboles de nuevo

se entienden y sé tocan.

La selva es una sola,

un solo gran puñado de perfume,

una sola raíz bajo la tierra.


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10 comentarios

  1. Dice ser mz

    La humanidad, salvo unos pocos individuos, es la especie más absurda y mediocre que existe. Pero bueno, no estoy diciendo nada nuevo, no?

    http://moduszeta.blogspot.com/

    22 noviembre 2011 | 09:32

  2. Dice ser manuel

    Oh Alá, que se transforme en humus
    toda la basura siniestra de los falsos poetas
    y no dure mil años, ni tan siquiera uno,
    que se atomize su pérfido engaño,
    que llegue a ser sólo un vago recuerdo
    y que no amenace, no mate, no duela.
    Que la selva no sea oscura, sino luminosa
    que la luz penetre a través de sus ramas
    hasta las numerosas vidas que abajo respiran
    y amamantan al resto de otras muchas vidas,
    y el vuelo de sus almas no sea nunca corto
    como la mente, estrecha, de Neruda,
    y su caballo no pisotee más el confiado
    lecho ya dormido o despierto
    que sus pisadas matan, aún después de muerto.
    Que no haya una selva sino numerosas,
    tantas como miradas de los seres que ellas habitan
    cada cual con su alma y su luz distinta
    sus distintos poemas, su distintas canciones
    sus miedos, sus lágrimas, olores y sonrisas.

    22 noviembre 2011 | 10:31

  3. Dice ser rebeca

    Sin los árboles no seriamos nada

    22 noviembre 2011 | 10:43

  4. Dice ser Tonia

    Me encantan los bosques y los árboles, siempre pienso en ellos cuando tengo que gastar papel.

    22 noviembre 2011 | 11:58

  5. Dice ser jacinto

    Una pena vivir tan lejos de una exposición tan interesante.
    Invito a todas las personas amantes de los bosques a que disfruten del bosque más antiguo de Europa, una selva nublada que rezuma vida y tranquilidad: el Monte público de La Gomera protegido por el Parque Nacional de Garajonay.

    Un saludo desde la bruma.

    Jacinto

    22 noviembre 2011 | 15:10

  6. Dice ser jacinto

    Se me olvidaba. Enhorabuena por el blog. Muy interesantes las noticias y enriquecedores los comentarios de las personas (a los animalitos de dos patas les dejo a parte)

    besitos

    Jacinto

    22 noviembre 2011 | 15:13

  7. Tendría que haber más exposiciones como ésta que sirvan para conscientizar a la gente sobre la importancia de los árboles y los bosques, y que enseñen a preservar el medio ambiente.

    22 noviembre 2011 | 20:22

  8. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    No hay otoño poeta
    o al menos eso yo creo,
    lo que ya si se que existe
    es, el otoño de los viejos,
    sea poeta de saber,
    o solo poeta de sueño.
    La hoja, protectora piel,
    también se le cae al viejo,
    y un árbol viejo sin hojas
    con la corteza agrietada,
    yo no digo que de pena
    pero tampoco que de miedo.
    El otoño solo sirve,
    para engendrar retoños,
    y eso a muchas, risas le da
    y a otras seguro que miedo.
    Llegará la primavera
    nueva savia, brotes nuevos.
    Saldrá de nuevo la pampa
    si no, hemos muerto en el empeño.

    23 noviembre 2011 | 21:09

  9. Dice ser manuel

    Me ha gstado mucho tu poema, «Al sur de Gomaranto». Gracias amigo.

    27 noviembre 2011 | 16:28

Los comentarios están cerrados.