La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Rebaños de robots ecologistas

Hace cinco años trabajé en el sur de Inglaterra en un proyecto de conservación del allí muy raro alcaraván. Para mi sorpresa, la mayor parte de los esfuerzos se destinaban a segar las praderas con medios mecánicos, en un intento por reducir el avance de los brezales, matorral que impide la nidificación de tan bella ave. Hasta entonces y durante milenios esa tarea la habían hecho las ovejas, pero apenas quedaban ya rebaños. En su lugar, cuadrillas de trabajadores consumían importantes recursos económicos haciendo las labores de los herbívoros, aunque sin darnos a cambio ni lana ni carne.

La situación me parecía ridícula. Nosotros en España tenemos ganado vivo para ese trabajo, les explicaba orgulloso. Pero estaba equivocado.

Este año, dos de los tres premios concedidos por Europarc-España y las fundaciones Fernando González Bernáldez y Biodiversidad a las buenas prácticas en espacios naturales han sido para programas de sustitución del ganado por máquinas. El Parc Natural del Cadí-Moixeró recibió el primer premio por la mejora del hábitat de la perdiz pardilla mediante desbroces planificados de matorral. El Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro logró un diploma por el adehesado de pinares para favorecer a las poblaciones de conejo y, con ello, a las de lince y águila imperial.

Gestión de sistemas naturales, se llama ahora. Una compleja especialidad que, en la práctica, imita los sabios manejos agroganaderos y forestales desarrollados por nuestra especie desde el Neolítico. Máquinas y cuadrillas sustituyendo al pastor y su rebaño. Mi abuelo no lo habría entendido nunca. Rebaños de robots ecologistas. Que se sepa, esos aparatos no dan leche, tan sólo gastos y averías, además de puestos de trabajo, que no es poco. Pero cuando mueren acaban en la chatarrería en lugar de en el muladar para beneficio de los buitres. Lo de antes era gratis y rentable. ¿Tan difícil será volver al ganado de carne y hueso?

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28 comentarios

  1. Dice ser Towanda

    Pues a mi me parece horrible, porque además de lo que dices tú (ningún reciclaje de la materia, sino gasto de energía fósil), las brigadas destrozan indiscriminadamente sin saber lo que matan. Si plantas un árbol joven, escaso, con mucha semilla infértil y adecuado para la zona, se lo cepillan sin pestañear, aunque no esté en un camino. Hablo por experiencia propia y, además de no producir nada y pensar, no respetan el relevo del bosque.

    10 septiembre 2010 | 03:13

  2. Dice ser Towanda

    Con semilla infértil quiero decir que tira fruto sin haber fecundación y de cien pueden servir una ó dos por sí estar fecundadas.

    10 septiembre 2010 | 03:17

  3. El ser humano se está caracterizando por ser un devorador de energis, ya veremos si aprendemos alguna vez

    salu2

    10 septiembre 2010 | 07:31

  4. la unica mejora es que como dices tú, que se crean puestos de trabajo, y que se hace más rápido, pero ha cambio se destroza de todo, sin distinguir.

    sacale los máximos intereses a tus ahorro. Consulta las mejores cuentas bancarias remuneradas en :

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    10 septiembre 2010 | 08:02

  5. Dice ser Mikel

    Pues a mi me ha gustado mucho la reflexión, me parece valiosa, y el tono que empleas para hacerla. He colgado la referencia, con algunos comentarios en mi blog: http://www.unescoetxea.org/blog

    10 septiembre 2010 | 09:49

  6. Dice ser ricky

    @MEJORES CUENTAS REMUNERADAS: ser pastor tambien es un puesto de trabajo

    10 septiembre 2010 | 11:13

  7. Dice ser Ganadero de capital

    Está muy bien lo del uso ganadero medioambiental pero, ¿quién lo paga?
    Nadie va a mantener rebaños que modelen los ecosistemas si no sale rentable.
    Se me ocurre una idea y además ahora está de moda: el PSA. El Pago por Servicios Ambientales que repercuta en las economías familiares.
    Creación de puestos de trabajo sostenibles a nivel económico y medioambiental. Es decir, en lugar de pagar por ejemplo en la lucha contra incendios a empresas que realizan cortafuegos inútiles con maquinaria pesada y presupuestos astronómicos, mejor lo destinamos a cortafuegos útiles, es decir a recuperar agricultura de forma estratégica que pare el fuego cuando llegue (y esto si que es efectivo). En lugar de un cortafuego clásico inútil un bancal de cultivo útil cuyo mantenimiento se paga al propietario (economía familiar en la mayoría de los casos) a través de la subvención oportuna. Cuesta muchísimo menos dinero a los contribuyentes, los propietarios del mundo rural participan activamente en la gestión y además reciben una pequeña ayuda por ello y además son útiles, el fuego no pasa.
    Lo mismo se puede aplicar a la ganadería. Eso sí. el PSA debe garantizar que la gestión del hábitat, de acuerdo con el ganadero, cumple con la función encomendada. Por ejemplo, en una zona húmeda no se puede meter ganado indiscriminadamente en época de nidificación por muy necesario que sea el control de la vegatación para crear tal o cual ecosistema prioritario.

    10 septiembre 2010 | 11:17

  8. Dice ser mikolynn

    Muy buena reflexión.
    Vivan las Ovejas! Muerte a la màquina!

    10 septiembre 2010 | 11:35

  9. Dice ser celticorucho

    Este no sabe ni de lo que habla ya que el desbroce selectivo AYUDA a combatir los incendios en los montes y le recuerdo que una cabra u oveja no distingue un pinito plantado de un año a un matorral,por tanto se comerá ambos.Así que cuando tengas algo serio que comentar lo haces.
    Para Towanda decirle que yo he trabajado en estas labores y no he ido cortando indiscriminadamente,porque es obvio que todo se hace de acuerdo a normativas ambientales y con supervisión de organismos medioambientales,a no ser que las brigadas que mencionan estuviesen borrachas.Por otra parte ya se están llevando a cabo plantas eléctricas que funcionan con los desechos producidos por el bosque o biomasa.Así que hay que saber de que se habla y hacer menos demagogia.

    10 septiembre 2010 | 12:49

  10. Dice ser quercus ilex

    Yo soy trabajadora forestal y comparto casi todo el comentario hecho por celtic. No sé dónde ha trabajado o ha visto el tal TOWANDA los métodos que menciona. Más bien creo que este va al monte los fines de semana a pasear, cosa que me parece muy bien, pero que no hable de lo que desconoce. Ni me considero robot ni mucho menos descerebrada, en todo caso lo serán las Comunidades Autónomas y el Gobierno de turno por llenar los montes con especies arbustivas altamente combustibles como toda la familia de pinos.

    10 septiembre 2010 | 12:57

  11. Dice ser Doctor_feo

    Estoy de acuerdo con quercus y con celtic, aunque yo no tengo experiencia si se que una cabra prefiere un brote nuevo de primavera (recien nacido/plantado arbolito) que un arbusto duro y espinoso, son cabras si, pero no tontas. En cualquier caso seguro que si hay habitats en los que la introducción de cabras es una buena opción. Creo que ahora en los arrives del Duero una colaboración luso-española esta introduciendo esta «técnica».

    10 septiembre 2010 | 14:34

  12. Dice ser 13millonesdenaves

    Menudo ecologista de «palo» si comes animales.

    El mayor derroche de energía.

    Por favor, se consecuente.

    10 septiembre 2010 | 15:16

  13. Dice ser lo que hay que oir

    celticorucho, ¿tu eres tonto?¿como te atreves a decirle a nadie que no sabe ni de lo que habla si eres tu el que tenia que estar callado? hace milenios que las ovejas y cabras estan en el monte y mira por donde, hay monte. Desde que los listos como tu decidis lo que es mejor, el monte esta hecho una pena y peor que se va a poner. No os dais cuenta de que si os habeis encontrado el bosque asi es por una gestion de muchos años para que se mantuviera – la gestion de la gente que habita ese bosque. A ver si te das una vuelta por ahi, y te fijas en como es el monte en cada sitio y como se ha gestionado para que tu lo conozcas. Pero sale un listo con una idea feliz y mira que bien… los Monegros.

    10 septiembre 2010 | 15:45

  14. Dice ser lo que hay que oir (2)

    y por cierto para todos los que no teneis ni idea: las cabras ramonean, es decir, se comen las puntas de las plantas, que son la parte mas tierna. Pero no se comen todas sino que van caminando, asi que el bosque se mantiene, salvo que alguien sea tan listo de cerrarlas en un espacio pequeño, entonces no tendran mas remedio que ‘repetir’ las mismas planta hasta que las dejen sin brotes, pero si no las encierras en poco terreno, ellas prefieren moverse. Por eso la gestion buena es tener ganado suelto en una extension suficiente, asi limpian parte de la maleza dificultando un posible incendio, pero permiten que suban los arboles. Ademas abonan y riegan el suelo, o que creeis, ¿que las plantas de casa si hay que abonar y regar y las del monte no? Conoced el campo de verdad, no el de las fotos ni del domingo a la tarde

    10 septiembre 2010 | 15:52

  15. Dice ser Towanda

    En ningún momento he dicho que la cabra u oveja distinga entre especies, sino que por lo menos transforma la materia: nada más que eso. Es la única diferencia que he hecho. Relee.
    Y critiqué a las brigadas porque es cierto que pudiendo pensar, no como las ovejas, os lo cargáis todo igual como si no pudiéseis pensar.
    Escribo porque he visto olmos de río, del que no abundan muchos ejemplares, salvo los de brotes de raíz, hechos girones o serrados por puro capricho.
    Ya sé que tenéis un interés particular por defender vuestro puesto, pero por lo menos no carguéis con quien sea crítico porque ha visto el resultado. Y si vosotros lo hacéis bien, y sabéis qué plantas es la que no váis a matar, defended vuestro caso particular, que yo sólo hablo de lo que he visto. No tengo ningún interés en meterme con nadie, ni en inventarme nada.
    Quercus ilex, como yo no sé nada de ti, salvo que te haces llamar encina, no hablo. Pero no entiendo por qué me atacas personalmente: yo no lo he hecho, ni tu deberías tomarte una crítica como si fuese hacia ti. Los ataques personales están de más.
    ¿Plantar con pinos? En princio lo hacían para luego repoblar con encina. Pero no se ha hecho
    Ganadero capital, ¿sabes si esto se hace en algún sitio?
    Con lo que hay que oir (2) estoy de acuerdo en que el ganado como hace su función de forma «correcta» es estando en movimiento en una gran superficie, que no repitendo siempre la misma planta, Porque también comen tallos de un año.
    Por favor, opinad sin atacar, que no hace falta. Yo he hablado de una zona. Ojalá todos respeteis las plantas jóvenes.

    10 septiembre 2010 | 17:02

  16. Dice ser Sílver

    Bueno, una oveja no es una cabra, ni una vaca un burro, quiero decir que lo que unos comerían no lo harían los otros. En cualquier caso, cuando del medioambiente se trata (biodiversidad) hablar en términos de rentabilidad no es muy conveniente, ¿cuánto vale un oso pardo? (no me estoy refiriendo, claro, al energúmeno que está dispuesto a pagar por su pellejo, ni al mísero furtivo que se la facilita, que éstos pronto acuerdan) ¿y un urogallo cantábrico y el bosque que lo alberga? porque si sólo ha de salvarse lo que salga rentable apaga y vámonos. Para ser rentables ya están los incendios: madera barata, suelo disponible, etc.

    10 septiembre 2010 | 17:23

  17. Dice ser celticorucho

    Para el comentarista # LO QUE HAY QUE OIR#:
    Cuando hablo de plantas me refiero a plantas de una o dos savias, esto es plantas de uno o dos años, con 10 o 15 cm. de altura como máximo.
    Por ello cualquier animal se las come de un bocado si quiere y por ello no son plantas con tallos duros ni nada por el estilo. Llevo mas de 20 años en selvicultura y tratamientos forestales varios y no voy a discutir contigo. Si quieres saber lee.

    10 septiembre 2010 | 17:55

  18. Dice ser quercus ilex

    A parte de que me gusta este oficio me considero ecologista y llevo 25 años viviendo en el valle del tiétar, por eso sé de que hablo y no lo he visto de pasada ni se las cosas de oidas. Cuando se cortan arbustos es para preservar otros, ya que la continuidad vegetal cuando es muy grande solo puede provocar que en caso de incendios éstos sean mucho mas peligrosos.

    10 septiembre 2010 | 18:06

  19. Dice ser jse

    chevere
    CLICA SOBRE MI NOMBRE

    11 septiembre 2010 | 04:12

  20. Dice ser antonio larrosa

    O sobre el mio.

    11 septiembre 2010 | 09:23

  21. Dice ser Towanda

    A ver, no dejáis claro si a vosotros las normativas os dicen que matéis árboles jóvenes o no, sólo que las seguíis.
    Sinceramente, dudo mucho que siempre haya que intervenir para reducir, si no son plantas u hojas secas. A no ser que sean caminos, es una técnica que no me convence. Porque, el rápido crecimiento, por mucha lluvia, ¿es realidad un peligro si esas plantas están verdes?
    Vosotros me lo sabréis explicar.
    Yo veo más urgente quitar la mierda de los visitantes cochinos, como litronas (que hacen efecto lupa), pilas, etc.

    11 septiembre 2010 | 15:54

  22. Dice ser Ahora si, antes no.

    Eres un ecolojeta que te contradices constantemente.Defiendes la abolición de la tauromaquia(cuando los ecologistas serios saben que la conservación de la dehesa pasa por rebaños de toro bravo y cerdo ibérico), sin embargo siendo contrario a eso ahora echas de menos los ganados de ovejas y cabras que hacen lo que los toros en las dehesas, es decir mantener el campo en condiciones y frenar el desarrolo arbustivo.
    En fin, no hay por donde cogerte, no hay por donde cogeos.
    ¿cuando pondreis un huevo definitivo?

    11 septiembre 2010 | 18:27

  23. Dice ser Xonxa

    Entre todos, no sólo los políticos, tendríamos que conseguir, no sé si la rentabilidad, pero desde luego que la vida rural fuera menos dura y conseguir la vuelta de la ciudad al campo. Mientras tanto, si el bosque no se limpia de una manera habrá que limpiarlo de otra, que también se limpian arcenes, se abren cunetas de desagüe, etc.
    Como algunos no se quieren enterar de la chorrada esa de la necesidad que tiene la dehesa de los toros para su conservación, dejo un artículo que leí en tu blog recientemente:

    “DE TOROS Y ARGUMENTOS»
    Ni la tradición, ni la libertad de empresa, ni la protección de una especie, ni el arte y la diversión de los aficionados sirven para justificar una actividad que produce dolor y sufrimiento a un mamífero superior.

    Pablo de Lora, José Luis Martí y Félix Ovejero (19/08/10)

    «En el mundo hay personas que creen que los animales poseen ciertos derechos, o cuanto menos que los seres humanos tenemos ciertas obligaciones para con ellos. Y también hay personas que genuinamente creen que no. No es un drama. También hay quienes creen que Elvis Presley sigue con vida, que el color de la piel debe determinar nuestros derechos o que vivimos entre fantasmas. Hay gente para todo.
    Pero no hay razones para todo. Los filósofos morales discrepan profundamente sobre el estatus ético de los animales no humanos, pero muy pocos, por no decir ninguno, sostienen que no tenemos ninguna obligación de respeto mínimo, al menos hacia los grandes mamíferos. También los legisladores en muchísimos países del mundo piensan que la crueldad o el maltrato gratuito hacia los animales no son admisibles, llegando a considerar esos actos como delitos. En Estados Unidos, una ley federal promulgada en 1999 castigaba incluso la creación, venta o posesión con fines comerciales de material gráfico que muestre crueldad animal. Con esa norma se trataba de poner coto a la industria de los llamados crush videos -imágenes que muestran la tortura intencional y sacrificio de animales indefensos (perros, gatos, monos, ratones y hámsters)- con los que, al parecer, algunos individuos obtienen placer sexual.
    La discusión se centra, por tanto, en estas otras cuestiones: ¿qué obligaciones concretas tenemos y hacia qué animales? ¿Cómo podemos ponderar dichas obligaciones con otras consideraciones moralmente valiosas, como la alimentación y supervivencia de los propios seres humanos o la investigación médica? ¿Es el ocio o incluso el arte uno de esos bienes que cabe sopesar frente al sufrimiento cierto de un animal no humano, como ocurre en las corridas de toros?
    Habida cuenta de la alarmante confusión que ha presidido estos días los debates y comentarios, queremos analizar algunos de los argumentos esgrimidos en defensa de la pervivencia del llamado “espectáculo” de los toros e impedir su prohibición.
    Vamos a orillar la cuestión identitaria, que algunos interesadamente han introducido en el debate, o la disputa jurídica sobre la competencia del Parlament para tomar esta decisión, así como la hipocresía o incoherencia moral de quienes defienden la medida adoptada, pero no se oponen con parecidas armas a otras prácticas igualmente crueles. Nos centraremos en estos cinco argumentos: la tradición, la desaparición natural, la preservación de la “especie”, la libertad y el arte.
    El argumento de que los toros son una tradición consolidada en España -y en otros países- no tiene mucho vuelo. Que una acción se haya venido produciendo a lo largo del tiempo sencillamente no ofrece ninguna razón moral para seguir realizándola. Segundo, estos días hemos podido escuchar en boca de algunos protaurinos una preferencia por la “desaparición natural” de las corridas antes que por la prohibición impuesta por el poder público. Las corridas ya habían perdido buena parte del favor popular en Cataluña -se dice- así que hubiera sido mejor que se dejaran extinguir por sí solas. Pero este argumento tampoco funciona. Imaginen que lo extendiéramos a otras acciones o actividades prohibidas. Que dijéramos algo así como: “Cada vez son menos los padres que maltratan físicamente a sus hijos menores, así que dejemos que desaparezca esta práctica de manera natural”. O tenemos la obligación de no infligir sufrimiento innecesario a los toros -o a nuestros hijos- o no la tenemos. Esto es lo que debemos discutir. ¿Para qué prohibir algo que ya nadie hace?
    Se ha aducido también que, si no fuera por las corridas, desaparecería esta “especie” de toros, y que si las prohibimos, propiciaremos su desaparición. Es el argumento de la preservación, un razonamiento añejo en los pagos de la discusión sobre la consideración moral que merecen los animales no humanos. Al respecto cabe esgrimir, primero, que, desde el punto de vista zoológico, los toros de lidia no constituyen una “especie” independiente. Segundo, si los aficionados son tan profundos defensores de los toros que luchan por su supervivencia, ¿por qué no aúnan esfuerzos colectivos para preservarlos creando refugios naturales en las dehesas sin causarles por ello sufrimiento, como hacemos con los bisontes, por ejemplo? Finalmente, a nosotros nos preocupan prioritariamente -en este y en otros ámbitos de la ética- los intereses y el bienestar de los individuos que sufren el maltrato. Las “especies” -como las lenguas, las naciones o los pueblos- no se ven afectadas por el perjuicio de su inexistencia. Si para preservar una especie debemos torturar a todos sus miembros, tal vez la preservación no sea tan valiosa.
    En cuarto lugar, se apela a la libertad: la prohibición supondría un “liberticidio”, han dicho algunos. El poder público no está, ha señalado una representante del PP, para decirnos cómo vestir o qué estilos de vida abrazar. Una segunda expresión de la libertad -la libertad de empresa-, ampararía también que se sigan celebrando corridas. El argumento en cuestión presupone lo que antes hemos negado: que desde el punto de vista moral es irrelevante el sufrimiento o dolor que causemos a los animales no humanos. Si la prohibición es un sacrificio ilegítimo de la libertad de espectadores y empresarios es porque lo que ocurra con el toro en la plaza no cuenta nada. Se ha repetido hasta la saciedad, pero muchos no se han querido enterar, que nuestros ordenamientos jurídicos cuentan con multitud de restricciones a la libertad que nadie considera ofensivas ni liberticidas porque con ellas se protegen bienes igualmente valiosos o importantes, incluso cuando ni siquiera se infligen daños a sujetos con capacidad de sufrir. La protección del patrimonio histórico-artístico, o del medio ambiente, o la disciplina urbanística, son ámbitos plagados de prohibiciones en aras a que todos disfrutemos de paisajes, o ciudades más amables, o de un legado monumental, pictórico, escultórico que estimamos valioso. ¿Alguien se imagina que un grupo de personas, basándose en la libertad de empresa, constituyera una sociedad que organizara espectáculos de tortura pública de delfines, en el que tras causarles diversos daños, dolor y sufrimiento se acabara con su vida con una espada? ¿Justificaría algo la libertad de empresa, o incluso la diversión que pudiera generar esta macabra actividad en cierto público? ¿O es que los toros merecen menos respeto que los delfines? Ni la libertad de empresa, ni el lucro mercantil, ni la diversión de los aficionados, sirven para justificar una actividad que produce dolor y sufrimiento a un mamífero superior.
    En último lugar, tal vez buscando ese otro valor que justifique el daño infligido, se esgrime habitualmente el argumento de que los toros son un arte -no los toros en sí mismos, entiéndase, sino las acciones que les provocan sufrimiento y al final la muerte-. Pero este razonamiento es, en el mejor de los casos, incompleto, y en el peor, inconcluyente. Lo que sí nos interesa subrayar es que, de resultas de ese debate, cabe concluir que decir que algo es arte no le confiere ningún estatus o valor especial a la actividad en cuestión. Lo que da valor -estético- a un objeto no es, pues, que dicho objeto sea simplemente catalogado como arte, sino el hecho de que se trate de buen arte o arte valioso. Por lo demás, igual que una tradición no es, por el hecho de serlo, buena o mala moralmente, tampoco lo es el buen arte.
    No confundamos, por cierto, el supuesto “arte de los toros”, con el indiscutible “arte acerca de los toros”. Que algunos artistas hayan realizado magníficas obras a cuenta de las corridas, como tantos novelistas las han realizado a cuenta de los asesinatos, no les otorga -ni a las corridas ni al asesinato- ninguna dignidad artística. Los fusilamientos del 3 de mayo no se disculpan por la pintura de Goya. Por seguir con la misma comparación: aunque Thomas de Quincey y algunos de los aficionados a las novelas de misterio tuvieran razón, y el asesinato fuera una de las bellas artes, ello no quiere decir que debamos derogar los artículos 138 a 143 del Código Penal. Y por cierto, un aviso para malpensantes y tramposos: no estamos comparando el asesinato de un ser humano con el sacrificio de un toro; no, no estamos estableciendo una relación de semejanza sino una semejanza de relaciones.
    No han faltado en estos días los defensores de la “fiesta nacional” que nos recuerdan que este debate forma parte también de la tradición taurina, como si de un adorno se tratara. Pero no, no se trata de “dar vidilla” -con perdón por el sarcasmo dado el contexto- como si los argumentos, en el fondo, dieran igual. Cuando se discute sobre la conveniencia de una ley que ha de regir la convivencia, los argumentos son lo único que importa.”

    Pablo de Lora, profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid; José Luis Martí, profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, y Félix Ovejero, profesor titular de Ética y Economía de la Universidad de Barcelona.

    11 septiembre 2010 | 20:13

  24. Dice ser Xonxa

    Se me olvidó recordar que mañana domingo, a las 10,30 h habrá manifestación en Tordesillas, y a las 12,30 en Valladolid, para protestar contra esa salvajada llamada Todo de la Vega, que, por si hubiera alguien que no lo supiera, se trata de soltar un toro por las calles de Tordesillas al que van acorralando y conduciendo a su martirio y muerte a base de lanzazos. Según cuentan voces autorizadas, algo parecido le hizieron a Jesucristo, lo prendieron, le pusieron una corona de espinas (a este no, pero a otros le ponen fuego en la testuz), le colgaron una pesada cruz de madera (a este tan poco, pero a otros lo ensogan y lo zarandean), lo condujeron en medio de la muchedumbre vociferante mientras lo acosaban, gritaban y fustigaban, para finalmente crucificarlo y -esta vez sí, como al de La Vega- rematarlo con un lanzazo.
    Hoy la tradición se ceba con un toro. Pero no creáis que hay tanta diferencia.

    12 septiembre 2010 | 02:40

  25. Dice ser Enrique

    Para el comentario:»ahora sí, antes no».
    Tienes más razón que un Santo.
    No añado ni una coma más.

    12 septiembre 2010 | 17:14

  26. Dice ser Pep

    Para ahora sí, antes noy para Enrique.

    ¿cuando pondreis un huevo definitivo?

    Y añadiria, ¿cuando los primos de Rajoy dejaréis de tocar los huevos?

    13 septiembre 2010 | 12:47

  27. Dice ser Sílver

    Hablando de cabras en tareas preventivas, en el último programa de Reserva Natural (RNE-Radio 5, viernes 01,05h-02,00h) que pilota Josefina Maestre (y como colaborador Joaquín Araújo) se habló de un nuevo proyecto denominado «Self Prevention», que pretende dinamizar el medio rural mediante la creación de un gran rebaño de cabras, de más de 150.000 cabezas, que preservará el campo ante el riesgo de incendios y favorecerá la creación de empleo en Salamanca y Zamora y tierras portuguesas limítrofes.
    Podéis escucharlo en: http://www.rtve.es/podcast/radio-5/reserva-natural/

    13 septiembre 2010 | 20:29

  28. Dice ser celticorucho.

    Las cabras y el ganado son un buen complemento para la limpieza foresta,pero también hacen falta personas en estas tareas.Sólo algunos urbanitas que escriben por aquí confunden churras con merinas.Vuelvo a reiterar que el ganado no puede entrar en una repoblación con plantas de un año,dos,tres,etc,a no ser que esté vallado y esto en los montes no sucede a menudo.Donde existen conejos,liebres y otros pequeños mamíferos se suelen colocar unos protectores plásticos,que de ningún modo sirven de protección contra el ganadoRecuerdo al tal «lo que hay que oir» que vivo en el valle del Tiétar-Avila-desde hace 30 años,él no me va a enseñar nada,entre otras cosas porque no se dedica a esto y yo sí, y de paso que insulte a algún familiar suyo.

    19 septiembre 2010 | 19:22

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