La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

¿Volveremos al botijo?

La abuela está asustada. Cuando ella iba a trillar al campo hacía tanto calor como ahora y se pasaban todo el día al sol, pero tan sólo llevaban un botijo de agua para toda la familia “Y qué rica y fresca estaba”, me asegura. Los más pequeños eran los encargados de ir todos los días a la fuente a por ella. Ahora nos ve a todos acarreando pequeñas botellas de plástico por las que pagamos un dineral, cuando el grifo nos la ofrece en abundancia y casi gratis. No lo entiende.

Resulta difícil de explicar que en apenas 25 años los españoles hayamos pasado de beber exclusivamente agua de grifo a ser el sexto país del mundo que más agua embotellada consume, 5.500 millones de litros al año. Máxime si se tiene en cuenta que la calidad de ese líquido elemento de marca suele ser similar a la de las cañerías, pero su precio resulta 300 veces mayor.

En realidad el agua embotellada no vale nada. Más del 90% del precio se lo lleva el embotellado, el transporte, la distribución y la publicidad. Y para producir esos 2,7 millones de toneladas de botellas de plástico anuales que apenas reciclamos y tardan casi mil años en degradarse es necesario consumir millones de litros de petróleo. El mismo oro negro que está destruyendo las playas paradisíacas de Florida, donde la gente bebe compulsivamente aguas traídas de países remotos cuya población local no tiene garantizado el acceso a agua potable.

No se trata de volver al botijo pero ¿por qué no podemos volver al agua de grifo? ¿Por qué no optar por filtros para reducir el mal sabor? ¿Por qué no rescatar del armario las viejas cantimploras o reciclar botellas? ¿Por qué no pedirla en los restaurantes? Es verdad, resulta cutre. Y además, no vamos a estropearle el negocio a las grandes multinacionales de la alimentación, con el calor que hace.

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52 comentarios

  1. Dice ser Miguel

    Es de locos beber agua del grifo, aquí en la comunidad valenciana el agua de las ciudades de la costa y de los pueblos (excepto los del interior) está contaminada con nitratos.Los nitratos son cancerigenos y proceden entre otras cosas del abono de los campos de naranjos que se filtra a los pozos que abastecen a la poblacion.Las autoridades saben que el agua de las ciudades produce entre otras lindezas cancer, los abonos químicos son nefastos para la salud humana.La osmosis no elimina los nitratos ni otros compònentes químicos.Esa es la realidad.En el interior de la comunidad valenciana (sobretodo en la zona de CASTELLÓN) se embotellan una de las mejores aguas de España, zonas como Cortes, Benasal,Bejis tiene una
    merecida fama de agua natural sin contaminar y saludables.

    14 julio 2010 | 14:55

  2. Dice ser Amparo

    Yo sería feliz teniendo el botijo de toda la vida, pero a ver si hay alguien por aquí que me dice dónde puedo comprar uno en Barcelona o en el Maresme.
    En El Masnou el agua tiene cal por un tubo pero yo bebo del grifo y, de momento, mis riñones no parecen notar la cal, eso sí bebo agua a cántaros, los dos litros diarios no me los quita nadie.
    Tengo varios frascos de cristal de medio litro y en el fondo pongo un cristal de cuarzo para que le pase sus propiedades. Seguro que habrá quien se ría, pero a mí me va bien, claro que he de decir que he estudiado cinco años de gemología.

    19 julio 2010 | 11:31

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