La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Iluminar monumentos oscurece el mundo

El próximo sábado 28, entre las 20.30 y las 21.30 horas, los ciudadanos del mundo tenemos una cita con el planeta. Una hora sin luz eléctrica, arropados por las penumbras. ¿Seremos capaces de lograrlo?

La convocatoria lanzada por WWF a todo el mundo parece tan ilusoria como inútil. Sólo entre 1959 y 1990 la producción y consumo anual de electricidad aumentó de poco más de 1 billón de kWh a más de 11,5 billones. Ahora superamos los 18 billones, con un aumento anual del 2%. Un crecimiento desorbitado, apoyado en el consumo compulsivo de combustibles fósiles, que nos está pasando una terrible factura: el cambio climático.

Cambiar las actitudes, consumir sólo lo necesario, ayudaría enormemente a nuestra casa común planetaria, y con ello a nuestra especie. Paradójicamente, a pesar de estar hoy en día más sensibilizados que nunca con este problema, hacemos exactamente lo contrario, derrochamos a manos llenas un recurso escaso.

Por ejemplo, iluminando monumentos. Mañana, durante una hora, catedrales, rascacielos, esculturas, museos o palacios dejarán a oscuras sus fachadas. Es un gesto superficial, pues el resto del año millones de focos consumen ingentes cantidades de energía en algo tan estúpido como rescatar de las sombras nocturnas nuestros emblemas arquitectónicos.

Mientras los ciudadanos dormimos, las piedras relucen para exclusivo consuelo estético de los noctámbulos. En apenas 20 años esta moda se ha extendido por todo el mundo, y hoy en día desde la parroquia del pueblo más perdido hasta los templos maya en medio de la selva todos están iluminados.

Es el culto a la bombilla, la pasión por el derroche, una especie de competición con el sol, como si tratáramos de demostrarle que no le necesitamos, que sin él nuestras vidas también son bellas y luminosas. Y es que, como dice el refrán, “de noche todo se confunde”. ¿Les parecen bonitos los monumentos iluminados? Hasta que no los consideremos una aberración y limitemos su uso nuestro planeta seguirá en peligro.

La alternativa de descubrirlos a la luz de las farolas, con la primera claridad del amanecer o enrojecidos con una inolvidable puesta de sol, me sigue pareciendo mucho más atractiva, barata y medioambientalmente sostenible. ¿No pensáis vosotros lo mismo?

6 comentarios

  1. Dice ser Juan

    El problema no es que se enciendan o no bombillas. El problema es la cantidad de gente que hay, y cada vez somos más, y a muchos les interesa que cada vez haya más gente porque suponen nuevos consumidores para ellos enriquecerse vendiendo sus productos, pero eso a la larga, e incluso a medio plazo es contraproducente porque acabará con los recursos del planeta y al final habrá más gente pero viviendo peor. Es como la estafa de Madoff, el sistema funcionaba mientras hubiera nuevos contratantes de sus bonos = nuevas personas que aumentan la poblacion; cuando el planeta ya no pueda sostener a todos, pues todo colapsará. Hay que dejar tiempo al planeta a que se recupere y con tanta gente va a ser muy difícil o imposible.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Rocky

    Puede que sea absurdo iluminar monumentos de noche, y puede que lo sea también salir de noche cuando se puede salir por el día, y circular con el coche por la noche, y ver la televisión por la noche cuando podrías estar durmiendo o, con suerte, fornicando, y pasear por la noche, con lo sano que es pasear por el día. Consumen mucha más energía las farolas que propones para descubrir los monumentos que la iluminación de los monumentos. Cuanto mejor dormir cuando la naturaleza nos indica que tenemos que dormir y estar despiertos cuando nos lo indique, ¿no? Así el planeta estaría más sano y las cavernas más habitadas.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser ifigenio

    Son bellos.

    20 marzo 2009 | 08:32

  4. Dice ser Astrónomo

    Y la contaminación lumínica qué?Solo vale para que se rian de ella en el hormiguero?

    20 marzo 2009 | 09:22

  5. Dice ser Nacho

    Intentar poner de acuerdo a todo el mundo para que el sábado apaguen una hora la luz me parece inútil a la vez que imposible.No se trata de parar una hora ni como gesto simbólico ni como forma de ahorro.Tampoco es feo iluminar nuestros edificios: «rescatar de las sombras nocturnas nuestros emblemas arquitectónicos.» eso me a encantado.Es bonito poder ver semejantes estructuras iluminadas de noche. En mi opinión, se trata, por tanto, de buscar la energía limpia, el consumo eficiente. Y se puede. El futuro está en el hidrógeno, cuyas emisiones después de la combustión son únicamente agua.

    20 marzo 2009 | 10:10

  6. Dice ser Estais aburridos o qué

    Que gilipollez.Ahora resulta que la cullpa es de iluminar la Cibeles.Ja ja becario colchonero y culé….. jaja

    20 marzo 2009 | 10:23

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