Si estás leyendo estas líneas es porque seguramente no necesitas que te expliquen el concepto «hipster«. En cualquier caso, un apunte breve y sin comas, para que se pueda leer sin respirar. Los hipsters eran esos jóvenes blancos que se echaban a la vida errante de viajes drogas y música de negros en la América de aquellos libros de Kerouac y Ginsberg que leíamos en las universidades en los 90 para ir de interesantes.
El término, que no el concepto, se rescata hace unos 5-10 años según el país. He hecho en mi entorno un nada representativo estudio, para ver qué opina el mismo sobre qué es un hipster en la década de los 10 en la que vivimos. Varios dicen que un hipster es el tío del anuncio de Trivago. Otros menos concretos hablan de barbas, melenas, tatuajes y distintas prendas. Nadie habla de gustos culturales, ideologías políticas ni inquietudes sociales.
Jared Leto celebrando el Premio al Ser Más Hipster del Mundo (GTRES)
Yo defiendo que el hipster nació muerto. Es sólo una amalgama de determinados elementos estéticos y como mucho, una «cierta sensibilidad» con la música, el cine, los libros, la comida orgánica, las revistas extranjeras y las bicis fixie. Para más inri, el hipsterismo femenino es aún más vago, porque el código estético es todavía más difuso.
Esto se lo dice alguien que de lejos podría parecer uno de ellos, así que nadie tome esta reflexión como una pataleta de burgués rebotado. Hay mucha tirria hacia esta tendencia (porque es mucho más tendencia que tribu). Estoy cansado de leer a periodistas en sus artículos decir frases como «me he prometido no volver a usar la palabra hipster, pero…» o «estoy tan harto de leer cosas sobre los hipsters, aún así…«.
No hacen mal a nadie. Son inofensivos, de hecho no podrían serlo más. No usen el antihipsterismo para parecer ustedes aún más hipsters. Tener un amigo hipster en los 10, es el equivalente a lo que era tener un amigo gay en los 90. Toda pandilla merece al menos uno.
Jared Leto ahora, después de «jokerizarse». ¿A que los hipsters ya no te parecen tan mal? (GTRES)
Lo hipster no debe temer ante la llegada de nuevas modas pavisosas como el normcore (esto es, vestirse con ropa «normal») o el twee (esto es, llevar una vida y una estética muy «dulce», en su acepción «moñas»). Quizás sea algo vacío, pero al menos la estética hipster mola más que esas no-estéticas.
Así que yo creo que incluso muerto, el hipster está aquí para quedarse. Con una cultura pop mundial que lleva años encumbrando lo zombie, estar muerto no es tan malo.
PD: Entre el momento de escritura de este artículo y el de su publicación, pasaron unas cuantas semanas. Durante las mismas nació el lumbersexual. No pasen apuro. Ninguna diferencia significativa con el hipster de toda la vida. Un poco más de barba, un poco más de camisas de cuadros. El concepto sigue valiendo, pero alguna agencia decidió que necesitaba un lavado de cara. Sigan sin miedo con sus existencias.
Me ha encantado el artículo, sobre todo aquello de que como el zombi está de moda, los hipsters pueden seguir por allí tranquilamente. Por mi parte también puedo parecer una, pero en realidad, hasta hace muy poco que un amigo me lo dijo…jajaja.
Gracias por hacerme reír un rato.
15 abril 2015 | 14:18
bienvenido al 20! si eres interesante te leeré asiduamente. si no lo eres, no pasa nada, también te leeré si la noticia llama. y además que yo te lea o no es lo mismo porque yo sólo soy una seta que pasa por aquí.
al tema de los hipsters… yo les odio un poquito, sorry. siempre me parecieron como los canis pero en moderno, cogieron una mezcla de estilos ya inventados, se lo pusieron encima e inventaron un término que mezcla el hippy con el monster, son hippymonsters, jajaja pero para acortar pues hipster que queda más.. hipster jejeje.
seré que me quedé en los 80 y prefiero otros estilos propios y con garra.
por cierto, lumber quéééé?? hombre leñador de toda la vida, amos no me jo…das XD
15 abril 2015 | 18:30
A mi personalmente me encanta ese rollo, ya está bien de tíos musculados que acaban siendo ridículos,yo también creo que lo hipster ha llegado para quedarse, aunque muchos grandes de la moda intenten acabar con ello.
15 abril 2015 | 23:01
Buen artículo, coincido contigo. Ahora sólo queda separar el grano de la paja para que el que ha mostrado interés por los libros y la cultura en general, no sea tachado de algo que no es.
Estos han sido niños de papa con aires de iluminados y camisas de 60€
16 abril 2015 | 20:01