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"Lo que tenemos que hacer es montar un bar. Y si no funciona, lo abrimos". Viejo adagio periodístico

La responsabilidad de informar sobre fenómenos migratorios

Patricia Horrillo, periodista «pendenciera» (como ella misma se define), nos daba un tirón de orejas esta mañana por el titular que hemos utilizado en 20minutos.es para informar de la entrada de unas 250 personas a Melilla tras saltar esa valla que simboliza la brecha entre dos mundos: el de la falta de oportunidades y el de la esperanza. Ese titular era inconcreto: «Centenares de inmigrantes entran en Melilla en un nuevo salto a la valla fronteriza con Marruecos». Y además, podría generar cierta alarma, porque ese «centenares» puede referirse a 110 personas o a 3.000.

Lo hemos modificado de inmediato, concretando la cifra, aunque a esta hora (las 11.10 h) aún  no sabemos con certeza el número exacto de personas que han logrado cruzar la frontera.

En 20minutos somos especialmente cuidadosos con las informaciones que afectan a las personas en situación de indefensión o en posiciones desfavorecidas. Nuestro compromiso con el periodismo de servicio público y nuestra obligación como medio de comunicación es dar voz y visibilidad a quienes no los tienen, y hacerlo de una manera honesta, sensible, humana, respetuosa, integradora.

Por eso, hace unas semanas, elaboramos y difundimos entre los periodistas de 20minutos este decálogo y lo subimos a nuestro wiki de redacción, una especie de manual de cabecera que podemos (y debemos) consultar internamente en cualquier momento:

DECÁLOGO PARA EL TRATAMIENTO INFORMATIVO
DE FENÓMENOS MIGRATORIOS EN 20MINUTOS

1º.- No exagerar, utilizar los antecedentes y el contexto en el que se produce la información.

-Relativizar las cifras contrastándolas con las de los países de nuestro entorno.

-Evitar provocar en el receptor una sensación de presión migratoria.

-Contextualizar las noticias relacionadas con la inmigración y aportar documentación sobre la situación de los países de origen de las personas inmigradas.

2º.- No introducir palabras o expresiones que puedan inducir al receptor a tener una visión negativa y sesgada de la información: avalancha, oleada, marea, brote, desembarco masivo, ilegal, asalto a la valla…

3º.- No inducir al receptor a la asociación de ideas que puedan convertir al colectivo de inmigrantes en chivo expiatorio de los males de nuestra sociedad.

-No relacionar las noticias de inmigración con los delitos contra la salud o la inseguridad ciudadana o viceversa.

4º.- No hacer conjeturas ni interpretar las noticias o las imágenes. No realizar afirmaciones gratuitas, como si supiéramos lo que pasa por la mente de otra persona (ej.: Las mujeres embarazadas vienen buscando la nacionalidad española para ellas y su bebé).

5º.- Contrastar las fuentes. Con mucha frecuencia se utilizan únicamente los datos proporcionados por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Resulta imprescindible contar también con las personas inmigradas como fuente informativa, así como con las organizaciones que los agrupan y representan (ONGs, asociaciones de acogida y de ayuda, etc.), y garantizar de esa manera a las personas y colectivos inmigrantes su derecho a la libertad de expresión.

6º.- No utilizar términos negativos para el colectivo. No relacionar inmigración con Islam ni con ninguna otra confesión religiosa. Mantener una actitud de humildad frente a la información. No dar cosas por supuestas.

7º.- En los delitos, no aportar información que no sea relevante, ni destacar la nacionalidad del detenido si este dato no resulta de interés informativo.

8º.- No usar un lenguaje inadecuado para describir las nacionalidades o los rasgos de los inmigrantes, o un lenguaje que vincule inmigración con problemas, con hechos delictivos o con marginalidad y exclusión social.

9º.- No hacer análisis gratuitos. No señalar qué colectivos, según nuestra subjetiva percepción, pueden integrarse mejor que otros en nuestra sociedad. No apostar por ningún colectivo de inmigrantes frente a otro. Con ello sólo contribuiríamos a discriminarlo y a excluirlo de la integración.

10º.- Contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a dignificar la imagen del inmigrante y a resaltar la imagen positiva de la inmigración. Es obligado tratar al inmigrante como a un semejante. No “victimizar” al colectivo de inmigrantes, ni tampoco ofrecer una visión paternalista.

(Fuentes: Fundación Ciudadanía y valores, Consejo audiovisual de Cataluña, Informe UCM sobre ‘La ética periodística en el tratamiento informativo de la inmigración’, Webislam).

12 comentarios

  1. Dice ser McPato

    Vamos, que vuestro décalogo se centra en suavizar la realidad que estamos viviendo con esta inmigración ilegal e invasora, todo para hacer creer a la gente que en realidad no es para tanto. A eso le llamo yo engañar. Habláis de no querer discriminar al inmigrante, y lo que hacéis es discriminarnos a nosotros. Además ocultáis información porque consideráis vosotros que no tiene interés para la noticia. Sesgando, que es gerundio.

    18 marzo 2014 | 12:29

  2. Dice ser McPato

    decálogo*

    18 marzo 2014 | 12:29

  3. Dice ser McPato

    ¿Fuente Webislam? Todo dicho.

    18 marzo 2014 | 12:45

  4. Dice ser raquel

    la verdad es que las autoridades fronterizas deben estar hasta el mismo gorro, tooodos los días la misma historia, como para no lanzar pelotas…

    18 marzo 2014 | 13:13

  5. Dice ser Bunny

    Los extranjeros seguirán viniendo, se tomen las medidas que se tomen. Continuamente mueren ahogados, son hacinados en campos de concentración, y siguen llegando. No temen a nada. ¿Y por qué lo hacen? Porque les dan trabajo. Los empresarios prefieren contratar extranjeros antes que nacionales, y más aún: los prefieren ilegales.

    18 marzo 2014 | 14:13

  6. Dice ser Gema

    No utilizar palabras negativas como «ilegal», perdón, pero entrar de manera ilegal a un país, saltando sus fronteras mediante engaños y avalanchas de gente, si, porque 300 personas corriendo y saltando una valla son una avalancha, y entrar en otro país sin permiso te convierte en ILEGAL. A ver si ahora queremos ser tan políticamente correctos que empezamos a mentir.
    Lo que esta gente vive en su pais es una pena y es denunciable, pero la manera que tienen de venir al nuestro también lo es, así que no vamos a mirar para otro lado y a llamarlo de otra manera.

    18 marzo 2014 | 16:33

  7. «La valla de Melilla y sus cuchillas han dado la vuelta al mundo. Los estigmas en las manos, el desgarro de la piel, acabando ésta en ser parte del frío metal, no es el reflejo de “la necesidad de salvaguardar una estructura de Estado” ante “la inmigración ilegal”, como muchos rezan en las tertulias televisivas y, columnas de opinión de la prensa de un Régimen caduco. Es algo más: la negación del otro.

    La construcción de las identidades es un campo complejo. El nacionalismo español, tal como lo conocemos ahora, se comenzó a gestar bajo el reinado de Isabel II (1833-1868). En estos momentos, la figura del historiador obtendrá una gran relevancia, en aras de indagar en las raíces de un pasado común que aunase a todos los españoles.

    Se puede proponer una tesis oficialista, aupada en cierta medida por historiadores como Modesto la Fuente, Alcalá Galiano y Fernández de los Ríos –con matices–. De tal modo se sostenía que los valores de los españoles tendrían su origen en Roma, siendo el derecho romano uno de los pilares básicos sobre los que se sustenten la legislación vigente en aquel siglo. Los Godos serían la siguiente pieza sobre el tablero, envueltos en el cristianismo, fenómeno religioso que penetrará en todos los campos de la vida cotidiana, así como en las instituciones. Dicho factor se consolidó tras la llamada “Reconquista” ante la “invasión musulmana”. Los Reyes Católicos marcarán un punto de inflexión, consiguiendo la unión de todos los pueblos que habitaban en el territorio. A partir de ahí, una serie de episodios a gran escala definirían los valores de la nación española. La última gesta, la “Guerra de la Independencia” (1808-1814), en la cual, el pueblo expulsará a las tropas extranjeras, es decir, francesas. Sin lugar a dudas, lo aquí expuesto es una síntesis, sólo para que el lector se haga una idea de una corriente de pensamiento histórico al servicio de la nación.

    Pueden imaginarse que la creación de un tiempo pretérito propio, es excluyente. Resultaba necesario crear entidades “invasoras” que fueran expulsadas. El otro, el ajeno, se dibujaba como el enemigo que nada tuvo que ver en la conformación cultural del conjunto del reino. A pesar de ello, a finales de siglo las investigaciones sobre el Antiguo Oriente comenzaban a aflorar en la Península y no sólo proyectando sus estudios sobre territorios lejanos, también, mostrando un enfoque interno, indagando sobre los pueblos de corte oriental que se posaron, incluso, durante siglos dentro del marco español.

    El primer ejemplo de ello, nos llega a través de la firma de Bernardino Martín Mínguez –anticuario de la Real Academia de la Historia– en un artículo titulado Congreso de orientalistas, publicado en 1891 en la Revista Contemporánea. El objeto del texto consistía en presentar el Congreso Internacional de Orientalistas que, se celebraría un año después en España (al final, dicho evento no se realizó por motivos que no comentaremos en esta ocasión). El anticuario, hace mención al peso histórico que tenían los pueblos procedentes de Oriente para el territorio nacional: “España guarda en sus suelos y subsuelos riquezas de subido punto histórico que arrancan desde las tierras de Oriente. España es un campo de hermosos recuerdos, tradiciones, usos y costumbres de Asia, África y Grecia. España fue región de raza oriental antes de que recibiera el sello romano, y oriental volvió a ser en parte cuando las liviandades de Witiza abrieron el estrecho a los mahometanos”. La voz de Mínguez es conciliadora e integradora, acorde con el avance de la ciencia histórica en aquellos momentos, sobre todo en el ámbito arqueológico.

    En segunda instancia, hay que hacer mención a la figura de Manuel Rodríguez de Berlanga, especialista en derecho romano. Sin embargo, sus investigaciones fueron más allá, alcanzando el orbe fenicio; las huellas
    orientalizantes que comenzaban a desenterrarse en el sur de Andalucía. Nuestro protagonista, a partir de una metodología muy influenciada por la corriente alemana, trabajó sobre el yacimiento de Punta de la Vaca (Cádiz). Seguramente, de dicho enclave, la foto más conocida sea la del sarcófago antropomoide, extraído de uno de los hipogeos fenicios en 1887. Los trabajos de Berlanga, realizados entre los años 1891 y 1892, salen a la luz en 1901 en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. El rigor científico a largo de sus informes es indiscutible. En sus conclusiones, en torno a los orígenes de España, hace mención a la posición de sus hipótesis ante las oficialistas : “Estas teorías deben ser, sin embargo refractarias, para los que, entusiasmados con la supuesta cultura con que pretenden que arribaron los vascones a la Península en siglos remotísimos, quieren que la extendieran por todo el país, por más que de ella no se conserve ni el menor rastro; y para los que, llenos del más arraigado celtismo, estiman que sus héroes, centenares de años antes que los romanos, pasaron las cumbres pirenaicas de las que descendieron difundieron a su paso por las regiones que atravesaban en la Iberia los gérmenes admirables de su poderosa civilización , hasta hoy, sin embargo, desconocida”.

    Seguramente, algunos se pregunten qué tienen que ver los estudiosos aquí presentes, y el debate sobre los orígenes de una nación, con la cuestión de la valla de Melilla. Se pueden atisbar ciertas similitudes. La crueldad de los mecanismos de control de las fronteras físicas de una entidad nacional, sólo se explican ante un sentimiento de rechazo ante “el otro”. La distinción nacional es clara y, para ello, el papel de la Historia sigue siendo fundamental, en consecuencia, su uso. Citas como la de Antonio Cavanilles en su Historia General de España (1860): “Permítasenos que nos lastimemos, de que el escepticismo moderno gaste sus fuerzas en querer negar nuestras más genuinas glorias (…). Más tarde veremos poner en duda la existencia del Cid”, siguen siendo parte del nacionalismo español en el siglo XXI. Los héroes, la Reconquista, Don Pelayo y otros tantos iconos permanecen a día de hoy.

    Berlanga, escéptico ante el oficialismo, en otro de sus artículos –«Los Bronces de Lascuta, Bonanza y Aljustrel»– vierte su opinión sobre la cuestión aquí tratada: “La conquista de Granada y más aún la expulsión de los moriscos del 1492 al 1610, puso término a la gran influencia civilizadora que por el largo espacio de cerca de treinta siglos habían tenido el Asia y el África en España, a la que era ya deudora de su primitiva y más importante cultura”. Es cierto que se posiciona en el extremo opuesto –y en Historia hay muchos matices– pero su voz resultaba necesaria, una voz contrastada en la investigación científica.

    En los últimos tiempos se ha banalizado en demasía con la ciencia histórica. Por tanto, el uso del pasado ha sido manipulado y utilizado para crear ideas erróneas, sirviendo de fuente legítima a unas concepciones concretas. Los muros de alambre son la consecuencia de los muros del pensamiento. Si los segundos no se pueden tirar, jamás los primeros y, el que hoy gobierna cree en reconquistas y héroes épicos. Prefiere la cuchilla que optar por otro tipo de soluciones, cosas del ideario patrio».

    Por Javier F. Negro
    26/11/2013
    diagonalperiodico.net

    18 marzo 2014 | 18:16

  8. Dice ser Darwin

    No introducir palabras o expresiones que puedan inducir al receptor a tener una visión negativa y sesgada de la información: avalancha, oleada, marea, brote, desembarco masivo, ilegal, asalto a la valla…

    Supongo que a partir de ahora utilizares expresiones del estilo «Preciosa escalada a la alambrada, con una artística rotura de una parte», «hermosa lapidación de guardia civiles». Quedará más positivo, ¿No?

    Bromas aparte, yo lo único que aconsejo es decir la verdad. ¿Un asalto? Un asalto, es lo que es, ¿Como vas a omitir eso, buscando un sinónimo en el diccionario? Eso lo hacía yo cuando era pequeña para no repetir las palabras, buscar sinónimos, ese diccio de sinónimos era un libro de cabecera.

    Omitir los hechos, positivizar actuaciones ilegales, delitos, las faltas, las nacionalidades, el origen o incluso el sexo de quien quiera que sea, solo conseguirá que no podáis informar con claridad a la gente, a vuestro público, y eso acaba pasando factura.

    Informad en base a los hechos reales, nada de tergiversar o positivizar actuaciones negativas del colectivo que sea. Eso debería estar prohibido en periodismo y en todas partes.

    18 marzo 2014 | 23:55

  9. Dice ser Juan

    vaya, que vuestro decálogo es un «paso a paso» de como manipular la información a base de edulcorarla o limitarla, como si los Españoles no viéramos lo que hay en la calle y no nos acordáramos de como eran las cosas hace 15 años.

    ¿Por que no ponéis todos los datos, por que no poneis que % de presos de nuestras cárceles son nacionales?
    ¿a que tanto por ciento de la población equivalen los presos nacionales o los extranjeros?

    eso también es la realidad, y por mucho que ocultéis información al no decir las nacionalidades o intenteis pintarlo todo de rosa, la realidad del país no va a cambiar, y esa realidad es que no podemos mantener a esos inmigrantes que nunca van a poder trabajar ni pagar impuestos pero que sí van a recibir toda una serie de beneficios que los Españoles que cotizamos llevamos pagando durante muchos años para poderlos disfrutar en un futuro.

    Hoy en dia yo ya me tengo que hacer a la idea de que estoy pagando una serie de impuestos para recibir una jubilación en un futuro que nunca me va a llegar, o una asistencia sanitaria que al final voy a tener que recibir via privada porque la sanidad pública está colapsada gracias a toda la gente que chupa de ella como si fuese maná.

    Y lo bueno es que no solo voy a tener que pagar un plan de pensiones o un seguro médico, sino que encima voy a tener que seguir pagando por fuerza la sanidad pública e impuestos para que toda esta gente pueda recibir ayudas y vivir sin dar golpe, no sea que se cabreen y nos empiecen a quemar los barrios como ya ha ocurrido en Londres o París.

    Hay que recordar que esta gente de Africa lleva muchisimos años viviendo únicamente de las ayudas, tanto tiempo que han olvidado algo tan básico como cultivar alimentos para poder sobrevivir. Es mucho más sencillo acudir a cruz roja para que te suelten el paquete de arroz. ¿Que nos hace pensar que aquí va a ocurrir algo distinto?

    Y otra cosa más importante, muchos de estos inmigrantes que entran en España, vienen o huyen de países en guerra. ¿Cuantos de los que entran han matado alguna vez a alguien? nunca lo sabremos porque en sus países devastados no hay ningún tipo de registro. ¿Que enfermedades posiblemente erradicadas en Europa nos pueden llegar (y de hecho nos llegan,como el sarrampión) de África?

    Llega un momento en el que si te pasas de bueno terminas pareciendo tonto, y esto es lo que le está pasando a España, dónde parece que arrastramos algún síndrome de culpabilidad por todo lo que les hicimos a los indígenas de américa y áfrica hace más de 500 años

    19 marzo 2014 | 20:24

  10. «España, año 2013 de la era occidental, o 1434 de la era musulmana o 4711 de la era china, elija usted la que quiera. La fecha no es determinante para analizar el contexto social en el que vivimos, son los hechos los que determinan en qué momento se encuentra nuestra sociedad y estos hechos por desgracia nos trasladan a una época en la que nos vemos envueltos en grandes retrocesos sociales, sobre todo en lo concerniente al reconocimiento de la alteridad como núcleo esencial de los Derechos Humanos.

    Gestionar la Diversidad social en la que nos encontramos es en sí mismo un reto complicado y más si somos conscientes de que las personas que se encargaran de gestionarlo son individuos que forman parte de nuestra sociedad, por lo que debemos tener en cuenta que ambiente es el que les rodea para saber así como reaccionan.

    Para un sencillo análisis del cómo se utiliza de manera irresponsable, o no, las corrientes de creación de opinión, podríamos empezar por los medios de comunicación. Existe una preocupación por la representación que los medios de comunicación europeos dan del mundo árabe y musulmán y el énfasis por trasladar esta imagen podríamos decir que empieza tras la primera guerra del Golfo, poco tiempo después de la caída del muro de Berlín. Es a partir de ese momento en el cual podríamos decir que el enemigo pasa de ser el “rojo” (contexto de la guerra fría y la lucha entre los dos bloques, el occidental y el de los países comunistas) a ser el “verde” (color que representa el Islam). Ya en su momento, Edward Said alerta en su análisis sobre la cobertura mediática del islam (Said, 1997) que “para la opinión pública en general de EE.UU y Europa, el Islam representa noticias desagradables. Los medios, los gobiernos, los estrategas geopolíticos y los académicos, todos ellos coinciden en señalar al Islam como una amenaza para la civilización occidental”.

    Analizado este contexto, podríamos afirmar que tal y como explican Maxwell McCombs y Donald Shaw en su “teoría de la configuración de agenda”, los medios nos dicen sobre que pensar y por tanto, sobre que opinar. Esto aclararía que las responsabilidad sobre lo que está sucediendo es compartida y nos debería hacer reflexionar sobre qué modelo de sociedad queremos.

    Pero tal y como decía Edward Said, existen muchos responsables en la representación de una imagen desagradable de Islam o lo Árabe. Si analizásemos el papel de los medios audiovisuales, veríamos que en muchas ocasiones de una manera sutil y en otras no tan sutil, las series de televisión o las películas en las cuales salen árabes o musulmanes, el papel que se les asigna e interpretan refuerzan estereotipos (viven en el desierto, visten chilabas, son los malvados de la película o de la serie, se mueven por odio o venganza, son de piel oscura y llena de cicatrices, etc) hasta las películas de dibujos animados como la de Aladdin, refuerzan esta imagen asignando un acento más marcado y diferente a la hora de hablar, acompañado de rasgos más marcados a los malos (nariz ganchuda, barba larga, ojeras muy marcadas).

    Tampoco se quedan cortos algunos intelectuales y académicos. En este ámbito especializado encontramos de manera destacada al ideólogo de la Teoría del “Choque de Civilizaciones” (Samuel Huntington) el cual, en un momento dado de su teoría, habla del “peligro de los musulmanes y de su propensión hacia el conflicto y la violencia que los convierte en una amenaza” Con estos comentarios contribuye de forma intencionada a alimentar una imagen violenta y que sirve para generar odio, ligando unas características de identidad del individuo a la violencia y el conflicto.

    Pero no solo Huntington contribuye al discurso del miedo y del prejuicio y estereotipo, también podemos encontrar declaraciones sorprendentes de la mano del premio Príncipe de Asturias, Giovanni Sartori, el cual afirmaba que “…el Islam representa el extremo más alejado de Europa…La integración de sus fieles es muy difícil. Esta situación mejorara con los inmigrantes de segunda generación…siempre que no sean educados en escuelas musulmanas”. En este discurso se puede apreciar un afán por la anulación total de los orígenes del individuo, haciendo que se asimile al entorno en el que vive, pretendiendo a su vez crear una imagen falsa del continente europeo ignorando las aportaciones musulmanas a la creación de Europa y sobre todo excluyendo a una parte de la ciudadanía europea musulmana propia del continente de países como Croacia, Bosnia o Bulgaria entre otros.

    En resumen, revisando el papel de los medios, académicos y demás sujetos notables de repercusión, podríamos decir que nos encontramos ante lo que Hall denomino como el “poder simbólico” consistente en la capacidad de marcar, asignar y clasificar a otros reforzando los estereotipos y aumentando los prejuicios. Esto lleva tiempo ocurriendo con diversidad de colectivos y en cada ocasión existen cada vez mas entidades interesadas en la creación de conflictos resaltando las diferencias en lugar de los puntos de unión.

    Todos estos ejemplos demuestran las trabas a las que cualquier persona se tendrá que enfrentar para iniciar un diálogo interno y posteriormente externo, de acercamiento y respeto al otro, al diferente. Si alguien hoy en día quiere convertirse en un individuo pleno y ciudadano global, deberá salir indemne de todo este caudal de información negativa y estereotipada, para así llegar al final a convertirse en un miembro de esta sociedad Intercultural y no morir en el intento».

    por Mohammed Azahaf
    08/06/2013

    20 marzo 2014 | 18:48

  11. vperez

    Interesante aportación, Mohammed. Muy de acuerdo con su comentario. Gracias.

    21 marzo 2014 | 09:39

  12. Dice ser luper

    Bravo por Juan, se puede decir más alto pero no más claro.

    25 marzo 2014 | 10:34

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