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¿Sabrías distinguir tu estado de ánimo de tus emociones?

Suele ser una consulta habitual. Y es normal, el estado de ánimo es una de las categorías psicológicas de mayor influencia en la vida de los seres humanos. Hoy vamos a ver los factores que determinan la distinción:

La primera clave y más importante es la duración. Realmente no hay consenso sobre cuánto dura exactamente una emoción, pero sí lo hay en que los estados de ánimo duran más tiempo, según los estudios. Las emociones son más intensas, más inmediatas y muy breves, suelen durar desde segundos hasta pocos minutos, como máximo.

Los estados de ánimo, sin embargo, pueden durar horas, a veces incluso días, y pueden ser difíciles de erradicar. Si se sostienen demasiado en el tiempo (semanas o meses) e interfieren en nuestra rutina diaria pueden llegar a convertirse en un trastorno afectivo.

Otra característica es que los estados de ánimo parecen reducir el umbral necesario para despertar emociones relacionadas. Lo explico con un sencillo ejemplo, si estamos de mal humor (estado de ánimo) cualquier estímulo nos va a provocar ira reactiva (emoción) con mayor facilidad. Interpretamos el mundo de una forma más negativa de lo que realmente es, buscamos ‘oportunidades’ para complacer a nuestro estado de ánimo con una emoción relacionada.

Será más complicado regular las emociones de uno si ocurren durante o dentro de un estado de ánimo. Por tanto, una persona en un estado de ánimo irritable no podrá modular un episodio de ira tan fácil o rápidamente como lo haría de otra manera. La ira durante un estado de ánimo irritable no solo debe ser más intensa y menos controlada, sino que también debe decaer más lentamente (durar más).

Otra característica utilizada para argumentar la diferencia entre los estados de ánimo y las emociones es la expresión facialLos estados de ánimo no poseen su propia expresión facial, mientras que las emociones básicas sí, estas últimas son genéticas y universales y la codificación facial de la ira, la sorpresa, el miedo, la tristeza, el asco o la felicidad sigue un patrón único en cada una de ellas en todos los seres humanos (y algunos animales).

Podemos captar un estado de ánimo irritable si vemos en una persona expresiones faciales de ira constantemente (ceño fruncido, apertura de fosas nasales, tensión muscular en la mandíbula…) pero no hay una expresión propia del estado de irritabilidad en sí misma, ni de ningún otro estado anímico o trastorno afectivo.

Las emociones son más fáciles de identificar, con seguridad podemos especificar qué provocó una emoción, pero es más complicado con un estado de ánimo, ya que los desencadenantes pueden ser contextuales, imaginarios, adversos… En definitiva no habrá un solo estímulo bien definido.

Algunos autores relacionan esta distinción como: emociones y sentimientos, y en definitiva relacionan las primeras con las necesidades orgánicas, y los segundos, con las necesidades sociales.

*Referencia: “The Nature Of Emotion” Paul Ekman.

 

 

 

Mood vs. Emotion: Differences & Traits