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El vídeo viral de las hipotecas: Análisis de Silvia Charro y Simón Pérez

Dos economistas expertos en hipotecas, Silvia Charro y Simón Pérez, se han convertido inesperadamente en los protagonistas de un vídeo viral que no ha destacado por su contenido sino por el comportamiento de ambos en una breve grabación. Por si alguien se la ha perdido, aquí la tenéis:

Los comentarios más repetidos sobre ellos apuntan al alcohol o las sustancias estupefacientes como responsables de esta comunicación tan particular. Los economistas se defienden con argumentos variados: les llamaron para grabar en una comida de empresa aunque no habían bebido alcohol, Silvia tenía un flemón en la garganta y por ese motivo movía la mandíbula de forma atípica, que exageraron para darse publicidad, e incluso que ambos están diagnosticados de TDAH.

Para poder comprobar si una conducta está alterada, es decir, que no corresponde con la línea habitual de comportamiento de una persona, solo basta con comparar. En este sentido lo tenemos muy fácil, ya que a los pocos días aparecieron dando explicaciones en el programa de ‘Espejo Público’.

La conclusión general que puede extraerse de la comparativa es que ambos no manifiestan el mismo comportamiento ahora que el que mostraron en el vídeo viral. En la primera toma podemos destacar en él una mirada algo perdida durante toda su intervención, comunicación poco fluida y errores continuados de pronunciación.

En ella destaca una respiración muy sonora y acelerada, los ojos salidos de órbita en varias ocasiones, movimiento constante de mandíbula y labios, las manos se estiran y se aprietan, casi no puede sujetar el micrófono y su argumentación verbal es repetitiva y en algunas ocasiones carente de lógica; de hecho, es su propio compañero quien la corta ‘saliendo al rescate’ para que no meta la pata o cuando se queda sin saber qué decir.

Jamás me atrevería a asegurar que todos estos indicadores se relacionan directamente con el consumo de alguna sustancia tóxica. Lo que sí que está claro es que la comunicación verbal y no verbal del primer vídeo no se corresponde con la comunicación habitual de estas personas. Podéis pinchar en este enlace para acceder a la segunda entrevista.

Es cierto que no tienen tampoco una potencia argumental ni una elocuencia muy hábil en esta segunda aparición pero no se aprecian los mismos indicadores que destacábamos en el anterior. Si sufrieran de una enfermedad o un trastorno de la personalidad, esos patrones deberían aparecer siempre, con mayor o menor intensidad pero deberían apreciarse.