José Mercé durante una actuación. (ARCHIVO 20M)
La emoción es un factor fundamental en el mundo de la canción, sentir la música, experimentar lo que uno canta, es la forma que tiene el interprete de conectar con el público y tocar en ellos la fibra sensible para comunicar lo que uno quiere con una melodía de fondo. Ya comentamos cómo detectar si esas emociones, básicas sobre todo, son reales o fingidas, y que esta expresión puede ser una de las claves para triunfar en el cuarto arte. Pero ¿todos los cantantes expresan por igual?
Con la música podemos sentir tres emociones universales: alegría, tristeza (dolor emocional) y miedo. Pero para que lleguemos a experimentarlas realmente es ideal ver una cara y un cuerpo que nos transmita la sensación y contagiarnos así de aquello que vemos para potenciar aun más las sensaciones en nuestro interior. Sin duda, los cantantes que más comunican con su lenguaje corporal son los de flamenco. La pasión de este estilo musical y sus interpretes son un potente vehículo para canalizar emociones, para generarlas. Os dejo aquí un trocito de un blog, llamado ‘flamenco para principiantes’ que me encantó, pues le dan a la enseñanza de este cante una importancia fundamental a la comunicación no verbal, fijaos qué curioso:
Imagen: Jaime Martínez/ Fundación Cajasol.
En todo arte la expresión facial es muy importante, pues en flamenco aun más que en la mayoría de los bailes, el rostro es serio y hasta furioso, quizás es el sentimiento al meterte de lleno en el sonido de las palmas la guitarra el garrote y los cantos. Muchas veces es mejor sonreír que fruncir el ceño, pero se hace de manera no intencionada. La expresión facial es algo muy personal, no es como un paso de baile, esta no se puede enseñar ni aprender. Cada uno aporta con su rostro parte del tan sonado salero; cuando le dicen a una bailaora, ¡que salero chiquilla! Ella con su gesto y su cara demuestra un poco más de lo que sabe y le agradece el comentario simplemente con la expresión del rostro. En este arte hay bailes para todos los gustos y rostros para todos los bailes. Cada persona que viva el flamenco puede expresar sus sentimientos con una simple cara bonita o amarga.
