Entradas etiquetadas como ‘higiene’

¿Por qué nos da por limpiar en casa durante el confinamiento?

Las reacciones colaterales a esto de la cuarentena durante la amenaza del coronavirus son variopintas. Además de las curiosidades que ya analizamos sobre el acopio de papel higiénico, nuestras casas están totalmente relucientes, como los chorros del oro.

¿Por qué actuamos de esta manera?

Nuestros hábitos y conductas se han visto alterados de forma repentina, esto no es fácil de gestionar. En algunos hogares se ha quedado solo una persona, en otros una pareja, pero hay viviendas que se han transformado en el refugio obligado de familias numerosas, en ocasiones, en espacios reducidos.

Y aunque la casa o el piso sean grandes… ¡qué pequeña nos parece de repente!

Para que la convivencia sea buena los espacios tienen que estar ventilados, limpios y ordenados. Nuestro cerebro necesita una armonía visual para equilibrar el caos interno de emociones y sentimientos estresantes. Por esto, organizamos nuestro hogar constantemente, mucho más de lo habitual.

La incertidumbre, la confusión ante la información contradictoria, la preocupación por la salud, por el trabajo, por la economía, generan un estado alto de ansiedad e indefensión.

Ante esta situación, de nuevo nuestro cerebro se pone en marcha, y quiere ocupar la mente, te genera la necesidad de seguir llevando una rutina, sea cual sea.

Precisamos sentirnos útiles, aprovechar el tiempo, así que no nos queda otra que reparar aquello que siempre está pendiente en casa, cocinar con dedicación y sin prisa esa receta que nunca teníamos tiempo para preparar, cambios de armario, reorganizar cajones y limpiar, limpiar mucho.

Porque además de que tenemos tiempo para ello y nos reconforta visualmente, también descargamos la inquietud por la adecuada higiene y desinfección de la casa que en este momento es tan importante y nos recomiendan. Nos da seguridad y sosiego ante esta situación agónica.

Y no nos olvidemos que, a su vez, cuando limpiamos nos activamos, movemos al cuerpo, generamos actividad motora que también nos demanda el cerebro en un intento por igualar la acción de estos días con la que hemos acostumbrado a nuestro cuerpo en la rutina habitual.

Mi querida compañera Melisa Tuya me planteaba este tema recordando un antiguo artículo suyo, éste habla sobre las mamás que durante el embarazo desarrollan un  instinto de nido, como las gallinas. Preparan la llegada del bebé hasta el último detalle y sienten el impulso de dejarlo todo limpio y ordenado. Realmente es lo mismo, puro instinto animal que no lleva a salvaguardar el bienestar de la familia, sea del tipo que sea.

 

Por qué nos preocupa tanto el papel higiénico: Explicación psicológica

El coronavirus avanza por nuestro mundo al mismo ritmo que avanza el miedo, la ansiedad y la histeria. Ciudades vacías, aisladas, supermercados desabastecidos, pudiera parecer una película de ciencia ficción pero por desgracia es una realidad que nos ha tocado vivir.

Nos parece obvio que se agote la lejía, las mascarillas, los guantes, incluso el arroz y la pasta, pero ¿qué ocurre con el papel higiénico? ¿Por qué este producto se ha convertido en lo más deseado del comercio?

En primer lugar, es un bien perfecto para almacenar, no es perecedero, lo vamos a consumir sí o sí, no hay dudas, y además se relaciona con una función corporal obligatoria, pase lo que pase vamos a seguir ‘haciéndolo’; es escatológico y lo tenemos asumido relativamente como un tabú social.

No es ninguna tontería, a nivel psicológico asociamos el papel higiénico con el control, con la limpieza; utilizarlo es un acto humanizado y rutinario desde que tenemos uso de razón.

Nunca nos hemos visto desprovistos de este recurso en nuestro día a día y cuando en una situación excepcional no hemos podido acceder a éste… lo hemos pasado realmente mal.

La clave es que aunque no sea útil para sobrevivir queremos evitar caer por debajo de ciertos estándares de vida. Se trata de una ‘salvaguarda psicológica’ ante el miedo y la incertidumbre que decidimos resolver aplicando el principio de ‘por si acaso’.

Si nos quedamos sin brócoli, patata, o huevos para la cena, encontraremos otra opción y podemos cambiar el menú pensado, pero el papel higiénico no tiene alternativa. No hay más opciones.

El factor ‘asco’ también esta ahí presente si pensamos en limpiarnos sin papel y es una emoción primaria muy potente que nos mueve a la acción para evitarlo a toda costa.