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La histeria colectiva de los norcoreanos y sus inquietantes emociones en público

El líder norcoreano Kim Jong-Un observa el lanzamiento de un cohete de largo alcance. (GTRES)

El líder norcoreano Kim Jong-Un observa el lanzamiento de un cohete de largo alcance. (GTRES)

Es cuanto menos sobrecogedor el análisis de conducta de los ciudadanos de Corea del Norte, y concretamente de los habitantes de la ciudad de Pyonyang. Hace no mucho tiempo me estremecía con un reportaje emitido por el programa ‘En Tierra Hostil’ de Antena 3, sobre la ciudad y su líder Kim Jong-un, que recomiendo que no se pierdan, porque es verdaderamente sorprendente ‘ver’ de primera mano cómo viven allí, inmersos en una durísima dictadura comunista, obsesionada por el culto extremo al régimen y con leyes tan absurdas como que los estudiantes universitarios lleven el mismo corte de pelo o el aislamiento y la vigilancia absoluta, sin poder tener conexión a internet, entre otras miles de cuestiones indignantes que aquí no nos compete hablar.

Cuando vi el reportaje, puse la lupa (por ‘deformación’ profesional) en el lenguaje corporal que observaba en los pocos habitantes de la ciudad que se prestaban a hablar, y me llamó poderosamente la atención las continuas expresiones faciales de tristeza y profundo pavor. Seguí investigando y recopilando más imágenes, y mi estupor fue en aumento cuando solo encontraba alrededor de este ‘líder’ norcoreano rostros desoladores. Podemos ver, por ejemplo, en esta fotografía, de cómo aparece en el centro un Kim Jong-un exultante con un bebé en brazos, y alrededor una familia entera con verdaderas emociones de pena y miedo que no saben o no pueden disimular. Lo más curioso de todo esto es que en el pie de foto que se publicó en los medios, se leía «El honor y la alegría prevalecen en una familia de Corea del Norte mientras posan para la foto con su líder supremo, Kim Jong-un.» Nada más que añadir, la comunicación no verbal de los retratados habla por sí sola.

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