Los dos criterios que más valoramos en un líder político

Nuestro cerebro juzga constantemente a los demás, no puede dejar de hacerlo, sobre todo con desconocidos.

Es un patrón evolutivo que conservamos de nuestros antepasados cavernícolas, ya que entonces, era cuestión de pura supervivencia, era crucial averiguar si tu prójimo se mostraba confiable o no, podía matarte, robarte o ayudarte, querer formar parte del grupo a través de la afiliación emocional y todo ello se tenía que percibir e interpretar a través de la comunicación no verbal.

En nuestros días ya existe un lenguaje desarrollado y complejo para dar y recibir información, pero nuestro cerebro sigue fiándose más de las sensaciones de los primeros minutos de exposición, ya que sabe que el mensaje verbal, nuestras palabras, no es íntegro; es controlable y manipulable a voluntad.

Todos realizamos valoraciones en cuestión de segundos, en política con mayor empeño si cabe para tratar de acertar en nuestra importante ‘apuesta’, pero ¿qué es lo que analizamos exactamente?

La profesora de Harvard, Amy Cuddy, ha realizado estudios longitudinales durante más de 15 años y los primeros resultados son claros, los dos rasgos que queremos ver en los demás, sobre todo si va a gobernar nuestro país, son la ‘calidez’ y la ‘competencia’. Nuestro cerebro trata de indagar continuamente si tiene estos dos rasgos a través de dos preguntas: ¿Puedo confiar en esta persona? y ¿puedo respetar a esta persona?

Podríamos pensar que la segunda dimensión, ser competente, podría ser la principal sobre todo en política o en un contexto laboral, al fin y al cabo queremos que sea lo suficientemente inteligente y capaz de manejar la presidencia. Pero lo cierto es que la calidez, o la confianza, es el factor más importante en la forma en que la gente evaluamos.

También es evolutivo, nuestros antepasados preferían confiar en alguien que no fuera a matarles que confiar en alguien que hiciera bien el fuego.

La competencia es importante y una cualidad muy valorada pero sólo se apreciará después de que ya se establezca la confianza, por tanto, que nuestros políticos se esfuercen en exceso en mostrar sus fortalezas, poderes y habilidades puede llegar a ser incluso contraproducendente, nos resultarán distantes e inaccesibles.

La psicóloga Amy Cuddy lo sintetiza así: «Si alguien a quien estás tratando de influenciar no confía en ti, no vas a llegar muy lejos; de hecho, es posible que hasta despiertes sospechas porque parezcas un manipulador. Una persona cálida y digna de confianza que también es fuerte suscita admiración, pero sólo después de haber establecido la confianza, su fuerza se convierte en un regalo y no en una amenaza«.

¿Lo lograrán?

5 comentarios

  1. La ideología cuenta más que lo que apuntes y esa ideología varia, si lo hace, según tus intereses ¿o no ha quedado suficientemente claro con Podemos, Ciudadanos y Vox? Sus votantes querían un cambio que saben nunca se producirá pero si no cambia nada, los 2 de siempre se verán obligados a hacer ciertas concesiones que de otro modo nunca harían.
    solución: comprar socios.

    08 noviembre 2019 | 1:24 pm

  2. Dice ser Lucas

    Madre mía pues pablito el conductor de autobus salido de una boda a las 10 de la mañana no parece muy confiable ni competente..

    08 noviembre 2019 | 1:52 pm

  3. Los irreflexivos a quién botarán mañana? Como no puede dar otro atentado como el de los trenes PASALO 1.200.000 guasap pidiendo. yo, a mi, no me falleis… luego sabremos que las llamadas las pagó con dinero negro desde un paraíso fiscal.

    09 noviembre 2019 | 5:15 pm

  4. Los más de trescientos ilegales botarán a Abascal.

    10 noviembre 2019 | 5:23 pm

  5. El chaquetero no dice ni mu.

    10 noviembre 2019 | 9:50 pm

Los comentarios están cerrados.