Archivo de abril, 2019

Qué hay tras los lemas políticos de la campaña electoral del 28-A

Los principales formaciones políticas ya van comunicando a través de sus eslóganes su imagen y posicionamiento ante la nueva campaña electoral que acontece este año 2019. Lo vimos en las pasadas elecciones, todo transmite, nada se improvisa, cada movimiento está bien estudiado para analizar al detalle el impacto visual del partido.

Es destacable este año la gran diferencia entre los dos gigantes electorales, PP – PSOE.

El lema del partido socialista es: «Haz que pase«. Es una frase breve pero potente ya que incita a la acción a través del verbo, además lo conforma en imperativo, realmente es una orden a la movilización, que traspasa la responsabilidad a la ciudadanía. Se trata de una instrucción muy americana, las palabras «make it happen«, son muy utilizadas en EE.UU para identificar diferentes marcas publicitarias y movimientos reivindicativos.

Por tanto, para Pedro Sánchez mantienen este estilo americano ‘a lo Obama’ que ya utilizaron en la campaña anterior , en el que utilizaban ese halo vintage de los anuncios publicitarios americanos de los años 40 y 50 para los carteles electorales. El problema y la controversia generada con la frase ‘Haz que pase’ es que efectivamente en inglés queda muy bien pero en español tiene un doble sentido (que pase y quede atrás). Algo que han aprovechado el resto de formaciones políticas en redes sociales para destacar esta segunda lectura.

Totalmente contraria ha sido la apuesta del Partido Popular, su lema es: «Valor seguro«. Siguen asociando el partido a una imagen conservadora, sin cambios, nada trasgresora, no quieren renovarse o modernizarse. El eslogan es coherente con los colores corporativos, traje y corbata, sonrisa política… Su intención así es la de dirigirse a su público ‘de siempre’, arraigado en sus tradiciones, sin pretensiones de parecer algo que no son (al menos eso hay que reconocérselo), son fieles al argumento de ‘seguridad‘ que pueden aportar por ‘sus tablas’ en estos menesteres de gobernar un país. Claramente, buscan hacer patente la certidumbre que para los electores supone votar a la formación de Pablo Casado frente a otras opciones.

 

El poder de los ruidos

Lo cierto es que no apreciamos lo suficiente el silencio. La contaminación acústica supone la segunda causa de enfermedad por motivo medioambiental después de la calidad del aire, pero mientras que para la primera sí se toman medidas, para la segunda no. Según los estudios, el ruido nos genera estrés, ansiedad, alteración del estado de sueño-vigilia, irritabilidad, descenso del rendimiento, déficit de atención…

Además de todo esto, que no es poco, nuestra ya conocida experta en logopedia/comunicación no verbal y fundadora de ‘Oh La Voz‘, Carmen Acosta, nos habla de una desconocida afección más que impacta directamente en nuestra forma de comunicarnos con los demás:

Todos hemos experimentado cómo los sonidos ambientales pueden alterar nuestro estado de ánimo. Pero una investigación de la universidad de Duke demuestra que su poder va más allá: también afectan a la forma en la que interpretamos las expresiones faciales de las personas que nos rodean.

Estudiaron cómo la intensidad, el tono y el espectro de frecuencias de los ruidos producidos por las acciones humanas, de los sonidos de los animales, del ruido de las máquinas, y de los sonidos de la naturaleza, alteraban las valoraciones emocionales.  Y hallaron que, al igual que ocurre con la voz y con la música, cualquier cambio en esos parámetros afectaba a la valoración de la emoción como positiva o negativa y al grado de excitación (agitado -calmo) que los sujetos atribuían a los rostros de las personas a las que veían.

De la misma manera que el paisaje sonoro de una película influye poderosamente en las perspectivas del espectador sobre la narrativa , también los sonidos ambientales que nos rodean crean una banda sonora cuyo poder emocional afecta a nuestra experiencia de los sonidos, y, como ahora sabemos, a nuestras evaluaciones de los estímulos visuales que los acompañan.

Y esto es de suma importancia porque una lectura desacertada de las expresiones faciales puede llevarnos a inferir estados emocionales falsos en nuestro interlocutor, condicionando nuestra interacción con él, y pudiendo hacer fracasar la comunicación.

Vivimos inmersos en distintos y poderosos paisajes sonoros formados por voces, músicas y una gran diversidad de sonidos ambientales de los que no podemos aislarnos. Ojalá estas investigaciones abran la vía para desarrollar espacios con una acústica emocional capaz de favorecer las relaciones tanto personales como laborales.