Tras publicar el análisis sobre el perfil de José Enrique Abuín, el presunto asesino de Diana Quer, muchos os habéis interesado no sólo por la inquietante conducta de este personaje sino por la de su mujer. Si efectivamente resulta que Abuín se perfila definitivamente como una personalidad psicopática, ¿cómo es posible que alguien se haya enamorado de él?
Puede parecernos imposible enamorarnos de alguien con estos rasgos perversos, pero la realidad es bien contraria. Ya hablamos en este blog sobre el ‘irresistible atractivo del psicópata‘, a priori son personas integradas que, por supuesto, no todas llegan a delinquir, aunque sí que coinciden en que al principio de la relación son encantadoras, educadas, sofisticadas… y sólo cuando pasa el tiempo saldrán a la luz sus comportamientos más perversos.
Esta progresión es muy sutil, seducen de una forma rápida e intensa para pronto enganchar al otro, se involucran inmediatamente en la red familiar, amistades, etc, para evaluar las características de su entorno y ‘estudiar’ sus debilidades, carencias y ambiciones, para más adelante aprovecharlas en su contra. Cualquier persona puede enamorarse de un psicópata, si bien es cierto que estos ‘depredadores’ tienen cierta predilección por la vulnerabilidad.
De este modo, suele ser habitual que las parejas que elijan provengan de familias desestructuradas, con carencias afectivas familiares, que ven en ellos una ‘salvación’ a su situación, alguien que de repente les promete cuidado eterno y les hace sentir únicas.
Con el tiempo es cuando su verdadero rostro sale a reducir, entonces, se vuelven egoístas, dominantes, fríos y manipuladores. Provocan así una relación tóxica basada en la dependencia emocional. Se convierte en un experto en ‘gestionar’ los puntos débiles de su pareja y a ésta solo le queda luchar constantemente por su atención y su afecto, hasta que finalmente se entregan a su entera disposición, esperando algo de agradecimiento o aprobación.
Las parejas del psicópata quedan bastante aisladas, llegan a pensar que sólo lo tienen a él y que por ello deben ayudarles y cuidarles, incluso protegerles, justificarles ante los demás. Se sienten en deuda con ellos, esto es muy frecuente entre los dependientes emocionales y no es de extrañar que los psicópatas exijan el pago constante de la deuda sin límite alguno…
Difícil detectar que te están engañando cuando se está tan falto de cariño…muchas veces aunque lo vean, no se quitan la venda de los ojos…
16 enero 2018 | 12:30 pm
Pienso que un psicópata no tiene nada que ver con un criminal. Tal vez el proceso mental que conduce a un criminal en serie a realizar sus actos sea otra cosa.
El no sentir un mínimo grade de empatía por los demás no presupone que esa falta se traduzca en el total desprecio a la vida de los demás. Tal vez a esa priemra falla se le unan otros condicionantes vitales. Es muy difícil entender cómo una persona es capz de realizar esos actos y continuar manteniendo la razón o conciencia, o como queira llamarse, sin ningún remordimiento. Horrible.
Habría ue estudiar le preceso mental que induce a cometer esos actos atroces. Por medio de escáneres o cualquier otro avance tecnológico que vea qué es lo qeu desencadena y lo que lo difumina o borra luego de lo qeu llamamos conciencia. Porqeu si se tiene conciencia humana, es que resultaría insoportable vivir con el recuerdo de lo que se ha hecho, que no tien eperdón de dios ni de nada.
16 enero 2018 | 1:01 pm
Así que
17 enero 2018 | 5:18 pm
empatía
mpatía
patía
atía
tía
ia
a
Chorradas mil
21 enero 2018 | 9:12 pm
entonces, se vuelven egoístas, dominantes, fríos y manipuladores
Esas cosas se sobn siempre. Lo de «se vuelven» es falso.
21 enero 2018 | 10:45 pm