Archivo de junio, 2016

Los eslogans extraños y el análisis de los carteles electorales para el 26-J

En las pasadas elecciones analizamos los carteles electorales utilizados, ahora todos los partidos políticos renuevan publicidad de cara a las segundas votaciones, pero ¿solo me parecen raros a mi los nuevos lemas y carteles? Voy a intentar analizarlos dejando atrás el asombro y la falta de entendimiento al respecto, desde luego, la primera sensación que me producen es que no saben ya ni qué decir ni qué hacer para intentar desmarcarse. La nueva propaganda no tiene chispa ni sustancia, provoca confusión, ambigüedad e incomprensión del mensaje. 

moragasEl más ‘inquietante’ de todos es el del Partido Popular, han eliminado la fotografía de su representante, Mariano Rajoy, por lo que la transmisión del mensaje es absolutamente impersonal. Nadie emite el mensaje, no hay imagen relacional, craso error. Lo que nos ofrecen es un fondo azul con unas letras en blanco, que dicen: «A favor». Pero ¿A favor de qué, de quién? «A favor» por sí mismo no significa nada, es una frase inconclusa. El cartel utilizado en la campaña de diciembre me pareció el más acertado de todos, muy trabajado, inteligente y con simbología estratégicamente diseñada para comunicar mucho en una sola imagen, en esta ocasión, sin duda, es el más deficiente.

img_druiz_20160610-162210_imagenes_lv_otras_fuentes_psoe-k60--656x911@LaVanguardia-WebEn el cartel del PSOE sí que aparece la imagen de su líder Pedro Sánchez, y esta fotografía suya me parece más adecuada que la anterior. Potencia su atractivo y su expresión facial en esta ocasión muestra una sonrisa, y además una sonrisa auténtica, producto de la sensación de alegría, ya que, (bien por ellos) no le han eliminado con photoshop las ‘patas de gallo’ que surjen naturalmente por la acción orbicular del ojo cuando la risa es sincera. Realmente proyecta felicidad, ilusión, ánimo, positivismo… todo ello lo intentan reforzar con el lema «vota sí», y añaden «un sí por el cambio», al menos aquí aclaran a que se refieren con el «sí» porque en principio queda algo raro la llamada a un voto en positivo, cuando no se puede hacer de otra forma. Resulta algo reiterativo, diluye la fuerza que pueden poseer las palabras como «cambio», yo me quedaría solo con la segunda parte, la primera no tiene sentido. La palabra «cambio» es la que tiene realmente valor, es un recurso indispensable en el marketing político, pues se asocia con evolución, transgresión, progreso, superación, etc.

img_snoguero_20160609-205553_imagenes_lv_otras_fuentes_cartel_podemos-339-k60--656x905@LaVanguardia-Web¿Y a qué os recuerda el cartel del partido Unidos Podemos? Porque a mi me parece el que colocan en los expositores de las salas de cine para anunciar una película. El papel protagonista lo obtiene Pablo Iglesias y los actores secundarios parecen ser Íñigo Errejón y Ada Colau, por el tamaño y la posición de la representación Alberto Garzón pierde relevancia, no me parece que beneficie la igualdad en la alianza. En total son 8 caras, sonrientes, las que se exhiben en la imagen, evocando un claro mensaje de grupo, un acuerdo entre la izquierda que muestra la pluralidad del proyecto. El lema elegido es: «La sonrisa de un país». Transmite positivismo de un modo más sutil y efectivo que el simple «sí» de la frase socialista, comunican emoción y optimismo.

img_druiz_20160610-162119_imagenes_lv_otras_fuentes_ciudadanos-k60--656x945@LaVanguardia-WebSi en la anterior campaña apuntaba como ejemplar el cartel del PP, en esta ocasión el que me parece más completo es la apuesta de Ciudadanos. La imagen y el eslogan son coherentes, claros y con fuerza. «Tiempo de acuerdo, tiempo de cambio», tiene gancho, tiene sentido y dan solución a la situación de bloqueo político actual. Este mensaje se refuerza con la ilustración, en la que se ve a Albert Rivera dando la mano, un gesto de alianza, pacto y resolución. Su expresión facial, al igual que la de Sánchez, expresa una emoción positiva de forma sincera, en esta ocasión (acertadamente) no le han corregido las ‘patas de gallo’.

Desaparecen las corbatas, las imágenes serias y protocolarias, las campañas electorales se enfrentan ahora con una importante renovación, un intento de acercamiento entre la clase política y el ciudadano, exhiben una apariencia de normalidad, de acciones, sonrisas, ilusión, esperanza y buenas intenciones. Al menos es lo que quieren proyectar, vamos a ver dónde queda todo…

 

 

 

Lapsus linguae y gestuales: los protagonistas en el debate electoral femenino

Debate a 4: Margarita Robles (PSOE), Carolina Bescansa (Unidos Podemos), Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Andrea Levy (PP) (Víctor Lerena / EFE)

Debate a 4: Margarita Robles (PSOE), Carolina Bescansa (Unidos Podemos), Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Andrea Levy (PP) (Víctor Lerena/EFE)

Por primera vez en televisión el duelo de los cuatro principales partidos políticos se inicia en femenino, se emitió anoche en Antena 3 con el nombre: Primero las mujeres y, conductualmente, resultó muy agradable, reinó un tono más más moderado y respetuoso de lo que lo han hecho los líderes de cada formación en debates anteriores, aun así, también se produjeron momentos de descontrol que marcaron las diferencias en las gestión emocional de unas y otras.

Andrea Levy, representante del Partido Popular, fue la más artificial en lo que a comunicación no verbal se refiere. Llevaba un discurso aprendido en exceso, tal era así que en algunos momentos pareciera que leyera un telepronter imaginario. Gestos con las manos también muy forzados, movimientos poco naturales y ausencia de emociones, no transmitía, no filtraba las palabras con sentimientos asociados. En las escasas ocasiones en las que se salía de su ‘guión’ se le notaba muy nerviosa, con voz temblorosa y numerosos errores en la producción del lenguaje. Las pocas expresiones faciales que ejecutaban eran de índole negativo, sobre todo, asco, ira y desprecio. En mi opinión,  proyectó la imagen más desfavorecida de las cuatro.

Margarita Robles fue la elegida como portavoz de la formación socialista. Su rol emocional fue el más dominante de las cuatro participantes, tomaba constantemente la iniciativa y el cierre en casi todas sus intervenciones, defendía su mensaje de forma muy vehemente con expresiones faciales y corporales muy irónicas y sarcásticas, en muchos momentos incluso provocadores, con gestos de látigo y dedo acusador. Recientemente explicamos en este blog qué puede haber detrás de los lapsus linguae. Pues bien, muy llamativo y significativo su lapsus linguae al hablar de corrupción, «Es imprescindible que se ayude a los jueces, el PSOE (su propio partido) se ha puesto para otro lado, no ha ayudado ni colaborado con los jueces, esto lo hace el PP» (rectificaba a continuación), lo que desata las carcajadas de sus compañeras de debate, sobre todo de Arrimadas que intentaba reprimir la risa, incluso bajaba la cabeza y se tapaba el rostro, correspondiente a la emoción de vergüenza (en este caso, ajena).

Carolina Bescansaenviada por Podemos, resultó ser la más calmada y serena de las cuatro, proyectaba seguridad y naturalidad, pero quizás perdió la fuerza que la ha caracterizado hasta ahora, su corporalidad estaba muy desinflada, aletargada, su ritmo en el discurso era muy lento y resultaba por tanto algo pesado escucharla, le faltó énfasis y fluctuaciones emocionales en el discurso para comunicar con emoción y pasión su postura ideológica.

Inés Arrimadasseleccionada para debatir por Ciudadanos, suele ser un ejemplo de la correcta comunicación no verbal, pero en esta ocasión comenzó algo inquieta, parece que Rivera le ha contagiado algunos de sus tics nerviosos con las manos, utilizaba muchos gestos automanipuladores, jugueteando con el anillo, agarrándose los dedos, incluso apretándolos con notable presión cuando entrelazaba sus manos, parece que luego se va serenando, y al igual también que su líder, utiliza mucho y muy bien los gestos ilustradores, éstos sí son adecuados para emitir credibilidad y convicción en lo que uno pronuncia. Destacable en este caso la ocurrencia de un curioso lapsus gestual, «el cambio puede ir a mejor (señalando y orientándose hacia la representante del PP) o a peor (señalando y orientándose hacia la portavoz de Podemos). Su gestualidad la delató.

Albert Rivera reconoce sus tics no verbales y muestra otros muy curiosos

Albert Rivera entrevistado por Susana Griso en el progama 'Dos días y una noche'.

Albert Rivera entrevistado por Susana Griso en el progama ‘Dos días y una noche’.

La exposición mediática de los políticos ‘de ahora’ llega a tal punto que comparten su rutina diaria con la presentadora Susanna Griso en el programa ‘Dos días y una noche’. Le tocó el turno a Albert Rivera que hizo declaraciones muy interesantes, sobre todo en lo que aquí nos concierne, una de las primeras versaban a cerca de la conciencia sobre sus tics no verbales.

En este blog lo hemos comentado en reiteradas ocasiones, Rivera filtra a través de su comunicación no verbal una tensión y unos nervios descomunales a través de sus gestos, como él mismo admite (creo que por primera vez) «No sé dónde meter las manos», «y en las fotos no sé cómo ponerlas», «me recoloco la chaqueta, la corbata… de hecho lo estoy trabajando… porque sí, porque son tics que uno tiene y es verdad que a mi me parieron así, nervioso, activo, hiperactivo, pero es verdad que a veces uno transmite una imagen, y es verdad que parece que estás nervioso y en realidad es que eres perfeccionista, inquieto».

A continuación, también hacen referencia al informe que se filtró sobre comunicación no verbal en Podemos, en el que, además de a Iglesias, se nombraba a Rivera. Aunque pueda parecer que no, que todos se centran en los programas electorales, medidas, datos, encuestas, etc, se palpa que tienen estos elementos no verbales también muy presentes.

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La mirada también habla: el recelo de Sophia Loren con el escote de Jayne Mansfield

Sophia Loren mira el escote de Jayne Manfield. La fotografía fue tomada en al año 1957 en un fiesta en honor de la actriz italiana.

Sophia Loren mira el escote de Jayne Manfield. La fotografía fue tomada en al año 1957 en un fiesta en honor de la actriz italiana. Autor: Joe Shere.

La oculésica, o el comportamiento visual, es uno de los elementos más atractivos de la comunicación no verbal, hasta tal punto que el establecer o no contacto ocular y de qué forma lo hacemos puede marcar o modificar por completo el significado de una situación. A través de la mirada se comunican actitudes interpersonales, sentimientos o incluso ciertos rasgos de personalidad.

El posible análisis que hagamos sobre una mirada debe tener en cuenta otros elementos de la expresión facial, como la posición de las cejas o los labios. Así, una mirada de reojo puede significar cosas distintas, según vaya acompañada de un movimiento de cejas hacia abajo (entrecejo fruncido) y de la comisura de los labios también hacia abajo (indicadores de una actitud hostil, sospechosa o crítica); o por el contrario, se combine con unas cejas ligeramente elevadas y comisura de los labios hacia arriba (indicadores de interés o, en interacciones con el otro sexo como señal de cortejo).

La propia Sophia Loren ha realizado múltiples explicaciones sobre esta épica instantánea: «Paramount había organizado una fiesta para mí. Todo el mundo del cine estaba allí, fue increíble. Y entonces aparece Jayne Mansfield, la última en llegar. Vino directamente a mi mesa, sabía que todos la estaban mirando. Mira la fotografía. ¿Dónde están mis ojos? Estoy mirando fijamente sus pezones porque tengo miedo de que vayan a caer en mi plato. En mi rostro puedes ver el miedo. Tengo mucho miedo de que todo en aquel vestido vaya a caer (¡boom!) y derramarse sobre la mesa» rememoraba la actriz.

Y no, no es miedo lo que hay en su rostro (siento contradecir a la gran Loren). En este caso se produce algo muy característico, la elevación unilateral (sutil) de la comisura labial derecha mientras observa de reojo a su competencia rubia. Mis lectores más fieles ya sabrán qué significa ¿verdad? Eso es, desprecio. Realmente lo que sentía en aquel momento era un profundo rechazo y repulsa por el atuendo de Jayne, considerando un daño moral el modo en el que se presentó su rival, eclipsando (o intentándolo) su belleza y protagonismo. La definición de daño moral en este contexto no podría ser más acertada: deterioro a la persona en su íntegra armonía psíquica, emocional, afectiva o bien en su reputación y/o en su buena fama, su autoestima o su heteroestima. Ahí lo tenemos.

Esta foto ha sido recreada por numerosas actrices, modelos, series, películas, etc. Pero me quedo con la reproducción que realizan dos de sus protagonistas (Gloria y Claire) en la fantástica serie de Modern Family. Como podemos comprobar la imitación no es sencilla, nunca tendrán igual valor las emociones espontáneas que las posadas, es digno de mención el fotógrafo que capturó un momento como este, simplemente genial.

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¿Quién ganó el tenso cara a cara entre Pablo Iglesias y Albert Rivera?

(EFE) Pablo Iglesias y Albert Rivera discuten en su cara a cara en el programa Salvados.

(EFE) Pablo Iglesias y Albert Rivera discuten en su cara a cara en el programa Salvados.

Albert Rivera y Pablo Iglesias se sentaron anoche frente a frente en un programa especial de ‘Salvados’, el moderador, Jordi Évole instaba constantemente a la cordialidad entre ambos, y así comenzaron, con un tono muy cordial, expresiones positivas, calma y buenas intenciones, pero duraron poco. Me limitaré a exponer algunos datos para que cada uno saque sus propias conclusiones. Y es que en mi opinión, ambos manifestaron aciertos y errores en lo que a comunicación no verbal se refiere.

El atuendo elegido ya nos dice algo, con anterioridad comentamos la importancia del uso o no de la corbata en política, curioso que en este caso el líder de Podemos la utilice y el representante de Ciudadanos no lo haga; ambos matizan posiciones, suavizan, e intentan romper así la asociación con la imagen transgresora de Pablo y con la más clásica y tradicional de Albert.

A veces, son las palabras las que incendian determinados comportamientos, acusaciones que se convierten en una especie de ‘botón’ que activa de pronto una intensa reacción conductual (positivas y negativas). Sin duda, se producen tres momentos destacados, con tal impacto emocional que son determinantes en el transcurso de la entrevista:

  • La alusión a Amancio Ortega: Pablo Iglesias estaba muy relajado y neutral hasta este momento. Le enfada que Rivera le acuse de haber criminalizado al famoso empresario a través de Twitter, su gesto se torna iracundo e incluso asqueado por lo que escucha. Ante está primera provocación Iglesias se desestabiliza y entonces adquiere también un rol más agitador, aunque consigue, en cierta medida recuperarse.
  • La mención a los refugiados sirios (el momento más tenso): Aunque ambos coincidieron en agilizar los trámites para la acogida de refugiados, la contienda llegó con la réplica de Iglesias: «Lo que dices es sensato Albert, pero no entiendo por qué votasteis en el Parlament de Cataluña en 2013 a favor de retirar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes», y esto desata la angustia y el estrés de Rivera, que responde muy tenso «Pablo, tu demagogia es insultante».»No te pongas nervioso», le dijo Iglesias. «No me pongo nervioso, me indignas Pablo«A partir de aquí el líder de Ciudadanos comienza un viaje al descontrol sin retorno posible. Comienza a beber agua sin parar, a sudar de igual forma, no puede gestionar su vuelta a la calma. Y para colmo aun le quedaba encajar otro duro golpe.
  • La referencia a Venezuela: Fue la tecla que termina por encender a Albert. La insinuación de que le preocupen más los problemas al otro lado del charco en detrimento de los de España y sus (desafortunados) comentarios sobre el significado de una dictadura, hacen que se perturbe del todo, llegando incluso a elevar el tono de voz. En realidad, ya ambos no cesan de reproducir expresiones de ira, asco y desprecio, entran en un estadio afectivo muy negativo del que no logran recuperarse.

Otros datos relevantes:

  • Los papeles de Pablo Iglesias: No solía recurrir a la lectura, ni a datos, frases literales, porcentajes, etc. Pero en esta ocasión decidió ir acompañado de apuntes a los que apelaba asiduamente como apoyo argumental. Rivera sin embargo prefirió ir libre de guión.
  • A Iglesias le molestaba significativamente que Rivera le acusara de intransigente, ante está ‘tecla’ (utilizada repetidamente), muestra un intenso desprecio.
  • Evasivas de Albert Rivera: En algunas respuestas carece de contundencia, sobre todo, en las que se refiere a los futuros pactos. Le cuesta nombrar a los partidos políticos con los que sí o no pactaría.
  • El bolígrafo sigue adquiriendo el protagonismo en el impacto emocional de Iglesias. En esta ocasión además es muy flagrante su utilidad para descargar tensión y agresividad, cuando escucha a Rivera, literalmente, ‘lo aprieta’.
  • Albert casi siempre toma la posición no ventajista en sus intervenciones de respuesta, por un lado, toma la iniciativa y esto proyecta una imagen positiva, pero por otro lado, le regala constantemente tiempo a Iglesias para pensar mucho mejor sus réplicas.
  • El apretón de manos final: este elemento resulta muy ilustrativo de lo que fue el careo, resume muy bien el estado emocional, sobre todo, de Rivera. Está muy enfadado, ni le mira, ni se inclina, es una acción desdeñosa que realiza por deber protocolario.

cierre cara a cara iglesias-rivera

Pablo Iglesias admite que en el pasado cara a cara entre ambos, en el mismo medio y formato, «lo hizo mejor Rivera», y estoy totalmente de acuerdo, pero en este caso, con estos datos tan dispares, tengo mis dudas sobre por quién decantarme. ¿Qué pensáis vosotros?

 

 

 

¿Qué emociones experimenta Pau Gasol cuando se plantea ir a los JJ OO de Río?

Foto Europapress

Foto Europapress

El virus del Zika se torna protagonista a pocos días del comienzo de los Juegos Olímpicos en la ciudad de Río de Janeiro, tanto es así que algunos deportistas dudan sobre su asistencia o no a la competición. Pau Gasol ha querido hacer público su valoración sobre el tema (pincha aquí para ver el vídeo).

Al inicio de la entrevista, Gasol advierte que está en un proceso de recogida de información y casi durante el primer minuto realiza a su vez el gesto repetitivo de negación con la cabeza, parece que en ese proceso de evaluación y toma de decisiones inicial su actitud tiende a ser poco favorable a la participación del jugador. También ejecuta insistentemente el emblema de duda encogiendo los hombros.

Las emociones principales que observamos en sus declaraciones son:

Tristeza: es significativa la elevación de la zona interior de las cejas, acción muscular asociada a la tristeza real e intensa. Desde luego, si finalmente decide no asistir, su decisión no habrá sido fácil para él, puesto que le da pena el solo pensar que no podrá ir por culpa de elementos externos fuera de su control.

Indignación: la ira que experimenta es manifiesta. Es la emoción que más aparece a lo largo de su discurso. Sobre todo cuando habla de la falta de información, de protección, de las graves consecuencias que podría tener contraer la enfermedad para su salud y la de su familia.

Desprecio: manifiesto por la elevación unilateral de la comisura labial, en repetidas ocasiones, cuando habla sobre las complicaciones, repercusiones del asunto y cuando hace un llamamiento a jugadores y organizadores por la integridad y la salud en el evento.

Alegría: Cuando cambian de tema, esta controversia por el virus no es materia de buen gusto para el baloncestista, al finalizar el asunto se siente relajado, sonríe con ímpetu.

No podemos saber lo que finalmente decidirá el jugador pero parece que en este momento se encuentra sumido en un estado emocional negativo que le causa enfado, tristeza y pesimismo ante la sola idea de verse abocado a abandonar la competición.

¿Qué debería corregir Pedro Sánchez (no verbalmente) en la nueva campaña electoral?

pedro sanchez 2Todos los candidatos tienen sus luces y sus sombras a la hora de gestionar su comunicación no verbal en el discurso político. En campaña electoral estos factores comunicativos adquieren una importancia fundamental a la hora de transmitir, conectar, enganchar y conseguir votos y, lo más importante, para lograr la confianza y credibilidad de los ciudadanos. Muchos elementos expresivos forman parte de la personalidad del candidato, pero otros muchos pueden (deben) rectificarse, ser conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles nos ayudan potenciar lo positivo y corregir lo negativo.

Nos centraremos hoy en el candidato socialista, Pedro Sánchez. En la anterior campaña electoral protagonizó una curiosa evolución, comenzó estable, seguro de sí mismo, y sonriente hasta la extenuación, pero después de los debates (y sus resultados en las encuestas) se desestabilizó notablemente, se tornó altivo en exceso y nervioso. En esta segunda oportunidad debería recuperar la calma y el aplomo que siempre le han caracterizado, potenciar su atractivo, su apariencia juega muy a su favor. Sánchez ejecuta perfectamente la sonrisa, se le da muy bien, transmitir emociones positivas de una forma tan conseguida no es sencillo y debe aprovecharlo.

A evitar: las expresiones de desprecio. Dejaba demasiado evidente su sentimiento de superioridad ante su rival político, no es adecuado proyectar esa imagen soberbia. En la coyuntura política en la que nos encontramos inmersos, la ciudadanía busca la empatía, acuerdos y entendimiento entre partidos, porque parece que serán necesarios para formar gobierno y estas luchas de egos no favorecen esta declaración de intenciones.

Imagen de Pedro Sánchez durante el debate a tres de la pasada campaña electoral. Gesto auto-manipulador.

Imagen de Pedro Sánchez durante el debate a tres de la pasada campaña electoral. Gesto auto-manipulador.

Igualmente, tendría que ‘vigilar’ esta repetición de gesto auto-manipulador, se trata de tocar, agarrar, retorcer o pellizcarnos a nosotros mismos, tal y como aparece en la fotografía adjunta. Este gesto denota mucha inquietud, nerviosismo, tensión y falta de control.

Ahora bien, su mayor debilidad ha sido siempre la falta de naturalidad, esperemos que en esta nueva campaña se relaje; ser espontáneo no resta la dignidad propia de un líder, al revés, solo tenemos que fijarnos en Obama. Sin duda, lo que debería enmendar con mayor ahínco es la artificialidad y la frialdad con la que se dirige a sus contrincantes políticos y a los ciudadanos. Necesitamos ver naturalidad, espontaneidad, emociones, sentimientos verdaderos y preocupación real por la situación de nuestro país. Y todo ello se transmite a través de un mensaje pero también se filtra inexorablemente en el lenguaje corporal.