La forma en que se ríe una persona puede indicar que sufre depresión

La risa es una huella propia de cada persona que puede reflejar su estado psicológico.

La risa es una huella propia de cada persona que puede reflejar su estado psicológico.

Un equipo de científicos, que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid, ha analizado la risa de 50 personas, diagnosticando cuadros depresivos con una precisión del 82,1%. La investigación refleja diferencias entre las carcajadas masculinas y femeninas, y sobre todo, abre la puerta a que un futuro el estudio de la risa pueda convertirse en una herramienta complementaria para diagnosticar esta enfermedad. “La risa es una huella propia de cada persona, pero con la peculiaridad de que, a diferencia de la dactilar, es una huella cambiante, dinámica, al expresar en un momento dado su estado psicológico y salud mental”, explica Rafael Lahoz-Beltra, investigador del departamento de Matemática Aplicada (Biomatemática) de la UCM y uno de los autores del trabajo.

¿Cómo lo midieron? Los científicos han analizado las espiraciones en las que la persona dice “ja”, lo que se conoce como plosivo y que se repite cada 210 milisegundos. En total, analizaron 934 risas procedentes de 30 pacientes con depresión y 20 sanos, recogidas en un estudio previo.

De los cinco primeros plosivos de cada episodio de risa, los investigadores extrajeron los valores de diez variables, como la duración, frecuencia o resonancias acústicas. “Analizando la entropía (el orden de una señal acústica) en cada plosivo, creemos haber encontrado una regla que distingue a un sujeto sano de otro con depresión”, afirma Lahoz-Beltra. El diagnóstico en el caso de los hombres era más preciso que en el de las mujeres, lo que podría deberse, según los autores, a que la depresión se manifiesta de forma diferente en ambos sexos, y que el sentido del humor no tiene el mismo papel social en ambos grupos de personas.

La clave, la quinta carcajada:
Según el estudio, un individuo sano es aquel cuya entropía del primer episodio de risa se relaciona con la de la quinta carcajada: o los dos valores son altos o los dos son bajos. Sin embargo, “hemos encontrado que los sujetos con depresión no parecían seguir esta regla”, destaca el científico. La clave parece estar en el quinto episodio de risa, con un valor más bajo en las personas que padecen depresión.
Para llegar a estos resultados, los científicos han usado la técnica de árbol, en la que los nodos representan un posible resultado. Diseñada por los servicios informáticos de la UCM, la herramienta permite elegir o descartar una rama, hasta llegar a la que mayores probabilidades tenga en el diagnóstico de la enfermedad.

Los autores proponen que el análisis de la risa sea una técnica complementaria para detectar este tipo de dolencias. “Haciendo un paralelismo con los ordenadores: mientras que las técnicas de neuroimagen aportan un diagnóstico por el análisis de estructuras anatómicas, algo así como el hardware, nuestros análisis complementarían dicho diagnóstico, reflejando aspectos relacionados con la actividad mental o software”, compara Lahoz-Beltra.
Los científicos de la UCM están trabajando para aplicar en la risa una de las técnicas más populares de la inteligencia artificial: las redes neuronales artificiales. Si consiguen clasificar con éxito a los pacientes, sería un primer paso en el diseño de un sistema para el análisis automático de la risa.

* Fuente de consulta: Jorge Navarro, Raquel del Moral, Pedro Cuesta-Álvaro, Rafael Lahoz-Beltra y Pedro C. Marijuán. “The Entropy of Laughter: Discriminative Power of Laughter’s Entropy in the Diagnosis of Depression” Entropy 18(1), 36 (2016)

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7 comentarios

  1. Dice ser victor saura

    Y tan cambiante que es la risa, indescifrable en ocasiones, frustrante en otras; un cúmulo de recompensas que buscan desesperadamente un guiño cómplice que las recoja al vuelo. El gesto amable que cautiva, o el gesto tímido que enmascara. Un acabose que describe a ritmo de corazonada cada embate de la vida.

    Mujeres y hombres la entienden de diferente manera a priori, y parece algo sensato. Ellas suelen ser más extravertidas, sociables, dinámicas, positivas. Ellos en cambio ni atajo ni desengaño, se valen de su practicidad para no demorar lo que a todas luces parece evidente, no distorsionan su realidad, o no la edulcoran con apariencias que no conducen a ningún lugar.

    La depresión mina lo poco o lo mucho que crees tener. Es como un muro infranqueable que atora los poco resquicios que crees ver en él. Quien pasó por sus «carnes» sabe de su contenido y de su continente, de su obstinación, de el vasallaje al que te somete. Vivirla es un «pronto» que desvirtúa la expresividad y la hondura de cada unos de los sentimientos que hacen de uno un «proyecto» fascinante y prometedor.

    Esperemos que cada paso que se dé sea un avance exponencial en la lucha contra lo que a día de hoy parece un rival inexpugnable.

    27 abril 2016 | 10:07 am

  2. Dice ser Abril

    Ojalá que los avances permitan desterrar (o al menos contener) tan maldita enfermedad…mucho ánimo para todos aquellos que la padecen en primera persona y para los familiares que tanto apoyo les brindan..

    27 abril 2016 | 10:40 am

  3. Dice ser Feluñen

    Si se ríen no estarán tan deprimidos.

    27 abril 2016 | 1:56 pm

  4. Dice ser La gente es mu tonta

    Menuda gilipollez acabas de decir «Feluñen», para decir eso mejor cállate anda y aprende un poco, documenta e informate bien.

    27 abril 2016 | 2:03 pm

  5. Dice ser Reyes

    Es una situación muy difícil. Me diagnosticaron hace pocos meses de depresión y TAG (Transtorno de Ansiedad Generalizada), he pasado un infierno hasta que me dedicí a pedir ayuda. No quería contarle a nadie lo que me pasaba, todos pensaba que estaban triste por un problema personal que había tenido, pero era mucho más que eso. Yo también me reía y trataba de que no me notaran lo mal que estaba, no comía, no dormía, no podía salir de un bucle maldito en el que todo giraba en torno a mi problema personal. Ahora voy encontrando el camino. Los tratamientos con fármacos también tienen sus efectos negativos, en mi caso me han hecho engordar (hincharme) mucho y aunque me siento mejor con menos ansiedad, me agobia mucho mi cambio físico, pero no me quejo porque antes estaba mucho peor mentalmente..
    Muchas fuerzas a todos los que sufrís.-

    27 abril 2016 | 3:56 pm

  6. Dice ser cesarfuenla

    @Reyes, tu psicologo no te ha recomendado hacer algo de ejercicio? asi matas dos pajaros de un tiro, por un lado pierdes un poco de lo que ganas por los farmacos, y por otro, hacer ejercicio es tambien un buen farmaco antidepresivo.

    28 abril 2016 | 9:35 am

  7. Dice ser Reyes

    El ejercicio también me lo ha recomendado mi psiquiatra y hago todo lo que puedo compaginar con mi vida y mi trabajo. Voy a nadar tres días a la semana y a diario camino a buen paso unos cuatro kilómetros, los sábados y los domingos, un poco más de distancia porque dispongo de más tiempo y voy acompañada que así se hace más agradable la caminanta. Sigo con mi alimentación sana (antes también me alimentaba correctamente) pero con todo, he subido siete kilos aunque parece que son más, porque mi tripa está ‘hinchada’ y mi cara también. Antes me costaba ganar peso siempre estaba tirando a muy flaca y ahora, ya ves. Gracias por tu aportación @cesarfuenla

    28 abril 2016 | 11:59 am

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