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Convoca!, una plataforma para dinamizar el espacio público

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A partir de ahora, ya es posible hacer check in desde un teléfono móvil en una manifiestación en el espacio público. Utilizando la plataforma Convoca! (convoca.cc) que acaba de lanzar el colectivo Outliers, cualquier usuario puede crear un encuentro en el espacio público. De esta manera, ya sea un concierto de música o una manifestación, cualquier persona que utilice Twitter puede hacer check in en una multitud. Además, Convoca! ofrece la posibilidad de añadir diferentes narraciones multimedia (fotos, vídeos, textos) geolocalizadas. En su blog explican todos los detalles.

Convoca! es una evolución natural de la plataforma Voces25S que Outliers lanzó para mapear la convocatoria Rodea el Congreso del pasado 25 de septiembre. La plataforma asociaba un color a diferentes hashtags de Twitter:  #tranquilo #cargas #fotos #envivo. Y así mapeaba en tiempo real a través de la geolocalización de cada usuario el estado de Rodea el Congreso. Bastaba tuitear con la geolocalización activada y usar los hashtags propuestos. El éxito fue tal, más de un millón de visitas, que Outliers se planteó dar una vuelta de tuerca a la plataforma.

Convoca! es una herramienta que ofrece muchas más posibilidades que Voces25S. Para empezar, da más libertad al usuario, que ya no tiene que restringirse a determinados hashtags. Por un lado, Convoca! empodera al usuario: cualquier puede crear un encuentro y añadir su propia narración. Por otro lado, conecta la inteligencia colectiva en los espacios comunes, ya sea ciudad o campo. Quizá la novedad más interesante sea la resaltada al inicio de este texto: la posibilidad de hacer check in en una multitud. Otras plataformas o aplicaciones móviles priorizan los espacios de consumo. Convoca! permite que cualquier persona haga un check in y comunique su presencia en una multitud. Además, la presencia de cada usuario refuerza el nivel de prominencia del punto en el mapa. Cuantas más personas haya en la multitud más se acercará al concepto de multitud inteligente (smart mob) que acuñó Howard Rheingold.

Envié al colectivo Outliers un cuestionario sobre Convoca! para elaborar este texto. Las respuestas de Oscar Marín Miró (@oscarmarinmiro) son tan interesantes que las reproduzco enteras en formato entrevista.

¿Cómo evolucionó la plataforma #Voces25S que pusisteis en marcha antes del Rodea el Congreso del pasado 25 de septiembre hasta Convoca!?

Voces25S fue un prototipo rápido para averiguar si la idea que teníamos en la cabeza (el cruce semántica-espacio-tiempo) tenía algún sentido práctico en el contexto de Rodea el Congreso del 25 de Septiembre de 2011. Por otro lado, también dudábamos de si el hecho de que la comunicación fuera 100% a través de Twitter pero el mapa fuera una página web externa, iba a ser un impedimento para su uso: no sabíamos si iba a generar confusión al usuario. Debido al gran éxito (cerca de un millón de visitas durante el 25-S), no sólo se confirmó la utilidad, sino que se plantearon nuevos retos por parte de los usuarios: que la plataforma fuera de código abierto; y si se podía abrir el vocabulario usado en la aplicación mediante hashtags libres. Es decir, que la semántica fuera libre y emergente.

Consideramos que Convoca! es la evolución natural. Es una plataforma de código abierto, con semántica (hashtags) libre y optimizada para gran concurrencia y número de usuarios simultáneos. Cualquiera puede desplegar el código (Django+MySQL), abrir una cuenta de Twitter y empezar a funcionar. Si quieres mapear concursos de fotografía geolocalizados, puedes. Si quieres mapear manifestaciones, también. Y si quieres mapear eventos, sean del tipo que sean, también. Sólo tienes que usar una cuenta de Twitter con tu narrativa particular e incentivar el mapeo, via retuits, por ejemplo.

¿Por qué potenciar el espacio público con tecnología social?

Porque pensamos que en el pulso Top-Down vs Bottom-Up de la organización urbana, hay que empezar por el espacio público. Y más importante todavía: son los propios ciudadanos los que tienen que gestionarlo… ¡son sus impuestos!. Mientras la primera aproximación tiene un claro tinte de eficiencia, y por tanto, político-económico, la segunda puede volver a unirnos en un derecho tan básico y tan esencial para la felicidad como es el de volver a valorar las actividades sociales, por un lado, y apartadas de los circuitos económicos, por otro.

Estas conexiones nos vuelven a unir para poder volver a ser una tribu auto-organizada. El elemento cercanía nos permite escapar de una circunstancia muy asociada con la socialización de la red: Tenemos relaciones con perfiles muy parecidos al nuestro, que a lo mejor no hemos visto nunca físicamente, pero es posible que no nos relacionemos ya tanto con nuestros vecinos. El espacio público puede ser el aglutinador de estos dos factores: proximidad y acciones sociales al margen de los circuitos comerciales.

Exacto. Convoca! incentiva el encuentro de personas, sin embargo de forma muy diferente a FourSquare, por ejemplo, donde priman los lugares comerciales para el encuentro. ¿Por qué este giro?

Estamos hartos de ver que las señalizaciones en la mayoría de los mapas, son un ejercicio de monetización de la aplicación a través de la geolocalización de servicios comerciales, por un lado. También se ven muchos mapeos no comerciales, pero que acaban muriendo. ¿Por qué? No lo sabemos, pero intuimos que tiene que ver con que estamos heredando la manera tradicional de utilizar un mapa en las nuevas aplicaciones bottom-up.

Una de las respuestas de Convoca! a esta problemática es la implementación del check-in. No como incentivo al usuario, que también puede serlo, sino a la convocatoria en sí misma, de tal manera que de un vistazo al mapa, sepas dónde están sucediendo cosas con una cierta afluencia, por un lado, y por otro, que estén cerca de ti. Es decir: tu presencia en un evento hace ese evento más relevante.

Las ciudades invisibles

Invisible Cities from Christian Marc Schmidt on Vimeo.

La ciudad como un conjunto de memorias. La ciudad como una nueva geografía, como un paisaje urbano construído con narrativas. La ciudad como una secuencia de eventos en el espacio y tiempo. La ciudad como una arquitectura de redes sociales. El proyecto Invisible cities, del diseñador y artista Christian Marc Schmidt, pone los datos ciudadanos de Nueva York al servicio de un objetivo poético: visualizar la memoria colectiva de una ciudad. No es casualidad que el vídeo de presentación arranque con una frase del libro Las ciudades invisibles, de Italo Calvino, que pone nombre al proyecto: «La ciudad, sin embargo, no muestra su pasado, pero lo contiene como las líneas de la mano, escrito en las esquinas de sus calles…».

Invisible cities, según su propio site, muestra datos «extraídos de servicios online, como mensajes de Twitter y fotos de Flickr». Los puntos con información están conectados en orden cronológico y conforman una especie de montañas de datos que deforman la geografía real de la urbe. La aplicación fue creada en Processing (un lenguaje de programación de código abierto) y usa la API abierta de Google maps. Los datos componen una visualización dinámica e interactiva que recrea Nueva York desde la subjetividad de sus habitantes. «El resultado es un espacio inmersivo que el usuario puede explorar, creando paralelos inmediatos que pueden responder o contradecir la arquitectura física de la ciudad», escribe el propio Christian Marc Schmidt en el muy recomendable texto Cities: Representing Social Networks in an Urban Context.

Invisible cities toca un asunto que me interesa muchísimo, bastante presente en este blog: la arquitectura de las redes vinculadas a un territorio. En Pastiche, su trabajo anterior, Christian Marc Schmidt ya abordaba la relación entre el entorno físico y las ideas  geolocalizadas que circulan en la red. Como en el proyecto A more perfect union, de Luke Dubois, las urbes pasan a ser una suma de memorias, de contenido compartido. Como en la instalación artística Bit.fall, del alemán Julius Popp, los mensajes más repetidos en Internet se convierten en parte del paisaje de la urbe. Como en el proyecto Stweet , los mensajes subjetivos de ciudadanos, vinculados a un mapa con imágenes, conforman una nueva piel informativa de la ciudad. Como en los mapas dinámicos de #Voces25S, basados en tweets geolocalizados de usuarios, la información coagula en un nuevo paisaje tecnopolítico.

Para concluir, corto&pego un párrafo de este mismo blog, en el que especulaba sobre las posibilidades del cruce entre web semántica e información creada por usuarios:  «Un Trendsmap sobre las etiquetas de Twitter más usadas dice más de un país que la portada de sus periódicos. De aquí a poco, habrá tecnología para saber en tiempo real la cara semántica de una calle. O el mapa de emociones de cada edificio».

 

Ciudad en tiempo real

La ciudad como un conjunto inconexo de fotografías. La ciudad como un flujo de imágenes distribuidas, geolocalizadas, compartidas. Tu ciudad como una suma de miradas subjetivas. El funcionamiento del proyecto This is Now es simple: presenta en tiempo real las fotos realizadas en la red social móvil Instagram que contengan geolocalización. São Paulo, por ejemplo, a las  07.19.02 Pm del pasado lunes, configuraba la imagen que abre esta entrada. This is Now, del estudio australiano LexicalLabrecopila información en tiempo real de ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Madrid, São Paulo, Londres, Sydney o Tokyo, entre otras. Y prueba que estamos asistiendo al nacimiento de una ciudad en tiempo real construida en red alrededor de la no jerarquía. Una ciudad con nuevas capas de información, de datos compartidos, de nuevas relaciones humanas. Las ciudades ya son, como afirma la socióloga Mimi Sheller, «flujos de personas, vehículos e información”.

This is now no es el único proyecto que crea una nueva piel digital informativa sobre ciudades físicas. El proyecto Stweet, del estudio We Love the net, superpone mensajes de Twitter geolocalizados sobre imágenes de Google Street Map. Más disruptivo y libertario es el proyecto Canal Motoboy, que el artista catalán Antoni Abad lanzó en São Paulo: un canal informativo en tiempo real realizado por los populares motoboys (mensajeros). El canal incluye noticias, vídeos, la situación del tráfico de muchas calles. Y compite con ‘inteligencia colectiva’ contra los medios de comunicación clásicos. Aquel periódico de Hong Kong que despidió a algunos fotógrafos y entregó cámaras a los ágiles pizzeros de la ciudad (explicado en el Manifiesto posfotográfico de Joan Fontcuberta) entendió algo del nuevo paradigma del real time. Los viejos medios, casi nada: siguen queriendo llegar primero.

Propongo una remezcla. El ingrediente primero sería el concepto de media building (edificio informativo) de Paul Virilio, «un edificio que alberga más información que viviendas», como metáfora de la nueva ciudad. Segundo: la ciudad distribuida propuesta por el urbanista brasileño Caio Vassão, una ciudad sin centro ni periferia, con una topología de red distribuida y nodos interconectados. La resultado sería una ciudad no centralizada, con nuevas capas de información ciudadana y nuevas interacciones en red. Una especie de ciudad transmedia que incumbe por partes iguales a medios de comunicación y a instituciones urbanas.

BCNoids Reel from enrique soriano on Vimeo.

Para entender esta ciudad transmedia, distribuida, informativa y en tiempo real tenemos que hablar de una nueva ecuación: datos abiertos y visualizaciones. En este blog ya he citado algunos proyectos de visualizaciones en Gran Bretaña (bicicletas y taxis de Londres, tráfico aéreo) o el Ville Vivante (llamadas móviles de Ginebra). El investigador Fran Castillo, en la web del estudio Complexitys, repasa algunos proyectos que visualizan datos ciudadanos de esta nueva e inspiradora real time city. Cita casos como el BCNoids Reel (visualización del uso de las bicicletas alquiladas en Barcelona) o el Live Singapore (realizado por el Senseable City Lab del MIT para visualizar en tiempo real Singapur). Visualizaciones dinámicas de nuevos sistemas complejos conformados por los ciudadanos, gracias a la tecnología móvil, al movimiento open source y a las nuevas herramientas digitales. La exploración de nuevas formas, códigos y lenguajes de las visualizaciones, como destaca Fran Castillo, «nos permiten imaginar nuevos paisajes, máquinas constructoras, que generan nuevos territorios emergentes». Además, matiza Fran, los datos son la «llave de un nuevo empoderamiento ciudadano». Un empoderamiento ciudadano que cuestiona el control vertical de medios e instituciones sobre las urbes, sobre la sociedad.

Uno de los mejores inventarios sobre esta incipiente ciudad en tiempo real es el catálogo Habitar. Redibujar el entramado urbano que el periodista, comisario e investigador José Luis de Vicente, preparó para el Laboral Centro de Arte de Gijón. En él aparecen proyectos como Visualizando el tráfico de Lisboa, In the Air (que mide la contaminación del aire gracias a sensores ciudadanos) o el Sentient City Survival Kit (que explora las implicaciones sociales, culturales y políticas de la computación ubicua). Pero lo más interesante de Habitar son algunas de las reflexiones de los autores invitados. El británico Usman Haque piensa en crear ciudades participativas con las mismas reglas del diseño de plataformas web. La arquitecta Molly Wright, en su texto Urban software: the long view, teje ideas alrededor del “nuestros cuerpos son el hardware, nuestro comportamiento, el software”. La ciudad, en definitiva, como un conjunto de edificios de información, como una red de cuerpos que conforman un hardware que facilita nuevos softwares/procesos compartidos.

San Francisco. ‘Locals and tourists’, por Eric Fischer.

Y aquí llegamos a otras perspectivas, a otras preguntas. ¿Cómo coagulará esta instantaneidad en la memoria? ¿Cómo será recordada esta vertiginosa ciudad en tiempo real? ¿Servirán para algo las hemerotecas de los periódicos? Los antropólogos Alberto Corsin y Adolfo Estalella, en su ensayo The city as archive, hardware, method, abordan las  asambleas de barrio del movimiento 15M español – reuniones en espacio público, procesos de diálogo colectivo, información compartida en redes – con un ángulo interesante. Las asambleas conformarían un nuevo hardware, un suelo común, un método, sobre el que se basa la nueva ciudad en tiempo real. Las asambleas – ese hardware – serán un archivo vivo en red. El proyecto Personal Positioning System (PPS), del Near Future Laboratory, mencionado en el catálogo de Laboral, es otro caso de posinstantaneidad: crea mapas dinámicos sobre la posición de un persona, una verdadera cartografía del flujo del yo.

La arqueología de la ciudad en tiempo real tendrá que ver con las personas, no tanto con los objetos. Estará compuesta de procesos compartidos, no de las normas legales que rigen (prohibiendo) las ciudades. Será aqueología hecha de información en red, no un conjunto de noticias verticales. Se parecerá a los mapas sociales que Eric Fischer compone con fotografías geolocalizadas en Flickr. O al proyecto A more perfect Union, de Luke Dubois, en el que las ciudades llevan el nombre de la palabra más repetida en redes sociales en ese espacio. La ciudad en tiempo real será un arqueología moldeada por todos, un espacio que fue construido para ser habitado, una suma de wikicalles, de wikiplazas, basado en relaciones humanas.

La ciudad en tiempo real será una arqueología de redes o no será.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa