De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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Reevo, una plataforma de educación libre

Reevo – Red de Educación Viva from Reevo on Vimeo.

«Escuela sin aula, «escuela sin pizarras»,»escuelas donde los padres y vecinos son maestros»,»los usuarios podrán compartir enlaces e ideas». Así será el proyecto Reevo, «un proyecto para construir un espacio web con iniciativas vinculadas a la educación, que se centran en el aprendizaje y pleno desarrollo de los seres humanos en comunidad respetando su vida, su cultura y su entorno». Una escuela híbrida – digital y analógica- en toda regla. Una escuela copyelft (no existirá copyright en los contenidos).

Reevo.org, una Red de Educación Viva, acaba de entrar en la plataforma Goteo.org, para buscar la financiación necesaria para llevarse a cabo (5.400 euros mínimo). Reevo, que se define como una plataforma web, constará de tres partes. La primera, un centro de contenidos, que será «un banco colaborativo libre/abierto de conocimientos, experiencias, propuestas y recursos sobre educación no convenciona». La segunda, una red social propia para incentivar el intercambio entre los participantes. La tercera, una incubadora de proyectos, «un espacio de gestación, promoción e impulso a nuevos proyectos educativos que requieren la participación y apoyo de la comunidad».

Reevo surge como una continuación del documental La Educación Prohibida, del que hablé en este blog. Los creadores del proyecto conocieron más de 100 experiencias de educación no convencional y educadores en 10 países de hispanoamérica. Y por ello, tras la éxito de La educación prohibida, decidieron continuar poniendo en jaque a la educación tradicional basada en la competición, los premios, los castigos y la formación enclaustrada. Proyectos como Reevo ayudarán (y mucho) en una transformación social que convertirá nuestras urbes, villas y aldeas en verdaderos lugares de aprendizaje (aquí un post antiguo titulado Hacia la ciudad del aprendizaje).

Por todo ello, el proyecto Reevo.org se merece todo nuestro apoyo. Puedes colaborar aquí, en Goteo.org.

Papa Francisco, onanismo comunicacional

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Nuestro comportamiento en redes sociales pueden revelar cuestiones que no están a la vista. Una simple cuenta de Twitter – cómo la usamos, para qué la usamos-  son un buen termómetro de nuestra identidad. Además, pueden revelar detalles ocultos de las organizaciones que representamos. La nueva cuenta de Twitter del Papa Francisco es un ejemplo extremo.

El primer tuit desde la cuenta @pontifex_es (en castellano) fue el día 14 de marzo.

 

 

Desde entonces, el Papa Francisco apenas ha tuiteado cinco veces. Un detalle: el sumo pontífice apenas sigue ocho perfiles. Sorpresa: en realidad se sigue a sí mismo en ocho idiomas diferentes (latín, inglés, alemán, portugués, polaco, italiano, francés y árabe). No ha retuiteado absolutamente nada. No ha marcado ningún tuit como favorito. No ha conversado con nadie. No tiene ninguna lista creada ni sigue listas creados por otros. Resumiendo: está mirándose al espejo, usando Twitter como si una mera herramienta para hablar de sí mismo, entendiendo sus mensajes como un producto acabado y definitivo. ¿Alguien se imagina a una empresa, a un profesional, a un colectivo que apenas se siga a sí mismo en diferentes idiomas?

David de Ugarte, en su recomendable Trilogías de las Redes, definía a la iglesia católica como una red descentralizada. No es, para él, una red estrictamente centralizada, con un nodo centralizador. Tampoco, una red distribuida, en la que cualquier nodo puede conectarse a cualquier nodo. Sin embargo, creo que aunque la iglesia pudiera considerarse una red descentralizada por cómo se expande sus sedes en el territorio, la actitud del Vaticano la convierte en una anticuada, anacrónica y exagerada red vertical.

Usar Twitter como lo usa el Papa Francisco – exactamente igual a como lo usaba el Papa Ratzinger- es el mayor reflejo de lo que hoy en día es la Iglesia Católica: una institución caduca cuya única forma de comunicación es el monólogo. El Papa Francisco, en lugar de dialogar en Twitter, está practicando un verdadero onanismo comunicacional que resume la actitud de la iglesia. Mucho me temo que la principal fuente que el Papa Francisco utiliza para informarse es L´Osservatore Romano, más cercano a la propaganda que a un medio de comunicación. Y que Twitter y cualquier medio social seguirán siendo para el Vaticano, mientras siga existiendo, un palco más al que asomarse e imponer un mensaje.

Nuevos rumbos participativos del periodismo

Hablan los socios. Hablan los lectores. Así de sencilla es la idea que ElDiario.es acaba de lanzar. Instalaron una cámara en su redacción e invitaron a hablar a algunos de sus socios. Patricia Martín, por ejemplo, explica de forma simple por qué apoya a este medio: “para mí, ser socia de Eldiario.es no significa donar dinero cada mes, significa invertir en una prensa independiente en la que creo y contribuir a una democracia mejor y un país mejor”. La conversación expandida continua en Twitter, alrededor de la etiqueta #apoyoaldiarioes. Ahora, este nuevo medio de comunicación que ya tiene más de 3.000 socios en medios de menos de seis meses, tiene una cuenta pendiente: un encuentro de sus lectores y el equipo de redacción.

La campaña #apoyoaldiarioes es necesaria. Empodera a los lectores. Les da voz. De hecho, yo acabo de dar mi razón para apoyar a dicho medio, en el que ya colaboro. Sí, lo confieso: me he equivocado de hashtag

 

 

Pero es apenas un primer paso para adaptar el viejo modelo periodístico top down (en el que el contenido se impone desde arriba en formatos inmutables) a los procesos bottom up (en los que la conversación de ‘abajo arriba’ y horizontal construye contenido). No es sencillo. La gran crisis que viven los medios de comunicación clásicos y el boom de buen periodismo en red que estamos viviendo, del que ya he hablado en este blog, es una prueba de ello. ¿Cómo construir un medio de información en el que la conversación, el buzz del que habla Jeff Jarvis, sea el sistema nervioso del mismo? Desde luego, usando la fórmula del Tú, reportero (dejando una esquina del medio para que los lectores participen) o permitiendo apenas que opinen sobre las noticias, no llegaremos a un nuevo paradigma informativo.

Existen algunos casos brillantes de participación de los lectores en medios. El diario brasileño A Tribuna, tiene hace años un Consejo de Lectores que se reúne con la redacción periodicamente. The New York Times empodera a los lectores que más y mejor participan comentando noticias, con su Verified Commenters. 20 Minutos, por su parte, hace años que trabaja en intenso diálogo con sus lectores para escoger los temas abordados. Su Pizarra (ahora reconvertido en Tu blog) de temas del día compartida en tiempo real con sus lectores  y su Eco para medir el impacto de cada noticia son referencias al respecto. The Guardian co-crea constantemente noticias con sus lectores. Y el medio digital colombiano La Silla Vacía pone un editor al servicio directo de los lectores.

Sin embargo, quizá el mayor reto sea incorporar el eco de la conversación a las piezas informativas. Un hashgtag, como #Yoapoyoeldiario, es una forma de hacerlo. Sin embargo, es complicado incorporar el flujo que se dispersa por las redes. Los comentarios en el site ya no son suficientes. Los medios, además, siguen usando las redes sociales para divulgar sus contenidos y no para co-crearlos conjuntamente. ¿Por qué seguir considerando las noticias son un producto de formato cerrado en lugar de como un organismo vivo? Yo hace unos meses escribí una entrada en este blog, Aclarando los términos comunidad y red, que nació antes como una conversación coral en Twitter. La plataforma FixMedia.org, en el que los lectores corrigen noticias, es un excelente camino, sin duda. De hecho, hasta ofrece un plug in a los medios para que los lectores mejoren cada noticia.

Pero deberíamos seguir investigando sobre los flujos sociales de cada noticia. Escribir en tiempo real y a la vista de los lectores (en PADs o Google Docs), siempre que sea posible y no matemos una exclusiva. Deberíamos  crear una Sala de Remezclas para que cada noticia sea completada y rescrita por la inteligencia colectiva. Deberíamos buscar fórmulas para incorporar el eco orgánico de cada noticia a nuestros medios. Los periodistas deberían hacer piezas de Storify con la vida social de sus propias noticias, con lo que ocurre después de publicarlas. Mientras no lo hagamos estaremos apenas intentando encontrar una nueva fórmula económica para el periodismo en la era red.

La Europa del sur y América Latina, unidos por el P2P

p2p Un colectivo indígena de Chiapas, enredado con un espacio de co-working de Quito. Una plataforma de crowd funding de Barcelona, trabajando con el movimiento de datos abiertos de Montevideo. Una cooperativa griega, inspirando a colectivos artísticos de Caracas (y viceversa). Un grupo hacktivista de Madrid, retroalimentándose de la permacultura de las favelas de Río de Janeiro. Una comunidad de programadores de software libre de Buenos Aires, colaborando con urbanistas de Lima. Colectivos culturales junto a hackers. Fundaciones con activistas. Artistas copyleft  + gestores de cooperación. Política en red. Ecología de código abierto. Open data. El Sur de Europa, sus movimientos bottom up y horizontales, unido a la energética América Latina. La #GlobalRevolution, la innovación social y el procomún, dialogando de forma transfronteriza. Y ambos lados del océano Atlántico, hermanados por el Peer-to-peer (P2P), una topología de red abierta en la que cada nodo está conectado al resto sin pasar por ningún centro. El P2P – con su apertura, descentralización y empoderamiento colectivo – no es ya algo minoritario. Es filosofía, tendencia de trabajo, una realidad sólida. El P2P es el sistema nervioso del mundo mundo.

No es apenas un principio de texto poético.Tampoco una exageración geek. Este párrafo puede ser realidad a partir del próximo día 20 de marzo, cuando el #Wikisprint de la P2P Foundation se celebre simultáneamente en una veintena de países, en el que estoy especialmente involucrado. El wikisprint, un proceso de documentación colectiva y mapeamiento de experiencias, tiene su origen en las comunidades de programadores informáticos de Python, uno de los lenguajes más populares del software libre. La práctica se extendió a otros ámbitos, como a la escritura de libros colectivos. La respetadísima P2P Foundation realiza wikisprints para mapear experiencias alrededor de estos nuevos paradigmas. El wikisprint del próximo 20 de marzo servirá, por ejemplo, para mapear experiencias alrededor del procomún, de la innovación abierta, de la co-creación, de la transparencia, del co-diseño, de la impresión 3D, de las licencias libres….entre otras cosas. Vale la pena leer los criterios de inclusión en la wiki de la P2P Foundation. En este documento abierto está la lista de ciudades confirmadas: cualquier persona puede añadir la suya.Todos los flujos circularán de alguna forma por el sitio creado para la ocasión Wikisprint.p2pf.net y por el hashgtag de Twitter #P2PWikisprint.

Aunque inicialmente el #wikisprint iba a desarrollarse apenas en España, aprovechando la visita de Michel Bauwens, fundador de la P2P Foundation, el intercambio de información y las conexiones humanas extendieron la convocatoria a toda la América hispánica. También se unió Brasil. Y Grecia e Italia. Redes, personas e instituciones, unidos por el P2P. Sin embargo, en el #wikisprint del próximo 20 de marzo, posiblemente uno de los mayores de la historia, va a haber mucho más que un mapeo. La inercia colaborativa ha generado una riquísima hoja de ruta. Durante el #Wikisprint habrá todo tipo de actividades. Debates, conferencias, proyecciones, self media, talleres, visualizaciones de redes, vídeos…

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¿Por qué es importante el próximo wikisprint de la P2P Foundation? Por muchos motivos. El primero de ellos: visibilizar procesos que los grandes medios y Gobiernos occidentales ignoran. España, uno de los países más castigados por la crisis macroeconómica, es uno de las puntas de lanza del mundo en red, del P2P, del procomún, de las nuevas lógicas horizontales, de la economía colaborativa. Y los medios de masa ignoran una realidad fácilmente comprobable con datos. España es el país del mundo con mayor número de espacios de co-working per cápita (3º en número total). España lidera, con mucha diferente, el movimiento de las monedas sociales. España, en 2010 ya tenía más obras licenciadas con Creative Commons que Estados Unidos. España es el cuarto país del mundo en número de fab labs (que no resume el mundo de la impresión 3D pero sí es un síntoma). Además, la cultura copyleft en España ha contagiado a la arquitectura, la agricultura, la comunicación o la abogacía.  En España opera la mayor red del mundo de Wi-Fi alternativa, Guifi.net, que incentiva los nodos compartidos. Y en España nació el proyecto Lorea, el mayor semillero global de redes sociales libres. Por si fuera poco, el transversal movimiento 15M- Indignados está catapultando los procesos de participación político-sociales-comunicativas y revitalizando el procomún urbano y rural. ¿Por qué los grandes medios ignoran esta realidad? ¿Por qué apenas asocian el P2P con la ‘piratería’?.

Por lo mismo que esconden lo que está pasando en la Grecia azotada por las exigencias neoliberales de la Troika: por miedo. Ignorados por los grandes medios, los griegos están construyendo un nuevo paradigma de la economía del bien común, un mundo colectivo alimentado por las redes. No es casualidad que la P2P Foundation tenga una versión en griego. Por otro lado, la Italia que ha estado gobernada por un tecnócrata también tiene mucho que decir en este nuevo mundo en red. Italianos son la placa Arduino (el caso open hardware más popular), los pensadores Toni Negri (que preconizaba en Multitud la irrupción de lo crowd) y Franco Berardi ‘Bifo’, experiencias tan refrescantes como Open P2P Design o el mal entendido MoVimento 5 Stelle (M5S). Por su parte, Portugal, que todavía no ha confirmado su participación en el #Wikisprint, está viendo cómo su Gobierno migra al software libre.

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¿Por qué no crear una alianza tecnopolítica entre los ciudadanos del Sur de Europa y América Latina?  Posiblemente, América Latina tenga el mejor ecosistema para crear un nuevo prototipo de mundo. Gobiernos, en general, orientados a la izquierda, a lo social. Una intensa histórica alrededor de la propiedad colectiva y el trabajo colaborativo. Una fuerte inercia social, analógica y digital. En América Latina está el único país del mundo que protege a #Wikileaks (Ecuador). En América Latina, concretamente en la brasileña Porto Alegre, nació el Presupuesto Participativo y el Foro Social Mundial. En América Latina, muchos Gobiernos usan software libre. En América Latina los Zapatistas iniciaron el camino de la tecnopolítica y hacktivismo del 99%. En América Latina en la Argentina de 2001, el trueque y lo asambleario renacieron de las cenizas del capitalismo. En América Latina todavía existen prácticas tradicionales como el ayni (Bolivia), el tequio (México) o la minga (Ecuador), en total sintonía con las redes P2P o el procomún.

Lo crowd, lo colaborativo, está en el ADN de América Latina. La raza cósmica, profundamente mestiza, de la que ya hablaba el pensador mexicano José Vasconcelos en 1925 puede salvar a los europeos de los tiburones de Fráncfort y Wall Street. Y por eso es tan importante el #wikisprint del próximo 20 de marzo. Un wikisprint que unirá a los movimientos e innovadores sociales del sur de Europa con América Latina, el territorio donde puede nacer un nuevo mundo en red, sostenible, orientado hacia el bien común.

La utopía latina, eso sí, camina mano a mano de la distopía. El neoliberalismo quiere transformar América Latina en un nuevo espacio de consumo insostenible. El capital inventa siglas (como los BRICS que enlazan Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica) para seducir. Para imponer. Y algunos Gobiernos están cayendo en la trampa del ‘consumo, luego existo’. El riesgo es gigantesco: que los Gobiernos latinoamericanos identifiquen progreso con consumo, con mercado, exclusivamente con propiedad privada o con Estado vertical. Por eso, el #wikisprint del 20 de marzo es más que un #wikisprint. Es un grito colectivo. Un nuevo espacio de diálogo. Una nueva topología de mundo. El primer paso en un proceso planetario que puede empezar a cambiar las reglas del juego.

Hashgtag de Twitter: #P2PWikisprint

Diez tuits sobre el Día Mundial de los Datos Abiertos

Datos abiertos como condición de la transparencia. Datos abiertos como garantía de acceso al conocimiento. Datos abiertos como una puerta abierta a la innovación. Datos abierto como un primer paso hacia el gobierno abierto. Datos abiertos como un activador de la inteligencia colectiva en entornos urbanos. Seis redondas, poética e inspiradores. Pero la realidad es algo más prosaica. Y que existan datos abiertos, especialmente en la política, no significa que vaya a existir una sociedad abierta. Mucho menos un Gobierno abierto, que implica co-creación de políticas, la colaboración y la participación. Vale la pena leer el texto La promesa del open data y la ambigüedad actual del concepto de Gobierno abierto, de Mauricio Delfin.

Aunque el concepto de open data – datos abiertos en español – no garantiza ninguna de las realidades incluídas en las «seis frases redondas», son un paso necesario e inevitable en la nueva sociedad red. Por eso todavía sigue siendo necesario el Día Mundial de los Datos Abiertos, celebrado cada 23 de febrero (hoy). La muerte del activista Aaron Swartz y el espontáneo movimiento #PDFTribute (que liberó publicaciones académicas de todo el mundo con formatos y licencias libres) mostró que los datos abiertos son más actitud que tecnología. Mientras el Gobierno del Partido Popular intenta aprobar una descafeinada ley de transparencia en España que deja al margen a la Monarquía y a los partidos políticos, entre otras cosas, el mundo se mueve. El futuro tendrá #DatosAbiertos o no será.

Recomiendo leer en Twitter lo que está pasando en las etiquetas #OpenDataDay, #DatosAbiertos y #OpenData. Para los que no tengan demasiado tiempo, no usen Twitter y/o confíen en este blog, he escogido este Diez tuits sobre  el Día Mundial de los Datos Abiertos (con algunos que he encontrado sin hashgtag o con fechas anteriores).

 

 

 

 

 

 

 

Razones para leer ‘El kit de la lucha en Internet’

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Existen libros escritos para especialistas que nunca llegan al gran público. Existen libros divulgativos orientados a todos los públicos que nunca son tomados en serio por la academia o los eruditos. Y existe un tipo de libro, una pieza rara en el mundo editorial actual, que deja boquiabiertos a todos los públicos. Este es el caso de El kit de la lucha en Internet, de Marga Padilla, recientemente publicado por Traficantes de Sueños con licencia Creative Commons, una verdadera obra maestra que aborda la mutación y convulsión que está viviendo la sociedad tras la llegada de Internet.

Ameno y profundo, leve e incisivo, simple pero complejo, redondo pero lleno de recovecos, práctico pero sugerente. El kit de la lucha en Internet es un libro camaleónico, resbaladizo y altamente impactante. Y explica como pocos por qué Internet, el software libre, la conexión entre personas y las herramientas digitales están haciendo tambalearse el mundo. Las viejas estructuras políticas, mediáticas y culturales se hunden por no haber entendido algunos de los conceptos que toca Marga Padilla en El kit de la lucha en Internet. De transparencia a recursividad, de copyleft a paradigmas de red, de auto organización a identidad colectiva, de clickactivismo al movimiento 15M, el texto de Marga Padilla es una especie de abecedario elemental de una nueva era. Sin embargo, la simplicidad del relato esconde una doble lectura, una capa de profundidad y análisis deslumbrante.

Marga explica, por ejemplo, cómo un discurso genérico simple, la lucha por las libertades digitales, unió a Wikileaks (organización basada en la transparencia y en el liderato de Julian Assange) y a Anonymous (colectivo basado en la ambigüedad, la distribución y el anonimato). Especialmente brillante es el trecho en el que Marga explica por qué Wikileaks ha pillado a contrapié a medios de contra información como Nodo50, Kaos en la Red, Rebelión o Insurgente. Wikileaks ofrece toda la información en bruto. Transparencia total. El periodismo de análisis, el opinólogo, ya sea informador o contrainformador, se queda fuera de juego: «El periodista ya no es necesario y por lo tanto ha de ser eliminado, en aras de la transparencia, no hay lugar para la opinión» (una frase recogida en el libro que no es de Marga).

Marga Padilla insiste en un concepto que deambula por todo el libro, el de ‘dispositivo inacabado’. Wikileaks como un dispositivo inacabado, como una herramienta que cada uno termina como quiere. Xmailer, un dispositivo lanzado por el colectivo Hacktivistas que permitía enviar un mensaje a una lista de destinatarios múltiples, como un dispositivo inacabado. Y es que Marga, con paciencia y puntería, va desmantelando todos los clichés del mercado y los Gobiernos contra la cultura libre, contra la red de redes, contra la revolución tecnológica. Marga nos pone cara a cara a un nuevo mundo. Nos presenta una nueva realidad de bienes inmateriales compartidos hasta el infinito. Una nueva esfera público-privada de cuartos conectados (a Internet). Una nuevo mundo autogobernado, rizomático, fascinante, moldeado por un nuevo crisol de identidades colectivas. Marga nos ofrece un jugoso aperitivo de un cocktail llamado La libertad en la era red. Libertad cercada, machacada, perseguida, sí. Pero libertad invencible. Cuestión de tiempo.

Por todo lo anterior, y por mucho más, El kit de la lucha en Internet debería ser de obligada lectura en colegios, hemiciclos políticos, plazas, parques, comisarías, parqués de bolsas de valores, agencias de rating…. Para concluir, nada mejor que una metacita, un fragmento de Un cuarto propio conectado, de Remedios Zafra, que aprece en el libro:

«Los cambios de los que estoy hablando tratan sobre nuestros días conectados a Internet. No se caen torres, no hay rugido de la banca, no hay guerras de petróleo ni muertes físicas. No hay una imagen épica que simbolice el cambio al que aludo. Es como una gota sobre una piedra. Es como la acción de los universos simbólicos sobre los cuerpos. Lenta, pero crucial».

El Kit de la lucha en Internet. Precio papel: 6 euros. Descarga libre en formato PDF. Twitter de Marga Padilla:  @cien_margaritas 

Sudán del Sur, el primer país de código abierto del mundo

¿Imaginas un país, un Gobierno, que desde su nacimiento sólo usa software libre y datos abiertos? ¿Un país que nace abrazando la filosofía colaborativa y transparente del movimiento de código abierto en todos los campos?  ¿Un Estado que apuesta por nuevos métodos de participación política basados en las lógicas de las redes? ¿Un país que sueña con empoderar y construir un ecosistema informativo ciudadano? Es el caso de la República de Sudán del Sur, el país más joven del planeta, que se independizó de Sudán el 9 de julio de 2011.

Sudán del Sur, un país machado por décadas de conflictos bélicos, se ha lanzado con entusiasmo al proyecto #OSJUBA. A partir de su capital, Juba, el país pretende reinventarse, comenzar desde cero con las lógicas abiertas de la era red. Uno de los impulsores del proyecto es el canadiense Stephen Kovats, afincado en Berlín, ex director del festival Transmediale, una voz respetada en la comunidad hacker internacional. Stephen presentó el proyecto #OsJuba el pasado mes de diciembre, en la conferencia berlinesa Open Strategies (aquí el vídeo). “Todo comenzó con una visión – afirmó Stephen al diario brasileño Estado de São Paulo, que elaboró un buen reportaje –  el país más joven del mundo nace en un momento en el que existen tecnologías y metodologías para el acceso a la información y para compartir conocimiento que no existían cuando la mayoría de las otras naciones del mundo fueron fundadas”.

Por eso, #OsJuba pretende incentivar tecnologías de código abierto, transparencia, procesos de la cultura libre, aproximaciones grass-roots (de abajo arriba) y la participación política en red . Vale la pena leer el documento de r0g-media sobre #OsJuba. Algunos de los objetivos son los siguientes:

  • Crowdsourcing y acceso abierto a datos para una mejor transparencia en la gestión de los recursos del Gobierno.
  • Incrementar la movilidad digital para la información en red y la comunicación, para incentivar la libertad de expresión, la interacción cívica y la diversidad cultural.
  • Nuevas formas de periodismo ciudadano y comunitario, incluyendo SMS, radio, streaming.
  • Crear nuevas economías y tecnologías basadas en el usuario alrededor del conocimiento local. 
  • Posibilitar una educación abierta peer-to-peer para complementar las estructuras tradicionales de aprendizaje.

Sudán del Sur, a parte de dar lecciones a algunos países del primer mundo, puede abrir un camino para todo el continente africano. De hecho, es el sueño de Stephen Kovats:  “Realmente Sudán del Sur presenta una oportunidad increíble para el concepto de apertura, en el sentido de uso de transparencia y sistemas abiertos para la construcción de un país. Mi deseo ahora es buscar socios en otros países de África”.

Videocracia: política y ficción

“Cuando las elecciones han terminado, todo queda congelado en el tiempo. ¿En qué se convierte aquel cartel electoral? En el maldito rastro hacia nuestras mentiras”. Así arranca Videocracia: política y ficción, el último capítulo del programa Soy Cámara, del Centro de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) emitido el pasado 18 de enero en TVE. La frase que abre Videocracia: política y ficción, en realidad, aparece en el libro SPOTS ELECTORALES. El espectáculo de la democracia en la TV desde 1989, una investigación de Jorge Luis Marzo y Arturo «Fito» Rodríguez. Teóricamente, es una frase de Roberto Alfa, uno de los mayores «expertos internacionales en comunicación política». Sin embargo, Roberto Alfa es una ficcón: una máscara que da voz a los miles de creativos entrevistados para la investigación que prefieren mantenerse en el anonimato.

Roberto Alfa encarna a la perfección el marketing político, la política espectáculo, la política objeto, la democracia escaparate. La filosofía de Roberto Alfa, mitificado como gurú-de-gurús en este mockumentario (documentario ficción), flota en todo el programa. Frases redondas, impactantes, directas. Dolorosas (deberían serlo) para cualquier verdadero demócrata.

 “Todo se basa en repetir lo mismo hasta la saciedad, hasta que el eslogan se quede adherido a la piel del público como un secante (…). En las dos semanas que dura una campaña, todo debe ser campaña: un perro, un tren, un tomate; todo se convierte en elemento simbólico de campaña, le importe o no al perro o al tomate».

Videocracia: política y ficción, que aterriza en una España distópica azotada por la corrupción y un desligitimado Partido Popular, es un trabajo especialmente explosivo. Supuestos especialistas/creativos, como Lluc Canetti (Cetedrático de Comunicación política de la Universidad de West Virginia) comparten escena con políticos reales de todo el mundo. Spain is not different. Muchos de ellos desfilan por el vídeo. José María Aznar, José María Ruíz Mateos. Videocracia: política y ficción. Jesús Gil, José Luis Rodríguez Zapatero. Videocracia: marketing y maquillaje. Videocracia: teatro y marca. Videocracia: manipulación y palco. «El ejercicio de la política es el control de los afectos», afirma un solemne y ficticio Lluc Canetti. 

Da al play. Observa, escucha. Mira el refrito de spots políticos de este mockumentario, de esta realísima ficción. Da al play, digiere el golpe. Indígnate. No es para menos. Aunque ya lo supiéramos, Videocracia nos confirma de sopetón que existe un grupúsculo de gurús especializados en convertir a los candidatos políticos en un producto de mercado. Que la única manera de triunfar en la mayoría de democracias es invertir ingentes candidades de dinero en campañas comerciales. Que la política, como dice en el vídeo Joan Pudevilla (Cofundador ACP Asociados. Alfa Comunicación Política) es «marketing sofisticado». Y que el auto proclamado imbatible raciocinio de Occidente, de la democracia, no tiene nada que ver con las ideas: reside exactamente en manipular emociones.

Emoción. Ficción. Manipulación. Cleptocracia. Hace años publiqué un texto sobre Lula, el peluche presidencial, el muñeco-candidato, el amuleto emotivo de la política-corazón, la carne-bajo-el-maquillaje de las agencias de marketing. ¿Para qué hablar de programas electorales si tenemos estrategias lacrimógenas? «Las democracias occidentales, en claro proceso de descomposición han entendido en los spots un claro exponente de su estetización y banalización», dice Lluc Canetti. Y cuándo llegamos a la red, la cosa puede empeorar. Nadie como Roberto Alfa, dando voz a todo un sistema, para explicarlo: “Es genial lo de la red: con tal de no firmarlos o de que vayan a nombre de las juventudes del partido, puedes colgar videos saltándote la normativa electoral».

Por todo lo anterior, me llama la atención que muchas personas no hayan captado algunas sutilezas del recientemente presentado Partido X, el partido del futuro que pretende «desalojar el hemiciclo» español. En mis Hipótesis sobre el Partido X elogié en cierto modo que dicho partido no tenga rostros y que se escondan bajo el anonimato. Tras ver Videocracia: política y ficción, su postura me parece todavía más pertinente. El hecho de haber contratado a actores en su controvertida rueda de prensa virtual mete el dedo en el ojo de la manipulación política, en el marketing de la emoción, en la construcción artificial de candidatos. Haciendo una campaña low cost de alto impacto político, el Partido X deja en evidencia otra cosa: las millonarias campañas electorales son innecesarias. Por lo menos, podrían serlo.

Los críticos del partido X – a los que respeto – deberían ver Videocracia: política y ficción. Y después de ello, deberían olvidarse del Partido X y simplemente intentar responder a las siguientes preguntas: ¿No debería estar prohibida la propaganda política? ¿No debería bastar con la publicación-comunicación de los programas electorales?

 

El paréntesis de Gutenberg

La piratería no va a acabar con la industria editorial. Una profecía apocalíptica: los teléfonos móviles, las redes sociales y los videojuegos sí pueden hacerlo. Devorarán, sin duda, la industria editorial que apenas apuesta por el formato papel. Ahora una confesión: estas líneas forman parte de una estrategia narrativa para que sigas leyendo una historia personal. Prometo no mentir, eso sí. Y un final especialmente incómodo para los traficantes de celulosa (ese lobby del papel) y los señores del copyright.

La historia personal es muy sencilla. Y es de interés común. Mi última creación de ficción, #24H, acaba de conseguir su registro en el ISBN (International Standard Book Number). Ya tiene un número, 978-84-616-0745-7. Hasta hace muy poco, #24H no era nada para las máximas autoridades del libro de España. No existía. Sin ISBN, además, no podía ser encontrado en librerías. Ni siquiera podía subirse a Google Books (ahora ya está).#24H no ha tenido ISBN hasta hace unas semanas no por falta de voluntad sino porque no ha sido fácil conseguirlo. Ha sido, básicamente, una odisea.

El formato de #24H, que usa licencia Creative Commons, es híbrido: papel en Lulu y Bubok, ePub para tablets, MOB para Kindle, pdf. Además, habilitamos una sala de remezclas para que cualquier lector pudiese modificar el contenido, remezclarlo, rescribirlo. Y aquí llega el primer gran problema. ¿#24H Es un libro? ¿Un eBook? ¿Un site? Ethel Baraona, editora de Dpr-Barcelona y de #24H, me lo explicaba de una forma sintética en un mail: «Algunos de los diversos formatos en los que está publicado, como la impresión por demanda o la sala de remezclas, no están contemplados en el formulario de solicitud del ISBN y por lo tanto, dificulta su tramitación». O sea, #24H no era para el ISBN un libro de papel al uso. ¡Pero tampoco era un eBook! Otro pedacito del mail de Ethel: «Se piden datos, por ejemplo, del número de ejemplares, que al ser impresión por demanda es imposible conocer a priori . El «formato digital» solo contempla edición eBook para kindle o PDF, pero aún no incluye formatos interactivos y mucho menos un formato dinámico como la sala de remezcla».

La tecnología abre una espectacular puerta para la literatura. Para su distribución. Para su difusión. Para una nueva interacción entre creador y público. Abre la puerta incluso a la literatura colectiva, a la escritura en red, a la identidad creativa colectiva, a la remezcla. No es obligatorio hacerlo entrar en este mundo. Pero es una nueva puerta. Está abierta. Yo he participado, por ejemplo, en el proyecto colectivo Asalto, de la Fundación Robo. Sin embargo, el mundo editorial, en general, sigue considerando Internet como un enemigo.  Un libro publicado en la plataforma Booki.cc no existe para CEDRO. La Ley de la Propiedad Intelectual es tan obsoleta que publicar un texto en un PAD abierto – documento que permite la escritura colectiva online – es igual a nada.  Y ese desfase entre tecnología, formatos y leyes asusta. Aunque creo que es una buena idea aprovechar ese agujero negro – publicar novelas en PADs. por ejemplo – para dejar en evidencia el absurdo del actual marco legal de propiedad intelectual. Lo peor de todo esto: tenemos que seguir aguantando a esa extirpe creadora alienada en un elitismo totalmente arrogante. Javier Marías, en su texto Tanto compartir, arremetió con virulencia contra el crowdfunding, contra lo compartido, contra las redes sociales. Y  peor que eso:  arremetió contra cualquier tipo de interacción.

Pues tienen que saber, sí, que esa «ridícula interacción» que le causa vómitos a Javier Marías es precisamente lo que va a derrumbar su mundo. El prestigioso científico brasileño Silvio Meira publicó un texto recientemente titulado El principal enemigo del libro… En él, Silvio defendía que los videojuegos, las redes sociales y la mobilidad son los principales enemigos del libro. Silvio, citando a Thomas Petit, la teoría del paréntesis de Gutenberg. Llevamos cinco siglos presos en el formato libro, en un sistema editorial de objetos físicos, en una red de saber encerrado en bibliotecas que nos apartó de la oralidad y la performance ancestral de la cultura. La imprenta de Gutenberg nos apartó de la oralidad. Ahora, entre átomos y bits, estamos en el punto de mutación. La cultura digital supone una vuelta a la oralidad, a la interacción, a lo colectivo. La era de Gutenberg, por mucho que le pese a algunos, ha sido apenas un paréntesis en la historia de la humanidad. Aquí un texto para excépticos.

¿Y qué viene después del paréntesis de Gutenberg, de la dictadura del copyright, del lobby de la celulosa? Aquí, un pedacito del texto de Silvio Meira que no tiene desperdicio: «Después del paréntesis de Gutenberg, los nuevos modos de tratar, recibir, percibir y promover la información desajusta el espacio canónigo de composición y nos lleva a procesos de copia+mezcla+pega (o rip+mix+burn) ofreciendo nuevas y gigantescas posibilidades y, al mesmo tiempo, poniendo en riesgo un modelo (cultural, de negocio y poder) otrora [o todavía] centrado en el autor y su obra». En los últimos coletazos del paréntesis de Gutenberg, Javier Marías sigue en su torre de marfil (que se desmorona) y la viuda de Borges retira del mercado una versión-homenaje de El Hacedor escrita con pasión/admiración Agustín Fernández Mallo.

Mi historia personal tiene un final feliz. Mi libro (o lo que sea) #24H, que fue bastante comentado en redes y algunos medios, pasó desapercibido para muchos críticos literarios. Sin embargo, hubo un texto excelente que entendió todo, titulado #24H: Sinergias entre la novela contemporánea y las redes sociales. No apareció en un pomposo suplemento literario, no. Fue publicado en Playground, una publicación que suele hablar de música, vídeos, DJs, hasta de videojuegos. Bye bye, Gutenberg, como afirma el visionario Silvio Meira. Adiós, literatura-objeto.

Innovación #copyleft y colectiva en los medios de España

Innovar en tiempos de crisis. Cambiar de piel. Reciclaje a ritmo forzado. Los medios de comunicación clásicos están en la mayor crisis de su historia. Sin embargo, siguen apostando, con muy pocas excepciones, por la misma fórmula. Intentan aplicar la lógica del papel al mundo digital, sin adaptar o buscar otro camino. Peor que eso: su única solución a la crisis es el despido masivo de trabajadores. El caso de El País, con sus 128 despidos, es el mayor ejemplo de lo que no se tiene que hacer para salvar a un medio que agoniza. La tecnología que salvará el periodismo se llama contenido, escribí hace unos meses en este blog. Cuando publiqué el Manifiesto PosPeriodístico, también en este blog, quería remover un poco los cimientos de la vieja guardia que asiste impávida al desmoronamiento de la prensa, especialmente del papel.

En el caso de los medios españoles la crisis es especialmente dolorosa. Doble crisis: de papel y económica. Sin embargo, en medio de la tormenta está sucediendo una espectacular revolución en el panorama informativo que no estoy viendo en otros lugares del planeta. El hundimiento de Público – que se quedó en un escuálido site con poca plantilla – dio pie a un buen puñado de proyectos. El #copyleft – licencia que permite la copia del contenido – se abre paso en bastantes cabeceras, algo casi inexistente en el resto del mundo. 20 Minutos, que usa Creative Commons y liberó la copia de su contenido hace ya una década, abrió el camino. Ahora, el periodismo español empieza a abandonar el copyright y abrirse a otras fórmulas.

Por otro lado, la situación española is different. En pocos lugares del planeta se cumple con mayor claridad aquello de la ‘autocomunicación de masas’ de la que habla el pensador Manuel Castells o el Nosotros, los medios, de Dan Gillmor. La sociedad está informando (y muy bien) desde las redes, blogs, plataformas, cooperativas, colectivos. La información unidirecional de los medios clásicos ha dado paso a una conversación: a la era de la comunicación. Por eso, he incluído en este inventario nuevas cabeceras pero también proyectos ciudadanos. El futuro del periodismo, de la comunicación, ya está aquí.

Eldiario.es. Sin lugar a dudas, el proyecto que más está innovando. Lanzado por Ignacio Escolar, primer director de Público, El Diario ya es una cabecera respetada. ¿Innovaciones? Muchas. La primera: utiliza la licencia Creative Commons más abierta de todas.Cualquier persona puede incluso vender su contenido y ganar dinero con ello. Han entendido que la monetización, en la era red, viene de otros rincones. Publicidad clásica, sí, pero también suscripciones, reputación, encuentros alrededor de la marca, acuerdos con ONGs… La redacción de El Diario es pequeña. Tampoco quieren redacciones en todas las regiones. Prefieren alianzas temáticas con otras entidades (en Ciencia y Tecnología con Esmateria, en cultura con el Hotel Kafka que realiza el Diario Kafka…) o regionales (en Galicia con praza.com, en Catalunya con diferentes colectivos, en Valencia con SOM…). Además, han entendido el concepto de commons marketing de Olmo Gálvez. Dividen riesgos y beneficios con sus diferentes aliados regionales y temáticos. Los subscriptores pueden dialogar con la redacción presencialmente y tienen ciertos privilegios (leer antes algunas noticias, por ejemplo). La zona de blogs es un bello paisaje donde encontrar algunas de las firmas más interesantes de España, además de fantásticos blogs colectivos, como Zona Crítica (donde yo escribo de vez en cuando), Interferencias, Colaboratorio, El cuaderno del MediaLab o Desalambre. También imprimirán una revista con contenido en profundidad y análisis.

EsMateria. Lanzado por Patricia Fernández de Lis, ex redactora jefe de Ciencias en Público, Esmateria es un medio especializado en ciencia y tecnología, con un saludable guiño a la cultura libre. Usa Creative Commons y su modelo también es innovador. Vale la pena leer su Quiénes somos.

MasPúblico / LaMarea.com. Una buena parte de los trabajadores que salieron del diario Público fundaron una cooperativa. MásPúblico ha informado desde un blog colectivo con rigor desde el primer día. El 21 de diciembre lanzan LaMarea.com, con espíritu cooperativo. Muy bonita la justificación que ellos mismos hacen del nombre del proyecto: «La palabra “marea” se usa a menudo como sinónimo de “marcha”, pero tiene otra esencia.Una marcha puede sonar algo marcial. Una marea es muy distinta, sugiere un movimiento progresivo y expansivo. Las mareas no tienen nada que ver con los tsunamis destructivos. Avisan de su llegada, pero nada las detiene. Crecen lenta, e incluso serenamente, pero con una fuerza imparable». Usará licencia Creative Commons.

Presentacion NUMEROS ROJOS from maite garrido on Vimeo.

Revista NúmerosRojos. Una revista financiada con crowd funding que ya ha lanzado 4 números. Excelente en contenido y diseño. Se definen como una revista de izquierdas. El proyecto que aporta reposo, análisis y contenido de calidad en un mundo gobernado por el exceso de información de última hora. Tuve el placer de colaborar en el primer número de la revista con el texto Un doble click para una nueva izquierda. La licencia es Creative Commons.

InfoLibre. El periodista Jesús Maraña, último director de Público antes de dejar de ser un medio impreso, acaba de anunciar el lanzamiento de InfoLibre para los primeros meses de 2013. Será un diario digital, InfoLibre, y una revista impresa mensual, TintaLibre. Su financiación será totalmente transparente y buscará una fórmula intermedia entre subscripciones y publicidad. Y prometen ser totalmente independientes. Vale la pena leer su presentación. Usará licencia Creative Commons.

Revista Mongolia. El nacimiento de esta revista satírica, que mezcla humor con periodismo de investigación, demuestra que el papel no está muerto. Todo lo contrario. Mezclando subscripciones con venta en quioscos han alcanzado la espectacular cifra de 40.000 ejemplares vendidos de cada número. Hasta The New York Times ha hablado de Mongolia.

Fix media. Con el lema ‘Arregla las noticias’, este site lanzado por Pau Llop, es una de las grandes novedades en el ámbito comunicacional de los últimos tiempos. Cualquier usuario puede mejorar noticias publicadas en medios. FixMedia abre la puerta a la inteligencia colectiva y al periodismo colaborativo. Disponen, incluso, de un plug in para colocar en cualquier web el icono de Fix Media. Fraguo su nacimiento gracias a la plataforma Goteo.orgcrowd funding for the commons.

Fotomovimiento. El Fotomovimiento fue puesto en marcha por un grupo de personas interesadas en la fotografía que se juntaron en la Plaza de Catalunya durante la acampada del 15M, en mayo de 2011. Su cobertura colaborativa y colectiva de la realidad es, simplemente, brillante. Y necesaria. Las fotografías que los medios nos se atreven a publicar las encontrarás en Fotomovimiento.org. Cuelgan su trabajo en galerías de Flickr con licencia Creative Commons. La imagen pertenece a la cobertura de la huelga general, donde la represión policial en Barcelona fue muy dura y apenas apareció en algunos medios.

Solidaritat i Comunicació. La cooperativa catalana de periodistas audiovisuales Solidaritat i comunicació, que nació para  “fomentar la cooperación y la solidaridad”está haciendo una gran cobertura de la crisis. Son los autores del vídeo que probó que los Mossos d’Esquadra son los responsables de que Ester Quintana perdiese un ojo a causa del impacto de una bola de goma y dejó en ridículo al conseller Felipe Puig. Vale la pena ver su canal propio de You Tube.

Yorokobu. Con el lema Take a walk on the slow side, Yorokobu nació como un blog de la mano de Brand&Roses. Creatividad, cultura, diseño, publicidad, mundo de código abierto. Contenido cocinado con cariño, frescura, apertura. Y rápidamente dio el salto al papel, un camino casi inédito en el mundo de la prensa. Sus contenidos, que tienen licencia Creative Commons, son una buena puerta de entrada al nuevo mundo de las redes, la innovación abierta y la cultura libre. También tengo el placer de colaborar con ellos.

People Witness. Este colectivo, del que ya he hablado en Código Abierto, se ha convertido en la mayor red de streamers del Estado español. Armados de teléfonos móviles con acceso a Internet, están poniendo en entredicho las versiones oficiales de políticos y policías. Sus coberturas audiovisuales en directo de manifiestaciones están siendo magistrales.

Agora Sol Radio. La radio que nació durante la Acampada Sol continúa viva. Y más que nunca. Emite online para todo el mundo. Su parrilla de programas no para de crecer.

TomaLatele.tv. Otra iniciativa del movimiento 15M digna de elogio. Coberturas de actualidad, programas, cortos. Más que recomendable. Un medio colectivo necesario.

Periódico15M. «Descarga este periódico, llévalo a la Asamblea de tu barrio, repártelo en tu trabajo o lugar de estudios, buzonea a tus vecinos… ¡¡IMPRIME-DISTRIBUYE-PARTICIPA!!». Con esta frase está resumido el espíritu de un periódico con que nació con vocación de papel, para explicar a la población más analógica lo que circula en las redes y no en los medios masivos.

 

Revista Orsai. + 10000 para el gigantesco Hernán Casciari, uno de los grandes defensores de Creative Commons. El escritor argentino, lanzando la revista Orsai, ha abierto un camino editorial simplemente genial. Periodismo de calidad, profundidad, textos narrativos. Y lo mejor de todo: un producto totalmente independiente que sobrevive gracias a los lectores. Su secreto: facilitar que cada lector sea distribuidor y pueda implicarse en el proyecto. Cualquier lector puede vender la revista y lucrarse (un poco) con ello.  El vídeo ‘Cómo acabar con el intermediario’ que antecede estas líneas se puede considerar un clásico del mundo en red. Un blog se convirtió en una revista. Una revista dará paso a una editorial en red. Un blog que ya se transformó en una pizzería – sí, abrieron una pizzería en Buenos Aires gracias a la colaboración de los lectores del blog- conectando personas alrededor de un sueño.

Líbero. Otro proyecto que nació de profesionales que salieron de la cabecera Público. Una peculiar publicación alrededor del fútbol, pero con un claro matiz literario. En sus páginas se puede encontrar cultura, relatos literarios, moda, estilo de vida. Un soplo de aire fresco en el abanico de revistas comerciales hechas por y para el mercado. También usa licencia Creative Commons.

Lainformacion.com. Esta cabecera nació en los primeros empujones de las crisis. Y a pesar de las críticas de que usa más robots que personas, me parece muy interesante. Ha conseguido métricas excelentes y muy buen desempeño en redes sociales. La mirada de La Informacion es propia, diferente y bastante rigurosa. Además, su sección de InfoGráficos es magnífica.

 

Reset from Reset on Vimeo.

The Reset Project. Un medio digital que tiene las cosas muy claras: «Existe una brecha entre la ciudadanía y el periodismo. Pero también un abismo, triste, entre el periodismo y los propios periodistas. Empecemos por ahí». Pretenden, de alguna manera, resetear el periodismo clásico y menear el inmobilismo provocado por la crisis. Su licencia también es copyleft. Y su energía camina, creo, en la dirección correcta. Otra bella frase de su site: «Estamos neutralizados ante una crisis de los medios, que no sólo es económica ni de modelo de negocio, SINO DE SENTIDO, VALENTÍA Y CREATIVIDAD».

Diagonal. Aunque Diagonal nació unos años antes de la crisis (en 2005), su modelo merece atención. Surgió de los colectivos sociales de Madrid. Apostó desde el inicio por licencias libres (Creative Commons). Sobrevive gracias a sus subscriptores. Trabajan en red. Y su modelo de profundidad, análisis, información rigurosa, se está abriendo un hueco en el panorama informativo. Haber tejido una comunidad es uno de sus secretos. Los productos Diagonal – camisetas, sudaderas, libros… – son una fuente complementaria al contenido. Desde el madrileño barrio de Lavapiés ya han lanzado ediciones locales en Andalucía, Aragón, Asturias y Galicia.

La Parada. La mutación de Vudeo.org. Se definen como una «comunidad que selecciona, analiza y reflexiona la actualidad con múltiples herramientas, para producir conjuntamente con un equipo de periodistas y productores un espacio televisivo de emisión online«. Con el grito de ‘enciende tu webcam’, La Parada está realizando periodismo de calidad, compartiendo proceso con la comunidad. Periodismo participativo en estado puro.

Via52. Un semanario digital que nació con un proceso de crowd funding en la plataforma Goteo.org. Está conformado por un grupo de profesionales del periodismo, el fotoperiodismo, la ilustración y la tecnología. Licencia copyleft. Licencia para copiar.

Alternativas económicas. Aunque usan copyright tienen espíritu cooperativo. Son una cooperativa, vaya. Se inspiran, según su site,  «en el modelo periodístico y societario que desde hace 32 años ha desarrollado la publicación francesa Alternatives Economiques« copyright.