De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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#UnienLaCalle, enseñanza en el espacio público

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¿Enseñanza en el espacio público como forma de protesta? Así de sencilla y explosiva es la propuesta de la plataforma #UnienLaCalle, que tiene convocado un maratón educativo en las calles de Madrid para el próximo sábado 9 de marzo. Su manifiesto no deja lugar a dudas: protestan para una enseñanza pública de calidad. Sin embargo, el formato que ya viene utilizando el sector de la educación en España desde el 15M, enseñar en la calle, me parece especialmente poderoso.

Durante la ocupación de las plazas, tras el 15M de 2011, pudimos ver a catedráticos, premios Nobel y doctores dando aulas magnas en las plazas y parques. El día en el que nació Occupy Wall Street, el 17 de septiembre de 2011, el 15M de Madrid preparó una aula magna de economía en la puerta de la Bolsa (Toma la Bolsa 17S). La Universitat Indignada de Barcelona del 15M también está llevando el proceso educativo al espacio público. Un espacio público que se conecta, tras años de prohibicionismo y mercantilización,  con el pasado milenario del ágora griega, del foro romano, de los zocos árabes, de los burgos medievales.

En este blog ya he hablado del concepto de la ciudad del aprendizaje. Un concepto que, según Doménico di Siena, consiste en “pasar de modelos basados en la creación de productos y servicios eficientes que nos obligan a un movimiento constante (y al consumo), a modelos basados en la gestión de la información y producción del conocimiento (autorganización)”. La ciudad como espacio de aprendizaje. El aprendizaje como sorpresa. Cualquier rincón puede transformarse en un lugar de enseñanza e intercambio.

También he hablando en este blog del documental y libro La educación expandida, del colectivo ZEMOS98, que pone en tela de juicio un modelo educativo basado en la jerarquía, la competición y los espacios cerrados.  Y también he comentado el documental La educación prohibida, un misil contra el sistema educativo.

Por todo ello, estemos pendientes de #UnienLaCalle, etiqueta, movimiento y/o tendencia imparable.

Nuevos rumbos participativos del periodismo

Hablan los socios. Hablan los lectores. Así de sencilla es la idea que ElDiario.es acaba de lanzar. Instalaron una cámara en su redacción e invitaron a hablar a algunos de sus socios. Patricia Martín, por ejemplo, explica de forma simple por qué apoya a este medio: “para mí, ser socia de Eldiario.es no significa donar dinero cada mes, significa invertir en una prensa independiente en la que creo y contribuir a una democracia mejor y un país mejor”. La conversación expandida continua en Twitter, alrededor de la etiqueta #apoyoaldiarioes. Ahora, este nuevo medio de comunicación que ya tiene más de 3.000 socios en medios de menos de seis meses, tiene una cuenta pendiente: un encuentro de sus lectores y el equipo de redacción.

La campaña #apoyoaldiarioes es necesaria. Empodera a los lectores. Les da voz. De hecho, yo acabo de dar mi razón para apoyar a dicho medio, en el que ya colaboro. Sí, lo confieso: me he equivocado de hashtag

 

 

Pero es apenas un primer paso para adaptar el viejo modelo periodístico top down (en el que el contenido se impone desde arriba en formatos inmutables) a los procesos bottom up (en los que la conversación de ‘abajo arriba’ y horizontal construye contenido). No es sencillo. La gran crisis que viven los medios de comunicación clásicos y el boom de buen periodismo en red que estamos viviendo, del que ya he hablado en este blog, es una prueba de ello. ¿Cómo construir un medio de información en el que la conversación, el buzz del que habla Jeff Jarvis, sea el sistema nervioso del mismo? Desde luego, usando la fórmula del Tú, reportero (dejando una esquina del medio para que los lectores participen) o permitiendo apenas que opinen sobre las noticias, no llegaremos a un nuevo paradigma informativo.

Existen algunos casos brillantes de participación de los lectores en medios. El diario brasileño A Tribuna, tiene hace años un Consejo de Lectores que se reúne con la redacción periodicamente. The New York Times empodera a los lectores que más y mejor participan comentando noticias, con su Verified Commenters. 20 Minutos, por su parte, hace años que trabaja en intenso diálogo con sus lectores para escoger los temas abordados. Su Pizarra (ahora reconvertido en Tu blog) de temas del día compartida en tiempo real con sus lectores  y su Eco para medir el impacto de cada noticia son referencias al respecto. The Guardian co-crea constantemente noticias con sus lectores. Y el medio digital colombiano La Silla Vacía pone un editor al servicio directo de los lectores.

Sin embargo, quizá el mayor reto sea incorporar el eco de la conversación a las piezas informativas. Un hashgtag, como #Yoapoyoeldiario, es una forma de hacerlo. Sin embargo, es complicado incorporar el flujo que se dispersa por las redes. Los comentarios en el site ya no son suficientes. Los medios, además, siguen usando las redes sociales para divulgar sus contenidos y no para co-crearlos conjuntamente. ¿Por qué seguir considerando las noticias son un producto de formato cerrado en lugar de como un organismo vivo? Yo hace unos meses escribí una entrada en este blog, Aclarando los términos comunidad y red, que nació antes como una conversación coral en Twitter. La plataforma FixMedia.org, en el que los lectores corrigen noticias, es un excelente camino, sin duda. De hecho, hasta ofrece un plug in a los medios para que los lectores mejoren cada noticia.

Pero deberíamos seguir investigando sobre los flujos sociales de cada noticia. Escribir en tiempo real y a la vista de los lectores (en PADs o Google Docs), siempre que sea posible y no matemos una exclusiva. Deberíamos  crear una Sala de Remezclas para que cada noticia sea completada y rescrita por la inteligencia colectiva. Deberíamos buscar fórmulas para incorporar el eco orgánico de cada noticia a nuestros medios. Los periodistas deberían hacer piezas de Storify con la vida social de sus propias noticias, con lo que ocurre después de publicarlas. Mientras no lo hagamos estaremos apenas intentando encontrar una nueva fórmula económica para el periodismo en la era red.

Presión vía fax para que el mundo no reconozca al Gobierno de España

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De la desobediencia civil a la guerra diplomática. De la lucha interna contra los recortes del Gobierno de Rajoy a una campaña internacional. El colectivo eXlandia, ante la acelerada deslegitimación del Gobierno español, ha dado una vuelta de tuerca al denominado ciberactivismo. Y han lanzado una campaña en oiga.me, «plataforma libre de movilización ciudadana», para inundar de faxes las embajadas y organismos internacionales con presencia en España. La campaña, titulada, Solicita a los representantes de países extranjeros y organismos internacionales que dejen de reconocer al Gobierno de España, utiliza el nuevo módulo habilitado por el equipo de Oiga.me que permite que el mensaje llegue a un número elevado de faxes.

En la campaña de eXlandia han sido elegidos todos los números de fax de las embajadas y el de organismos internacionales con representación en España, de la Comisión Europea a la UNESCO, de la FAO a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre un largo etcétera. Cada envío de fax tiene un coste de 0,04 euros. Cada envío completo a todos los números, aproximadamente 5 euros. ¿Y por qué lanzar una campaña diplomática internacional? ¿Por qué una campaña de impacto simbólico y no cuantitativa (envío de miles de mails)? Los miembros de eXlandia, vía correo electrónico, lo justifican así: «Si el gobierno es irrelevante y no nos representa, lo lógico es decírselo a los demás para que dejen de considerarlo un interlocutor válido, no son nadie, su palabra no vale nada, y quien hable con ellos está dialogando con fantoches». El contenido del fax enviado a todos los representantes políticos internacionales con presencia en España denuncia con contundencia «un régimen gobernado por la impunidad judicial, los privilegios de la casta político-financiera y una ley electoral simplemente inaceptable».

eXlandia, en este comunicado que ha sido redactado de forma colaborativa, pone especial hincapié en la corrupción que en los últimos tiempos sacude al Partido Popular (PP), en el poder: «El Gobierno de España está formado por un grupo de políticos corruptos que saquean la riqueza común del país, obedeciendo a poderes financieros e intereses propios». Sin embargo, el comunicado también hace referencia al anterior gobierno. Y centra su crítica en la «devastación a la que nos somete el grupo de personas que se han hecho con el control del régimen». Para eXlandia, el Gobierno de España es «la Marca España, el saqueo, el expolio, el capital especulativo internacional y la corrupción».

Sin embargo, eXpaña, como se comunica en el fax, es otra cosa: «eXpaña no es España. eXpaña es lo que pasa en las calles. eXpaña es una sociedad en red, una nueva ola interclasista de solidaridad. eXpaña es otro mundo en marcha, un nuevo mundo más sostenible, más solidario, más libre, más humano». Por eso, los ciudadanos de eXpaña informan a los representantes políticos del mundo que el Gobierno español es irrelevante y que «para cualquier asunto, pueden ponerse en contacto directamente con los ciudadanos de eXpaña». Encontrarán a los interlocutores legítimos de este país, afirman en el comunicado, «en cada pueblo y en cada ciudad, en las plazas y los parques, en las redes y en las calles».

Además, haciendo mención al movimiento StopDesahucios y a las más de 400 monedas sociales paralelas al euro existentes en el país, el colectivo se pone a disposición del mundo. «Si dejan de reconocer al ilegítimo Gobierno del régimen de España, encontrarán los valores de un nuevo mundo que ya está en marcha. Podemos ayudarles a construirlo juntos. Pondremos las toneladas de innovación social de eXpaña a su entera disposición», matizan en su comunicado. El colectivo eXlandia, según el mail que me han enviado, surgió mientras un grupo de personas pensaba «cuál es el siguiente paso de la spanish revolution». Este grupo de personas reparó que el nuevo mundo deseado ya estaba aconteciendo. «Vimos que ya existe la alternativa, que ya existe esa gente que quiere otra cosa y lo está haciendo», afirman por email. Y por eso empezaron a emitir pasaportes de eXpaña a las personas u organizaciones que con sus acciones están de facto desmarcándose del Gobierno de España. Aquí la lista con todos los pasaportes.

Mecambio.net, alternativas libres y sostenibles para todo

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«¿Sientes que tras los bienes que necesitas en tu vida (energía, comida, agua, ropa, etc.) se esconden grandes males (corporaciones, contaminación, especulación)? ¿Sientes que tras los servicios que contratas sólo prevalece maximizar beneficios? ¿Piensas que una economía real, la distribución social y ecológicamente eficiente de bienes, debe prevalecer sobre la economía especulativa? Cámbiate, hay alternativas. Aquí encontrarás una guía selectiva de servicios para particulares a los que puedes acceder desde ya en Españistán». Así de simple es la declaración de intenciones de Mecambio.Net.

La plataforma Mecambio.net, que nació el pasado mes de diciembre, pretende «recopilar proveedores de cualquier campo de actividad que promueven formas de consumo, prosumo y producción basadas en otros valores». Las características que tienen que cumplir, afirman en su web, es la «gestión, producción y relaciones que sean sostenibles, justas, distributivas (no acumulativas) y participativas (no clientelares)». El nuevo mundo en red encontró una alternativa a la Enciclopedia Británica, la Wikipedia. Una muy sólida a los sistemas operativos cerrados como Windows: Linux. Y ahora, gracias al creciente directorio de Mecambio.net, los usuarios podrán encontrar una alternativa para cada X a despejar. Mecambio.net incluye las siguientes categorías: finanzas, energía, conectividad, alimentación, cultura y conocimiento, vivienda, ropa/muebles/objetos y salud .Repaso algunas de ellas.

Finanzas. Mecambio.net incluye en su web a algunas cooperativas de ahorro (com Coop57), bancos éticos (como Triodos Bank) o plataformas para  financiar proyectos (Goteo.org) o monedas sociales (como la divisa P2P BitCoin o la sevillana Puma). Acá la lista completa, que sigue creciendo con la aportación de los usuarios.

Energía. Mecambio.net destaca proyectos «que hacen posible una gestión sostenible, no centralizada y cooperativa» e incluye iniciativas de autogestión energética como GoiEner o SomEnergia.

Conectividad. Mecambio.net hace un repaso básico a «herramientas libres (no sujetas a copyrights, patentes o monopolios) y abiertas a que cualquier persona las mejore y adapte». Incluyen el buscador Duckduckgo (que no registra los pasos de los usuarios ni hace negocio con ello), el sistema operativo Ubuntu, la red abierta y libre Guifi.net y la red social libre N-1.cc, entre otros.

Cultura y conocimiento. Mecambio.net hace un buen repaso, más pensado en todas aquellas personas que todavía no saben mucho sobre cultura libre. El inventario incluye licencias libres como Creative Commons, plataformas donde informarse bien como la X-net, proyectos de música compartida como Jamendo o Bandcamp, iniciativas alrededor de la literatura abierta como Traficantes de Sueños o Bookcamping.c o catálogos de cine online y libre como Filmin. No podían faltar la recomendación de usar el protocolo torrent y programas como Vuze.

El hashgtag en Twitter promovido para debatir e incluir alternativas es #Mecambioya.

Videocracia: política y ficción

“Cuando las elecciones han terminado, todo queda congelado en el tiempo. ¿En qué se convierte aquel cartel electoral? En el maldito rastro hacia nuestras mentiras”. Así arranca Videocracia: política y ficción, el último capítulo del programa Soy Cámara, del Centro de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) emitido el pasado 18 de enero en TVE. La frase que abre Videocracia: política y ficción, en realidad, aparece en el libro SPOTS ELECTORALES. El espectáculo de la democracia en la TV desde 1989, una investigación de Jorge Luis Marzo y Arturo «Fito» Rodríguez. Teóricamente, es una frase de Roberto Alfa, uno de los mayores «expertos internacionales en comunicación política». Sin embargo, Roberto Alfa es una ficcón: una máscara que da voz a los miles de creativos entrevistados para la investigación que prefieren mantenerse en el anonimato.

Roberto Alfa encarna a la perfección el marketing político, la política espectáculo, la política objeto, la democracia escaparate. La filosofía de Roberto Alfa, mitificado como gurú-de-gurús en este mockumentario (documentario ficción), flota en todo el programa. Frases redondas, impactantes, directas. Dolorosas (deberían serlo) para cualquier verdadero demócrata.

 “Todo se basa en repetir lo mismo hasta la saciedad, hasta que el eslogan se quede adherido a la piel del público como un secante (…). En las dos semanas que dura una campaña, todo debe ser campaña: un perro, un tren, un tomate; todo se convierte en elemento simbólico de campaña, le importe o no al perro o al tomate».

Videocracia: política y ficción, que aterriza en una España distópica azotada por la corrupción y un desligitimado Partido Popular, es un trabajo especialmente explosivo. Supuestos especialistas/creativos, como Lluc Canetti (Cetedrático de Comunicación política de la Universidad de West Virginia) comparten escena con políticos reales de todo el mundo. Spain is not different. Muchos de ellos desfilan por el vídeo. José María Aznar, José María Ruíz Mateos. Videocracia: política y ficción. Jesús Gil, José Luis Rodríguez Zapatero. Videocracia: marketing y maquillaje. Videocracia: teatro y marca. Videocracia: manipulación y palco. «El ejercicio de la política es el control de los afectos», afirma un solemne y ficticio Lluc Canetti. 

Da al play. Observa, escucha. Mira el refrito de spots políticos de este mockumentario, de esta realísima ficción. Da al play, digiere el golpe. Indígnate. No es para menos. Aunque ya lo supiéramos, Videocracia nos confirma de sopetón que existe un grupúsculo de gurús especializados en convertir a los candidatos políticos en un producto de mercado. Que la única manera de triunfar en la mayoría de democracias es invertir ingentes candidades de dinero en campañas comerciales. Que la política, como dice en el vídeo Joan Pudevilla (Cofundador ACP Asociados. Alfa Comunicación Política) es «marketing sofisticado». Y que el auto proclamado imbatible raciocinio de Occidente, de la democracia, no tiene nada que ver con las ideas: reside exactamente en manipular emociones.

Emoción. Ficción. Manipulación. Cleptocracia. Hace años publiqué un texto sobre Lula, el peluche presidencial, el muñeco-candidato, el amuleto emotivo de la política-corazón, la carne-bajo-el-maquillaje de las agencias de marketing. ¿Para qué hablar de programas electorales si tenemos estrategias lacrimógenas? «Las democracias occidentales, en claro proceso de descomposición han entendido en los spots un claro exponente de su estetización y banalización», dice Lluc Canetti. Y cuándo llegamos a la red, la cosa puede empeorar. Nadie como Roberto Alfa, dando voz a todo un sistema, para explicarlo: “Es genial lo de la red: con tal de no firmarlos o de que vayan a nombre de las juventudes del partido, puedes colgar videos saltándote la normativa electoral».

Por todo lo anterior, me llama la atención que muchas personas no hayan captado algunas sutilezas del recientemente presentado Partido X, el partido del futuro que pretende «desalojar el hemiciclo» español. En mis Hipótesis sobre el Partido X elogié en cierto modo que dicho partido no tenga rostros y que se escondan bajo el anonimato. Tras ver Videocracia: política y ficción, su postura me parece todavía más pertinente. El hecho de haber contratado a actores en su controvertida rueda de prensa virtual mete el dedo en el ojo de la manipulación política, en el marketing de la emoción, en la construcción artificial de candidatos. Haciendo una campaña low cost de alto impacto político, el Partido X deja en evidencia otra cosa: las millonarias campañas electorales son innecesarias. Por lo menos, podrían serlo.

Los críticos del partido X – a los que respeto – deberían ver Videocracia: política y ficción. Y después de ello, deberían olvidarse del Partido X y simplemente intentar responder a las siguientes preguntas: ¿No debería estar prohibida la propaganda política? ¿No debería bastar con la publicación-comunicación de los programas electorales?

 

La España en red protege a sus inmigrantes

Población autóctona protegiendo a los inmigrantes frente a las redadas de la policía. Personas apoyando a inmigrantes frente a los desahucios, luchando contra los abusos de los bancos. Ciudadanos intentando que el Gobierno cierre los Centros de Internación de Inmigrantes (CIE). Médicos que se declaran objetores de conciencia y van a desobedecer la ley para, atendiendo a inmigrantes sin papeles. No son hipótesis. Está pasando. En la España de la crisis. Y casi nadie, ni medios locales ni internacional, lo está contando. Mientras en Grecia la crisis catapulta la ideología neonazi y la persecución irracional de inmigrantes, en España brota la solidaridad con el prójimo. La Europa del capital, la que blindó sus fronteras con el tratado de Schengen, intenta cerrarse todavía más. La España en red, sus ciudadanos, van en la dirección opuesta. El divorcio entre instituciones y sociedad sigue creciendo.

Mira con calma el vídeo que abre esta entrada. Ocurrió el día  5 de julio de 2011, en el madrileño de Lavapiés. Alguien denunció en Twitter una redada policial contra inmigrantes en el hashgtag #Stopredadas. Y una multitud acudió a proteger a los inmigrantes. Tras la presión, la policía tuvo que salir del barrio. No fue la única vez. De hecho, el hashtag de Twitter se popularizó. Es muy habitual para denunciar redadas policiales y proteger a los inmigrantes.

 

 

Por otro lado, en Madrid existen las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos. Centrado en la lucha contra las ‘redadas racistas’, este colectivo actúa en toda la ciudad. Redactan informes, actúan sobre el terreno, denuncia hechos. Por si fuera poco, 148 organizaciones se han unido para forzar el cierre de los Centros de Internación de Extranjeros (CIE). Denuncian sus condiciones y sus presuntas violaciones de los derechos humanos. Han llegado a realizar manifestaciones simultáneas en varias ciudades de España. Por su parte, el movimiento 15M trata a los inmigrantes como uno más. Y cuando hay que protegerles contra un deshaucio, lo hacen. Una buena parte de los desahucios parados por el movimiento #StopDeshaucios benefician a familias inmigrantes. Especialmente emotivo fue el caso de los bangladesíes Shibu, Siza, Akter Hossain, Abdul Ali, que consiguieron un alquiler social gracias al apoyo popular. Los ‘indignados’ también pararon la deportación del argelino Sid Hamed Bouziane. La campaña Derecho a curar de apoyo a los inmigrantes ilegales, a la que se unieron miles de médicos, es otro bello caso de solidaridad. La República del 99% se muevo. Acoge a todos por igual.

¿Por qué los medios no publican casi nada en profundidad sobre esta realidad? ¿Por qué los corresponsales no reflejan estos hechos? ¿Dónde está The New York Times, que retrata las consecuencias de la crisis en España? ¿No es esta oleada de apoyo una de sus consecuencias? Bastaría conseguir algunos datos, encuestas, para darle cuerpo. Un estudio de la fundación Bertelsman de 2010 reveló que un 89% de los españoles «se muestra a favor de la inmigración». Otro estudio de la Fundación Rey Balduino y el Migration Policy Group destacaba que los inmigrantes se sentían mejor acogidos que en ningún país de Europa (15 incluídos en el estudio). Seguro que hay otros estudios que sacan a relucir algún dato menos positivo. El nacimiento del partido Plataforma per Catalunya, claramente xenófobo, no es una buena noticia. Pero la simple comparación con Francia, para no ir muy lejos, donde la xenofobia es una moneda de cambio, revela lo especial de la situación en España

Sin embargo, el Gobierno español ha adoptado una política migratoria muy dura en los últimos años, aferrándose al Tratado de Schengen de Europa. Ha deportado o prohibido entrar en España a personas que tenían toda la documentación para hacerlo. Las escenas en el aeropuerto de Barajas dieron la vuelta al mundo. Acuñando una falsa imagen de la realidad, por cierto. Ahora que hemos visto que el Estado español maltrata, tortura y veja también a los ciudadanos españoles que protestan pacificamente en las calles, la conclusión está clara: el Gobierno de España no representa a sus ciudadanos. Apenas a las élites, al capital financiero. Y el divorcio crece. La República del 99% defiende a sus inmigrantes, los protege. Mientras, el Estado Nación anacrónico intenta cerrar más todavía la puerta.

Hipótesis sobre el Partido X

El Partido X es infantil. El Partido X es naïf. El Partido X es la Patrulla X. El Partido X es el demonio antidemocrático. La irrupción en el panorama político del Partido X, el #partidodelfuturo, ha estado marcada por la polémica. Y por muchas críticas. Incluso del fuego amigo. Algunas voces que yo respeto muchísimo, como Ignacio Escolar, Iñigo Sáenz de Ugarte, Merche Negro o Amalio Rey han criticado al Partido X. En este post, Amalio Rey señala críticas muy concretas (vale la pena leerlo). La principal crítica lanzada contra este partido ecléctico, fresco y enigmático que nació el pasado 8 de enero con una rueda de prensa virtual y descentralizada es una: el anonimato de sus miembros.

La crítica es buena. Necesaria. Puede ayudar mucho al Partido X (y a cualquiera). Sin embargo, considero que se está intentando explicar la existencia del Partido X desde lógicas del pasado. Desde la lógica del sistema de partidos. Desde la lógica del personalismo. Desde la lógica del liderato. Desde la lógica del mundo analógico. O desde las lógicas del viejo marketing digital. El Partido X, sospecho, es otra cosa. No podemos exigirle lo mismo que a los partidos que han transformado la democracia española (y por extensión, mundial) en una cleptocracia monogámica, en un monólogo vertical al servicio del capital financiero. Mejor pensar que el Partido X es otra cosa. El mismísimo Manuel Castells, en su brillante texto El partido del futuro, hace una excelente e intuitiva radiografía del mismo. Como creo que tengo bastante claro lo que el Partido X no es, me limitaré a escribir un conjunto de hipótesis sobre el #PartidodelFuturo de la forma más simple posible. Confundo realidad con deseo, lo sé. Pero creo que es parte del juego. Tal vez algunos, tras estas líneas, reparen que las imperfecciones y supuestos errores del Partido X son parte de la estrategia.

El Partido X es una campaña de denuncia. Todos los pasos dados por el Partido X forman parte de una estrategia de denuncia de la actual democracia. Si alguien critica que su logo es cutre, reconoce de alguna manera que el ‘marketing’ e imagen son fundamentales en la política, que los partidos, de alguna forma son marcas/construcciones de mercado. Que en el primer vídeo del Partido X aparezcan actores presentando el mismo, es una ácida denuncia. Un buen actor, entendí tras ver el vídeo, puede ser un buen político. Un buen político puede ser un buen actor: sabe interpretar, mentir, actuar. O sea: la actual política es un teatro.

El Partido X es una estrategia de marketing. Crear misterio es una de las principales estrategias de las agencias de maketing. Tom Himpe, en su libro, La publicidad de vanguardia, afirma que el ‘Sé intrigante’ es uno de los ejes a seguir en la nueva era de la publicidad. Cita, entre otros, la exitosa campaña de Google Glat (Google Labs Aptitude) o Yayasan Rebana Indonesia (desarrollada por JWT). El Partido X, no revelando su identidad, creando un enigma, están usando una estrategia del marketing de nuestros días. Si los partidos políticos utilizan las estrategias de marketing de, por ejemplo, las marcas de perfumes, ¿por qué el Partido X no puede hacer lo mismo? De hecho, el Partido X está usando habilidosamente todas las estrategias que recomienda el gurú Tom Himpe. El vídeo de El Hundimiento de Hitler subtitulado que abre este post encaja con el ‘Sé lúdico’ y ‘Sé contagioso’ del libro. La estrategia del Partido X también usa las técnicas del ‘Sé espectacular’, ‘Sé experimental’, ‘Sé sociable’, ‘Sé poseíble’ (la X eres tú, somos todos), por ejemplo.El Partido X está usando bien las técnicas de construcción de virales y memes en la red. Sacarían mejor nota en un curso de Master of Business Administration de Harvard, por ejemplo, que la mayoría de partidos existentes. Su estrategia viral en redes está funcionando. 200.00 personas vieron su primer vídeo. Su número de seguidores en Twitter, en apenas unos días, ya alcanza 17.810.

El Partido X es un consenso de mínimos. El Partido X asegura que apenas tiene un punto en su programa: Democracia y punto. En realidad, se puede desglosar en cuatro propuestas: Referéndum obligatorio y vinculante, Wikigobierno, Derecho a voto real y permanente y transparencia en la gestión pública. La estrategia podría calificarse como un ‘consenso de mínimos’ para reiniciar la democracia. Un consenso de mínimos que el que el movimiento 15M buscó en sus inicios, cuando las plazas de España estaban todavía llenas de indignados. El Partido X es un consenso de mínimos como el ‘plan de rescate ciudadano’ de Democracia Real, que apenas tiene cinco puntos para rescatar personas y no bancos. En la era red, como explica Marga Padilla en su reciente El kit de la lucha en Internet, los consensos de mínimos son una nueva columna vertebral agregadora. Anonymous decidió apoyar a Wikileaks, a pesar de sus diferencias, porque la libertad de la red les unió. Tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan (uno de los lemas de los nuevos movimientos sociales). Por eso, tener apenas cuatro puntos para reiniciar la maltrecha democracia española puede ser más efectivo que tener cien. El partido Equo, en las pasadas elecciones, cometió un error: intentar tener una respuesta para cada pregunta/problema. A pesar de su elogiable actitud abierta – las propuestas se redactaron una wiki abierta -, se equivocaron de estrategia. Se perdieron en un farragoso proceso de metadebate.

El Partido X es una identidad colectiva. El anonimato de los miembros del Partido X – no comunican quiénes son, qué candidatos tienen – ha sido criticado duramente durante. El anonimato, como afirma el prestigioso sociólogo Marc Augé, es una de las principales características de lo que el llama sobremodernidad. El anonimato, en la era digital, da pie a una nueva conciencia colectiva más flexible que la individual, más ágil que la masa, más imprevisible que el grupo. Vivimos en la era de los enjambres (el concepto fue desarrollado por Kevin Kelly) no jerárquicos y de los fenómenos emergentes (muy trabajados por Steven Johnson) en el que el todo es algo más que la suma de sus partes. Por eso, el anonimato del Partido X es más que una estrategia de marketing. Jugar con el anonimato es un movimiento del Partido X que coquetea con el concepto de inteligencia colectiva y con la horizontalidad sin líderes que defiende el 15M. «Si no hay rostros, lo que queda son ideas, son prácticas, son iniciativas», como afirma Manuel Castells. Veremos si la estrategia funciona. Y qué pasa si el Partido X llega a presentarse a las elecciones. Intuyo, que si lo hace, lo hará con listas abiertas.

El Partido X es un virus troyano. El Partido X, viendo que el poder enquistado en su búnker de la (cutre) Transición no escucha las demandas de sus ciudadanos, ha decidido intentar cambiar el sistema desde dentro. Una crítica repetida hasta la saciedad contra el 15M es que intenta cambiar el sistema desde fuera. Ahora que nace un partido para cambiarlo desde dentro, tampoco vale. ¿En qué quedamos? El Partido X, pues, podría ser un virus troyano, una estrategia de infección. Quiere saltar los muros de la corrupta Troya para diseminar un consenso de mínimos que dé paso a una nueva democracia en red. De nuevo, Manuel Castells nos regala vislumbres del asalto troyano: «Tal vez llegue un momento en que las listas electorales requieran nombres, pero incluso entonces no necesariamente serían líderes, porque se pueden sortear los nombres entre miles de personas que estén de acuerdo con una plataforma de ideas».

El Partido X es un dispositivo inacabado. El Partido X es un dispositivo inacabado. Los dispositivos inacabados forman parte del ADN de la era red. Un dispositivo inacabado tiene el código abierto. Su código, proceso, contenido y herramientas están a disposición de todos. Cualquier persona puede mejorarlos, utilizarlos. El Partido X pretende construir un dispositivo a disposición de todos. Son los otros los que tienen que acabar/completar el dispositivo. El Partido X renunciará al control del dispositivo. El control, al contrario que en el resto de partidos, no es lo más importante. Otro detalle importante: el Partido X es un dispositivo inacabado que pretende generar recursividad. El biólogo chileno Humberto Maturana usa una bella metáfora para explicar la recursividad. Si las ruedas de un carro giran sobre el barro, el carro no se mueve y el observador ve una repetición. Si las ruedas giran y producen movimiento, el movimiento es recursivo. El Partido X pretende que su dispositivo sea usado por otros y provoque un movimiento político-social en nuestra democracia. Su primer jaque (aquí detalles) va en esa dirección: pretende que sus propuestas se debatan en el Consejo de Ministros de abril. Si otro partido (hola IU, hola EQUO-Compromís) decide propiciar el debate y apropiarse del dispositivo-propuestas, el Partido X habrá conseguido activar la recursividad.

El Partido X es un truco. Quizá la hipótesis más importante. El Partido X no deja de ser un truco construído por hacktivistas, diseñadores, programadores, activistas, creativos, abogados y variopintos ciudadanos. El Partido X no se presentará nunca a las elecciones. Se limitará a denunciar, a criticar, a co-crear, a co-construir, a agitar un debate necesario. El Partido X, creando un dispositivo recursivo, está construyendo un proceso.Un proceso colectivo, distribuido, incontrolable. Sueña con corroer los cimientos de una democracia estancada, imperfecta y blindada ante la ciudadanía. Las imperfecciones y errores que le achacan al Partido X (ese truco redondo) pueden ser sus principales armas.

 

 

 

Diez años de Creative Commons

La cultura libre está de enhorabuena. Las licencias Creative Commons acaban de cumplir diez años. Desde el pasado día 7 hasta mañana (día elegido para el aniversario), el mundo está conmemorando con múltiples actos, campañas, eventos y encuentros esta primera década de Creative Commons, las licencias que crearon una alternativa más visible al estricto ‘todos los derechos reservados’ del copyright.  La información oficial del cumpleaños está recopilada en la web 10.creativecommons.org. En Europa se ha lanzado una mixtape con música libre remezclada. En México, Wikimedia ha lanzado un editatón (un maratón de edición) para mejorar artículos de la Wikipedia relacionados con Creative Commons. Y el etcétera de conmemoraciones es larguísimo.

El mundo que lucha contra el copyright está de fiesta. Y están corriendo ríos de tinta. Curiosamente, algunas personas del mundo libre han escrito artículos tan críticos como este Diez años de Creative Commons: ¿algo que celebrar? (David García Aristegui) en LaMarea.com. El texto crítica cómo el mercado saca tajada de estas licencias a costa de de los creadores y de instaurar una nueva era del «todo gratis». Sin embargo, medios más conservadores como El Confidencial empiezan a elogiar unos tipos de licencias que hasta hace muy poco eran invisibles, porque son una alternativa de mercado. ¿Qué está pasando? ¿Creative Commons salvará a los creadores del copyright talibán o será su perdición? ¿En qué quedamos?

Los lectores habituales de este blog saben perfectamente qué es Creative Commons. Pero probablemente haya alguno que no haya escuchado hablar de este tipo de licencias. Por eso, voy a intentar argumentar de una manera sencilla por qué creo que las licencias Creative Commons han beneficiado a la humanidad. Intentaré que lo entienda el más analógico de los lectores. Claro que hay críticas a Creative Commons. El mercado puede aprovecharse de ellas para bajar el coste de producción o el valor de ciertas obras. Están basadas en el copyright, como el copyleft (pero es una forma de hackearlo). El copyleft es una licencia (y movimiento) más amplio: apenas 3 de las 6 licencias Creative Commons (España) son copyleft. Prevalece el reconocimiento de la autoría individual frente al carácter colectivo de la obra del dominio público. Otro tipo de licencias, como el copy far left (así sería la más abierta de Creative Commons, que permite la explotación comercial de la obra ajena), reivindican la posesión de los medios de producción por parte del creador.

Sin embargo, me parece que el beneficio de la existencia de Creative Commons ha sido muy grande. Las licencias Creative Commons son buenas para la humanidad. Han cambiado muchas cosas. Han abierto una puerta.  Son buenas para la humanidad porque…

Porque crearon una alternativa de mercado. Cuando Lawrence Lessig, Hal Abelson y Eric Eldred, entre otros, lanzaron las licencias Creative Commons existían pocas opciones al «todos los derechos reservados» del copyright. Apenas, el dominio público, que libera todos los derechos de una obra. Existía el copyleft, basado en las cuatro libertades del software libre de Richard Stallman. Aplicar las libertades del software libre a una obra cultural permite a cualquier usuario usarla, modificarla, distribuirla y mejorarla haciendo públicos los cambios. Sin embargo, no había un camino intermedio que permitiese al creador escoger el grado de libertad de su obra. Con Creative Commons, el autor puede elegir el «algunos derechos reservados» y regalar la obra a particulares y cobrar si existe un uso comercial por un tercero. Puede liberar totalmente la obra hasta el «ningún derecho reservado». O puede cerrarla hasta el «todos los derechos reservados».

Porque incentivan la transparencia. La mayoría de licencias Creative Commons permiten la libre copia del contenido. El hecho de que el contenido pueda ser copiado y divulgado fuerza la transparencia. Interesante: algunos Gobiernos o instituciones están usando licencias abiertas. La Casa Blanca, el Parlamento de Italia, el Parlamento de Australia, el portal de Datos Abiertos de Brasil o el Institut D’Estadística Catalunya usan licencias Creative Commons. La lista es gigante y crece cada día.

Porque crean una nueva ética de la atribución. La ética hacker de la que hablaba Pekka Himanen en su ya mítico libro (descárgatelo aquí) es diferente. Está basada, entre otras cosas, en lo colectivo, en la atribución, en lo compartido, en la colaboración. Usar licencias abiertas, abrir el código de una obra, querer que circule al margen del valor de mercado, abre una puerta inédita en el mundo del copyright. Llevo muchos años publicando textos con licencias abiertas. Y nunca me he encontrado a nadie ‘robándome el trabajo’. Citan la fuente, respetan mi trabajo. Las licencias Creative Commons obligan la atribución (reconocimiento de la fuente).

Porque  incentivan la divulgación del conocimiento. La cultura es más que mercado. El conocimiento, el acceso al mismo, debería estar por encima del valor de mercado. Las licencias Creative Commons están incentivando la circulación del conocimiento. La lista de universidades y centros de educación que están disponibilizando recursos con Creative Commons no para de crecer. El Harvard Open Access Project  de la universidad de Harvard es un buen ejemplo. Mientras el Gobierno de España intenta convertir la Universidad pública en un rincón para ricos subiendo tasas, la universidad de las élites del mundo es gratis. Y en parte gracias a las licencias abiertas.

Porque son buenas para el periodismo.  El texto Diez años de Creative Commons: ¿algo que celebrar?  de David García Aristegui afirma que las licencias Creative Commons son malas para el periodismo. No puedo estar más en desacuerdo. Son buenas. Muy buenas. El caso de 20 Minutos, pionero en el uso de Creative Commons, es un buen ejemplo de reputación ganada, de atribución cruzada y de transparencia. Todas las publicaciones del grupo Nature usan Creative Commons. También lo hacen Al Jazeera, ProPública o el site de crowd funding periodístico Spot.us. En fotografía existen muchos casos de éxito, como el del fotógrafo Jonathan Worth, que gracias a Creative Commons consiguió llegar al mercado. El hecho de que Flickr permita ya subir una foto y usar licencia Creative Commons está causando una pequeña revolución en el mundo del fotoperiodismo. Y yo creo que es muy buena. El caso del Fotomovimiento.org (del movimiento 15M español) o de Fora do Eixo en Brasil (que ya han conseguido portadas en Folha de São Paulo), es un buen ejemplo.

Porque legitiman la remezcla. Algunos tipos de licencias Creative Common son copyleft y permiten las obras derivadas. Modificar la obra no sólo es legítimo, sino que puede enriquecer la misma. En la música, han nacido comunidades de obras libres como Jamendo, donde cualquier pueda remezclar. En la literatura han surgido proyectos como Remix my lit, que incentivan la remezcla de textos. Algunos escritores, como el popular Cory Doctorow, usan licencias Creative Commons. Yo habilité una sala de remezclas para mi obra #24H que con copyright habría sido imposible. Del Ramayana a Picasso, del mester de juglaría a proyecto 15M.cc, la remezcla es un bien inconmensurable para la humanidad.

Porque construyen sociedad, valores compartidos, solidaridad. El caso de España es bastante peculiar. La sociedad española es una de las que más está empujando el carro de la cultura libre, el copyleft, la remezcla, lo abierto, lo compartido. De hecho, hasta el año 2011 España figuraba en lo más alto de todos los rankings en cuanto a obras licenciadas con Creative Commons. En CC Monitor (que no está actualizado), España aparece en segundo lugar, casi igualado con Estados Unidos en número de obras. Aunque no existe un registro exhaustivo al respecto y el número puede ser muy superior, España tiene según CC Monitor 9.224.224 obras licenciadas con Creative Commons. Casi 4 veces más que Alemania. Siete veces más que el Reino Unido. En España no sólo existe cultura con Creative Commons. Existe arquitectura. Semillas copyleft. Muchos abogados, como Javier de la Cueva o David Bravo, cuelgan todo su trabajo con licencias abiertas. Y un número creciente de medios (será el siguiente post de este blog). Sin embargo, el Gobierno español es uno de los más retrasados en aplicación de licencias abiertas en sus sites y uno de los más retrógrados en la aplicación de leyes digitales, como la Ley Sinde-Wert. La aprobación del Canon Digital, que había sido declarado ilegal por la Unión Europea, justo cuando arrancaron las conmemoraciones de los diez años de Creative Commons, es muy sintomática. El divorcio poder-sociedad sigue creciendo. Y Creative Commons ayuda, en definitiva, a la creación de la República del 99%.

#HackingelPrado, primera acción del 15Matón

La rendición de Breda, de Diego de Velázquez, pasa a ser La rendición de Génova. El pincel remix de Diego de Velázquez y el 99% transforma el lienzo en la claudicación del Partido Popular frente a Europa y los mercados. Mariano Rajoy entrega la llave a Ángela Merkel. La caballería europea se mea, literalmente, en la constitución española. El caballero se parte el pecho (se ríe de ti), de El Greco y el 99%, transforma a Rajoy en un bufón oscuro e irrespetuoso. El PPelele, de Goya y el 99%, nos muestra a los dirigentes globales manteando al pelele Rajoy. Así son los cuadros de la campaña #HackingelPrado, la primera accion del recién nacido colectivo 15Matón.

Pero #HackingelPrado no se queda en una galería de Flickr con licencia libre (Creative Commons). Cada uno de los cuadros tiene un código QR (legibles con teléfonos móviles) que generará una capa de realidad aumentada allá donde se pegue. La galería se llama Guerrilla QR. Y cada uno de los cuadros tiene una postal gemela para ser enviada. Aquí todas las Postales 15Matón. Dos de ellas fueron distribuidas en el último número de la revista Mongolia. Postales críticas del 99% para enviar al 1%, a los diputados. El 15Matón ha habilitado incluso una galería en Flickr para recopilar las postales enviadas: las postales indignadas.

Además, cualquier persona puede enviar sus cuadros ‘tuneados’ al colectivo 15Matón: 15maton15@gmail.com. La manchita rosa de #HackingelPrado está disponible en una galería digital llamada Caja de herramientas. Cualquiera puede usarla. La lista in crescendo de postales #HackingelPrado está ahora en manos de la comunidad.

 

¿Pero qué es exactamente el 15Matón? Un fotomatón ácido, según su propio site, “para retratar visualmente (diseño, vídeos, animación, fotografía remix) información relacionada con la realidad que combate el movimiento 15M”. El 15Matón, que se define como una identidad colectiva sin líderes ni jerarquías, intentará ‘fotomatonear’ la realidad “de una forma ágil, rápida y post it. Sin embargo, el 15Matón no se limitará a describir el absurdo: prometen campañas concretas para mejorar y transformar la realidad: “frente al presente distópico, pildoritas emotivas y remezclables para llegar a otro futuro posible. Intentaremos, siempre, buscar un nuevo prototipo para la realidad. Un wikiprototipo para todas”.

El 15Matón sigue la senda de otras iniciativas del entorno 15M donde el humor y la ironía se convierten en un arma poderosa contra el poder. El 15Maton, esa especie de anti agencia de publicidad del 99%, bebe de la inspiración de Voces con Futura (recopilación gráfica), de Gila Grupo de Intervención (responsables de campañas como #OpLolaFlores o #TubasuraalBanco), Cajero Electoral, #CierraBankia o la eXlandia que está emitiendo pasaportes de eXpaña. Acciones colectivas llenas de ironía para luchar contra la crisis. Nada mejor que un párrafo del site 15Matón para concluir: “Soñaremos, sí, porque juntas, mordiendo como avispas, saldremos del túnel deformante y alienante de los mercados. Porque co-inspirando juntas encontraremos la salida. Porque la encontraremos sin ellos”.

Motivos para ver y compartir el documental «15M: Excelente. Revulsivo.Importante»

«Excelente. Revulsivo. Importante». El escritor José Luis Sampedro usó  en una entrevista esta frase para definir al movimiento 15M. Mientras una buena parte de los medios ignoraba el estallido que estaba llenando de ‘indignados’ las plazas de España y medio mundo, José Luis Sampedro concedía el mayor grado de importancia al todavía incipiente movimiento. Por ello, por homenaje, retribución  o agradecimiento, el cineasta y activista Stéphane Grueso ha decidido usar la frase en el título del documental en el que lleva enredado desde el 16 de mayo de 2011. Cuando arrancó la elaboración del mismo, dentro del proyecto paraguas 15M.cc, el título provisional era Dormíamos, despertábamos. Tras unos meses de rodaje, el título definitivo es: 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante». El propio Stéphane nos cuenta en primera persona el estreno del documental en el blog Interferencias, en El Diario.

Aunque el documental todavía no está colgado en Internet y ninguna cadena de televisión lo ha pasado, he tenido la suerte de ver 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante». El documental, que se estrenó oficialmente el pasado lunes en el Museo Reina Sofía de Madrid, dará mucho de qué hablar. Y por eso he decidido escribir con calma y cariño una entrada en este blog con los motivos por los que hay que ver (y compartir) este documental. He asistido con entusiasmo al nacimiento y crecimiento del proyecto 15M.cc. Recuerdo como si fuese ayer el día en el que Stéphane Grueso y Patricia Horrillo me explicaron el proyecto 15M.cc, en un bar muy cercano a la Puerta del Sol. Pablo Soto, el otro fundador del proyecto, no pudo venir. Entré en el grupo de trabajo del libro, donde más podía aportar, sin pensármelo dos veces. También tuve el privilegio de conocer el estudio de Stéphane y la profesionalidad de todo el equipo, al ser uno de los entrevistados de las Conversaciones 15M.cc.

Por todo ello, os doy unos cuantos motivos para prestar mucha atención a este trabajo documental. ¿Por qué hay que ver (y compartir) 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante»?

Porque es una visión personal.  El documental es una entrañable narración en primera persona del 15M. Es totalmente subjetivo. Y esa frescura y familiaridad, en un mundo lleno de documentales enlatados con neutras voces en off, se agradece. No existe la objetividad. Y no tiene sentido renunciar a nuestra propia mirada de los acontecimientos. Menos cuando hemos estado tan dentro de la historia que queremos contar. La narración, cuando el formato lo permite, gana. Stéphane nos lo cuenta así:  «Como veis, no se trata de una visión periodística o academicista del 15M en Madrid. No. Es mi versión personal. E insisto mucho en esto, tanto en el off como en rótulos en la película. Es mi visión, lo que yo experimenté, mis sensaciones».

Porque es un documental copyleft. 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante» usa la licencia Creative Commons BY 3.0  (tipo copyleft). Traducido a los más analógicos o ajenos al mundo de la cultura libre: cualquier usuario puede «compartir, copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra». Puede hacer obras derivadas e incluso uso comercial de esas obras. Otro puntito: el proyecto no tiene fin comercial ni ánimo de lucro. Cuando alguien invierte tantos y tantos meses en hacer algo cuyo objetivo no es el dinero, tenemos que quitarnos el sombrero (y hacer la ciberola, aquí y ahora, Ctrl+c, Ctrl+v). Stéphane ya consiguió que su documental Copiad malditos fuese el primero emitido en una televisión pública con licencia Copyleft. Confío plenamente en que éste último seguirá la senda.

Porque el proyecto ha sido un proceso abierto. El documental, como todo el proyecto 15M.cc, ha sido un proceso compartido, abierto y participativo. Todas las entrevistas, las Conversaciones 15M.cc, están colgadas en el site del proyecto y en You Tube. Los usuarios han podido colaborar destacando frases de las entrevistas. La cuenta de Twitter @15M_cc ha ido divulgando todo e incentivando el diálogo. El proceso, el saber que es más importante cómo hacemos las cosas que los objetivos de las mismas, cómo decidimos colectivamente cómo las hacemos, fue uno de los grandes descubrimientos del 15M. Y no falla: en esta era de los procesos, son muchos los que habrán disfrutado del proceso, de todas o de alguna de las entrevistas del documental, y que nunca llegarán a ver el resultado final. Pero el proceso habrá valido la pena.

Porque existirán muchas remezclas. Stéphane lo tiene claro: «Todo el material estará disponible en la web para su remezcla y el libre uso de la comunidad en sus propios proyectos». Tanto, que invita a la fuerza enemiga, Intereconomía y la mismísima señora Esperanza Aguirre: «están más que invitadas a remezclar su propia narración de su 15M. En 15M.cc les proporcionamos las herramientas para ello. Y, a mí, personalmente me encantaría verlo».

Porque @fanetin es de fiar. @fanetin, el perfil de de Twitter de Stéphane Grueso, es uno de los más respetados del 15M. En el ya mítico mapa de las 499 cuentas del 15M que elaboró el colectivo Manuela Lucas, @Fanetin es más grande e influyente que @el_pais. Sí, amigos, como tuitearía el propio Stéphane, un ‘perroflauta’ es más grande que ese diario de directivos millonarios que despide a a algunos de sus mejores periodistas con la excusa de la crisis/estafa.

Porque el proyecto inicial está lleno de ‘forks’. La influencia del software libre ha sido tan grande en todo el proceso 15M, que algunas palabrejas, como ‘fork’, que quiere decir algo así como ‘desviación consensuada’, son habituales en la comunidad 15M. Stéphane la usa bastante. El proyecto 15M.cc está lleno de forks. Por ejemplo, la sensacional y saludable 15Mpedia, rellenada por la siempre dispuesta inteligencia colectiva del 15M. Aquí podéis leer algo sobre la evolución del proyecto. En este vídeo también lo cuentan sus protagonistas.

Porque es un proyecto que empodera. El documental no es el final del trayecto, ni mucho menos. El propio autor dice que  «acabar este documental no es el final de nada, sino el principio». Y por eso ha decidido cedérselo metafóricamente a quien quiera adoptarlo. En febrero, en el MediaLab Prado, escribe Stéphane, «organizaremos una Fiesta de Liberación, un especie de aquelarre donde todo el proyecto, contenido y continente pasará a manos de una lista de correo, de la comunidad que la gestionará y decidirá su futuro y evolución, disolviéndonos los tres iniciadores en esa masa y continuando nuestra tarea en Madrid.15M.ccPapers.15M.cc y en otros proyectos que nos apetezca».

Porque aspira a llegar a mucha gente. Mejor que hable el propio autor: «La vocación del proyecto ha sido desde un principio lograr la máxima difusión del 15M por lo que estará pronto disponible en internet para todos. Sí queremos intentar una cosa: para llegar al mayor número de gente posible queremos intentar que una televisión emita el documental y para ello queremos reservarle la novedad de una primera emisión». El documental estará en breve en Internet, pero también quiere llegar a todos aquellos que no son demasiado digitales. El equipo de trabajo aspira a que algún diario reparta «el libro con el DVD de la peli para intentar repartir unas decenas de miles de copias físicas de la obra». Internet sí, formato ‘epub’ del libro para Ipad, sí. Pero también todo a la vieja usanza. Nuestros abuelos tienen que entender todo esto, ¿no os parece? ¿A qué esperáis, diarios y/o televisiones?

Porque el 15M es muy importante. El 15M – ya sea diagnóstico, proceso, movimiento, colectivo o revolución – es uno de los acontecimientos más importantes ocurridos en España desde el estallido de la guerra civil, allá por 1936. No sólo eso: es el proceso que desencadenó verdaderamente la global revolution. Su conjunto de métodos, herramientas digitales, protocolos de actuación, imaginarios y contenido están influyendo al mundo muchísimo más de lo que la mayoría de personas sospechan. Personalmente, defiendo que el 15M pasará a la historia como algo más importante que el Mayo del 68. Escribiré sobre ello en cuanto pueda, y le dedicaré el texto al perroflauta más cineasta (o viceversa) del 15mayismo.

Porque el documental divulgará en todo el mundo algo importante. Infelizmente, los grandes medios no están prestando mucha atención al 15M. El 15M, a su vez, quizá tampoco se esté sabiendo ‘vender’ muy bien en otros idiomas y países. Este documental – riguroso y panorámico – ayudará mucho a divulgar las ideas, logros y procesos del 15M. El documental llegará a rincones insospechados del planeta. Y quién sabe qué efecto mariposa va a desencadenar.

Porque este tío es buena gente. Importante. Sí: Stéphane no es ningún trepa. No busca ni fama ni poder ni millones, como el «empresario ejemplar» Díaz Ferrán, los jugadores de La Roja o los amigotes de Rodrigo Rato. Stéphane es tan buen tipo que es uno de los participantes/enredas del 15Mparato que usó crowd funding para procesar a un banquero. Gracias al corazón grandote del pequeño Stéphane&Friends, veremos a Rodrigo Rato, ex presidente del FMI-Mordor, en el banquillo el próximo día 20 de diciembre. Stéphane pone una cuerda en cualquier plaza, echa un cable en cualquier plataforma, graba con su móvil cualquier mani, charla con bomberos, Yayoflautas o mineros. Abraza al 99%, empuja proyectos, anima a todas, baila la conga escuchando a la Solfónica, cuida a sus amigos. Incluso le envía entrañables cartas a su amor platónico, Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno de Madrid. Y éste es un motivo importante, amigos.

Por todo ello, vale la pena ver, compartir y remezclar 15M:«Excelente. Revulsivo. Importante».