Este verano he hecho un descubrimiento que, como apasionado y piloto de coches eléctricos, me ha hecho mucha ilusión. Descubrí el primer Karting permanente 100×100 eléctrico de nuestro país, que se encuentra en Salou (Tarragona) justo en frente del famoso parque temático Port Aventura. No me pude resistir y entré a ver que me encontraba.
La primera impresión es la de entrar en un espacio amplio y de colores futuristas, muy apropiados para la tecnología eléctrica. Mientras tomaba un café en el amplio bar del que dispone el Electric Karting Salou, tuve la ocasión de conocer a los propietarios, dos veteranos emprendedores, que me confesaron no tener ninguna tradición en el mundo del motor, pero su determinación por montar un Karting, les llevó a recorrer media Europa en busca de la mejor tecnología en Karts eléctricos.
Después de muchos viajes y probar diferentes modelos y fabricantes de karts eléctricos, se decantaron por un modelo fabricado en el Reino Unido de primer nivel. De aspecto racing y futurista, con acabados a todo detalle, se trata de un kart equipado con un motor eléctrico, que en la configuración de potencia máxima (tiene 4 niveles) ofrece nada menos que 20Kw de potencia. La recarga se realiza con un sistema de mangueras-conectores situados en los Box (peat-line) muy bien organizado y totalmente seguro, ya que los pisters se encargan de todo el proceso. La recarga de las baterías de Ion de Litio se realiza mediante corriente continua a 415V.
Me propusieron probar el Kart eléctrico y…con atuendo veraniego me metí en el Kart y apreté el pedal de los watts (que no el gas) hasta el fondo. Como todos los vehículos eléctricos, este aceleró con contundencia y mucho empuje, se notaba que el motor eléctrico de 20Kw le aporta un par motor (Nm) muy superior en comparación a los modelos de gasolina. El silencio, solo se percibe un sutil silbido al estilo» Star Wars», indicaba que el motor giraba rápido, pero la velocidad ahí estaba y se hace evidente en el momento que tomas la primera curva, pues sientes perfectamente como chirrían los neumáticos contra el asfalto.
El circuito, con 8 curvas de derechas y 6 a izquierda (hay otro sector infantil para los más peques), es técnico y está perfectamente balizado con barreras de seguridad propias de un «Electric Gran Prix de la Formula E». El trazado, está diseñado para potenciar las características de aceleración y frenada de un kart eléctrico, pues no hay descanso en ningún momento, tampoco rectas largas. La enlazada entre la curva 5 y 6 es toda una gozada y sin duda la más divertida y técnica, es fácil hacer un trompo si te pasas con el acelerador de los watts.
Sin duda, una experiencia fascinante, divertida y sobretodo sostenible, pues toda la carrera se realizó sin emitir ni un gramo de CO2.
Ya tengo ganas de volver.