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"Ya no se hacen películas como las de ahora"

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Miguel Ángel Muñoz: «El cine español se valora mucho más en el extranjero»

Cruza el charco cada dos por tres: que si una serie en México, que si un curso de interpretación en Los Ángeles… O, claro, el estreno de alguna película en España como Viral, que llega a los cines el viernes. «Llevo bastante tiempo fuera», explica Miguel Ángel Muñoz, «pero mis raíces están aquí, y la imagen que tenemos de nuestro cine no se corresponde con la realidad. Está infravalorada. Exportamos mucho talento, y en el extranjero se valora lo que hacemos… Es una pena que las cosas que leo fuera sobre el cine español no las lea en los periódicos españoles».

 

El actor Miguel Ángel Muñoz (foto: B. Doral)

El actor Miguel Ángel Muñoz (foto: B. Doral)

 

Así de contundente se muestra el actor, que en julio cumplió 30 años y al que llevamos viendo desde hace dos décadas. Empezó por pura casualidad: no hay antecedentes artísticos en la familia y a él lo que le gustaba era el fútbol. «Hasta que un día una amiga de mis padres me propuso ir a un casting, y salió bien. Les preguntaron a mis padres si podía ir a probar, y poco después estaba haciendo una película como El palomo cojo, con monstruos como Paco Rabal o Carmen Maura».

A los 14 años vino el primer pelotazo televisivo: Al salir de clase. A los 16, otro éxito absoluto: Compañeros. Pero fue a los 18 cuando todo explotó con Un paso adelante, donde como Rober, uno de los protagonistas, tuvo que aprender a cantar o bailar. «Fue un fenómeno social, y luego vino el grupo musical…» La pregunta es de rigor: ¿Cómo hace uno para, tan joven y tan famoso, no volverse un completo idiota? «Mientras hacía Al salir de clase veía, sin ser uno de los protagonistas, que casi no podíamos salir a la calle, pero también que a los tres meses de terminar la serie ya nadie me pedía un autógrafo. Fue un shock, pero me vino muy bien. Con el paso del tiempo te das cuenta, viendo la carrera de otros, de que la fama no tiene nada que ver con la calidad como actor, y eso te ayuda a tener los pies en el suelo. La fama se agradece, pero no es lo más importante».

Sin embargo, es innegable, Muñoz es famoso. Lo demuestran sus más de 137 mil seguidores en Twitter, herramienta de promoción que él mismo maneja y de la que está «desintoxicándose». «Cuando llegué a México hace unos años, no paraba… Y de pronto me di cuenta de que estaba todo el día compartiendo cosas, retuiteando otras y subiendo todo lo que se me pasaba por la cabeza. Así que, desde hace un año, he decidió quitarme Internet del móvil: así sólo puedo conectarme cuando tengo wifi, aunque sigo usando mucho Twitter en momentos como este, para promocionar lo que hago».

Lo que hace en estos momentos es, precisamente, promocionar Viral, película cercana al terror pero que no se ahorra alguna que otra broma y que, de paso, habla de las redes sociales y los reality shows. En ella Muñoz da vida a Frank, un director de cine andaluz («decidimos que fuera andaluz para crear más empatía con el público, y nos metimos en un buen jardín con el tema del acento») que desengrasa de vez en cuando la trama. «Me gusta que la película toque esos temas porque los jóvenes están hambrientos por salir en la tele, o por tener muchos seguidores en las redes sociales, sin saber que también puede ser peligroso. Muchos chicos confunden la realidad con lo que vemos en Internet: la tecnología nos facilita la vida, pero también puede alejarnos porque pasamos demasiado tiempo navegando y perdemos de vista lo que nos rodea».

Y lo que nos rodea es, claro, la crisis. La del cine y la del país en general. Sobre la primera, Muñoz no tiene dudas: «El cine, tanto el español como el extranjero, le gusta a la gente, es necesario. Pero la crisis aprieta mucho, y si no tienes ni para comprar el pan cómo vas a pensar en cines o teatros.. Pero hay ganas. Se vio con la Fiesta del Cine. Confío en que la situación económica mejore, porque el cine también lo notará». Y, mientras, recomienda para los que todavía se atreven a ir las salas dos películas además de Viral: Gravity («donde se ve que los latinos tienen ahora el poder en Hollywood, y que va a hacer carrera en los Oscar») y una que llegará próximamente, Dallas Buyers Club, «donde Matthew McConaughey hace un trabajo espectacular como enfermo de SIDA».

 

La desconocida mujer que escribe los tuits de las grandes estrellas

Cuando Channing Tatum se contonea en una película miles de personas se relamen, pero eso no es nada comparado con lo que provocan sus chistes en Internet.

Zac Efron no tiene tantos músculos, pero sí una sonrisa angelical. Todavía no ha hecho una película potable, pero si alza una de sus perfiladas cejas millones de chicas lo retuitearán con histeria.

No, Channing: sabemos que con esos deditos no escribes tus tuits.

No, Channing: sabemos que con esos deditos no escribes tus tuits.

 

Porque a Tatum le siguen casi 18 millones de personas a través de Twitter, Instagram y Facebook, y con Efron pasa algo parecido: tiene casi 17 millones de admiradores entre las tres redes sociales.

Grave, sí, ¿pero saben lo peor de todo? Que ninguno de los dos escribe una sola de las palabras que tanto emocionan a sus fans.

Lo siento. Había que decirlo. Su abrumador éxito en Internet se debe a una negra diminuta y desconocida, LaQuishe Wright, con más o menos el mismo carisma en la Red que un político español.

Eso sí, su historia es mucho más emotiva y humana que la de Rubalcaba o Rajoy. En 2004, tras deambular por varios empleos, Wright creó una empresa de diseño web y marketing que no lograba arrancar, pero la cosa fue todavía peor cuando dos años después le diagnosticaron una grave enfermedad a su bebé de diez meses.

Wright entró en una depresión, hasta que una película la rescató del pozo: un musical llamado Un paso adelante. Si la han visto probablemente les habrá dado ganas de suicidarse, pero a LaQuishe le pasó lo contrario: para que luego digan que el cine mediocre sólo sirve para recibir subvenciones.

La cosa no quedó ahí. LaQuishe terminó de espantar su pena creando una web consagrada a su nuevo ídolo, Channing Tatum Unwrapped, donde aplicó sus conocimientos de marketing cibernáutico y que en un solo mes ya tenía 30.000 usuarios únicos. El bebé se curó. Los padres de Tatum le felicitaron por la web sobre su hijo. Y, finalmente, el milagro se completó: el propio actor contactó con ella para pedirle que su página fuera su web oficial.

El resto ya os lo he contado: la vida digital de Tatum quedó en manos de la hábil Wright, que después ha sumado como clientes a Zac Efron, Paul Walker o el escritor Nicholas Sparks (en cuyos lacrimógenos libros se basan algunas exitosas películas de los últimos años). La tipa es una auténtica genia propulsando carreras con mensajitos de móvil.

Querida LaQuishe: no soy digno de que entres en mi blog, pero si lo haces y te animas a hacer conmigo lo que has hecho con tus chicos prometo aprender a bailar y ponerme tan cachas como ellos.