Mientras aquí, en el mundo occidental estamos enfrascados en saber si Marvel sabe sacar partido incluso de sus héroes más simpáticos y menos mediáticos, como Ant-Man; embelesados ante la magia del nuevo Pixar, Del revés (Inside Out); anonadados ante el contundente poder de atracción que ejercen los minions en los más pequeños; vaticinando si Star Wars VII: El despertar de la fuerza romperá récords de taquilla o si Leo DiCaprio conseguirá, al fin, su oscar por The Revenant; en Bollywood inician su particular temporada de blockbusters pisando fuerte con Bajrangi Bhaijaan.
Está protagonizada por una de las mega estrellas de allí, el actor, productor y cantante Salman Khan, prototipo de hombre duro y de acción, de mirada picarona, granujilla, pero con el corazón de oro, haciendo pareja en la gran pantalla con la no menos popular actriz nacida en Bombay Kareena Kapoor.
Intérpretes guapos, colorido, exotismo, felicidad, sentimientos, buenrollismo, canciones, bailes y dosis de acción en una de esas producciones tan al gusto de Bollywood, también en cuanto a metraje, que acostumbra a ser extenso. En Bajrangi Bhaijaan dos horas y media. La noticia ahora mismo es que está colándose entre las más vistas del box office estadounidense (lleva recaudados 5,6 millones de dólares, que no es poco para una propuesta de estas características entre el público yanqui).
En la India, en tan solo 17 días había recaudado más de 70 millones de dólares (más de 63 millones en euros), y ya era la tercera producción hindi más taquillera de la historia.