Entradas etiquetadas como ‘Robert Burks’

‘Vértigo’, 60 años de una irresistible obsesión

Encuadres

Madeleine y Judy. A ambas las interpretó la misma actriz, Kim Novak. De hecho eran el mismo personaje en Vértigo y representaban una retorcida dualidad, la de la mujer real y la mujer soñada.

La trama creó también a un protagonista masculino con el que el público pudiera identificarse fácilmente. Vulnerable, íntegro, de apariencia normal y corriente, con marcadas limitaciones y debilidades. Y pocos actores más adecuados para este tipo de personaje, cercano, simpático pero atormentado, que James Stewart. Aquí un expolicía, Scottie, que padece acrofobia (miedo a las alturas) y que sin poderlo remediar también quedaba encadenado a una extraña fijación hacia una mujer, hacia Madeleine, la mujer soñada.

Vértigo 1958

( ©Sony / Universal )

Lee el resto de la entrada »

Una habitación a oscuras con Grace Kelly y Cary Grant en ‘Atrapa a un ladrón’

Encuadres

Atrapa a un ladrón

( ©Sony )

Una habitación de un lujoso hotel a oscuras, fuegos artificiales perfectamente visibles con las puertas del balcón abiertas de par en par y una pareja de amantes. La escena podría ser un tópico de postal, una imagen idílica de la celebración del amor o de exaltación sexual si no fuera porque en la pieza de esta estancia con los deseos a flor de piel hay un componente especial que lo hace mítico, dos inquilinos de excepción: Grace Kelly y Cary Grant.

Grace Kelly fue una de las rubias preferidas del maestro Hitchcock, y de millones de espectadores y cinéfilos. Aún todo un icono de glamour hoy en día. Es lo que tienen algunas estrellas, cuyo fulgor tarda generaciones en apagarse si es que alguna vez termina de extinguirse. Personalmente, entre las actrices, siempre preferí a las morenas, con la maravillosa Gene Tierney en la cabecera. En cuanto a actores clásicos, Cary Grant y Humphrey Bogart (además de Groucho Marx, un galán atípico) son los que nunca me cansaría de ver, incluso por muy malas que fueran sus películas.

Lee el resto de la entrada »