Cápsulas de cine
El cine más comercial y los personajes más mediáticos en el territorio del cine de autor. El Festival de Cannes casi siempre programa alguna de las superproducciones que prometen arrasar en taquilla. Hace una década fue El reino de la calavera de cristal, la esperadísima cuarta entrega de Indiana Jones, en 2011 Piratas del Caribe: En mareas misteriosas o ración doble en 2015 con Mad Max: Furia en la carretera y Del revés. Aunque el pasado año, por ejemplo, no hubo ningún blockbuster hollywoodiense.
Esta edición albergaba el estreno europeo (la primicia mundial fue cinco días antes, el 10 de mayo en Los Angeles) de Han Solo: Una historia de Star Wars. No era la primera película basada en el universo galáctico ideado por George Lucas en presentarse en la Croissette. En 2005 ya se proyectó La venganza de los Sith. Así que lógica expectación y un reparto protagonizado por Alden Ehrenreich como el contrabandista espacial más famoso del cine, acompañado de Emilia Clarke, Thandie Newton, Woody Harrelson, Paul Bettany o Donald Glover (secundario, pero en una de las intervenciones más aplaudidas) como Lando Calrissian, el no menos pillo amigo-enemigo de Han Solo. Aunque a juzgar por las primeras impresiones el que más ha caído en gracia, a pesar de sus escasas escenas y frases, no es de apariencia humana. Y no se trata del mítico e imprescindible Chewbacca (que también está allí) sino de L3-37.

( ©Disney / Lucasfilm )