El peor de los monstruos (‘Déjame salir’, 2017)

Propuestas de cine

Déjame salir 2017 poster

( ©Universal )

Voy con un comentario en voz alta de un espectador a propósito de Déjame salir (Get Out): «¡Es que hasta los últimos diez minutos no ocurre nada!». Y bueno, en cierto modo, es así. Resume donde pueden quedar las expectativas de parte del público que acuda a verla. No son sustos, ni acción ni golpes de efecto dispuestos cada cierto tiempo para procurar mantener a toda costa la atención en la película. Hasta llegar allí, a ese final (que si no fuera por algunas malévolas sorpresas que depara, sería para mí de lo menos interesante), hay una historia en la que lo importante es lo que se va contando y cómo, o unas interpretaciones realmente estupendas. O el que tenga bastante mala leche, y no solo aplicada a la visión del eterno conflicto racial en Norteamérica entre «blancos» y negros».

Así que gustarme, me ha gustado y además es gran cine. Es, y ya se ha citado infinidad de veces en todas las reseñas, una peculiar vuelta de tuerca en clave de thriller psicológico y de terror de Adivina quién viene esta noche (Guess Who’s Coming to Dinner, 1967), en la que un afable matrimonio de blancos, progresista y acomodado (interpretados por los grandes Katharine Hepburn y Spencer Tracy), conocía a su futuro yerno, un joven y prometedor médico, pero negro (Sidney Poitier). Pero es como si ese clásico de los 60, aplicado al periodo actual, se hubiera adentrado en los territorios de una serie añeja y muy querida por mí, La dimensión desconocida (The Twilight Zone, 1959-1964). Una trama digna de la magistral  y referencial serie creada por Rod Serling pero guiada por la mano de un sádico tipo Josef Mengele.

Déjame salir 2017

( ©Universal )

Aquí el sosias del personaje que interpretaba Sidney Poitier es un joven y prometedor fotógrafo, Chris (excelente Daniel Kaluuya), y una breve sinopsis me permitirá de paso alabar al reparto. Chris deberá pasar un fin de semana con los padres de su novia, Rose (una Allison Williams superando su incursión más allá de Girls con nota alta), en una apartada y apacible mansión en algún lugar de esa América profunda. Sus anfitriones, los Armitage, parecen también una pareja encantadora, él es cirujano y ella psiquiatra («adorables» Bradley Whitford y Catherine Keener), y todo se asemejaría más a un cuento de hadas si no fuera por algunos inquietantes detalles. Los dos sirvientes afroamericanos de la casa, un hombre y una mujer (en este aspecto, la criada negra que encarna Betty Gabriel es un extraordinario hallazgo), pese a no dudar en expresar lo a gusto que están allí, se comportan de manera rara, como si fueran autómatas o estuvieran trastocados. Luego, cuando aparezcan más invitados en la mansión de los Armitage, todos ellos «blancos», sus actitudes son igualmente desconcertantes. No tienen reparos en demostrar especial atención hacia Chris o en exhibir su admiración por las cualidades genéticas de la raza negra, desde las dotes atléticas a las sexuales.

Y los monstruos, ¿dónde están? No hay que buscar en el espacio exterior o recurrir a seres sobrenaturales o mitológicos. El monstruo más terrible y despiadado se encuentra en la misma naturaleza humana. Así lo piensa firmemente Jordan Peele y lo certifica en este, su elogiado debut del que es director y guionista. La idea aún se hace más inquietante teniendo en cuenta que procede de un cómico, curtido en shows televisivos y bastante popular en Norteamérica. Alguien que, se supone, debería hacernos reír a costa de nuestros males y defectos, personales o sociales, en lugar de provocarnos pesadillas. Yendo un paso más allá, a Jordan Peele lo que le va es además mostrar no a una de esas bestias solitarias sino a varias, y cómo son capaces de agruparse y actuar creando sus propios mecanismos de supervivencia y tejido social, una comunidad, un lobby oculto o incluso un gobierno. Peele ya ha declarado que sus próximas películas también irán por esa dirección.

De momento, quedémonos con Déjame salir. Se desenvuelve cómodamente en lo sutil y en lo grotesco y varias de sus ocurrencias e imágenes nos pueden perseguir mucho tiempo después. El tintineo de una cucharilla en una taza de té, el bingo (¿o subasta?) silencioso, visualizar lo que es perderse en el rincón más oscuro y aislado de nuestro subconsciente, o la desazón que a uno le produce sentirse el «otro» (reflejado en la misma escena inicial, o en uno de los momentos de Chris en la fiesta, aliviado por haber «encontrado» a otra persona de su misma raza) son ideas brillantes que seguramente se convertirán en referentes futuros. Y sin necesidad de recargar las tintas. Otro ejemplo, basta con el mero gesto de recogerse el pelo para que uno de los personajes manifieste su otra cara, malvada, sin maquillajes o transformaciones de vestuario en una memorable película sobre paranoias y horrores modernos cuya fabulación para invocar miedos no se reduce solo a «blancos» y «negros», sobre todo teniendo en cuenta el auge de los radicalismos, las ultraderechas o de ciertos líderes mundiales.

Estrenada en cines: el 19 de mayo de 2017

 

3 comentarios

  1. Dice ser Castor

    Sinceramente, no se porque se le está dando tanto combo a esta mediocre película de terror. Hay miles mejores que esta. Además de esto, es una copia de una película llamada «la llave del mal». Lo único que se me ocurre es que se la promociona tanto por el tema étnico. Negros muy buenos y blancos muy malos.

    24 mayo 2017 | 09:41

  2. Dice ser q

    Para Dice ser Castor

    En total desacuerdo contigo. La película está muy bien y Daniel Kaluuya lo clava, hace un papelón. Por lo que dices de Skeleton Key, no la he visto pero he leído la sinopsis y copia copia, lo que se dice copia, no parece.. la veré aún así, parece que tiene buena pinta.

    24 mayo 2017 | 10:36

  3. Dice ser Wiltor

    Buenas, me considero un gran aficionado y conocedor del genero de terror.(creo sinceramente que lo he visto casi todo) Hace unas horas que he visto la película y esta es mi opinión:
    Algo que me suele molestar de todas las peliculas de terror y soy muy critico con ello son los guiones con actuaciones estúpidas de los personajes en torno al peligro que les rodea y a como deciden enfrentarse a él cuando ya se hizo evidente. Esto no pasa PARA NADA en esta gran pelicula, en la que a mi parecer es muy muy realista la actuación de casi todos los personajes, en especial a «Daniel Kaluuya» (protagonista) que es un pedazo de actor, como ya demostró en la serie Black Mirror haciendo una de las mejores actuaciones de todo lo que va de serie. En resumen, gran película y gran guión comparado con el nivel al que nos tiene acostumbrados últimamente el género. RECOMENDADA.

    24 mayo 2017 | 11:11

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