«En tiempos de mediocridad». Banderas da el mejor discurso de los Goya 2015

Antonio Banderas Goya de Honor

( Ballesteros/EFE )

La gala de entrega de premios de los Goya, en su edición número 29, volvió a destacar por ser interminable y aburrida. Algo normal cuando se superan de largo las 3 horas, más de 3 horas y media en este caso. Es un mal endémico que afecta a casi todas las ceremonias de este tipo, como sucede en los Oscar. Demasiados premios,  inevitables (y lógicos) discursos de agradecimiento, querer amenizarlo con números y escenas de humor o música a veces excesivos, prescindibles. Y estos Goya no fueron una excepción. Se vislumbraba que el tedio se iría apoderando de la función desde la concesión de los primeros galardones a La isla mínima (mejor vestuario, actriz revelación para Nerea Barros, montaje, dirección artística…).

Desde esos momentos, estaba cantado que el thriller de Alberto Rodríguez se haría con un montón de «cabezones», entre ellos al de mejor película, dirección y actor (para Javier Gutiérrez), como así fue. La posible baza de la intriga sobre si Magical Girl o Relatos salvajes le harían sombra quedó disipada en apenas unos cuantos premios iniciales. La isla mínima es muy buena, pero eché de menos que los premios no fueran más repartidos.

El mayor fenómeno en taquilla del cine español de todos los tiempos, Ocho apellidos vascos, de manera sorprendente, pues no estaba nominada a mejor película ni su director Emilio Martínez-Lázaro tampoco entre los finalistas a dirección, se hizo con 3 premios de los importantes, para sus intérpretes: mejor actriz secundaria para Carmen Machi, actor secundario para Karra Elejalde y actor revelación para Dani Rovira.

Clara Lago y Dani Rovira beso

( RTVE )

La gala pretendió ser más festiva que reivindicativa, como tan bien comenta mi compañero Alberto Grados en 20minutos, aunque no faltaran algunas puyas al ministro Wert o a ese IVA del 21 %. Y Dani Rovira que ejecutó sus labores como maestro de ceremonias haciendo lo que mejor sabe hacer, de showman y humorista.

Demostró que es un crack en lo suyo. Los nervios, el directo, el peso que significa presentar un evento de este género siempre juegan malas pasadas, y además el cómico y monologuista malagueño, debutante tanto en el cine como presentador de la gala de los Goya, era candidato a uno de los premios de la noche. Todavía se recuerda lo fatal que encajó hace 15 años Antonia de San Juan el que no le dieron el Goya a mejor actriz revelación por Todo sobre mi madre. Dani Rovira estuvo divertido y protagonizó la escena más apasionada con su beso a Clara Lago, su pareja en Ocho apellidos vascos y en la vida real. He aquí algunas de las perlas que soltó Dani Rovira durante la gala:

«El cine español ha ayudado mucho a los orcos del Estado… perdón, a las arcas»

«Impresionantes los efectos especiales de El Niño. Los helicópteros, persecuciones… ¡Y Luis Tosar sale con pelo! Que le den el Goya al equipo de maquillaje y peluquería.»

«Loreak, porque yo lo valgo».

«El que más me gustó fue el primer episodio. Es muy difícil hacer un relato salvaje en un avión y que Ryanair no tenga nada que ver».

«Penélope Cruz va a Segovia y el acueducto se hace una foto con ella. Cuenta la leyenda que Penélope Cruz llama a su compañía de teléfono a darse de baja… ¡y la dan de baja!».

 

Antonio Banderas en los Goya 2005

( Jorge París )

Pero más allá de chistes, exceso de números musicales, del glamour de la alfombra roja (o fucsia) o de  reivindicaciones políticas,  fue el también malagueño Antonio Banderas, que recibió el Goya de Honor de manos de Pedro Almodóvar, quien en su discurso dio en el clavo. Banderas supo mezclar gratitud (a los miembros de la Academia, a todo ese equipo de personas anónimo que trabajan para que una película sea realidad) y emotividad (hacia sus raíces, sus padres o sobre todo en sus palabras de dedicatoria para su hija Stella del Carmen).  Y poniendo también el dedo en la llaga.

Contra las proclamas quejicas, los tiempos de crisis no son tanto una barrera sino un estímulo:

«Pero esta profesión siempre ha vivido en crisis. A veces me he preguntado si el confort y la tranquilidad, lo que es estable, lo que es permanente, me permitiría acceder a los complicados entresijos de una vida en el arte. No. La crisis es nuestro estado natural. Debe serlo. Hemos de asumir y abrazar la inseguridad de nuestra profesión. Es el caos el mejor aliado de cualquier artista. Debemos disfrutar con las manos sucias en el barro que hemos de moldear y con el aliento de la incertidumbre que proporciona tanto el éxito como el fracaso…» (minuto 06:02 del vídeo).

Un alegato a favor de los artistas, la cultura y los intelectuales, en el que Banderas pronunciaría la frase, lamentablemente, más acertada de toda la gala: «Darnos cuenta de que la mediocridad se ha convertido en el mayor negocio de nuestro tiempo» (minuto 07:01), y que prosigue así:

«Hemos de volver a mirar con los ojos bien abiertos para tratar de desentrañar cual es la advertencia que se esconde tras las obras de Goya o de Picasso. Para maravillarnos de cómo fueron capaces Falla, Tárrega, Albéniz o Granados para encajar a España en una partitura. A Cervantes, Unamuno, Valle-Inclán, Lorca, Machado… tatuando sobre papel las miserias y grandezas de nuestro pueblo. También expresado, por supuesto, por Buñuel, Saura, Berlanga, Erice y mi admiradísimo y queridísimo Pedro Almodóvar, así como tantos otros».

 

 

3 comentarios

  1. Dice ser Héctor

    El iva…El dichoso iva…Pues sinceramente las grandes productoras con millones y millones de euros de beneficios a sus espaldas no me dan ninguna pena, es más, me parece una falta de respeto y una verguenza que se quejen. Lo que si que es verdad y me da pena es que sitios como teatros y pequeños bolos que meramente ganan lo mínimo para vivir o sobrevivir del arte, por el amor al arte, sean exterminados del mapa por la subida del iva.

    08 febrero 2015 | 19:47

  2. Dice ser Pedro

    cutre cutre cutre

    09 febrero 2015 | 06:06

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