Esto es lo que les pasará a los insectos con el cambio climático

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No, no le ocurre nada a su ordenador o móvil (¿recuerdan aquella tentadora intro de Más allá del límite?). Tampoco es un error de edición. Si al entrar en esta página se han encontrado con un gran espacio en blanco sobre estas líneas y bajo el título, es porque la respuesta más honesta a la pregunta planteada es precisamente esa: en realidad, nadie sabe con certeza qué les sucederá a los insectos con el cambio climático, una incógnita que mantiene a los entomólogos rascándose la cabeza en busca de los escenarios más plausibles.

Como decíamos ayer, los insectos se esfuman con el frío y conquistan el planeta con el calor, así que la pregunta parecería de examen de primaria: si el cambio climático trae más calor, los bichos heredarán la Tierra. Fin de la historia. ¿No?

Insectos en un girasol. Imagen de pxhere.

Insectos en un girasol. Imagen de pxhere.

Pero evidentemente, no es tan sencillo. Basta pensar en lo que conté ayer: dado que el frío del invierno aumenta la tolerancia de los insectos tanto a temperaturas altas como bajas, sin este choque glacial sus cuerpos estarán menos preparados para soportar el calor. Precisamente es en primavera y en otoño cuando su capacidad de aguantar temperaturas extremas es menor, y por tanto una primavera cálida después de un invierno templado podría matarlos.

Pero mejor lo cuentan cuatro entomólogos especializados en biología térmica de los insectos, a los que he formulado esta pregunta. Henry Vu, coautor del estudio que conté ayer sobre cómo el frío prepara a los insectos para tolerar el calor, lo detalla así:

Con el cambio climático, es probable que observemos más ciclos de congelación y descongelación, primaveras más tempranas y cálidas, y tiempo más extremo. De mis observaciones, yo esperaría que los insectos se vean más afectados por el cambio climático en primavera, ya que entonces se encuentran a unos 5 o 6 °C de su límite superior de temperatura de supervivencia. La primavera es cuando más cerca se encuentran de su límite de temperaturas letales, porque es cuando pierden su tolerancia al calor y encuentran temperaturas más altas al no contar con la protección de la cobertura de hojas. Debido al cambio climático, las primaveras más cálidas podrían acercarlos aún más a ese límite letal de temperaturas altas.

La misma idea la resume Simon Leather, de la Universidad Harper Adams (Reino Unido):

Algunos insectos, como ocurre con la llamada vernalización en las plantas, requieren un periodo frío para resetear sus relojes. Si no reciben suficiente frío, algunos insectos no emergerán en primavera.

Efímera al atardecer. Imagen de Bob Fox / Flickr / CC.

Efímera al atardecer. Imagen de Bob Fox / Flickr / CC.

Por su parte, David Denlinger, de quien también hablé ayer y que descubrió varias proteínas de choque térmico en los insectos, destaca otro aspecto, y es que si los insectos no sufren el golpe de frío que les ordena entrar en diapausa (su versión de la hibernación) para pasar el invierno en reposo, se verán obligados a consumir sus reservas de energía en una época del año en que no hay recursos suficientes para reponerlas:

Esto puede sonar contrario a la intuición, pero los inviernos más cálidos no necesariamente son buenos para los insectos. Como ectotermos [lo que tradicionalmente se ha llamado de sangre fría], su tasa metabólica depende de la temperatura, y una de las ventajas del invierno para los insectos es que las bajas temperaturas les ayudan a conservar sus reservas de energía. Cuando las temperaturas son demasiado altas, pueden quemar sus reservas demasiado rápido y quizá no aguanten hasta que regresen las condiciones favorables.

Por último, Brent Sinclair, experto en criobiología de los insectos de la Universidad Western de Ontario (Canadá), resume: «¡Ja! ¡El invierno es complicado!».

Los inviernos cambiantes dependerán de una combinación de temperatura media, variabilidad y precipitación. Por ejemplo, si la temperatura media es más alta, puede haber menos cobertura de nieve, lo que significa que los insectos del suelo experimentarán temperaturas más frías [paradójicamente, la nieve actúa como aislante térmico]. De modo similar, si la temperatura es más variable, la nieve podría fundirse, y entonces las temperaturas bajas más extremas serían más bajas. Por otra parte, si hay más precipitación en forma de nieve, puede tardar más en derretirse en primavera, haciendo los inviernos más largos para los insectos que se ocultan debajo.

En resumen, y si parece haber algo claro, es que el cambio climático desbarata el actual equilibrio ecológico del que dependen no solo los insectos, sino todas las criaturas vivas, y de un modo demasiado rápido. A estas alturas ya debería saberse que, exceptuando las repercusiones más directas como la crecida del nivel del mar en islas y costas, las principales consecuencias del cambio climático son biológicas, incluyendo las de impacto económico como el efecto sobre las cosechas. La naturaleza es una mesa de mezclas llena de palancas que no pueden tocarse sin ton ni son, porque el sonido resultante ya no será el mismo.

4 comentarios

  1. Dice ser Rompecercas

    Últimamente también las plagas y explosiones de mosquitos, como todos los males, se relacionan con el cambio climático. Pero son algo completamente natural.

    Para el ser humano, que construye en las marismas y zonas húmedas, son el apocalípsis. Pero forman parte del ecosistema, y digo yo que los mosquitos alimentan a la fauna, y nutren el pláncton aéreo.

    A nadie le da por investigar cómo el Control Sanitario de estas plagas y la fumigaciones masivas afectan al ecosistema. Esto sí puede ser el apocalípsis para los insectos y su ecosistema. Todo el mundo corre un túpido velo, incluida la Biología, hermana de la Medicina.

    https://www.hoy.es/sociedad/plaga-mosquitos-matalascanas-20180828142205-nt.html

    01 octubre 2018 | 22:44

  2. Dice ser Me rio de janeiro

    Buenos días Yanes,

    Es curioso, muy curioso…sospechosamente curioso, que alerten sobre las consecuencias de un hecho futurible del que se desconoce el cómo, el cuándo y por supuesto el «por qué».

    Y es curioso por varias razones, primero por basar una investigación en un futuro dificilmente previsible y digo dificil por no decir directamente imposible. Pero es más curioso, mucho más curioso aún, que se desprecie el factor/condicionante que mayor incidencia tiene sobre la biodiversidad de este planeta, el ser humano.

    Que digo yo…¿no será más provechoso estudiar como influirá en los insectos la desproporcionada cantidad de seres humanos que habita la Tierra? ¿No sería mucho más eficiente dedicar nuestros recursos económicos a ponderar los efectos de una realidad presente, como la sobrepoblación, y no a un futurible cambio climático?

    Y a parte de todo esto, ¿no empiezan a estar hartos de que cada estudio llegue a conclusiones diferentes según los interesados? Por ejemplo y por ceñirnos a este tema:
    «Ellen Currano (Universidad de Pensilvania) afirmó que el pulso del calentamiento global que sufrió la Tierra en la transición del periodo Paleoceno al Eoceno, hará más de 55 millones de años, provocó una proliferación masiva de insectos que se adueñaron del planeta. Y considera que aquel episodio podría repetirse en nuestros días, ya que están todas las condiciones necesarias para que esto ocurra.

    Lo dicho, cada uno llega a la conclusión que más le interesa. La Ciencia además de prostituida a veces parece un chiste….de los malos.

    03 octubre 2018 | 09:16

  3. Dice ser Rompecercas

    El ser humano y el desarrollo técnocientifico, por el bien de la humanidad, con sus plaguicidas, agricultura intensiva, control de plagas, herbicidas, tecnificación de la agricultura… Yo diría que eso es un apocalípsis para los insectos.

    El cambio climático queda muy bien como chivo expiatorio de todo, y el progreso tecnocientífico así se puede lavar las manos.

    03 octubre 2018 | 15:59

  4. Dice ser Matemáticas

    Al paso que vamos, la incógnita se resolverá dentro de unos cuantos años.

    30 octubre 2018 | 12:18

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