Por qué es improbable que haya alienígenas en TRAPPIST-1

El hallazgo es histórico: un sistema de siete planetas templados, todos ellos de tamaño similar a la Tierra, al menos seis de ellos con suelo firme, al menos tres de ellos con la casi garantía de condiciones climáticas adecuadas para la existencia de agua líquida en toda su superficie. Ya conocíamos exoplanetas de talla terrestre, ya conocíamos exoplanetas rocosos y ya conocíamos exoplanetas templados. Pero encontrar todo ello junto multiplicado varias veces significa que el sistema de TRAPPIST-1 es, desde hoy, nuestro nuevo rincón favorito del universo. Y a solo 40 años luz, lo cual es una minucia en distancias cósmicas.

Ilustración de TRAPPIST-1 f. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Ilustración de TRAPPIST-1 f. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Pero vaya una advertencia: ¡por favor, no le atribuyan el descubrimiento a la NASA! Es cierto que la agencia estadounidense ha participado, pero es que actualmente participa de una manera u otra en la casi totalidad de los descubrimientos de exoplanetas, dado que la mayoría de ellos suelen contar con alguno de sus telescopios espaciales.

Al César lo que es del César: el sistema de la estrella TRAPPIST-1 es la criatura de un equipo de astrónomos belgas trabajando con un telescopio belga en suelo chileno, cuyo nombre (el mismo de la estrella) no es casual, como sabe todo el que haya probado la típica cerveza belga trapense (trappist). Por supuesto, ha sido el telescopio espacial de infrarrojos Spitzer de la NASA el que ha permitido desdoblar lo que antes se creía un solo planeta en tres, y descubrir otros dos nuevos. Pero un edificio de Norman Foster sigue siendo de Norman Foster pese a que sea otro quien lo construya.

Los medios ya han ofrecido esta tarde toda la información básica sobre el nuevo sistema solar de bolsillo, con sus siete planetas (como mínimo) apiñados en torno a su pequeña estrella. Yo mismo también lo he contado en otro medio. Pero hay un aspecto que quisiera comentar aquí, y es lo que en el fondo más importa a la mayoría de un descubrimiento como el del sistema TRAPPIST-1: la posibilidad de que haya vida allí. Y cuando la mayoría piensa en vida, piensa en alguien a quien podríamos llegar a saludar, de una manera u otra.

Ilustración del sistema TRAPPIST-1. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Ilustración del sistema TRAPPIST-1. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Por supuesto que desde el punto de vista de los astrofísicos y los científicos planetarios aún quedan muchas condiciones por definir antes de que puedan lanzar alguna apuesta sobre la habitabilidad real de aquel sistema. Los responsables del estudio, bajo la dirección del astrónomo de la Universidad de Lieja Michaël Gillon, dijeron ayer martes en una rueda de prensa telefónica organizada por la revista Nature que TRAPPIST-1 es una estrella muy tranquila, sin grandes erupciones solares que puedan arrasar sus planetas con grandes dosis de radiación y pelar sus atmósferas.

Aun así, los científicos estiman que probablemente los planetas de TRAPPIST-1 estén sometidos a una enorme radiación ultravioleta (UV), y este es un claro impedimento para la vida. La luz UV provoca daños celulares que resultan dañinos o letales para los organismos. Los terrícolas contamos con un aliado que nos protege, y que sin duda les sonará: la capa de ozono de la atmósfera.

Pero para protegerse de esta nociva irradiación, los seres vivos también pueden refugiarse a la sombra, ya sea bajo tierra o debajo del agua. Y hay otra interesante posibilidad analizada por Jack T. O’Malley-James y Lisa Kaltenegger, dos investigadores del Instituto Carl Sagan de la Universidad de Cornell (EEUU), en un estudio de próxima publicación, y que bien podría ser aplicable al sistema de TRAPPIST-1: la biofluorescencia.

La fluorescencia consiste en emitir luz después de absorberla, pero de modo que la luz emitida tiene menos energía que la recibida, y por tanto (según una propiedad básica de la luz) mayor longitud de onda. Es decir, que por ejemplo un cuerpo fluorescente recibe luz UV y la convierte en luz visible, anulando así su efecto dañino. La fluorescencia se ha propuesto como un mecanismo de defensa de algunos organismos contra la luz UV aquí mismo, en la Tierra; en concreto, en algunos corales.

Según O’Malley-James y Kaltenegger, y suponiendo que los seres vivos de un lugar como TRAPPIST-1 desarrollaran biofluorescencia como sistema de protección contra el UV, no solo podrían vivir bajo esas condiciones, sino que incluso nosotros podríamos detectar esa luz a distancia, por ejemplo durante fuertes fogonazos de UV por parte de la estrella. Así, la fluorescencia podría ser una biofirma temporal, distinguible de la emitida por los minerales, que podría revelarnos la existencia de vida en un sistema solar lejano.

Según ha informado hoy la Universidad de Cornell, Kaltenegger tiene ahora mismo en revisión otro estudio en el que discute concretamente la posibilidad de existencia de vida en las condiciones de irradiación UV de TRAPPIST-1. Lo esperaremos con impaciencia.

Ilustración del sistema TRAPPIST-1. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Ilustración del sistema TRAPPIST-1. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Pero incluso dando todo lo anterior por supuesto, desde el punto de vista biológico hay un enorme impedimento para que en TRAPPIST-1 pueda existir una civilización con la que pudiéramos intercambiar señales cada 40 años: la estrella es demasiado joven.

En la rueda de prensa, Gillon y sus colaboradores explicaron que TRAPPIST-1 tiene unos 500 millones de años. Al tratarse de una estrella de evolución lenta, seguirá ahí cuando nuestro planeta ya no sea ni un recuerdo: mientras que el Sol se encuentra más o menos a la mitad de su vida y pueden quedarle por delante unos 5.000 millones de años, en cambio TRAPPIST-1 vivirá un billón de años, dijeron los investigadores.

Mucho tiempo por delante. Pero muy poco por detrás. Si repasamos los 4.600 millones de años de historia de nuestro Sistema Solar, o lo que sabemos de esos 4.600 millones de años, encontramos que tuvieron que pasar más de 500 millones de años hasta la aparición de las primeras células simples. Y aunque la ventana del comienzo de la vida en la Tierra suele centrarse en torno a los 4.000 millones de años atrás por los indicios químicos hallados, las pruebas fósiles más antiguas no llegan más allá de los 3.700 millones de años.

Durante la mayor parte de la historia del planeta, la Tierra ha estado habitada solo por células individuales. Aunque tampoco sabemos con certeza cuándo aparecieron los primeros organismos multicelulares (las estimaciones pueden variar salvajemente entre los 800 y los 2.000 millones de años), sí sabemos que solo hace 570 millones de años comenzaron a aparecer formas de vida más complejas, como los artrópodos.

Los mamíferos solo llevamos aquí unos 200 millones de años. Y la única especie con capacidad para comunicarse con otras civilizaciones, nosotros, somos unos recién nacidos, con unos 200.000 años de vida. Somos un decimal en la historia de la vida terrestre; este planeta ha tardado casi 4.600 millones de años en alumbrar una especie que, si no fuéramos tan bestias, podría llamarse civilizada.

Pero TRAPPIST-1 no ha tenido tanto tiempo. Si hay algo allí, apenas serán células simples.

Es cierto, se puede objetar que estas cronologías probablemente vienen marcadas tanto por fenómenos geológicos como biológicos: la Tierra recién formada tuvo que enfriarse, sufrir el cataclismo lunar, recuperarse del cataclismo lunar… Pero por desgracia, de los biológicos en realidad sabemos poco. Como aún desconocemos el proceso de la abiogénesis (la transición de la no vida a la vida), sus pasos más limitantes y su probabilidad, o si pudo existir más de un origen de la biología terrestre (segundo génesis), no podemos valorar las posibilidades reales de que la vida pueda seguir otros caminos con cronologías muy diferentes.

Así que debemos atenernos al principio de mediocridad, y suponer que la de la Tierra sería una historia típica, con su evolución geológica y biológica gradual puntuada por grandes catástrofes esporádicas que provocan extinciones masivas. Y no tenemos razones para sospechar que en TRAPPIST-1 no se aplique el principio de mediocridad.

Por otra parte, está también la vieja objeción de suponer la vida tal como la conocemos, y de olvidar que la vida podría existir tal como no la conocemos y por tanto regirse por otros parámetros bien distintos, incluyendo su cronología evolutiva. Pero sin mencionar siquiera que otras bioquímicas alternativas propuestas a veces tienen más de fantasía que de posibilidad real (algo de lo que ya he hablado más extensamente aquí en alguna otra ocasión), hay que tener en cuenta que estamos valorando la habitabilidad del sistema TRAPPIST-1, o de otros exoplanetas en general, por la comparación de sus condiciones con las terrestres. Así que en realidad estamos pensando en la vida más o menos tal como la conocemos.

En otras palabras: nadie ha refutado formalmente la posibilidad de vida exótica extremadamente rara, como la que Robert L. Forward situaba sobre una estrella de neutrones en Huevo del Dragón, y que funcionaba un millón de veces más deprisa que la terrestre. Pero los planetas de TRAPPIST-1 no son estrellas de neutrones, sino planetas parecidos a la Tierra. Y en planetas parecidos a la Tierra la biología debería funcionar de forma parecida a la de la Tierra. Y según la biología de la Tierra, o mucho nos equivocamos, o me temo que imaginar una civilización inteligente en un planeta que aún es un bebé cósmico no es más que pura fantasía.

29 comentarios

  1. Dice ser Pedro Jesús PLV

    A lo mejor los habitan tumores con extremidades.

    22 febrero 2017 | 22:39

  2. Dice ser ahyur

    …. Y si la hubiese xq iba a tener q ser como nosotros??, no creo q el futuro de la raza humana esté en la expansión sino en la introspección, y desde ese punto de vista poca vida alienigena vamos NOSOTROS a encontrar, lo q no significa q no la haya, sino q muy posiblemente «no esté» como nosotros la esperamos.

    22 febrero 2017 | 22:53

  3. Dice ser Elestel

    La vida se ha empeñado en hacer posibles que en principio se consiferaban imposibles, como las bacterias que procesan sulfuros para obtener energía en lugar de la fotosíntesis, y otras que consiguieron adaptar parcialmente arsénico en sustitución del fósforo.
    Puede que las radiaciones de una enana roja puedan ser muy letales, pero hay un factor interesante: Presumiblemente los planetas tengan rotación síncrona como nuestra Luna o las de Júpiter (es decir, siempre la misma cara hacia el astro principal), lo cual podría hacer muy interesante la región de transición entre la luz y la oscuridad.

    22 febrero 2017 | 23:06

  4. Dice ser Fire

    Buena lo de la cerveza, pero te equivocas. «This exoplanet system is called TRAPPIST-1, named for The Transiting Planets and Planetesimals Small Telescope (TRAPPIST) in Chile»

    A pesar de que la estrella tiene 500 millones de años, con que algún planeta tenga más posibilidades de albergar vida que cualquier objeto de nuestro sistema solar, llámese Marte, Europa, Encélado… será suficiente.

    22 febrero 2017 | 23:13

  5. Dice ser Elestel

    @Fire Lo de los nombres es una broma recurrente… un ejemplo es la sonda «MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry and Ranging». MESSENGER para los amigos.

    22 febrero 2017 | 23:28

  6. Dice ser Raúl

    Pues yo creo que a día de hoy no tenemos los suficientes datos como para poder tener una postura ni a favor ni en contra.

    Para empezar, la vida puede ser simple o compleja (y dentro de la compleja es donde se enmarcaría la vida inteligente).
    Y dentro de ellas hay una serie de contexto y variedades.
    Que nosotros conozcamos una vida basada en el carbono, no quiere decir que no puedan existir formas de vida basadas en otros componentes y estructuras.
    Sin ir más allá, dentro de formas de vida simple se han encontrado microorganismos que han aguantado hasta 2 años expuestos al vacío y a la radiación solar (en los paneles de la estación espacial), los tardigrados. También se han encontrado microorganismos que sobreviven en áreas circundantes a volcanes submarinos, o que se alimentan a partir de titanio. A todos estos los enmarcamos dentro de los «extremófilos», de los cuales no hay muchos, pero si son muy variados y que nos dan una idea de lo que podría haber en o tras nuestro Sistema Solar.

    Si en un principio he dicho que bajo mi punto de vista aún no nos podemos posicionar a favor en contra , es por el simple hecho de que aún no conocemos como funcionan exactamente los Sistemas Solares en cuyo centro se ubican estrellas de tipo M o enanas rojas, factores clave como la composición estelar y planetaria (básico también para saber si desarrollan campos magnéticos), la actividad estelar en su fase primigenia (los primeros millones de años, no a los 400 o 500) y como afecta el tidal locking o freno rotacional a los planetas (si conservan sus atmósferas) y si hay water trapping en el hemisferio donde la oscuridad es perpetua.
    Desde luego, el anuncio de hoy al menos es un paso positivo y fascinante, pero aún quedan dudas por resolver antes de poder hablar con tanta ligereza

    23 febrero 2017 | 00:08

  7. Dice ser JM

    #6 Raúl: da gusto leer comentarios así. Y al autor: más de lo mismo. Excelente lectura y noticia preciosa.

    23 febrero 2017 | 00:36

  8. Dice ser ADX

    Me hace gracia como los humanos juzgan el Universo entero desde su tan básica perspectiva. Hace 2 mil años la tierra era el centro del universo, 2000 años después: «si la vida no existe como la conocemos, entonces no existe». Admítanlo, los humanos son graciosos.

    23 febrero 2017 | 01:42

  9. Dice ser danko9696

    #6 Raúl
    Básicamente de acuerdo pero algunas puntualizaciones.

    «Que nosotros conozcamos una vida basada en el carbono, no quiere decir que no puedan existir formas de vida basadas en otros componentes y estructuras.»
    No quiere decir que no existan formas de vida basadas en componentes distintos al carbono y con disolventes distintos al agua pero es lo que conocemos y también que aparte de ser abundantes hay razones objetivas por las que la vida, de aparecer, lo haga con estos componentes, como por ejemplo la facilidad del carbono para formar moléculas muy complejas y con un grado de enlace intermedio, frente a muy débil o muy fuerte del silicio, por ejemplo.

    «Sin ir más allá, dentro de formas de vida simple se han encontrado microorganismos que han aguantado hasta 2 años expuestos al vacío y a la radiación solar (en los paneles de la estación espacial), los tardigrados.»
    Todas esas formas de vida que menciona sobreviven en forma de animación suspendida, sea en forma de esporas (bacterias) o desecándose internamente (tardigrados). O sea, no son capaces de metabolizar nada ni mucho menos reproducirse expuestos al vacío.

    «También se han encontrado microorganismos que sobreviven en áreas circundantes a volcanes submarinos, o que se alimentan a partir de titanio. A todos estos los enmarcamos dentro de los “extremófilos”, de los cuales no hay muchos, pero si son muy variados y que nos dan una idea de lo que podría haber en o tras nuestro Sistema Solar.»
    Es por este motivo que han aumentado bastante las expectativas de encontrar vida, incluyendo planetas fuera de la zona habitable. Incluso podría haberla en alguna luna de un planeta errante que no orbita alrededor de estrella alguna.

    Lo interesante de este caso es que dada la relativa cercanía, es posible que en no mucho tiempo se pueda obtener un análisis espectrográfico que pueda mostrar indicios de vida, aunque no sean concluyentes.

    #8 ADX
    Usted ataca una postura que nadie defiende. Nadie dice que solo exista la vida tal como la conocemos pero si usted sabe como buscar vida distinta a todo lo conocido y que no sabemos en qué puede consistir, seguro que estarían muy agradecidos con su aportación. Por poder, podría haber vida no basada en el carbono en la atmósfera de Venus o Júpiter o incluso en nubes moleculares, pero si no sabemos por donde comenzar la cosa está más que complicada.

    23 febrero 2017 | 03:10

  10. Dice ser Raúl

    #danko9696

    Evidentemente son opiniones, y bueno, a partir de reafirmar o rebatirse los unos a los otros es como va avanzando la ciencia, es lo bonito de ello, no?
    En cualquier caso tampoco vengo aquí para dar lecciones a nadie, simplemente era para eso, opinar.

    Respecto a algunas de los comentarios, pues comentar que de acuerdo, complementan. No soy un gran entendido de los extremófilos, pero si sabía que los tardígrados no son capaces de reproducirse y mientas están en el vacío espacial entran en una especie de hibernación inducida, pero la intención era el hecho de resaltar que sean capaces de sobrevivir en un ambiente tan hostil.

    Respecto del análisis espectrográfico y demás posibles futuros estudios es lo realmente interesante de este Sistema. El hecho de que su estrella sea tan poco masiva, M8 (casi roza con el límite de las enanas marrones) hace que sus planetas orbitantes bloqueen un % mucho mayor que en otros casos de planetas encontrados, y eso es una ventaja en todos los aspectos.

    Y bueno, respecto a su último párrafo, tiene razón que mejor en tratar por buscar algo en lo que ya no estamos familiarizados que no en las nubes de Júpiter o enanas marrones, pero bueno, también es verdad que donde los astrobiólogos tienen ahora mismo más esperanzas depositadas es en la luna Europa, una luna sin atmósfera que recibe grandes cantidades de radiación y cuyo océano subsuperficial se encontraría bajo una capa de hielo de decenas de kilómetros que bloquearía toda luz solar, pero bueno, lo interesante sería que ese océano parece estar compuesto por agua salada

    23 febrero 2017 | 04:21

  11. Dice ser Atreides

    Falta otra teoría de vida en esos exoplanetas, muy poco probable pero es una posibilidad, y es que algunos de esos planetas estén colonizados por alguna especie de otro sistema planetario.

    23 febrero 2017 | 07:16

  12. Dice ser Ruben

    Diré dos cosas nada más:

    a) 40 años luz de la tierra no es una corta distancia. Tardaríamos muchos años en cubrir ese recorrido.

    b) Siempre analizamos la posibilidad de que haya formas de vida desde el punto de vista humano. Basandonos en las condiciones necesarias para que lo que conocemos en la tierra, pudiese sobrevivir en otro planeta.
    Pero pueden darse formas de vida, microorganismo y todo lo que queráis, que sean resistentes a la radiación, incluso que se alimenten de ella. Que puedan sobrevivir a temperaturas de 200 grados… El universo es muy extraño y no entendemos la formación de la vida, tenemos teorías y punto. No podemos creer que a la fuerza, deben de darse condiciones de vida para humanos o para lo que conocemos, para que haya vida.

    23 febrero 2017 | 08:34

  13. Dice ser DD

    En cualquier caso, los que estamos aqui no llegaremos a verlo, y dudo que la humanidad aguante tanto como para tener la tecnologia necesaria e ir mas allá, salvo que nos encuentren primero lo cual podria ser bueno o malo.

    23 febrero 2017 | 08:43

  14. Dice ser WW

    Dice el artículo :»Y a solo 40 años luz, lo cual es una minucia en distancias cósmicas»

    Vamos a ver, para que lo entendáis todos en escala. Si el Sol fuera del tamaño de un garbanzo, la Tierra sería del tamaño de un granito de arena y estaría situada a un metro del Sol.
    40 años luz es la distancia que recorre la luz en 40 años.
    Si la luz que sale del Sol tarda 7 minutos en llegar, en un año la luz del Sol recorrerá 75,08 Kms.
    Si esa distancia la multiplicamos por 40, estaríamos hablando que este nuevo Sistema Solar estaría a 3003,20 kms.
    Aproximadamente como la distancia de Cádiz a Hungría.

    23 febrero 2017 | 09:29

  15. Dice ser WHILSA

    Os dejo una simulación que he realizado para mi canal: https://youtu.be/5w8L1m_8vJU

    23 febrero 2017 | 10:05

  16. Dice ser Miklos

    Todo esto es apasionante y esta muy bien, pero yo dejaria de buscar nuevos planetas y cuidaría el que tenemos. Invertiría toda esa pasta en buscar y explorar el espacio en cuidar nuestra tierra.

    Estamos jodiendo la tierra y lo sabemos. No me extraña que se busque con afán nuevos destinos posibles, xq si un dia esto «peta». Lo que habría que evitar es que esto «petase»

    http://interestrellado.es

    23 febrero 2017 | 10:13

  17. Dice ser Sociólogo Astral

    Ese sol es demasiado apagado para mi gusto. en esos planetas falta luz y todo se verá con dificultad. yo quiero un buen sol que dé buena luz como en la tierra.

    23 febrero 2017 | 10:41

  18. Dice ser eh

    Sociólogo Astral y playas con arena fina, que las piedrecitas molestan en los pies.

    23 febrero 2017 | 11:15

  19. Dice ser demasiado cerca a estrella y pronto, parece

    Debe ser todo aún muy caótico pero ¿puede dar pistas del desarrollo del Sistema Solar nuestro? Siete planetas casi similares en tamaño; en masa… Si la estrella tiende a expandirse… ¿qué puede sucederles dentro de tres o cuatro mil millones de años? El E sería el que albergara vida en el futuro? Se harían otros gaseosos, presentarian algún tipo de cambio estructural en algún proceso provocado por la estrella o por otros objetos que anden por ahí en el mismo sistemita o fuera de él?
    De pensar que éramos el único planet aen el Universo a encontrar a montones. Pues no está mal. Hay que investigar má sen el desarrollo de técnicas de traslaciones de energía o datos intergalácticas

    23 febrero 2017 | 11:31

  20. Dice ser Jorge

    Existe un problema mucho mas severo para la existencia de vida en este sistema que aún no he visto que nadie haya comentado, y que es bastante más grave que el de la radiación UV o la propia edad de la estrella.

    La «zona de habitabilidad» que rodea a cada estrella es la distancia a la que tienen que estar los planetas para que reciban la energía justa para que el agua se encuentre, al menos en parte, en fase líquida en la superficie, algo imprescindible para que prospere la vida tal como la conocemos. Ni muy cerca (demasiado calor, agua si existe en forma de vapor) ni muy lejos (demasiado frío, agua si existe en estado solido).

    Esta estrella, como enana roja, emite mucha menos energía que nuestro sol. Y por lo tanto, su zona de habitabilidad está mucho más pegada a la estrella que en nuestro sistema solar. (de hecho, los planetas de Trappist están mas cerca de su sol que Mercurio del nuestro). Y esto tiene un efecto colateral bastante importante. Dos cuerpos masivos (como un planeta y una estrella), que se encuentran tan relativamete próximos entre si, es sumamente probable que tengan entre ellos un efecto conocido como «tidal locking» («enganche de marea»). Básicamente esto significa que ambos cuerpos se atraen con tanta fuerza que siempre se muestran entre ellos la misma cara. Como ocurre entre la Tierra y nuestra luna, que siempre nos muestra la misma cara..

    Un planeta que esté ligado en marea a su estrella (y esto es probable que ocurra en todos los planetas de Trappist-1), puede tener una temperatura «media» teórica entre 0 y 100 grados, pero en la realidad, la cara permanentemente iluminada tendrá temperaturas extremas de varios cientos de grados, mientras la cara permanentemente oscura se encontrará continuamente bajo cero a temperaturas extremadamente frías. La vida en estas condiciones es muy improbable, y aunque se postula que puede existir un «anillo» templado justo en la zona de transición entre las caras iluminadas y oscuras de estos planetas, dicha posiblidad es tambien muy poco probable, y desde luego no permitiría que se desarrollase vida minimamente evolucionada.

    Un saludo

    23 febrero 2017 | 11:38

  21. Dice ser Daniel 1970

    La sonda más rápida de la NASA tardaría en llegar unos 750.000 años al nuevo sistema descubierto.

    23 febrero 2017 | 12:14

  22. Dice ser Bitácora

    Nada, nada, eso está a la vuelta de la esquina. Oº

    40 años luz supone una distancia de 378.418.858.075.880,88 kilómetros. Suponiendo que se pueda viajar a una velocidad de 500.000 kilómetros por hora, se necesitarían 86.340 años para alcanzar el destino de este sistema descubierto.

    Siendo optimista y asumiendo que disponemos de una tecnología avanzada de propulsión interestelar para poder viajar a unos miserables 60000 kilómetros por segundo (una pequeña fracción de la velocidad de la luz), conseguir esto supondría viajar a 216.000.000 kilómetros por hora y un tiempo estimado de llegada en 199,8 años.

    Un pequeño paseo para el universo pero un gran salto XXXXL para la humanidad

    23 febrero 2017 | 12:36

  23. Dice ser Guillermo Sánchez Sainz

    Cuando en el articulo se refiere a un Billon de años, se ha cogido del sistema americano, y allí 1 billón son 100.000 millones. Por aclararlo, pero vamos que ya no estaremos

    23 febrero 2017 | 13:20

  24. Dice ser A Parla

    También es posible que esos planetas, hace tiempo que hayan dejado de existir. No olvidemos que se encuentran a 40 años luz.

    23 febrero 2017 | 13:20

  25. Dice ser Angel

    Me ha gustado mucho tu artículo, pero soy totalmente contrario a la idea de «Y en planetas parecidos a la Tierra la biología debería funcionar de forma parecida a la de la Tierra». Lógicamente siempre hablamos de la vida tal y como la conocemos, pero aun hay muchas incógnitas sobre nuestro origen como para asumir que la vida como tal requiere de las mismas condiciones y mismos elementos que encontramos en la Tierra. Que un habitat no sea apto para el ser humano, o para las especies terrestres, no quiere decir nada. Estas cuestiones abre un abanico de ideas, teorías…

    A mi estas noticias me maravillan porque dan rienda suelta a nuestra imaginación y nunca debería estar limitada por lo que sabemos hasta ahora.

    23 febrero 2017 | 13:26

  26. Dice ser fcjca

    Es imposible que haya alienígenas a menos de 100 años luz de la Tierra, porque después de haber tenido noticias de una avanzadilla que les advertía de los peligros que se corre en nuestro planeta, a todos los niveles: dirigentes descerebrados, gente violenta e insolidaria, reguetones, heavy metals, torturadores de animales, etc. Han decidido alejarse de nosotros para mantener a salvo a su propia especie. Así de fácil, no le deis más vueltas.

    24 febrero 2017 | 01:12

  27. Dice ser hay vida loca y la prueba somos nosotros

    26, efectivamente.
    Ya ha habido contactos y nos han visto. Imagina que miramos de detrás de una nube y vemos lo que pasa aquí abajo. ¿Quién se atrevería a mezclarse con nosotros si son inteligentes de veras?
    Ahora hay que adivinar de qué planeta y cuando lo descubran a ver quién fue le qeu lo descubre y con qué. Yo ya me he cortado una caña y le he puesto un cristal en el extremo para que no me entre frío al ojo de noche, no por otra cosa, sin aumento ni nada, así, al tuntún a ver si tengo suerte y les veo la manita saludado.
    https://www.youtube.com/watch?v=QLYFRq_A38k

    24 febrero 2017 | 19:09

  28. Dice ser jean paul roussel

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    12 marzo 2017 | 22:10

  29. Dice ser paul

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    12 marzo 2017 | 22:39

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