¿Superluna? No esperen nada espectacular

Será mejor dejarlo claro antes de que se lleven la decepción por ustedes mismos: sí, la luna llena de la noche del domingo al lunes será la más grande desde enero de 1948, y no volverá a estar tan cerca de nosotros hasta noviembre de 2034.

Pero si esperan un espectáculo sobrecogedor como en esas fotografías tomadas con teleobjetivo que muestran gigantescos discos lunares, desengáñense: esta noche la Luna estará a 348.400 kilómetros de nosotros, y la diferencia de estos especialmente cercanos perigeos (máximo acercamiento orbital) es como máximo de unos 160 kilómetros, una minucia en comparación con el abismo que nos separa.

Haciendo una grosera conversión de distancias, imaginen que están sentados en el sofá de casa viendo la tele exactamente a tres metros de distancia. Ahora acérquense al televisor 1,38 milímetros. ¿Lo ven más grande? Solo los ojos muy bien entrenados notarán la diferencia a simple vista.

Imagen de Pixabay.

Imagen de Pixabay.

Dicho todo esto, siempre es una buena ocasión para mirar al cielo y renovar nuestra sorpresa por las maravillas que nos presenta cada noche sin que habitualmente prestemos demasiada atención. Pásmense ante la luna, aunque no sea súper.

¿Pero por qué entonces hablan de «Superluna»? Eso pregúntenselo al astrólogo Richard Nolle. Repito: astrólogo. No astrónomo. Según cuentan por ahí diversas fuentes y confirma él mismo en su web, fue Nolle, astrólogo profesional certificado, quien en 1979 acuñó el término Superluna para la revista Dell Horoscope; cuyo último número, por cierto, nos ofrece una mirada a los tres planetas exteriores para entender «las tendencias en las finanzas globales, los avances tecnológicos, las crisis ideológicas y la geopolítica explosiva».

Con este solemne acto de invención de palabras digno de Matías Martí, Nolle pretendía advertirnos de las «grandes tormentas, terremotos y erupciones volcánicas» causadas por estos perigeos lunares. Pero ¿hay algo de verdad en todo ello? Mareas más fuertes, seguro. En cuanto a lo demás, ha sido objeto de discusión durante largo tiempo.

Precisamente un estudio publicado en septiembre en Nature Geoscience correlacionaba datos sobre estrés mareal y seísmos, para concluir que «los grandes terremotos son más probables durante períodos de elevado estrés mareal», añadiendo que «la probabilidad de que una diminuta grieta en la roca se expanda a una ruptura gigantesca aumenta con los niveles de estrés mareal». Pero cuidado: los propios autores reconocían que «aún falta una clara relación causal entre los pequeños terremotos y la fase de estrés mareal». En resumen, los autores no defienden que el abrazo gravitatorio de la luna provoque los temblores, sino que aquellos que tienen lugar coincidiendo con mareas más intensas (todos los días se producen terremotos) tienen mayor probabilidad de alcanzar niveles catastróficos.

Claro que, si hay que atribuirle a alguien la autoría original de todo esto, desde aquí reclamo la primicia para el maestro Fogerty, quien 10 años antes que Nolle ya nos advertía sobre el influjo de la luna en los terremotos, tormentas y huracanes.

9 comentarios

  1. Dice ser a

    Bueno… cierto es que esas imágenes no representan lo que se ve a simple vista, tan cierto como que hay días que la luna se ve mucho más grande que la mayoría, o mucho más naranja y baja… Se nota esa diferencia a simple vista y es especial, no restes interés.

    13 noviembre 2016 | 22:01

  2. Dice ser montsey

    Periodista, biólogo y HATER.

    13 noviembre 2016 | 22:03

  3. Dice ser Ralkai Shagtten

    Quizás sea si no error de la Wikipedia, pero ¿no se supone que la diferencia entre el apogeo y el perigeo de la Luna son 40000 km?¿Qué son entonces esos 160Km? ¿O soy yo que estoy confundiendo el tocino con la velocidad?

    13 noviembre 2016 | 22:12

  4. Dice ser Gonzalo Calvo Pérez

    Errata (éste es el enlace correcto): https://twitter.com/GeoparcBalears/status/797838005511868416

    13 noviembre 2016 | 22:12

  5. Dice ser Coplero

    Y ese tooooooooooroooooooooo enamoradoooooo de la luuuuuunaaaaaaa!!!!!
    lalalalalalalalalala

    14 noviembre 2016 | 00:53

  6. Dice ser Solomillo

    #4
    Creo que se refiere a la diferencia entre un perigeo y un superperigeo.
    De todas maneras da lo mismo, es algo prácticamente inapreciable a simple vista, y recordemos que la Luna no se teletransporta, no es que hace dos noches fuese «normal» y de repente da el salto para ser una «superluna», los cambios de distancia y tamaño se producen poco a poco, día a día. Es como el crecimiento de los niños, un padre no se levanta por la mañana y alucina con el crecimiento de su hijo en las últimas 24h, sí puede que lo detecte la tía Pepita, que hace seis meses que no le ve, y diga «cómo ha crecido este muchachito —mientras le tira de los mofletes—», pero en el día a día, no vamos a notar nada.

    14 noviembre 2016 | 10:27

  7. Dice ser kkdlvk

    dice ser a:
    La luna se ve rojiza cuando sale por el horizonte, de igual manera que le ocurre al sol. Y es en esos momentos cuando aparentemente se ve más grande; pero es sólo eso, apariencia, por la simple comparación con edificios, árboles, etc. Sin embargo su tamaño es levemente menor pues está más lejos del observador que cuendo está en el zenith (sobre nuestras cabezas).

    14 noviembre 2016 | 10:35

  8. Dice ser Turay T

    Ayer estaba bastante iluminada la noche. Se notaba a primera vista la diferencia. Encima de las nubes, todavía parecía de día. Luz lunar amigos, los elfos estarán de celebración :3

    14 noviembre 2016 | 11:55

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