Vídeo en streaming a través de la carne

Tal vez recuerden una película de los años 60 titulada Viaje alucinante (Fantastic Voyage), en la que un submarino y su tripulación científica eran reducidos a un tamaño microscópico para introducirse por vía intravenosa (si no recuerdo mal) en el organismo de un tipo y salvarle la vida. Y quienes no la recuerden tal vez tengan pronto la ocasión de conocerla, si se confirma un posible remake que al parecer dirigirá Guillermo del Toro. Esto sin contar la inevitable recreación que hicieron Los Simpson.

Imagen de Twentieth Century Fox.

Imagen de Twentieth Century Fox.

No vengo a contarles que la premisa de la película está más cerca de hacerse realidad, pero sí una parte de ella: la posibilidad de introducir un sumergible –no tripulado, claro– en el cuerpo de alguien, dirigirlo a distancia desde el exterior y que transmita en directo vídeo en streaming de alta definición mostrándonos lo que ocurre por nuestros entresijos.

Esto ya no resulta tan descabellado. En los últimos años se viene hablando de las píldoras digitales, microchips que pueden tragarse y monitorizar los parámetros deseados dentro del organismo antes de ser expulsados por la puerta de salida habitual. Por otra parte, ciertos aparatos implantados en el interior del organismo ya pueden ser controlados desde el exterior a través de sistemas clásicos de ondas de radio. El uso del cuerpo humano como medio transmisor de ondas es un activo campo de investigación.

El problema con los sistemas actuales es que los seres vivos no somos muy buenos transmitiendo ondas de radio. Las frecuencias utilizables para aparatos médicos ocupan una estrecha franja y el ancho de banda es pequeño, por lo que las máximas velocidades de transmisión alcanzables están en torno a las 50 k o kbps (kilobits por segundo); una conexión ADSL normal, pongamos de 10 megas, es 200 veces más rápida.

Sistema experimental de transmisión de datos a través de lomo de cerdo. Imagen de Singer et al. / Universidad de Illinois.

Sistema experimental de transmisión de datos a través de lomo de cerdo. Imagen de Singer et al. / Universidad de Illinois.

Un equipo de investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Illinois está ensayando una solución infinitamente más conveniente: ultrasonidos. Al menos desde hace un siglo, con la invención del sónar, los humanos hemos aprovechado que el sonido se transmite mucho mejor bajo el mar que las ondas de radio. ¿Y qué es nuestro cuerpo sino agua salada con algunos ingredientes añadidos?

Con este enfoque, los investigadores ensayaron la transmisión de datos por ultrasonido a través de tejidos animales, los cuales obtuvieron de la carnicería local: un lomo de cerdo y un hígado de vaca. En su estudio, disponible en la web de prepublicaciones arXiv.org, los autores cuentan que lograron velocidades de entre 20 y 30 megas (Mbps), «demostrando la posibilidad de transmisión de datos a velocidad de vídeo en tiempo real a través del tejido», escriben.

Según Andrew Singer, coautor del estudio, «podemos imaginar un dispositivo que pueda tragarse para tomar imágenes del tubo digestivo, con capacidad de transmitir vídeo HD en directo por streaming a una pantalla externa, y de modo que el dispositivo pueda controlarse a distancia externamente por el médico». Aunque no es la primera vez que se ensaya la transmisión de datos a través de tejidos animales, nunca antes se había hecho a tal velocidad. Dice Singer: «Esta velocidad de transmisión es suficiente, por ejemplo, para ver Netflix». La pega es que aún habrá que estudiar los posibles efectos de la transmisión de ultrasonidos a través de tejidos vivos.

2 comentarios

  1. Dice ser Avestruz

    Ehm… El chip prodigioso… no hace falta irse a los 60 ¬_¬U

    25 abril 2016 | 11:13

  2. Dice ser franco

    me ha gustado mucho la informacion, es muy interesante. aqui les dejo un link de una web muy interesante que vende moviles, tablets baratas y smartphons

    25 abril 2016 | 21:07

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