Entradas etiquetadas como ‘mariposas’

Mimetismo animal o cómo parecer peligroso sin serlo

Por Mar Gulis

¿Quién no ha aparentado alguna vez ser lo que no era para escapar de una situación difícil? Un examen, una entrevista de trabajo o una fiesta sin amigos… Son muchos los contextos en los que los seres humanos nos vestimos o comportamos de un modo distinto al habitual para ‘sobrevivir’. Si trasladamos esto al reino animal, existen multitud de mecanismos de defensa para evitar a los depredadores naturales. Desprender un olor desagradable, tener mal sabor o una superficie lesiva son estrategias que protegen a las especies. Pero, ¿qué pasa con los animales que carecen de estos recursos? No hay problema, porque, como nos ocurre a los humanos, la imitación también puede ser una herramienta eficaz.

Fue Henry Walter Bates el primer científico que a finales del siglo XIX estudió el mimetismo en las mariposas de la Amazonia. Bates observó que en ocasiones una especie inofensiva se asemejaba a otra peligrosa o repugnante para evitar el ataque de los depredadores. Un ejemplo clásico de esta estrategia, denominada mimetismo batesiano en honor a su descubridor, son las mariposas del género  Dismorphia, que imitan a varias especies de la tribu Ithomiini. Las mariposas Dismorphia (las copias) son  comestibles y, en consecuencia, presentan un mayor riesgo de depredación; mientras que las especies de Ithomiini (los modelos) son vistosas y no son comestibles porque absorben algunos alcaloides venenosos de ciertas plantas de las que se nutren. “De esta forma el imitador obtiene ventajas de las ‘decepciones’ del depredador ocasionadas por el modelo”, explica el investigador del CSIC Carlo Polidori.

mariposas

Lámina de Bates que muestra el mimetismo Batesiano entre especies de Dismorphia (primera y tercera fila), y de Ithomiini (Nymphalidae) (segunda y última fila)/Wikipedia

 

Otro caso de mimetismo batesiano lo protagonizan las serpientes de coral, que son emuladas en el tipo y distribución de sus colores por varias especies de falsas corales totalmente inofensivas, incluso de diferentes géneros, como Oxyrhophus Rhombifier y Lystrophis Semicinctus.

cartel serpiente coral

Cartel que explica las diferencias entre serpientes de coral y serpiente rey/wikiHow

En las regiones donde conviven la original y la copia – en el norte y centro de América- han surgido refranes para recordar quién es quién: Red on yellow, poison fellow; red on black, safe from attack. Según este dicho, cuando hay rojo sobre amarillo la serpiente es venenosa, pero si la combinación de color es rojo sobre negro, no existe peligro. Sin embargo, la regla no siempre se cumple, de modo que es aconsejable evitar cualquier serpiente parecida.

Esta fiesta de la apariencia no se agota en el aspecto, ya que el mimetismo batesiano no es siempre y solo visual. En algunas especies incluye el comportamiento, como ocurre en los sírfidos, ciertas moscas que imitan la forma y el vuelo de las abejas y las avispas. Algunas de estas moscas incluso mueven y tienen posicionadas sus patas anteriores de tal manera que parezcan las largas antenas de las avispas.

abejorro-y-mosca

Ejemplo de mimetismo batesiano estudiado por investigadores del MNCN del CSIC. A la izquierda el abejorro imitado Bombus dahlbornii y a la derecha la mosca imitadora, Aneriophora aureorufa./Jose Luis Nieves-Aldrey

El comportamiento mimético también puede incluir similitud en los sonidos emitidos. Algunos lepidópteros nocturnos–orden de insectos-  imitan los ultrasonidos emitidos por otras especies de lepidópteros nocturnos, que no son comestibles, para engañar a los murciélagos.

Sin embargo, no todo son ventajas cuando se trata de copiar al de al lado. “El modelo puede tener consecuencias negativas por la presencia de la copia”, comenta Polidori, porque si un depredador prueba una copia no asociará su morfología o coloración con el carácter venenoso de la especie modelo. Y si eso pasa, el depredador no aprende que esa especie no le conviene, por lo que seguirá cazándola. Total, que después de tanta evolución para sobrevivir, al final llega un copión y fastidia la estrategia.

¿Por qué los insectos constituyen casi el 90% de las especies conocidas?

Por Mar Gulis

Con un millón de especies descritas, los insectos representan cerca del 90% de las especies animales actualmente conocidas, y eso sin contar que la mayoría de ellos están aún por descubrirse -muchos científicos creen que podría haber más de 10 millones de especies-.

Además de ser el grupo animal con mayor diversidad, los insectos también son el grupo que ha alcanzado un mayor éxito expansivo. Por eso, ocupan toda clase de hábitats… desde tórridos desiertos a gélidos ambientes como la Antártida, desde las cumbres de las montañas más altas a las simas más profundas de la Tierra.

¿Qué es lo que ha hecho que estos animales alcancen este tremendo éxito en la historia evolutiva de nuestro planeta? El investigador del CSIC Xabier Bellés apunta una característica común que comparten el 90% de las especies conocidas de insectos: la metamorfosis.

Cabeza de larva

Cabeza de una larva en el último estadio larval, de una especie indeterminada de insecto. Las antenas simulan ojos y la zona clipeal una nariz dándole el curioso aspecto de un rostro vagamente familiar. / José Luis Nieves Aldrey (FOTCIENCIA)

En concreto, ente el 45% y el 60% de las especies de insectos realizan la denominada metamorfosis ‘holometábola’, que es el tipo más completo y complejo de metamorfosis, y también el que nos suelen contar en el colegio. Los ejemplares de estas especies experimentan una transformación radical de forma y estructura: primero crecen progresivamente a través de mudas hasta convertirse en larvas y luego se encierran en una crisálida o capullo (fase pupal) para transformarse en adultos con alas voladoras y genitales completos. A este grupo pertenecen los coleópteros, los himenópteros, los lepidópteros y los dípteros, o en ejemplos que nos resultan más familiares: escarabajos, abejas, mariposas, moscas

En su libro La metamorfosis de los insectos (CSIC-Catarata) Bellés explica que este tipo de metamorfosis tan completa permite que ejemplares de una misma especie y de diferente edad puedan convivir sin competir por los recursos, lo que constituye una innovación clave para que los insectos hayan podido llegar tan lejos. ¿Renovarse o morir?