Archivo de junio, 2019

¡Atención! Depredadores de la ciencia. Te contamos por qué son peligrosos y cómo combatirlos

Por Mariano Campoy Quiles (CSIC)*

Todas las personas que nos dedicamos a la ciencia recibimos diariamente correos electrónicos invitándonos a supuestos congresos científicos o a escribir artículos en revistas de reciente creación y editorial de dudosa fiabilidad. En mi caso, recibo literalmente entre 40 y 50 invitaciones de este tipo a la semana. Estos mails no reflejan en ningún caso la calidad de la investigación que se lleva a cabo en mi grupo, ni siquiera hacen referencia a mi área de estudio.  Se trata de invitaciones realizadas por editoriales y entidades conocidas como depredadoras, cuyo objetivo no es el avance de la ciencia, sino, única y exclusivamente, el lucro. Estas revistas y congresos ‘depredadores’ surgen de la actual situación de altísima competencia para conseguir becas y plazas en el sistema científico internacional, unida al cambio gradual hacia revistas de acceso abierto en las cuales paga el que escribe, no el que lee. Hasta hace poco simplemente borraba los correos sin darle mayor importancia, pero estas prácticas pueden resultar mucho más dañinas que un simple spam, por eso conviene saber identificarlas e intentar combatirlas. Comparto algunas claves que pueden ser útiles.

Investigadores e investigadoras emplean mucho tiempo en filtrar y eliminar mensajes engañosos sobre congresos y revistas que se anuncian como científicos pero, en realidad, no buscan el avance de la ciencia sino el lucro de los organizadores. / Alejandro Santos.

¿Cómo reconocer a los depredadores científicos?

  • Usan vocabulario pomposo en textos llenos de faltas ortográficas. Los depredadores utilizan un vocabulario muy rimbombante en sus invitaciones, elogiando en exceso a los investigadores. Sin embargo, los correos y las webs suelen tener un estilo muy pobre, con faltas de ortografía, diseño poco profesional, y textos que muestran desconocimiento de cómo funcionan las revistas y congresos. Además, suelen usar estrategias comerciales incluyendo expresiones como “oferta de lanzamiento de la revista X”, “gratis para artículos publicados este año” o “descuento si te registras esta semana”.
  • Piden dinero cuando no toca. El pago por hacer un artículo de acceso abierto se hace siempre una vez aceptado el artículo, más o menos cuando se están gestando las pruebas de imprenta, nunca antes. En los congresos hay un Early birth registration y una inscripción normal abierta hasta en el mismo sitio del congreso. Si te piden dinero antes, sospecha. Los depredadores solicitan un pago antes de saber si tu contribución está aceptada, o para poder enviar el abstract, o incluso piden pagar unos supuestos “gastos de gestión” para que un artículo vaya a revisión por pares. No conozco ningún congreso legítimo que utilice estas prácticas.
  • Los responsables de la organización no son entidades científicas ni universidades. La invitación a estas actividades te llega de un supuesto “gestor” del congreso o revista, normalmente con nombre un poco raro, tipo Snowy Wang, Sofía Loren, etc. No hay un investigador que firme el mensaje como parte del comité organizador, ni una universidad o asociación profesional que lo respalde, ni un comité científico que asegure su calidad. A veces hay comités inventados en los cuales no conoces a nadie, porque se usa un mismo comité para cientos de revistas/congresos a la vez. Tampoco puedes hablar directamente con ellos, ya que en la web o en el mail no hay una dirección postal o un teléfono.
  • Anuncian lugares idílicos sin especificar el alojamiento. Los congresos se organizan en lugares peculiares, como cruceros, playas o ciudades emblemáticas. Si bien esto no es malo de por sí, sí que podría ser un indicio de que ofrecen un destino en vez de un contenido científico. A veces te confirman la ciudad, y te dicen que el hotel será revelado cuando te registres.

Los correos de eventos/revistas depredadoras oscilan diariamente entre el 10 % y el 30 % de los correos útiles. Esta gráfica muestra el número de correos electrónicos recibidos en mi cuenta durante dos semanas elegidas de forma aleatoria. En azul están los correos útiles, después de quitar los correos de congresos y revistas depredadoras (en rojo), así como spam genérico y publicidad. / Mariano Campoy

¿Por qué hay que combatirlos?

  • Porque son un timo. Estas revistas y congresos son creadas por entidades privadas, que lanzan decenas de miles de títulos simultáneamente inventando comités científicos o utilizando los nombres de los científicos sin su permiso. En cuanto a las revistas, normalmente no están indexadas, o literalmente se inventan su factor de impacto. A pesar de lo que aseguran, está demostrado que no revisan los artículos por pares, y desvirtúan el concepto de acceso abierto al hacer del escritor su cliente: como no se paga por leer, no es necesario que la revista sea de calidad, ni siquiera que se lea. Los congresos son también un fraude. Copian los nombres de congresos oficiales y organizan eventos que, bajo el paraguas de ser multidisciplinares, incluyen un grupo de científicos que hablan de temas totalmente distintos.
  • Porque nos hacen perder tiempo, dinero y oportunidades. Si tienes la mala suerte de que te consigan embaucar, perderás varios cientos de euros en un congreso que no te reportará ningún beneficio científico, o en un artículo en una revista que nadie leerá jamás. Pero aún si no te engañan, cuestan dinero, porque hay que dedicar un tiempo, bastante elevado si hacemos los cálculos anualmente, a filtrar y eliminar este tipo de mensajes. Tiempo que deberíamos usar para investigar, no para huir de estafadores. Además, te pueden llevar a borrar por error invitaciones legítimas.
  • Porque hacen tambalear los cimientos del sistema científico. El avance científico se basa en la diseminación de resultados y el intercambio fructífero de conocimiento en revistas y congresos. Si no se asegura el sistema de revisión por pares y de selección por comisiones y asociaciones especializadas, se acabarán desvirtuando las actividades mismas que hacen posible el sistema científico. Por ejemplo, bajo la gran presión que hay actualmente en el mundo académico, habrá quien embellezca su currículum a base de pagar por publicar o por que le inviten a dar una charla en un congreso de pega.

 ¿Cómo luchar contra los depredadores científicos?

  • Que todo el mundo lo sepa. Existen listas de congresos y revistas depredadoras donde informar de estas prácticas.
  • Hacer spam back. Un punto débil de las empresas detrás de estas editoriales y gestoras de congresos es que, a pesar de estar organizadas muy bien, son empresas muy pequeñas, con poco personal. Imagina que todos los investigadores respondemos a sus invitaciones con peticiones peculiares: recibirían miles de correos y no sabrían cuales son de científicos despistados, científicos conscientes que siguen el juego y cuáles de spam. Y como explica el escritor James Veitch, todo el tiempo que dediquen a contestarte, no estarán timando a nadie más.
  • Vigilar y penalizar estas prácticas. El personal investigador que esté en un comité de evaluación debería estar atento y penalizar a los candidatos que participen en actividades organizadas por entes depredadores. No evalúes positivamente ni contrates a alguien con un currículo burbuja.

* Mariano Campoy Quiles es investigador del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB).

Si los muros del Metro hablaran… ¿Qué nos dicen los azulejos de una ‘estación fantasma’?

Por Elena Mercedes Pérez Monserrat y Mar Gulis (CSIC)*

El Metro de Madrid cumple 100 años en 2019. Esta red de Metro, que hoy es una de las mejores del mundo y cuenta con 302 estaciones a lo largo de 294 kilómetros de recorrido, fue inaugurada en 1919 por el rey Alfonso XIII con una sola línea Norte-Sur que iba desde Puerta del Sol a Cuatro Caminos (el germen de la que hoy se denomina Línea 1), con un total de 8 estaciones y que no llegaba a cubrir 3,5 kilómetros.

En los años 60 del siglo XX, cuando la compañía Metropolitano decidió alargar los trenes, se reformaron las estaciones para que los andenes pasaran de tener 60 a 90 metros. Pero hubo una estación en la que, por su situación en curva y por la cercanía a las paradas colindantes, no se pudo acometer esta reforma y acabó siendo clausurada por el Ministerio de Obras Públicas: la estación de Chamberí.

 

La icónica decoración de las estaciones del Metro de Madrid, incluidos vestíbulos, andenes o bocas de acceso, fue diseño del arquitecto Antonio Palacios. / Laura Llera

La icónica decoración de las estaciones del Metro de Madrid, incluidos vestíbulos, andenes o bocas de acceso, fue diseño del arquitecto Antonio Palacios. / Laura Llera

Tras más de 40 años cerrada y siendo objeto de curiosidades varias, la estación de Chamberí, después de una importante actuación de limpieza, restauración y conservación, fue reabierta en 2008 como centro de interpretación visitable del Metro de Madrid. Durante esas décadas en las que la “estación fantasma” permaneció cerrada al público, los accesos exteriores fueron vallados, hecho que permitió que se conservaran muchos de los objetos cotidianos de la época, como carteles publicitarios, tornos, papeleras… así como las cerámicas que recubrían toda la estación. Es decir, lo excepcional del lugar es que se trata de la única estación del Metropolitano que conserva su estado original casi en su práctica totalidad.

Luz y color para el Metropolitano de Madrid

En 1913 los ingenieros Carlos Mendoza (1872-1950), Miguel Otamendi (1878-1958) y Antonio González Echarte (1864-1942) presentaban un proyecto de red de metro para la ciudad de Madrid. El arquitecto Antonio Palacios (1874-1945) fue el encargado de diseñar las estaciones, los accesos y los edificios del proyecto. Se buscaba integrar el uso de materiales tradicionales en un entorno tecnológico completamente nuevo, dando un resultado muy decorativo de marcado estilo español. Con la aplicación de azulejería en el suburbano se pretendía proporcionar luminosidad y color a unos nuevos espacios -bajo tierra- que iban a ser utilizados por personas acostumbradas a la luz natural. La rica variedad de cerámicas de las diversas regiones españolas facilitó poner en práctica este empeño.

Estado actual de la estación de Metro de Chamberí (Madrid), alicatada con azulejos blancos y decorada con piezas coloreadas y/o con reflejo metálico. / Laura Llera

Estado actual de la estación de Metro de Chamberí (Madrid), alicatada con azulejos blancos y decorada con piezas coloreadas y/o con reflejo metálico. / Laura Llera

En Madrid, la cerámica vidriada aplicada a la arquitectura tuvo su máximo apogeo a finales del siglo XIX y principios del XX. Entonces, la azulejería publicitaria -especialmente en las estaciones del Metropolitano- y la urbana cobraron un especial significado. Este material favoreció el auge de las industrias cerámicas de los principales centros productores. Así, en la arquitectura madrileña de principios del siglo XX la cerámica vidriada desempeñaba un papel esencial desde la concepción inicial de los proyectos; y cabe resaltar la apuesta por seleccionar materias primas nacionales para su elaboración. En cuanto a las piezas de reposición que se han elaborado recientemente para las labores de restauración, se han respetado los aspectos formales de las originales, pero utilizando materiales y tecnologías que incrementan su resistencia.

El uso de la cerámica vidriada respondía también al apogeo en la época de la publicidad alicatada, así como a las condiciones de buena conservación y fácil limpieza que presenta la azulejería. Tras la Guerra Civil española (1936-1939) la publicidad en cerámica de la estación fue cubierta por tela y papel, que protegieron las cerámicas.

Qué nos dice el análisis científico de las cerámicas vidriadas de Chamberí

Un estudio multidisciplinar coordinado por personal investigador del Instituto de Geociencias (CSIC/UCM) ha permitido conocer las materias primas y las tecnologías de fabricación de unas cerámicas vidriadas extraordinarias, especialmente elaboradas para este emplazamiento excepcional: la estación de Metro de Chamberí (Madrid). El conocimiento adquirido pretende apostar por la conservación y puesta en valor de estos materiales, tanto de las piezas originales como de las de reposición.

Conforme a la función que desempeñan en la estación, las piezas estudiadas se agrupan en:

  • Azulejos blancos y lisos, que revisten la práctica totalidad de los paramentos y desempeñan una función esencialmente práctica, al otorgar luminosidad y resultar de fácil limpieza.
  • Piezas con reflejo metálico y superficies adornadas, con un carácter marcadamente decorativo, resaltando los encuentros de los planos y el enmarcado de la publicidad alicatada en los andenes.
Piezas originales. Perspectivas: a simple vista, imágenes de microscopia óptica de polarización (vidriados y soporte cerámico) y electrónica de barrido (soportes cerámicos). Superior: azulejos blancos. Inferior: piezas decorativas con reflejo metálico

Piezas originales. Arriba: azulejos blancos, elaborados en Onda (Castellón). Abajo: piezas con reflejo metálico, elaboradas en Triana (Sevilla). Perspectivas: a simple vista, imágenes de microscopia óptica de polarización (vidriados y soporte cerámico) y electrónica de barrido (soportes cerámicos).

Los azulejos blancos originales fueron fabricados en Onda (Castellón) a partir de mezclas arcillosas muy ricas en carbonatos y cocidas a unos 950 ºC. Presentan un vidriado plúmbico alcalino cuya opacidad es en gran parte otorgada por partículas ricas en plomo y arsénico. Las piezas originales de carácter decorativo -con reflejo metálico- fueron elaboradas en Triana (Sevilla) a partir de arcillas illíticas calcáreas y cocidas entre 850-950 ºC. Se cubrieron con vidriados plúmbicos transparentes, con la adición de cobre y estaño.

Piezas de reposición. Perspectivas: a simple vista, imágenes de microscopia óptica de polarización (vidriados y soporte cerámico) y electrónica de barrido (soportes cerámicos). Superior: azulejos blancos. Inferior: piezas decorativas con reflejo metálico

Piezas de reposición, elaboradas en Madrid. Arriba: azulejos blancos. Abajo: piezas con reflejo metálico. Perspectivas: a simple vista, imágenes de microscopia óptica de polarización (vidriados y soporte cerámico) y electrónica de barrido (soportes cerámicos).

Las piezas de reposición se elaboraron según el aspecto de las originales y se apostó por la utilización de materiales y técnicas que otorgaran especial resistencia a las piezas. Se fabricaron en Madrid con materias primas principalmente procedentes de Barcelona, Castellón y Teruel. Las blancas, a partir de arcillas illítico-caoliníticas y calcáreas ricas en cuarzo cocidas a >950 ºC, aplicando un vidriado alcalino muy rico en zircona y alúmina. Las nuevas piezas con reflejo se elaboraron a partir de arcillas illítico-caoliníticas muy alumínicas cocidas a <850 ºC y con la importante adición de una chamota especialmente refractaria, cubriéndose con un vidriado plúmbico-potásico rico en alúmina.

 

* Este proyecto de investigación ha sido realizado por un equipo multidisciplinar del Instituto de Geociencias (CSIC/UCM), la Universidad de Granada, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) y la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Puedes leer el artículo completo aquí.

SOS: estos elementos químicos están en peligro de extinción

Por Pilar Goya (CSIC)*

La tabla periódica constituye un verdadero icono de la ciencia y la cultura. La Sociedad Europea de Química (EuchemS, por sus siglas en inglés) ha contribuido al “Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos”, que se está celebrando en 2019, con la elaboración de su propia tabla, presentada en el Parlamento Europeo el pasado 22 de enero.

Junto con su estética colorista, esta tabla incorpora un mensaje claramente conservacionista: no todos los elementos tienen la misma presencia en la corteza terrestre y los más escasos merecen un cuidado especial; no se pueden malgastar.

 

 

Esta tabla está basada en la diseñada por W. F. Sheehan, pero se ha modificado para reflejar la abundancia de los elementos a escala logarítmica, y se ha coloreado para llamar la atención sobre aquellos que pueden estar en peligro de desaparición a corto plazo. La tabla recoge los 90 elementos naturales constitutivos de todas las cosas, desde las maravillas de la naturaleza hasta los dispositivos electrónicos más sofisticados. A ellos se han sumado el tecnecio y el prometio, que son elementos radiactivos sintéticos, de los que, sin embargo, se han hallado trazas en la naturaleza. No figuran, por el contrario, los elementos transuránidos. La estructura de la tabla no deja espacio entre el berilio y el boro, ni entre el magnesio y el aluminio. Los lantánidos aparecen en su posición correcta.

El código de colores hace referencia a la disponibilidad y vulnerabilidad de los diferentes elementos. En rojo aparecen 12 elementos químicos cuya disponibilidad será considerablemente menor en los próximos 100 años: el helio, el zinc, el galio, el germanio, el arsénico, el estroncio, el itrio, la plata, el indio, el telurio, el hafnio y el tántalo. Por poner algún ejemplo, el helio se utiliza para la resonancia magnética nuclear, las sales de estroncio se añaden a los fuegos artificiales y bengalas para producir el color rojo, mientras que el galio se emplea en dispositivos optoelectrónicos y células solares, y el indio forma parte de la mayoría de las pantallas táctiles.

Los colores naranja y amarillo alertan sobre el riesgo que corren los correspondientes elementos si continuamos con su uso creciente; por ejemplo, el litio, cuya demanda aumenta progresivamente a causa de su presencia en baterías recargables para automóviles, aunque es un metal que puede ser reciclado de manera bastante sencilla. En verde se muestran los elementos químicos más abundantes.

Finalmente, hay cuatro elementos que aparecen en negro: el estaño, el tántalo, el wolframio y el oro, porque frecuentemente se obtienen de minerales extraídos en las denominadas zonas de conflicto.

Además, se ha incluido un icono de un teléfono móvil en las casillas de los 31 elementos que forman parte de los smartphones (algunos autores discrepan de esta cifra). La existencia de muchos de estos elementos estará en riesgo si seguimos usándolos con la frecuencia con la que lo hacemos en este momento. Solo en Europa se sustituyen unos 10 millones de teléfonos móviles al mes. Es cierto que una buena parte de ellos se envían a países en desarrollo para su uso o para su reciclaje, aunque sobre la eficacia de estos envíos hay dudas más que razonables.

En definitiva, el mensaje de esta tabla periódica es que hay que hacer todo lo posible para proteger y reciclar los elementos químicos amenazados. Además, quienes investigamos en química debemos trabajar en la búsqueda de alternativas que permitan utilizar elementos abundantes para sustituir aquellos que están en peligro, ya sea por su uso creciente o por su escasa disponibilidad.

* Pilar Goya es investigadora del CSIC en el Instituto de Química Médica y coautora del libro La tabla periódica de los elementos químicos . Este texto está extraído del artículo “La tabla periódica de EuChemS”, publicado en un número monográfico dedicado al Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos por la revista Anales de Química.

La EuChemS es una organización supranacional que engloba a 42 sociedades químicas de 33 países y que representa a más de 160.000 químicos. En España, pertenecen a la EuChemS, la Real Sociedad Española de Química (RSEQ), la Asociación Nacional de Químicos de España (ANQUE), la Societat Catalana de Química (SCQ) y la Sociedad de Química Analítica (SEQA).

Blockchain, tierras raras, aceleradores de partículas… El CSIC lleva la actualidad científica a la Feria del Libro

Por Mar Gulis (CSIC)

¿Sabes cómo funcionan el bitcoin y otras criptomonedas? Si quieres algunas pistas, el martes 11 de junio en la Feria del Libro de Madrid David Arroyo, Jesús Díaz y Luis Hernández presentarán su libro Blockchain. Los autores explicarán al público los entresijos de esta tecnología y sus aplicaciones en la denominada criptoeconomía.

Como cada año, investigadores e investigadoras del CSIC acudirán a esta emblemática cita para dar a conocer los últimos libros publicados en las colecciones ‘¿Qué sabemos de?’ y ‘Divulgación’ (CSIC-Catarata), que acercan la ciencia al público general. El mismo día 11, además de criptoeconomía, se hablará del futuro de la óptica; el LHC, el mayor acelerador de partículas del mundo; y las tierras raras, 17 elementos químicos omnipresentes en las sociedades tecnológicamente avanzadas y, sin embargo, poco conocidos.

El 12 de junio, la investigadora Pilar Ruiz Lapuente se ocupará de la energía oscura, del posible final “frío y estéril” del cosmos y de otras cuestiones relacionadas con la astrofísica que aborda en su libro La aceleración del universo. En la misma jornada tendrán cabida temas como la tabla periódica de los elementos químicos, el albinismo y otras mutaciones genéticas o el papel de las áreas protegidas en la sostenibilidad ambiental.

En total, el CSIC y la editorial Los Libros de la Catarata, presentarán ocho obras de divulgación a través de las intervenciones de sus propios autores.

Estas son las coordenadas

Las presentaciones se realizarán los días 11 y 12 de junio, a partir de las 12:30 horas, en el Pabellón Bankia de Actividades Culturales, situado en las proximidades de los jardines de Cecilio Rodríguez del parque de El Retiro. De acceso libre, estas citas son una oportunidad para escuchar y plantear preguntas a los protagonistas de la ciencia.

Quienes busquen actividades para público más joven, el sábado 8 de junio tienen además una cita en el Pabellón infantil. Allí, investigadores del CSIC que han participado en la obra Descubriendo la luz. Experimentos divertidos de óptica realizarán demostraciones para niños y niñas. Las sesiones, de entrada libre y una duración de 15 minutos, se prolongarán desde las 12:30 hasta las 15:00 horas.

Y si la prioridad es llevarte tu libro con dedicatoria incluida, pásate por la caseta del CSIC (número 19) o la de Los Libros de la Catarata (número 336). Durante toda la feria, los autores de las novedades editoriales estarán en firmando ejemplares.

La información de las firmas se puede consultar aquí.