¿Los restos de una persona ahogada en el diluvio universal?

Por Mar Gulis (CSIC)

Hubo un tiempo en el que hasta los científicos creían en el diluvio universal y en la salvación divina de Noé, su familia y dos ejemplares de cada especie de animales “para repoblar la Tierra”. El médico suizo Johann Jacob Scheuchzer en 1725 fue aún más lejos: presentó a la comunidad científica internacional los restos fósiles de una persona ahogada durante el famoso diluvio.  Scheuchzer

Scheuchzer procedía de una familia de médicos. Ejerció su profesión en un orfanato, además de ser profesor de matemáticas y ciencias naturales, y perteneció a prestigiosas instituciones y academias científicas europeas.  Según explica en el libro La mirada de Medusa el investigador del CSIC Francisco Pelayo, este doctor coleccionaba fósiles, muchos de los cuales procedían de Öhningen, situada en un extremo del lago Constanza, al sur de Alemania.

En la zona había unas canteras, propiedad de la Iglesia, de las que se extraía piedra caliza para la construcción. Allí era frecuente encontrar muestras en las que se apreciaba la impresión de figuras de peces, moluscos y plantas. El médico consiguió en 1725 una placa de piedra procedente de esta localidad con lo que parecía ser una parte de un cráneo y siete vértebras. Al verlas, consideró que eran huesos humanos. Por las proporciones del esqueleto estimaba que la altura del organismo debía de haber sido la de una persona de un tamaño como el suyo. De este modo concluyó que el fósil podía considerarse como los restos de una persona ahogada durante el diluvio de Noé. ¿Pero realmente se trataba de fósiles humanos?

El ‘testigo del diluvio’ presentaba el contorno del hueso frontal y de las órbitas, pero también se podían observar los restos del cerebro, del esfenoides, de la raíz nasal, del hueso maxilar y del hígado. Resultaba evidente para este naturalista que tanto la materia ósea como la carnosa se habían petrificado. Se trataba, en resumen, de una de las más extrañas reliquias que se tenían de la antigua raza maldita ahogada en la inundación universal.

El médico presentó en las principales academias científicas europeas su Homo diluvii testis,  el hombre testigo del diluvio que corroboraba la antigua catástrofe. Pero si bien hasta ahora creían haber encontrado restos orgánicos y vestigios  del diluvio, como plantas, conchas y peces, ¿por qué hasta ese momento no habían hallado el fósil de ninguna persona que falleciera en la inundación?

En su folleto de poco más de 20 páginas Homo diluvii testis de 1726 argumenta que la explicación para esto era que los cadáveres humanos habían flotado en la superficie de las aguas diluviales y, mientras su carne se pudría, sus huesos se sumergieron y dispersaron, por lo que no resultaba fácil determinar si los restos óseos que se encontraban eran o no humanos.

Fósil salamandra

Salamandra fósil de Scheuchzer (Andrias scheuchzeri)

Humano, vegetal o animal, Scheuchzer había reunido multitud de objetos fósiles (vestigios orgánicos depositados al retirarse las aguas de la inundación) en su Museo del Diluvio. En sus reflexiones, el suizo recordaba que el tiempo lo destruía todo, incluso los recuerdos, pero también lo conservaba.

En la actualidad, algunos autores (sobre todo cristianos) aceptan que hubiera una gran inundación en la Antigüedad, aunque de alcance local, no universal. Esto explicaría que este relato aparezca en diferentes culturas y religiones. Así, los  geólogos marinos William Ryan y Walter Pitman sostienen en su libro El diluvio de Noé que el fenómeno se habría producido hace 7.500 años en lo que hoy conocemos como Mar Negro, entonces un lago de agua dulce de mucho menor tamaño. Al terminar la era glacial, con el aumento del nivel de los océanos, el Mediterráneo se habría abierto paso a través del Estrecho del Bósforo, causando una inundación catastrófica que hizo crecer el caudal del Mar Negro entre 15 y 30 centímetros por día. El hallazgo de fósiles, tanto de moluscos de agua dulce como salada, contemporáneos en un mismo espacio fundamenta esta hipótesis.

Otras teorías hablan de que el cataclismo habría sido provocado por la crecida de los ríos Tigris y Eúfrates donde surgieron las primeras civilizaciones o por un tsunami mediterráneo producido por el estallido del volcán Etna, en Sicilia, entre otras hipótesis.

En el siglo XVIII, los pretendidos restos fósiles del ‘hombre del diluvio’ fueron objeto de debate por parte de distintos naturalistas. Hubo rechazo a aceptar que el fósil fuera humano. La resolución del enigma del testigo del diluvio no llegaría, sin embargo, hasta el siglo XIX, cuando el anatomista y paleontólogo francés Georges Cuvier  determinó que el ejemplar pertenecía a… una salamandra gigante del Mioceno.

* Si quieres más ciencia para llevar sobre este tema, consulta el libro La mirada de Medusa (CSIC-Catarata), del investigador del CSIC Francisco Pelayo.

9 comentarios

  1. Dice ser el ciclo de la lluvia ahora enprimaria ya se estudia

    Cuando se piensa que la TIerra es pequeña, cuand se circunscribe a un palmo de terreno conocido, cuando no se sabe lo que es el ciclo de la lluvia, cuando sedesconoce que el cielo azul no es agua, cuando no se sabe lo que son las nubes, cuando se desconoce la redondez de la Tierra y su tamaño, entonces pueden nacer muchos disparates.
    Lo mismo que cuando se desconoce lo que es el Sol, el tamaño que tiene y dónde se encuentra.Cuando la ignoranca gobierna los cerebros puede verse incluso bailando, danzando y aredeedor suyo flotar angeliitos y cosas de esas.

    26 agosto 2015 | 11:40

  2. Dice ser el pasado de la Tierra es brutal

    Que haya restos de crustáceos y moluscos a mil metros de altura no quiere decir que llegara allí el mar. Al contrario, indica la elevación del fondo marino por presiones en corteza. Y cuando se sitúan en cotas bajas puede indicar algún tsunami cuyo origen tal vez haya que localizar incluso en lejanos lugares, por delizamientos gravitacionales de grandes masas hacia el mar, por gigantescos terremotos, caídas de meteoros, etc..
    El ser humano est´aviviendo ahora porque se dan las condiciones necesarias. Dentro de un millón de años ser´aotra cosa, el clima distinto, incluso desaparecerán tierras y aparecerán otras. De terremotos, volcanes y demás, hasta hartarse habrá.

    26 agosto 2015 | 11:45

  3. Dice ser Antonio Larrosa

    El ser humano siempre se envanece alegando que son simplezas lo que hacen los hombres inteligentes y sabios , pero si no fuera por estos , por los sabios, el mundo no conocería los adelantos que gozamos como es la electricidad, la radio, el automovil, la TV, el código binario y los experimentos que en las sombras experimentan esos seres inteligentes que hacen temerosos sobre el codigo trinario (El código de Dios ) Por eso los idiotas seguiremos diciendo que están locos , que son unos cretinos.

    Clica sobre mi nombre

    26 agosto 2015 | 18:37

  4. Dice ser Alejandro

    Cuando se habla del «diluvio universal» en todo caso se referirá a la tierra conocida en ese momento. (que no sería mucha) Acaso ya se sabía que el planeta Tierra era una esfera y era un simple satélite del Sol¿?

    26 agosto 2015 | 19:22

  5. Dice ser criticiani

    Me inclino más por la corriente salamandresca. De hecho, el supuesto fósil diluviano parece la espina de una sardina, que en su defecto, podría dar lugar a una enorme salamandra. Imaginación al poder.

    26 agosto 2015 | 20:15

  6. Dice ser Slim White

    Y si analizamos le Nuevo Testamento, vemos ángeles por doquier.
    La llamada «Virgen» es visitada por un «Ángel» muy bello que se la benefició celestialmente, para engendrarle un varón que le dijo llamara Jesús. El papelón tragicómico de el llamado San José es de traca y el Nuevo Testamento sigue con sus fantasías unas veces cómicas y otras imposibles de creer.

    Pero, cuando no se puede probar, ni intentarlo de broma, la existencia de bellos ángeles que vienen del cielo, el Nuevo Testamento queda en el más completo de los ridículos.

    Los ángeles buenos y malos que batallan en los cielos, en la prehistoria bíblica, tambien tiene episodios dignos de la serie de La Guerra de las Galaxias, pero la Biblia y el Nuevo Testamento han seguido con sus patrañas mal explicadas y no adaptadas a los tiempos en que vivimos.

    Si introducimos un elemento en todo esto : La palabra EXTRATERRESTRE entonces la historia parece menos creíble, menos fantasista, menos romántica, pero vayamos a considerar los hecho que se nos relatan puestos al día. ¡¡¡¡Qué no hay ángeles con alas que vengan del cielo, pazguatos!!!!!!

    27 agosto 2015 | 09:21

  7. Dice ser por supuesto

    Hay una teoría todavía mas interesante que se puede observar por las fotos de satélites y que describe un enorme tsunami provocado por el impacto de meteoritos. Esa me gusto mucho. Aparte de las que identifican civilizaciones anegadas por el deshielo de la ultima glaciación que puedo provocar crecidas bastante mas rápidas de lo que se creía.

    27 agosto 2015 | 09:40

  8. Dice ser Slim White

    Pero aquí no acaba esa Historia. Más que Historia Sagrada debiera llamarse Historia Macabra y rocambolesca, que ha causado, con sus mentiras torpes e increíbles, millones de asesinatos, martirios espeluznante de la Inquisición y la creación de una fortuna inconmensurable a costa de esa patraña, incluso tan mal contada. Una sucursal (Iglesias) en todas las provincias de Europa, Un oscurantista e inmenso Vaticano, con un potencial económico, con larguísimos brazos que llegan a todos los confines de la economía.
    ¿Y qué hace la Iglesia por esos pobres refugiados que estan huyendo de la barbarie, muriendo en el mar y sin permiso para recomponer su pobre vida, de la que han perdido todo? Nada. Mirar para otro lado y quizás decir que los destinos que nos ofrece DIOS son inescrutables y que venimos a este mundo para redimir nuestros PECADOS. ¡¡¡¡¡Toma ya!!!

    Y ya que nombramos a ese DIOS tan bondadoso, que lo ve todo, que nos vigila, que ve cuando pecamos. ¿Qué pasa, que está de vacaciones? Pues amigos míos que no hay nadie.

    ¡¡¡¡¡LA ESTAFA SAGRADA!!!!!

    27 agosto 2015 | 10:08

  9. Dice ser Ivan Fernandez

    El escritor Isaac Asimov, en el libro: «Guía de la biblia. Antiguo testamento», plantea otra teoría bastante interesante que postula que, en lo que ahora conocemos Mar Negro, cayó un meteorito y a causa de eso toda la masa desplazada por el impacto se adentró en la llanura anegando todo.

    09 septiembre 2015 | 15:45

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