El bosón de Higgs resucita la teoría del éter

MaherPor Martin Ian Maher*

En la antigua Grecia se consideraba que existían cuatro elementos terrestres: aire, agua, tierra y fuego. Había un quinto elemento, la materia de la que estaban hechas las estrellas. Este quinto elemento, quintaesencia o éter, era incorruptible y eterno. A lo largo de la historia aparece propuesto en varios sistemas filosóficos con distintas formas.

A finales del siglo XIX Maxwell propuso que la luz poseía una naturaleza ondulatoria. Una onda necesita un medio en el que propagarse, con una velocidad que depende de la naturaleza del medio. Dada la elevadísima velocidad con la que la luz se desplaza en el espacio, se postuló que este medio debía ser una sustancia de una densidad inapreciable y con un coeficiente de elasticidad enorme que permearía todo el universo. A esta sustancia se la denominó éter por su similitud con el concepto griego original.

Albert Einstein

Albert Einstein.

En 1887 Michelson y Morley intentaron probar la existencia de tan enigmática sustancia con el famoso experimento que lleva sus nombres. La prueba tuvo resultados negativos, y al no poder determinar ninguna propiedad física del éter, se llegó a la conclusión de que no existía. Triste fin para un concepto aceptado por muchos durante largo tiempo.

Unos años después Einstein propuso que no existen ni un tiempo ni un espacio absoluto, de lo que se dedujo que tampoco existiría el éter. A partir de aquí surgió lo que conocemos como teoría de la relatividad especial, que estableció una relación entre la masa y la energía y redefinió el espacio-tiempo.

La desaparición del éter permitió superar el problema de explicar la naturaleza de una sustancia intangible. Sin embargo, quedaban en el aire algunas cuestiones: si la luz posee una naturaleza ondulatoria, ¿en qué medio se propaga?

La respuesta a esta y otras preguntas estimuló la aparición de la mecánica cuántica en la que Einstein también tuvo una participación destacada.

Imagen del experimento CMS/CERN.

Imagen del experimento CMS/CERN.

En 1964 Peter Higgs desarrolló un mecanismo que dotaba de masa a las partículas dentro del modelo estándar de física de partículas. El campo de Higgs es un campo cuántico que abarca todo el universo y que dota a las partículas de masa, debido a la interacción del bosón de Higgs con las partículas elementales.

El 4 de julio de 2012 la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) anunció la observación de una nueva partícula cuyas características coincidían con el bosón de Higgs. Este descubrimiento lleva implícito la existencia del campo de Higgs. Dicho campo sería imponderable y se encontraría en todo el universo. Sus características recuerdan a las del éter que descartó Einstein a principios del siglo XX.

* Martin Ian Maher es ayudante de Investigación del CSIC y responsable de la Unidad de Microscopia Electrónica del Instituto Cajal CSIC.

12 comentarios

  1. Dice ser por supuesto

    Hombreeee !!! Ya era hora de que alguien se acordara de esta teoría por que después de negarlo ahora resulta que si hay un campo universal.

    27 abril 2015 | 09:58

  2. Dice ser yosoy

    Me siento afortunado por conocer cosas del Universo, dentro de mi ignorancia.

    Y lo de la velocidad y el tiempo es una cosa que me parece inimaginable, en especial la de la luz,
    quizás descubrir que hay un campo que dota a las partículas de masa pueda dar lugar a controlar alguna vez esas velocidades.

    Si para salir del sistema solar la Voyager 1, se ha pasado 35 años y ha recorrido 19.000 millones de kilómetros acelerándose con el impulso de la gravedad de los planetas que pasaba.
    ¿que velocidad se necesitaría para llegar a otro sistema dentro de nuestra galaxia,?

    27 abril 2015 | 10:35

  3. Dice ser Sicólogo Astral

    Desde el principio de los tiempos el hombre ha sabido de la existencia de un alma y asi todas las civilizaciones han rendido culto al mas allá y a la existencia de esa esencia vital invisible. todas las culturas que han poblado la tierra han tenido acceso en algun momento a ese conocimiento de lo invisible que la ciencia no puede ver ni demostrar pero que también intuye, esa dimensión eterea que le falta.

    27 abril 2015 | 10:43

  4. Dice ser Manuel.

    «Sólo sé que no sé nada.»

    Entre más intentó saber del Universo, de la Vida y del Ser Humano, más consciente voy siendo de que no sé nada. Que cuando creía que algo sabía o que estaba en el camino de descubrir algo, aunque sea un poco de conocimiento real, del porqué de muchas cosas, ahora resulta que los últimos experimentos físicos me llevan de nuevo a Grecia, al Pensamiento y a las Teorías de hace 2.500 años atrás. Y estoy muy sorprendió, enormemente, porque cuanta más tecnología y más conocimientos, menos certeza tengo de saber dónde me encuentro, no sé en que sustancia del Universo navego.

    Y, por si fuera poco el gran desconocimiento que tenemos de lo que es el Ser Humano, la Vida y del Universo, en 1.995, a causa de un accidente, viví intensamente una Experiencia Cercana a la Muerte que me desveló que somos más, muchísimo más que materia orgánica.

    27 abril 2015 | 10:44

  5. Dice ser vicente

    En realidad ese elemento griego era el Apeiron. Una realidad inmanente, intangible, invisible que conformaba la esencia del todo.

    27 abril 2015 | 10:55

  6. Dice ser Alberto Castro

    Siempre he pensado que el ETER existía «rellenando todo el universo».
    El «vacío» no es tal, pues tiene al menos unos parámetros, como son la constante dieléctrica y la permeabilidad magnética y estas constantes son las que determinan la velocidad de la luz.
    Estas constantes son en el «vacío»: e0 = 8.85e-12 faradios/metro y u0 = 12.56e-7 henrios/metro.
    La velocidad de la luz es c = sqrt( 1 / e0 * u0 ).
    Todos los materiales tienen constantes mayores (no se ha encontrado ninguno que las tenga más bajas), pero si existese un espacio que las tuviese, en él la velocidad de la luz sería mayor que c.

    27 abril 2015 | 15:17

  7. Dice ser Muy interesante

    Hola Alberto:

    Me ha parecido muy interesante tu aportación, aunque tengo que digerirla.

    Saludos

    27 abril 2015 | 15:39

  8. Dice ser manuel

    Esto (la «resurrección del éter») es ya algo antiguo…pero está fenomenal que se traiga aquí de esta magistral forma.

    27 abril 2015 | 17:04

  9. Dice ser atalante

    Desde luego causa asombro el ver como alguien intenta relacionar la noticia, científica, con una estupidez imaginaria, el «alma».

    Si en esta versión se pudiera puntuar, hubiera puesto dos negativos.

    27 abril 2015 | 18:37

  10. Dice ser Manurkys

    El aletargamiento y la estupidez de la humanidad son la prueba más tangible de que existe el éter.

    27 abril 2015 | 18:52

  11. Dice ser Alex

    Una chorrada. Lo fascinante del éter es que su existencia implica la existencia de un sistema de referencia absoluto, un reposo absolutio, contradictorio con todas nuestras observaciones. De esto ya se dio cuenta Laplace. El campo de Higgs es un campo cuántico covariante Lorentz, por lo tanto no determina un sistema de referencia preferente. En este sentidon, no es tan distinto a todos los otros campos que permean todo el espacio-tiempo (electromagnético, gravitatorio, etc)

    28 abril 2015 | 10:24

  12. Dice ser Arturo

    Alex no te preocupes, de lo unico que se refuta de la relatividad es la constancia de la velocidad de la luz desde cualquier observador, todo lo demas es inafecto, claro que lo q tenga por base dicho postulado pues tendra q ser replanteado.

    29 mayo 2015 | 17:56

Los comentarios están cerrados.