Las trampas de la memoria

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Por Gustavo Ariel Schwartz

La memoria no sólo no es fotográfica sino que ni siquiera es muy fiable. Tampoco es fija ni permanente. La memoria se reescribe cada vez que la evocamos; y lo que recordamos es la versión de la última evocación. Los recuerdos se incorporan en nuestro cerebro modificándolo, reforzando unas conexiones y alterando otras; pero nunca se fijan de manera indeleble. Si bien nuestra comprensión acerca de los mecanismos de la mente es todavía limitada y quedan aún por resolver numerosas cuestiones, algunos experimentos muestran que la memoria, más que fotográfica es relacional, y que la información que ’recordamos‘ depende fuertemente de cómo intentamos acceder a ella.

Mente

La información que ‘recordamos’ de hechos del pasado depende fuertemente de cómo intentamos acceder a ella. / Wikipedia

En un experimento se le mostró a un grupo de personas un vídeo de un choque entre dos coches. Pasados unos minutos, se les preguntó a los participantes a qué velocidad creían que iban los coches. Sorprendentemente, la respuesta depende de que la pregunta contenga la palabra “choque” o no. Si se les pregunta “¿A qué velocidad iban los coches cuando chocaron?”, la respuesta es sistemáticamente más alta (iban más rápido) que para la pregunta “¿A qué velocidad circulaban los coches?”. Incluso en el primer caso, algunos participantes aseguraron haber visto cristales rotos cuando en realidad no había ninguno.

Estas cuestiones acerca del funcionamiento de la mente adquieren una especial relevancia, por ejemplo, en el caso de testigos judiciales. ¿Es confiable el relato de un testigo? ¿Dependerá este relato de cómo se formulen las preguntas? Sin lugar a dudas, es algo que jueces, fiscales y abogados deberían tener en cuenta.

 

Gustavo Ariel Schwartz es científico del CSIC en el Centro de Física de Materiales, dirige el Programa Mestizajes y mantiene un blog sobre Arte, Literatura y Ciencia.

6 comentarios

  1. Dice ser q mal me expreso

    Imagino que se inventa la máquina del tiempo.
    Imagino que sea sólo de ida, sin posibilidad de vuelta.
    Meto en una habitación a todos eso políticos que hablan grandezas de éticas, morales, valores perdidos y todo eso que cuentan, sin amar el presente por incapacidad de aceptar por cultura heredada el avance, dando temor al futuro y provocando esa querencia a ir al pasado, desde lo conseguido en presente, para engañar a su propia memoria modificando aquellos tiempos. Imagino a esas personas temblando, tiritando de miedo, llenos de pavor, cuando se les hace recordar lo qeu sucedía en ese tiempo que tanto parecen añorar y donde ven luces.
    Los imagino queriendo salir del cuarto por no meterse en la máquina del tiempo, por no vivir en esos años que tanto parecen amar y donde tantas soluciones parece quieren encontrar. Imaginar, simplemente, a un político de hace 30 años al que presentarle los avances que hoy tenemos…
    Me encantaría que imaginaran por un momento la reacción qeu tendrían aquellos que dicen eran buenas gentes, ante la visión de un móvil, o al contarle las circunstancias de hoy, lo qeu sucede hoy, afortunadamente, tras superar muros de brutismo ideológico. Me encantaría que esos que hoy critican al libre pensamiento sufrieran persecución por decir las cosas de las que hoy gozamos.
    ¿Cuántos de nosotros aceptaría ser un Galileo, por ejemplo? ¿Cuántos aceptarían sufrir entre dictaduras d epensamiento haciendo ver que no es fin del mundo lo que hoy tenemos? Si la máquina del tiempo se inventa, no creo que haya gente dispuesta a ir al pasado, como en sus trampas de la memoria parecen estar dispuestos.

    09 junio 2014 | 13:04

  2. Dice ser ¿de dónde venimos?...

    ¿Imaginan aparecer en el Parlamento del 75 contando a los democratas nacientes que, por ejemplo, el Rey pediría perdon a su pueblo, cosa que hoy dice mucho de Su persona, sabe dios lo qeu supondría en aquellos tiempos? ¿Imaginan lo que pensarían de nosotros al explicarles… me voy a callar… ¿Cómo nos mirarían? ¿Qué pensarían? Y eso que era ya Democracia… No hay nada como amar el presente y vivir las circunstancias que tocan, amando el progreso, los avances conseguidos. Gracias, tiempo, por vivir en estos momentos. Y ojalá mañan afuera aún mejor, ma´s avanzado el humano, que en pasados tiempos…

    09 junio 2014 | 13:09

  3. Por Noam Chomsky

    «1. La estrategia de la distracción

    El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

    La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

    2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.

    Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

    3. La estrategia de la gradualidad.

    Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

    4. La estrategia de diferir.

    Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

    5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.

    La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

    6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.

    Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro

    emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

    7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.

    Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

    8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
    Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

    9. Reforzar la autoculpabilidad.

    Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

    10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.

    En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites

    dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

    “Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando.
    Millones quieren ser informados.

    El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”.

    por Rodolfo Walsh

    09 junio 2014 | 18:58

  4. Dice ser technics

    Hay que tener en cuenta lo que realmente se ve y lo que realmente se quiere ver, o se interpreta como visto.

    Hace unos años (muchos) un amigo compró un artículo de broma, en concreto (con perdón) una mierda de plástico. La apariencia era muy real y daba el pego. Un día la pusimos frente al portal de mi casa y le pusimos 5 pesetas encima para ver quien osaba coger el dinero y tocar el (ficticio) excremento. Nosotros nos sentamos a 3 o 4 metros para observar. Pasaron cinco vecinos y todos la miraron de reojo, con ganas de agacharse a coger el dinero, pero dado que había público, se cortaban. Dimos por finalizada la broma, y por la noche cuando llegue a casa, mi madre me dijo que se había encontrado con dos vecinas, en momentos diferentes, y ambas le dijeron que me habían visto en el portal, con mis amigos, y que no entendían como era posible que aguantáramos allí, porque había una cagada enorme justo a nuestro lado y no se aguantaba la peste que desprendía.

    Lo cierto es que siempre me quedé con la duda de si realmente lo habían sentido así, o era una exageración, pero lo que sí me quedo claro es que desde ese día no me puedo fiar de la palabra de nadie, y menos si es la de una vecina cotilla.

    09 junio 2014 | 19:03

  5. Dice ser Sicoloco Del Castin De Foolyou

    Yo a veces recuerdo cosas que son mentira.

    09 junio 2014 | 23:41

  6. Dice ser WALLBERTTO

    LEER MEJORA LA MEMORIA
    ¿Cómo mejorar la memoria? “No espere un milagro —contesta el diario brasileño Folha Online—. El secreto es poner a trabajar la cabeza.” Y una de las mejores formas de hacerlo es leyendo. ¿Por qué? El neurólogo Iván Izquierdo explica: “En el instante en que la persona termina de leer la palabra árbol, en centésimas de segundo pasan por su mente todos los árboles que ha conocido en su vida. Todo eso inconscientemente”. El doctor Izquierdo cree que este tipo de actividad mental hace al cerebro menos susceptible a enfermedades como el Alzheimer. El neurólogo Wagner Gattaz, del Centro de Estudios de Trastornos de la Memoria, de São Paulo, comenta: “Cuanto más usamos la memoria, más la conservamos”.
    EL SUEÑO Y LA MEMORIA
    Los investigadores del sueño han descubierto que “un requisito esencial para retener durante varias semanas lo aprendido” es una buena noche de descanso, en lugar de quedarse a estudiar hasta muy tarde, señala el diario londinense The Independent. El profesor Robert Stickgold, de la Facultad de Medicina de Harvard, estudió el asunto en veinticuatro voluntarios. Después de una sesión de aprendizaje, dejó que doce descansaran por la noche, mientras que al resto los mantuvo despiertos. Las siguientes dos noches, todos durmieron períodos normales a fin de que el segundo grupo se recuperara de la fatiga. La prueba de memoria que se realizó indicó que el grupo que durmió la primera noche “recordaba mucho mejor lo aprendido en todos los casos, mientras que el segundo grupo no mejoró nada a pesar del período de recuperación”. Dado que el sueño parece fortalecer los recuerdos, los resultados demuestran que no sirve de mucho sacrificarlo por el estudio, sobre todo durante la primera fase de descanso, que es de “ondas lentas”.
    1) http://blobic.com/entry/como-mejorar-la-memoria#comments

    16 junio 2014 | 01:11

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