El parto neandertal: un viaje con menos curvas que el nuestro

Por Antonio Rosas Antonio Rosas

El lugar que ocupan los neandertales en el imaginario colectivo ha cambiado bastante en los últimos años. Del ser tosco y primitivo descrito en el siglo XIX,  la reciente posibilidad técnica de secuenciar el genoma neandertal (es decir, de analizar el ADN de esa especie) y las actuales líneas de investigación en paleoantropología han permitido saber que este ‘familiar’ del Homo sapiens tenía ya la capacidad de hablar y presentaba un aspecto distinto al representado hasta hace poco: los restos fósiles hallados en el yacimiento de El Sidrón (Asturias) ‘hablan’ de individuos pelirrojos, de cuerpo robusto y emparentados entre sí.

Parto 'sapiens'

Debido a la relación de tamaños que existe entre la cabeza y los hombros del feto y el anillo óseo de la pelvis materna, el bebé ‘sapiens’ tiene que realizar una operación de rotación y giro al nacer que hace que el parto de nuestra especie sea complejo y doloroso. / Gabriela Delgado.

No será la última vez que hablemos de estos seres enigmáticos de los que parece que nos queda bastante por saber, pero hoy nos queremos centrar en un aspecto muy concreto: el parto neandertal. Un reciente estudio basado en técnicas de reconstrucción 3D ha demostrado que el alumbramiento de los neandertales tendría unas características algo distintas a las de la especie humana actual. En el parto, estos pequeños no realizarían la compleja operación de rotación y giro para nacer que tiene lugar en nuestra especie. Aun con dificultades, debido a la pequeña diferencia entre el tamaño de la cabeza del feto y el canal del parto, los neonatos neandertales saldrían al mundo de un modo más sencillo al nuestro. Simplemente, la pelvis neandertal conserva en gran medida la arquitectura de una pelvis ancha primitiva.

Es en la evolución del linaje de nuestra especie donde cambia la anatomía pélvica que obliga a un parto muy complicado. Al nacer, el feto tiene que atravesar dos contornos de la cintura pélvica: el superior y el inferior, con el agravante de que la orientación de estos dos contornos es distinta. El contorno superior es más ancho en sentido lateral (paralelo a los hombros), mientras que el contorno inferior es más ancho en sentido antero-posterior. Este cambio de orientación hace que el feto tenga que rotar cuando pasa a través del canal del parto. Primero se coloca lateralmente, con su cara mirando a uno de los lados de la madre, y, acto seguido, se gira hasta que su cara termina mirando hacia atrás, momento en que su cabeza sale al exterior. Finalmente, los hombros llevan a cabo una nueva rotación para acomodarse al diámetro mayor del canal del parto. En este vídeo de un minuto puedes observar esta serie de movimientos.

Al parecer, los neonatos neandertales no tendrían necesidad de que su cabeza realizara la segunda rotación, ya que los ejes de los orificios superior e inferior de la pelvis coinciden. En lugar de rotar de tal manera que la cabeza se oriente mirando hacia la espalda de la madre, en los neandertales el bebé saldría posiblemente mirando hacia uno de los lados de la madre. El parto neandertal, aunque difícil por cuestiones de volumen, no revestiría las complicaciones del parto de los humanos modernos. Carecemos de toda información para ni siquiera especular sobre el modo y lugares en los que daban a luz las mujeres neandertales…

 

Antonio Rosas es paleoantropólogo en el MNCN (CSIC) y autor del libro Los neandertales, editado por el CSIC y Los Libros de la Catarata.

9 comentarios

  1. Dice ser Andreu

    Al tener menos curvas salían mas facilmente, como animales sin necesidad de ayuda.
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    28 marzo 2014 | 11:01

  2. Dice ser Libellula

    Y para complicar aún más el parto, en la actualidad las mujeres paren tumbadas, en vez de que el feto caiga por su propio peso si se hiciera agachada o con el cuerpo en una posición más vertical.

    28 marzo 2014 | 12:07

  3. Dice ser Ornitorrinco

    Fijate si lo complicamos que la tasa de muerte fetal y materna durante el parto es mínima…
    Lo que hay que oir…

    28 marzo 2014 | 12:13

  4. Dice ser Galdana

    Iba aponer exactamente lo mismo que Libellula. Y no hables en el hospital de que te dejen parir en cuclillas o algo así porque entonces sí que ya te quitan toda capacidad de decisión.

    28 marzo 2014 | 12:14

  5. Dice ser pyratilla

    Para dice ser Libellula

    Tienes razón y este motivo viene dado por comodidad de la comadronas no de la parturienta.

    Además si lo expones al médico que quiere parir en en cunclillas te suele mirar con cara de «Qué me estás contando» y no hacen nada más que poner pegas.

    28 marzo 2014 | 12:16

  6. Dice ser Libellula

    Dice ser Ornitorrinco

    1.2.2 Historia de la evolución de las posiciones durante el parto

    Según las referencias que se ofrecen, antiguamente las posiciones que se datan son en una posición vertical, y al parecer eran la que más se utilizaba,17 concretamente, en la mayoría de casos en sedestación.

    -En Egipto, en aquellos tiempos, el expulsivo se realizaba en vertical de rodillas o bien en sillas especiales.

    -La siguiente fecha que se recoge es en la época de Hipócrates, ya se utilizaban sillas de parto.

    -En el Imperio Romano la mujer daba a luz sentada en un sillón obstétrico.

    -En los siglos XIII, XIV y XV en Europa se utilizaban sillas de partos.

    -En el siglo XVII Julien Clement, primer cirujano partero de la historia, realizó un cambio en las posiciones verticales utilizadas hasta ahora, e introdujo la posición horizontal. Este cambio se piensa que se realizó para mejorar la comodidad del obstetra.

    -En el siglo XVIII Francois Mauriceau era partero de la corte del rey de Francia. Él editó un libro para explicar la postura horizontal y las facilidades que produce en el parto. Desde Francia la práctica se extendió al resto de Europa.

    En el 1884, Engelman hizo una recopilación y un estudio de las posiciones adoptadas en el parto, y supuso una de las primeras referencias sobre este tema, hace más de un centenar de años. Las estudió para averiguar si existían variaciones en el parto según una postura u otra, y si realmente existía una que era más beneficiosa que las demás.

    Pero este cambio de posiciones (de posiciones verticales a horizontales), se afirma que nunca fue un cambio por evidencia científica, sino por la comodidad de los profesionales que atendía el parto.

    http://www.efisioterapia.net/articulos/diferentes-posturas-parto

    28 marzo 2014 | 18:28

  7. Dice ser Jose Caballero beltran

    Yo creo que con un diámetro pélvico suficiente y unos buenos abdominales la postura no debe importar mucho en un parto a la antigua……con epidural ni te cuento.

    28 marzo 2014 | 20:12

  8. Dice ser Josep Fornells

    la evol.lució es com es i la mare naturalesa no es tonta

    30 marzo 2014 | 20:36

  9. Dice ser J.P

    «Un reciente estudio basado en técnicas de reconstrucción 3D»… ¿Cuál?, si el Sr. Rosas hubiera citado la fuente podríamos leernos el trabajo original, que seguramente nos aporte mucha más información sobre el tema.

    Ah, y el día que lea un artículo de este señor sin que mencione su propio yacimiento haciéndose publicidad así mismo… Puede escribir de neandertales sin tener que decir que en El Sidrón han descubierto muchas cosas, que encima para este artículo no viene a cuento porque no han hecho estudios sobre el parto en neandertales. Pero en fin…

    01 abril 2014 | 11:46

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