Siempre me han atraído las historias de voyeur, porque a mí me gusta mirar. Hombres o mujeres -yo me refiero a hombres- que se pasan la vida observando y disfrutando de lo que ven.
No sé si su posición es mejor que la del que se siente observado. En principio parece que sí, porque al segundo lo dejan inerme, lo desnudan con la mirada y lo vapulean, a veces hasta la incomodidad.
O no, porque también provoca placer ser observado y hacérselo notar al que mira.
Es lo que hacían las tres inquilinas de un piso de mujeres jóvenes con su vecino voyeur. Cuando él estaba sentado frente al ventanal de su salón, ellas, alguna o a veces todas, se paseaban con nocturnidad y alevosía por el suyo, conocedoras de que al otro lado del cristal, unos ojos disfrutaban con su actuación.
Me lo acaba de recordar otra historia de un voyeur, que he leído poquito antes de que se haya publicado en Bubok. Se llama Páginas de relax.
Una historia de un tipo solitario cercano a los 40 que pierde la cabeza por una puta de lujo. Aunque puede que sea la puta la que se mete en la cabeza de un tipo fantasioso que vive solo y que tiene una vecina exhibicionista que le mantiene en su ventana, muy pendiente de sus movimientos.
Un imposible amour fou; una bollicao sadomaso y otros contactos amorosos cambian su rutina gris por imprevisibles escenas de sexo, en las que siempre hay alguien que observa.
Presurosa he abierto el blog, a la espera de que se nos desvelara algún misterio de Voyeur, la guinda en mi Martini.No estaría de más que se nos contase si Voyeur es de verdad o es un espejismo que cuelan a propósito, para sacarnos a esa walkiria que todas llevamos dentro.Es acaso un sofisticado troll, que dispara flamewars en todas direcciones, fue creado para ese fin?Soy una voyeur, no busco la excitación, mirando a otros en actitudes eróticas, pero no puedo evitar excitarme, cuando los miro.
18 diciembre 2009 | 15:31
Todos o casi todos hemos vivido un momento voyeur de uno u otro lado.A veces hemos observado o escuchado y otras veces hemos sido observados o escuchados.Ambas cosas me parecen altamente placenteras.
18 diciembre 2009 | 15:39
…el voyeur de toda tú mi princesa…
18 diciembre 2009 | 16:11
En Bubok ha publicado un amigo, Agustín Safón, su libro: Ética individual y revisión histórica en Gore Vidal.Por cierto que estoy revisando Iconos y en breve haremos una segunda edición, en Iconos hay erotismo, amor, política y muertes.Como cine voyeur os recomiendo:Los soñadores de Bertolucci.Flesh Gordon de Michael BenvenisteLa bestia de Walerian Borowczyk9 songs de WinterbottomLa bella mentirosa de Jacques Rivette
18 diciembre 2009 | 16:12
Me confieso una voyeur empedernida de los calendarios que en ésta época hacen muchas unidades de bomberos de España.No aptos para cardíacas!!!!!!!!!!Los de Bilbo por favor!!! cómo están los de Bilbo!!!!!
18 diciembre 2009 | 16:31
Yo por el trabajo termino siendo voyeur porque te pasas la vida haciendo la ficha a todo el mundo, no vaya a ser que alguien sea algo que a simple vista no parece y te la líe.Os leo pero no comento, en especial a ti, Genoveva, un abrazo para Cullera.Feliz navidad y mejor 2010 para «la chica del blog».
18 diciembre 2009 | 17:08
Chapinita, justo hace unos días me han regalado el libro del que hablas, PÁGINAS DE RELAX, y estoy enganchadísima porque hay que ver cómo me pone en algunos capítulos. La verdad que el autor se lo debió haber pasado muy bien escribiendo esta historia tan cachonda como interesante. Lo que más me sorprende es lo poético que resulta en las escenas más eróticas, no es nada vulgar, pero consigue que se eleve mi temperatura de un modo….
18 diciembre 2009 | 19:57
mmmm.. veo mucho voyeur por los comentarios…saludosPlacer Virtual
18 diciembre 2009 | 21:51
NORMIUX….Eso sí que es realmente palabra de «VOYEUR».Buenas noches.
18 diciembre 2009 | 21:53
Lo de voyeur es muy cansino. todo el día esperando que la chavala se quite la ropa y luego se despelota justo en el momento en el que te has ido al baño.es muy excitante pero cansino. Menos mal que ahora con una camara podemos hacer una buena vigilancia… pero da más morbo hacerlo en tiempo real.
18 diciembre 2009 | 23:34
Por cierto, aunque es irrelevante diré que peso 132 kilos y que de pequeño mis padres me pegaban. A los 12 años tuve un déficit de atención que degeneró en impotencia y desde entonces me amargué hasta que un ataque de acné me defiguró la cara.A día de hoy soy un pringao pajillero que se la pela viendo a su abuela pero que mi alterado subconsciente desfigura transformándola en una joven atractiva.Creo que necesito ayuda profesional.
19 diciembre 2009 | 6:46
A mi me ponen cardíaca los anuncios de colonias masculinas de estas fechas!!!
19 diciembre 2009 | 21:25
PD: Soy travesti.
20 diciembre 2009 | 5:03
No me gusta que me miren y eso parece ser imán de voyeurs.Creo que al voyeur le gusta mirar sin ser visto y mirar lo que se oculta o no está expuesto. Eso de andar mirando culos en el metro… qué tendrá que ver.
20 diciembre 2009 | 11:51
Esta editorial, Bubok, me parece fantástica, así como Entrelíneas o La Sirena. Son editoriales alternativas que permiten a los escritores publicar y a veces suena la flauta. Yo he hecho mis pinitos con Iconos (Entrelíneas. Madrid, 2007) e Imágenes falsas (La Sirena. Valencia. 2008).Creo que me voy a comprar este libro que dices: Luis Alonso. Páginas de relax (Bubok. Madrid, 2009)
20 diciembre 2009 | 19:29
Curioso, al leer el título pensé que te referías al gilipollas de costumbres nocturnas que ronda en este blog…Coincido con muchos de los comentarios, creo que TODOS los hombres somos voyeur, y me atrevería a decir que todas las mujeres también.En mi caso disfruto mirar, pero que me miren… hmmm depende de las circunstancias y el dinero que me paguen (todo hay que decirlo).
21 diciembre 2009 | 6:56
Hector.. por lo que aquí describes.. no se si tu figura se asemeja mas con la de un flaneur, que a la de voyeur, tu que opinas????
23 enero 2010 | 21:35